Aperitivo y platos fuertes de 2007

8 feb. 2007 - soro verdiano. Es que el personaje y su histo- ria encerraban para Verdi una enorme carga significativa. Se trataba para él de una historia.
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Espectáculos

Página 4/Sección 4/LA NACION

Música clásica

Autorretrato verdiano “Simon Boccanegra donar el poder, pero rees una obra oscura, petornó en 1356 para mosimista, carente de sorir en 1363, al parecer siego y de consuelo, en envenenado. la cual se expresa la * * * idea de poderío como La época de Boccaun sepulcro... ubicada negra es, asimismo, la en un tiempo fundade los grandes odios mentalmente fascisfamiliares y la de los ta.” Esta definición de partidos mortalmente Giancarlo del Mónaco, Por Pola responsable de la réSuárez Urtubey opuestos. Es también el tiempo de la lucha de gie cuando la versión clases entre la nobleza 1995 de la ópera en el y el pueblo. Güelfos, partidarios Colón, puede servir de punto de de los papas, y gibelinos, de los partida para una interpretación emperadores germanos, dividían que Giuseppe Verdi intuyó con a esa Italia medieval, hasta que, toda la lucidez de su genio. Es a lo largo del siglo XIV la imporque más allá del lúgubre, destancia de ambos partidos declinó orbitado y enfático tratamiento rápidamente y su enfrentamienque García Gutiérrez, en quien to quedó reducido a una rivalise basa el músico, realiza del tedad puramente local. Los Fiesco ma de Boccanegra, Verdi ya prey los Grimaldi, representados en sentía seguramente que la obra la ópera verdiana, eran los jefes del dramaturgo español podía de la facción güelfa, en tanto que convertirse, en sus manos, en los Doria y los Spinola, a los cuaun fuerte drama político, dentro les alude asimismo Simon en la del cual se proyectan aconteciópera, dirigían la facción de los mientos familiares de excepciogibelinos. nal violencia psicológica. Sin Lo importante es que para Verembargo, cuando la obra se esdi se trataba de una historia aún trenó en La Fenice de Venecia, abierta, por cuanto ambos térhace ciento cincuenta años (12 minos, güelfos y gibelinos, fuede marzo de 1857) fue un históriron resucitados durante el moco fiasco. Una frustración que lo vimiento para la unificación de acompañó durante más de veinItalia en el siglo XIX, aunque sus te años, hasta su encuentro con contenidos hayan sido actualizaun dramaturgo y músico de la dos: los neogüelfos con el papa, talla de Arrigo Boito, que lo llemientras que los neogibelinos vó a realizar una nueva versión, veían en él un obstáculo para la conocida en la Scala de Milán unificación del país. Esa unidad en 1881. Desde entonces la ópera italiana es la que ya había anhebrilla como una joya más del telado cinco siglos antes el persosoro verdiano. naje de Simon, y en tal sentido Es que el personaje y su histoVerdi traza a través de la idealiria encerraban para Verdi una zación de Boccanegra una espeenorme carga significativa. Se cie de autorretrato espiritual. La trataba para él de una historia suya es una voz que, superando sin tiempo, a costa de ser tan trelas mediocridades humanas del mendamente posible y actual. contexto que lo rodea, se eleva Boccanegra, que en realidad era en una dimensión universal. “E miembro de la nobleza menor, vo gridando: pace! E vo gridanacaudilló desde su juventud al do: amor!”, el conmovedor menpartido plebeyo y fue designado saje que Verdi hace cantar a su Doge (magistrado supremo) de personaje a través de un emocioGénova, en 1339. La historia connante escorzo melódico es la viril signa que, con su guía, la repúexhortación de un hombre ínteblica genovesa tuvo una exitosa gro, en la que parece reflejarse el política exterior y algunos pocos propio compositor. años de paz. En 1344 debió aban-

Allegro

Por Pablo Kohan

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Jueves 8 de febrero de 2007

Panorama lírico

Aperitivo y platos fuertes de 2007 Antes de que empiece la temporada operística se verán La cenerentola y Aida Pocas actividades del mundo de la cultura y el espectáculo paran de manera tan rotunda durante los meses de verano como las vinculadas a la lírica. Con los últimos días de cada año se apagan los acordes de manera definitiva, tanto que parecería difícil una pronta reanimación. Pero a no desesperar, es como si todo ese bullicioso universo estuviera tomando fuerzas para enfrentar el año que, para él, comenzará los últimos días de marzo y, con toda la fuerza, sólo en el mes de abril. Para que las almas ansiosas no desesperen, este caluroso febrero depara en La Manufactura Papelera, una Gala Verdi, pasado mañana, a las 20.30, y La cenerentola, de Rossini, el viernes 16, con régie de Florencia Bendersky y Sergio Glimblat, y dirección musical de César Tello. Y también, a partir del 23, Aida, de Verdi, en el teatro Avenida, puesta de Eduardo Casullo, con dirección musical de Roberto Luvini. Oportunidades que se presentarán casi como un aperitivo para lo que vendrá. Con toda la responsabilidad que significa comenzar su temporada extramuros, el Colón eligió empezar el 23 de marzo en el teatro Coliseo (donde desarrollará toda su temporada lírica). Será con Wozzeck, de Alban Berg, régie de Marcelo Lombardero y dirección musical de Stefan Lano. Habrá que ver en qué instancia estará para entonces el vínculo legal con el Coro de Niños. Abril empezará con otro color. El viernes 13 se estrenará Mefistófele, de Arrigo Boito –versión concierto–, con la actuación del bajo ucraniano Mikhail Kit; esta producción del Colón contará con la dirección musical de Mario Peruso. El mismo día subirá a escena en el Avenida, Il trovatore, de Verdi, con el sello de Buenos Aires Lírica. Por su parte, Juventus Lyrica presentará en el mismo teatro, a partir del 27 de ese mes, otro gran título de Verdi, Rigoletto. Y en La Plata, el Teatro Argentino abrirá su temporada con Norma, de Bellini, con Roberto Oswald como régisseur. En mayo llegará una de las dos producciones anuales de La Casa de la Opera, Adriana Lecouvreur, de Francesco Cilea, con dirección musical de Giorgio Paganini y régie de Alejandro Atías. El 18 de ese mes, el Colón presentará La traviata –otra vez Verdi– para ce-

Wozzeck, de Alban Berg, abrirá la temporada del Teatro Colón, que en versión extramuros residirá en el Coliseo

Fundamús inaugurará el panorama lírico con Aida, el 23 del actual lebrar los 150 años del primer Teatro Colón, producción que tendrá a la soprano francesa Nathalie Manfrino a la cabeza. La misma ópera verdiana, pero con Paula Almerares en el rol principal, podrá verse en La Plata. Junio traerá a Rodelinda, de Haendel, al Avenida, en una producción de Buenos Aires Lírica, con dirección musical de Juan Manuel Quintana. En el Coliseo, sucederá lo mismo con la versión concierto de Sansón y Dalila, de Saint-Säens, propuesta del Colón en la que reaparecerá el tenor rosarino José Cura. Y en La Plata, Madama Butterfly, de Puccini, subirá al Argentino

con la soprano japonesa Eiko Senda. En julio el único título será Doña Francisquita, de Amadeo Vives, que Juventus Lyrica programó en el Avenida. En agosto volverá a subir la temperatura con El holandés errante –único título de Wagner de la temporada–, en el Avenida, en una producción de Buenos Aires Lírica que tendrá a Guillermo Brizzio como director musical y a Fabián Von Matt, como régisseur. Mientras tanto, en el Argentino de La Plata, subirá a escena Carmen, de Bizet, con la actuación de Kate Aldrich. Para septiembre, Juventus Lyrica programó las obras de Maurice Ra-

vel, El niño y los sortilegios y La hora española. Por su parte, la gente de Buenos Aires Lírica también estará en el Avenida con la ópera de Donizetti, L’elisir d’amore, que lo tendrá a Claudio Gallardou en la régie. Ese mes, el Colón presentará Werther, de Massenet, con Jonathan Boyd y Mariana Rewerski. La Casa de la Opera volverá a entrar en juego en octubre con Fidelio, de Beethoven, en el Avenida. En el Coliseo, el Colón presentará Elektra, de Strauss, con Stefan Lano en la dirección musical y Mario Pontiggia en la puesta en escena. En el Argentino se producirá el estreno americano de Estaba la madre, de Luis Bacalov, con el propio compositor en la dirección musical. Ultimo mes del año para el mundo de la lírica noviembre llevará al Avenida Madama Butterfly, en manos de Juventus Lyrica, y un programa con dos óperas de Puccini: Il tabarro y Gianni Schicchi, con Carlos Vieu, en la dirección musical, y Rita Cosentino, en la régie, para Buenos Aires Lírica. Paula Almerares cerrará la temporada en La Plata con El barbero de Sevilla, de Rossini, en una producción en la que debutará como régisseur su marido, el tenor Rubén Martínez.

Verónica Pagés

Acordes

Groucho creía imprescindible la salud de Gerswhin ■ Dentro del amplio panorama de los

consumidores de música académica de las últimas décadas, están los que poco aman las experiencias musicales de nuestro tiempo o, más drásticos aún, los que las aborrecen profundamente. Unos y otros coinciden en hacer futurología recurriendo a una muy repetida sentencia que hace mención de los muchos años que tienen de vida y permanencia las obras de Bach, Mozart, Beethoven o Brahms, al tiempo que auguran que nada de lo producido en el último siglo tendrá permanencia. Sólo el tiempo y la historia podrán refrendar tan temeraria afirmación. Desde el campo de los defensores de las nuevas tendencias, están quienes también formulan sus pronósticos agoreros y declaman la desaparición de la música clásica, precisamente, por la reiteración ad infinitum de las músicas de Bach, Mozart, Beethoven y Brahms y la consiguiente falta de variedad y renovación. En realidad, este tipo de discusiones entre

modernistas y conservadores existieron a lo largo de toda la historia de la música aunque, hay que reconocerlo, nunca con tanta virulencia como en la última centuria. Hacia 1935, para los degustadores de los sonidos consonantes, había muchos enemigos en quienes depositar todos los rencores y todas las tirrias. Con Schönberg liderando a la banda de los disonantes que perdieron el rumbo podían estar, según la ocasión, Webern, Stravinsky, Hindemith, Varèse o… Gershwin. Sí, Gerswhin también. Al menos para Groucho Marx. Una noche, en una reunión que se estaba llevando a cabo en la residencia del autor de Porgy and Bess, un comensal se acercó hasta el humorista y le preguntó: “¿Usted cree que las melodías de Gershwin serán interpretadas dentro de cien años?” “Seguro –respondió Groucho–. Siempre que George conserve su salud y se mantenga en buen estado para seguir tocándolas.”

■ Viñas de ira. Pasado mañana se realizará en la Opera de Minnesota, en la ciudad norteamericana de Minneapolis, el estreno mundial de la ópera The Grapes of Wrath (Viñas de ira), con música de Ricky Ian Gordon, dirección y dramaturgia de Eric Simonson, basada en la novela homónima del premio Nobel y Pulitzer John Steinbeck. ■ Rostropovich, hospitalizado.

MOSCU (DPA).– El famoso violonchelista ruso Mstislav Rostropovich, de 79 años, ingresó en un hospital de Moscú ayer, según la agencia ItarTass. El músico fue visitado por el presidente Vladimir Putin. Aunque no se especificó la enfermedad que sufre, los medios rusos señalan que su vida no corre riesgo. En noviembre pasado, Rostropovich tuvo que cancelar una serie de conciertos en Washington, cuando sufrió un desmayo en la ciudad de Voronesh.

■ Wagner en el Golfo. ABU DHABI (DPA).– Con un concierto emocionante en uno de los Emiratos Arabes Unidos se concretó la fundación de la primera asociación Richard Wagner del mundo árabe. La noche del domingo último, seis cantantes ofrecieron fragmentos de las óperas El holandés errante, Parsifal, Lohengrin, Tannhäuser y La valquiria, acompañados al piano por Christof Stöcker. Unos 400 espectadores asistieron al concierto fundacional de la asociación, cuyo patrocinador es el jeque Nahjan bin Mubarak al Nahjan, ministro de Educación Superior de los Emiratos Arabes. “Fue un momento histórico. La primera vez que se tocó Wagner en el Golfo. Incluso corrieron algunas lágrimas, tanto en el público como en el escenario”, dijo Ronald Perlwitz, profesor en la sede que la Sorbonne de París tiene en Abu Dhabi y uno de los fundadores de la asociación.

Rosalind Elias y Dan Dressen, en un ensayo de la ópera Viñas de Ira AP

Variedades BOCCA EN ESPAÑA

Sigue despidiéndose ■ Con Adiós, hermano cruel, la pieza coreografiada por Ana María Stekelman y con música de Lito Vitale, Julio Bocca comenzó ayer el primer tramo ibérico de su gira despedida: Ultimo Tour. Gracias. Hasta el 25 del actual, el bailarín subirá al escenario del teatro Albéniz de Madrid, junto con su compañía, el Ballet Argentino. Luego, hasta el 24 de marzo, seguirá dando sus últimos pasos en España junto a Cecilia Figaredo en las ciudades de Zaragoza, Valencia, Pamplona, Logroño, Roquetas de Mar, Alicante, Cadiz y Bilbao. ORQUESTA ACADEMICA

Concurso abierto del Teatro Colón ■ Intérpretes de violines, violas, violoncelos, contrabajos, flautas, oboes, clarinetes, fagotes, cornos, trompetas, trombones, tuba, percusión y arpas tendrán la oportunidad de postularse para integrar la Orquesta Académica del Teatro Colón. La inscripción al concurso abierto, que se realiza por mail ([email protected]), recibirá respuesta por el mismo medio para informar a los instrumentistas horario y lugar de las pruebas, a realizarse entre el 26 del actual y el 5 de marzo. Como requisito, los postulantes deberán presentar dos movimientos contrastantes, con acompañamiento de piano.