Andrés Calamaro, el cantante, el compositor

15 sept. 2013 - vo homenaje a Luis Alberto Spinetta, abre Andrés Calamaro Bohemio, su nuevo disco. Perturba y moviliza su letra, en la que se adivina una ...
2MB Größe 4 Downloads 73 vistas
8

|

espectáculos

| Domingo 15 De septiembre De 2013

Grabaciones adriana Franco

Andrés Calamaro, el cantante, el compositor

G

uitarras acústicas en el comienzo para un asunto que no se quería demorar. Es que con “Belgrano”, el bellísimo y emotivo homenaje a Luis Alberto Spinetta, abre Andrés Calamaro Bohemio, su nuevo disco. Perturba y moviliza su letra, en la que se adivina una dolida y profunda reflexión sobre la vida y la muerte: “Cuáles fueron tus últimas palabras, tu último detello de conciencia... qué canción elegiste escuchar”, pensó y ahora canta Calamaro.

La gravedad de ese inicio se atempera rápidamente con “Cuando no estás”, el tema que se escucha en las radios desde hace unas cuantas semanas: canción de amor con esas repeticiones que son parte de su marca de autor, pero de las que no abusa en este álbum en el que se suceden las baladas con temas de rock medio tiempo. En esa equilibrada alternancia, se destacan especialmente “Plástico fino”, relato y confesión de insomne experimentado con acertadas y fi-

losas imágenes; “Bohemio”, con una letra cuidada, trabajada, menos automática y como hasta desentendida un poco de la rima que con tanta facilidad le brota, y “Dentro de una canción”, confesión de su pasión de compositor, de su pulsión irrefrenable de artista (de la que da cuenta su asombrosa productividad, sea en discos o en esos mashups subidos a la Web). “Dentro de la sombra de una canción está la vida” finaliza ese tema que podría haber sido el final ideal del álbum (un perfecto recorrido desde “Belgrano” hasta aquí, en el que el verdadero cierre, “Doce pasos”, divertido tema con letra de uno de sus compinches de siempre, Marcelo Scornik, podría ser bonus track). Bohemio, el álbum, revela a un Calamaro concentrado, enfocado. No hay aquí excursiones a territorios tangueros ni gitanos; a lo sumo, citas (como la alusión a “Naranjo en flor” de “Tantas veces” o los españolismos aquí y allá; y también a sí mismo, si de citas se trata, en “Tantas veces”), porque el que brilla acá es Andrés Calamaro, el cantate –como si se cumpliera ahora el deseo que convirtió en título de su álbum de 2004, aquel del regreso–, y Andrés Calamaro, el compositor, plenamente dedicado a su tarea: escribir y cantar canciones. Es lo que hace aquí, bien apoyado por Cachorro López, nuevamente en la producción y en los bajos. Quizá no tenga tantos temas con destino de hits, radiables y pegadizos, como tuvo La lengua popular, pero Bohemio es sin duda un paso importante en la carrera musical de Andrés Calamaro. Como si hubiera hecho un alto en esa “carrera”, para mirar a su alrededor y ocuparse de lo esencial. Todo es mejor en este disco, hasta lo que esté por venir. ß

Tracks Clapton unplugged ¿Quién no recuerda el exquisito Unplugged que Eric Clapton grabó allá lejos y hace tiempo? La placa fue registrada en 1992 para la serie de acústicos de MTV. Ahora el material vuelve a aparecer remasterizado, en dos CD y un DVD. Excelente noticia.

En delatierramusic.com no se puede encontrar todavía mucha información, pero hay un reloj en cuenta regresiva que indica el momento en que se podrá escuchar la canción que bautizaron como “Maldita historia”, primera pista de lo que será esta banda multinacional.

Fútbol y música

A las fans de Avril

Mientras que en los estadios se definen las eliminatorias para el próximo Mundial de fútbol, todo el negocio que rodea a este deporte se pone en marcha para llegar a Brasil, en 2014, con toda su artillería en movimiento. Sony acaba de lanzar un concurso para seleccionar la canción que será grabada por Ricky Martin y publicada en la banda sonora oficial del Mundial. El concurso comenzará en diciembre. Próximamente se conocerán las bases y condiciones.

El nuevo disco de Avril Lavigne ya está listo. Muchos ya pudieron escuchar el single “Here’s To Never Growing Up”. Sin embargo, el álbum completo llegará a las bateas el 5 de noviembre. Para los fans más ansiosos, desde el 24 de este mes se realizará una preventa por iTunes. Se puede encontrar más información en su sitio web: www.avrillavigne.com. Y, de paso, no está nada mal darse una vuelta por la página de su fundación de ayuda a chicos con enfermedades crónicas y discapacidades, para ver qué tipo de trabajo realizan allí: www. theavrillavignefoundation.org.

Llega De la Tierra La banda De la Tierra, dedicada al metal latino, tendrá su primer single a disposición del público a fines de este mes. Se trata de un cuarteto formado en 2012 por cuatro amigos que seguramente se cruzaron en varios escenarios de América: el cadillac Flavio Cianciarulo; el guitarrista brasileño del grupo Sepultura, Andreas Kisser; el baterista del cuarteto mexicano Maná, Alex González, y el líder de Dmente, Andrés Giménez. El disco tendrá 11 canciones que fueron grabadas y mezcladas por Stanley Soares en San Pablo, Guadalajara, Buenos Aires y Los Ángeles.

Lo nuevo de Williams El 18 de noviembre se publicará la nueva placa de Robbie Williams. Este nuevo trabajo del cantante inglés –en el que se lo verá, sobre fondo celeste con traje y cabello engominado al viejo estilo de los protagonistas de James Bond– se llamará Swings Both Ways y contendrá dúos con Lily Allen, Michael Bublé, Kelly Clarkson, y Rufus Wainwright, entre otros.

múSiCa

Con el groove como norte ConCierto de MaCeo parker. ★★★★ muy bueno. músicos: Maceo Parker (saxo, flauta traversa y voz), Will Boulware (teclados), Rodney “Skeet” Curtis (bajo), Bruno Speight (guitarra) Marcus Parker (batería), Dennis Rollins (trombón), Martha “High” Harvin (coros). función: el jueves. sala: Coliseo.

U

na de las reglas para la composición de jazz durante el régimen nazi explicitaba la obligación de limitar severamente el uso de síncopas por tratarse de “histéricas inversiones rítmicas propias de las razas bárbaras, que conducían al ser alemán a los más oscuros instintos”. Un par de décadas más tarde, el funk en general, y Maceo Parker en particular, harían de las síncopas un sinónimo de libertad y la clave para desarrollar esta música bailable. En la noche del jueves, el saxofonista probó, una vez más, la eficacia de esa fórmula que lo ha llevado a convertirse en el referente máximo del género en su instrumento: acentuar exagerada y obsesivamente el primer pulso y llenar de síncopas el resto del compás. Desde hace casi cincuenta años, Maceo ha formado parte de las formaciones más importantes del funk y el soul. Sus comienzos con James Brown en los 60, su paso por Parliament y sus colaboraciones con Ray Charles lo han provisto no sólo de prestigio, sino también de herramientas que le permitieron formar su personalidad como frontman. Así, la inclusión de una presentadora que dé comienzo a los shows, junto a los movimientos de director de banda del saxofonista –con pequeñas señales que indican a sus músicos cuando parar, cuando seguir y cuando cambiar de intensidad–, son las referencias visuales más directas al padrino del soul. La entrada al escenario con anteojos negros e imitando una renguera, por otra parte, fueron los primeros guiños a Ray Charles que se completarían llegando al final del repertorio con una sentida versión de “You Don’t Know Me”. Sin embargo, éste sería uno de los pocos momentos estrictamente cantables del show; es que mientras la mayoría de los instrumentistas han intentado llevar las inflexiones vocales a su propio instrumento, Maceo Parker ha recorrido el camino inverso: él canta como si estuviese tocando el saxo, construye los motivos a partir de breves fórmulas rítmicas, remarcando el carácter

Maceo Parker

afp

percusivo de ciertas palabras para crear frases que funcionan más como mantra que como melodías memorables. En clásicos como “Gimme Some More”, “Uptown Up”, “Make It Funky” y “Shake Everything You’ve Got”, la banda probaría que el pulso funk le sienta mejor que los matices souleros. De manera acertada, las breves incursiones jazzeras tendrían como objetivo hacer que los solos funcionen primero como detalle en segundo plano para luego transformarse en incursiones individuales. En esta faceta se destacaron Rodney “Skeet” Curtis –conocido de Maceo desde la época de Parliament–, Bruno Speight y, principalmente, Marcus Parker –sobrino de Maceo e hijo de Melvin Parker quien fuera baterista de James Brown– por disparar secuencias que aportaron musicalidad a su solo de batería. Con el público finalmente liberado de sus butacas para el final con “Pass The Peas”, quedó en claro que un teatro no es la mejor elección para una noche de funk dado que la imposibilidad de bailar le quita al oyente la corporalidad que el estilo demanda y la performance parece quedar incompleta. Porque si bien son rastreables ciertas estructuras y armonías jazzeras, la música de Parker tiene el groove como norte. “Lo único que teníamos que hacer era seguirlo a él, todo le salía naturalmente” dijo Fred Wesley, uno de sus laderos históricos, alguna vez sobre Maceo. Y ese “seguirlo”, para el público, implica poder bailar sintiendo el pulso de su música. ß Sebastián Chaves