Año Global Contra el Dolor en las Mujeres Mujeres Verdaderas, Dolor Verdadero Síndrome de Fibromialgia (Fibromyalgia Syndrome, FMS) Definición: El síndrome de fibromialgia es un síndrome reumatológico común que se caracteriza por dolor musculoesquelético y sensibilidad difusos crónicos, con una cantidad de síntomas asociados, entre los cuales la dificultad para dormir y la disfunción afectiva son particularmente frecuentes Epidemiología y economía: · Este síndrome afecta al 2% de la población general · Se produce en todas las edades, grupos étnicos y culturas · Su distribución en lo que respecta al género es casi igual en la niñez, pero es hasta siete veces más común en las mujeres que en los hombres en la adultez (entre los 50 y los 60 años) · El FMS tiene un impacto sustancial en la calidad de vida y la función física de una persona, similar al de la artritis reumatoide (rheumatoid arthritis, RA) · Más del 30% de los pacientes con FMS se ven obligados a aceptar jornadas laborales más cortas o tareas que demanden menos esfuerzo físico para conservar el empleo · En los EE. UU., aproximadamente el 15% de los pacientes recibe en la actualidad una asignación de fondos por incapacidad debido a sus síntomas Fiosiopatología: La fisiopatología del FMS no se ha aclarado completamente; se han asociado diversas alteraciones neuroendocrinas 1 , neurotransmisoras 2 y neurosensoriales 3 con su generación. Se supone que la exposición de una persona genéticamente predispuesta 4 a una amplia variedad de factores de estrés relacionados con el entorno provoca el desarrollo del FMS. · Alteración neuroendocrina: disfunción del eje hipotálamohipófisosuprarrenal, lo que incluye las respuestas debilitadas al cortisol y la falta de variación diurna del cortisol; regulación anormal de la hormona de crecimiento · Alteración neurotransmisora: disminución de la serotonina en el sistema nervioso central, niveles elevados de factor de crecimiento nervioso y sustancia P en el líquido cefalorraquídeo, disminución de la transmisión de dopamina en el cerebro · Alteración neurosensorial: ampliación central del dolor y/o reducción de la antinocicepción (sensibilización central, anomalías en las vías inhibitorias del dolor descendentes) · Predisposición genética: fuerte concentración familiar de casos de FMS. El modo de herencia muy probablemente es poligénico. Evidencias de que los polimorfismos de los genes en los sistemas serotoninérgico, dopaminérgico y catecolaminérgico participan en la etiología del FMS Criterios de diagnóstico: Los criterios actuales para el diagnóstico del FMS son aquellos establecidos por el Comité del American College of Rheumatology en 1990, es decir: 1. Antecedentes de dolor extendido (lo que incluye las 4 extremidades y el tronco) que haya durado, al menos, 3 meses, y 2. Sensibilidad a la palpación digital (con una presión de 4 kg) en, al menos, 11 de 18 (9 simétricas) zonas del cuerpo predeterminadas denominadas puntos de sensibilidad (tender points, TePs)* * Un punto de sensibilidad es una zona de extrema sensibilidad en tejidos blandos que, en contraposición al punto desencadenante del síndrome de dolor miofacial, no está incluida en una banda de fibras musculares tensas palpables, no evoca una respuesta de espasmo muscular local en una palpación en resorte y no refiere el dolor a distancia cuando es estimulada La Comunidad Internacional del Dolor ha propuesto una revisión crítica de los criterios mencionados anteriormente. Es probable que en los años venideros se establezcan nuevos criterios. Características clínicas y hallazgos instrumentales · El FMS tiene un inicio gradual o postraumático (lesión física, estrés psicológico)
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El dolor espontáneo del FMS se describe como una sensación persistente, difusa, profunda, dolorosa, pulsátil y, a veces, punzante en los músculos; puede ser recurrente, pero, generalmente, es continuo con exacerbaciones periódicas Los síntomas clínicos asociados con el dolor muscular en el FMS son: disfunción afectiva, trastornos cognitivos, pérdida de la memoria de corto plazo; dolor occipital pulsátil del dolor de cabeza por contracción muscular; vahídos, mareos, síncope; sueño que no es reparador o insomnio crónico, mioclonía nocturna, bruxismo nocturno; cansancio diurno parecido al agotamiento físico, rigidez prolongada durante la mañana, entumecimiento, hormigueo, disestesia en las manos y los pies; dolor abdominal/pélvico, diarrea, estreñimiento; micción frecuente, necesidad imperiosa de orinar, disuria estéril. Las siguientes condiciones clínicas tienen lugar más frecuentemente en personas con FMS que en la población en general (comorbilidades): o depresión [40% en personas con FMS en comparación con un 10% en controles y un 20% en personas hospitalizadas por otra condición médica] o ansiedad [45% en personas con FMS en comparación con un 21% en pacientes con otras condiciones de dolor crónico y un 51% en pacientes con FMS más otros trastornos] o síndrome del intestino irritable (irritable bowel syndrome, IBS) [hasta un 70% en personas con FMS en comparación con un 20% en controles] o dismenorrea, cistitis intersticial (interstitial cystitis, IC), otras condiciones reumáticas (artritis reumatoide, lupus eritematoso, síndrome de Sjogren), síndrome de agotamiento crónico, síndrome de dolor miofacial, dolor en la zona lumbar, trastornos en las articulaciones temporomandibulares Los pacientes con FMS tienen una reacción anormal a los estímulos dolorosos. Son hipersensibles a los estímulos dolorosos que se aplican a las estructuras somáticas, no solo en zonas dolorosas sino también en áreas de control normal; muestran umbrales de dolor más bajos que los normales ante los estímulos térmicos, mecánicos, eléctricos y químicos en la piel, la hipodermis y/o a nivel muscular. También presentan una disminución del umbral del reflejo flexor nociceptivo en comparación con los controles. El umbral del dolor a la estimulación eléctrica intramuscular reiterada es significativamente menor para los pacientes con FMS en comparación con los grupos de control, lo que indica que la sumación nociceptiva temporal es más pronunciada en el síndrome. La infusión de una solución salina hipertónica evoca dolor muscular de mayor duración en pacientes con FMS, y dolor referido que se extiende a un área mayor que en los controles. Los pacientes con FMS presentan respuestas aberrantes al dolor observadas al realizar un diagnóstico por imágenes neurológico funcional del cerebro. Estudios en reposo del flujo sanguíneo del cerebro han informado hallazgos contradictorios para varias regiones del cerebro, al mismo tiempo que varios investigadores observaron una disminución en el flujo sanguíneo talámico. Estudios recientes también sugieren una pérdida acelerada de materia gris en el cerebro en pacientes con fibromialgia: ¿envejecimiento prematuro del cerebro?
Pronóstico y tratamiento · El FMS no pone en riesgo la vida de los pacientes, pero puede provocar una incapacidad grave y, así, comprometer sustancialmente la calidad de vida. Casi nunca se alcanza la resolución completa de los síntomas, pero puede lograrse una mejora significativa con una terapia adecuada. · Generalmente, el manejo del FMS es multimodal: a) actitud de aceptación por parte del médico y el paciente b) evaluación clínica integral, diagnóstico preciso c) educación para las personas afectadas, sus familias y la sociedad d) al paciente para que desempeñe un papel activo en su cuidado personal e) apoyo psicológico o psiquiátrico, capacitación sobre biorretroalimentación f) terapias físicas, modalidades físicas, programa de ejercicios g) uso moderado de medicamentos efectivos (antidepresivos tricíclicos de baja dosis [en su mayoría amitriptilina] u otros inhibidores de la recaptación de serotonina, sedantes, medicamentos hipnóticos, analgésicos [tramadol], antiepilépticos [gabapentina, pregabalina]) h) monitoreo y seguimiento regulares Copyright International Association for the Study of Pain, September 2007. References available at www.iasppain.org.