Año Global Contra el Dolor en las Mujeres Mujeres Verdaderas, Dolor Verdadero La Endometriosis y su Relación con Otras Condiciones Dolorosas La endometriosis se presenta en hasta un 10% de las mujeres en edad de concebir (1). La endometriosis consiste en la presencia anormal de tejido endometrial (tejido con las características del revestimiento interno del útero) fuera del útero, generalmente en la cavidad abdominal/pélvica (1). Estos tejidos anormales se denominan “crecimientos ectópicos” o, a veces, “implantes” o “quistes”. Los síntomas asociados con esta condición incluyen subfertilidad y dolores pélvicos (1). El dolor más común es la dismenorrea, que es un dolor intenso asociado con la menstruación (1, 2). Otros dolores incluyen: dispareunia (dolor durante el coito o la colocación de tampones, es decir, hipersensibilidad en la vagina), disquesia (dolor intestinal) y dolor pélvico crónico (generalmente, dolor interno o en los músculos del abdomen, el área pélvica y la zona lumbar) (1, 2). En aproximadamente el 20% de las mujeres con este trastorno, este se produce junto con otras condiciones de dolor crónico, tales como síndrome del intestino irritable, cistitis intersticial/síndrome de la vejiga dolorosa, vulvodinia, trastorno en las articulaciones temporomandibulares, migraña, fibromialgia y/o con trastornos autoinmunitarios, tales como el lupus eritematoso diseminado, la artritis reumatoide, el síndrome de agotamiento crónico y el síndrome de Sjogren (1,6). La endometriosis es un trastorno complicado debido a la relación incierta que existe entre los signos que definen la condición (crecimientos ectópicos) y los síntomas variados (2). Algunas mujeres no presentan síntomas o presentan síntomas menores; sin embargo, cuando su cavidad pélvica o abdominal interna es examinada por otra razón, muchos signos se hacen evidentes. Otras mujeres tienen muy pocos signos, pero presentan condiciones extremadamente molestas y dolorosas. No se comprende bien cómo los signos (crecimientos) y los síntomas (subfertilidad, dolores, manifestación junto con otros trastornos) se desarrollan y se relacionan entre sí. La mayoría de los médicos clínicos y científicos están de acuerdo en que los crecimientos ectópicos se desarrollan en mujeres susceptibles debido al “flujo menstrual retrógrado”, es decir, cuando se empuja el tejido menstrual hacia atrás, a través de las trompas de Falopio, al interior de la cavidad abdominal/pélvica, donde se implanta y crece (1). Estos crecimientos ectópicos luego pueden comportarse de un modo similar al del útero, desprendiendo sus tejidos y moléculas inflamatorias en la cavidad abdominal/pélvica. También se acepta que la endometriosis depende de los estrógenos porque sus signos y síntomas desparecen con la menopausia o la extirpación de los ovarios (1). Estudios recientes también han demostrado que los crecimientos ectópicos activos desarrollan sus propios suministros de sangre y nervios (2). Es posible que la relación variable entre los crecimientos ectópicos y los síntomas se produzca, en parte, debido a las variaciones en el suministro de nervios (2). Los tratamientos para la endometriosis son principalmente de tres tipos (1): (a) analgésicos de venta libre, (b) tratamientos hormonales que interrumpen la ovulación a fin de reducir los niveles de estrógenos, y (c) cirugía (extirpación de los crecimientos ectópicos, el útero o, a veces, corte de determinados nervios que actúan como suministro de la cavidad pélvica). En algunas mujeres, se han incorporado tratamientos complementarios/alternativos útiles (6). Una nueva posibilidad, que se encuentra actualmente en estudio en modelos animales, son los fármacos que reducen el suministro de sangre de los crecimientos ectópicos (4). Ninguno de estos tratamientos es completamente satisfactorio o efectivo (3, 5, 7). Los tratamientos hormonales y la extirpación del útero pueden tener efectos secundarios desagradables y, por supuesto, impedir la concepción. Como mucho, la cirugía es exitosa en el 50% de los casos, puede tener efectos secundarios desagradables y, a veces, los síntomas pueden reaparecer (3). Sin embargo, uno puede seguir siendo optimista, ya que se están llevando a cabo investigaciones clínicas y básicas considerables para comprender mejor los signos y los síntomas, y para desarrollar enfoques más efectivos para su tratamiento (visite los siguientes sitios web: http://www.endometriosisassn.org/; http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/endometriosis.html; http://www.endometriosis.org/). Copyright International Association for the Study of Pain, September 2007. References available at www.iasppain.org.