Alarma y polémica por los linchamientos

1 abr. 2014 - en Charcas y Coronel Díaz. El ladrón continuaba ayer inter- nado en el hospital Fernández; había sido atrapado luego de haber robado.
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SEGURIDAD

| Martes 1º de abril de 2014

SEGURIDAD Edición de hoy a cargo de Fernando Rodríguez | www.lanacion.com/seguridad

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Alarma y polémica por los linchamientos violencia. A la muerte de la semana pasada se sumó un nuevo caso en Rosario; durante el fin de semana hubo otros episodios

en la Capital, La Rioja y Río Negro; la Presidenta criticó el “deseo de venganza”; Massa ligó los hechos a la “ausencia del Estado”

Con la fuerza de la reiteración de casos crece la amenaza de una ola de intolerancia y violencia encarnada en la justicia por mano propia ante el delito. Además del caso de David Moreira, el joven asesinado a golpes la semana pasada en Rosario tras el robo de una cartera, se conoció ayer un nuevo hecho de linchamiento en esa ciudad. A ese episodio se suman otros similares ocurridos durante el fin de semana en la Capital, la ciudad de La Rioja y General Roca, en Río Negro. La sucesión de hechos ya causa alarma y preocupación, y motivó declaraciones en el más alto nivel político. Primero fue el diputado nacional Sergio Massa, que condenó los casos de justicia por mano propia y atribuyó esas reacciones a la “ausencia del Estado” (ver aparte). Más tarde, la presidente Cristina Kirchner también abogó contra la violencia. Pero, en una velada referencia a las declaraciones del líder del opositor Frente Renovador, sostuvo que en estas horas se necesitaban “miradas y voces que traigan tranquilidad, no voces que traigan deseos de venganza, de enfrentamiento, de odio”. Para cimentar el concepto, agregó: “No queremos ninguna Noche de los Cristales”, en referencia al pogrom nazi contra los judíos en la Alemania de 1938. Detrás de las declaraciones, los hechos duros. Ayer, una filmación hecha con un teléfono celular aportó datos precisos sobre quiénes lincharon el jueves pasado a David Moreira, de 18 años, luego de que fue atrapado por vecinos del barrio Azcuénaga tras haber intentado robarle la cartera a una mujer que llevaba un bebe en brazos. Mientras se producía ese avance sustancial en el caso Moreira, se conoció ayer en Rosario otro hecho que encierra misterio y abre sospechas. Es el de Maximiliano Fernández, de 21 años, que fue hallado muerto el sábado en un balneario de la zona norte de la ciudad con la cabeza destrozada a golpes. “Creemos que fue linchado. Su rostro estaba desfigurado”, contó un familiar a LA NACION en una vivienda del barrio La Cerámica, donde el muchacho fue velado ayer a la tarde. Hay sospechas de que a ese joven lo habrían atacado por el robo de un celular. En medio de esa escalada viral de violencia y “ajusticiamientos”, también se conoció ayer el testimonio

de uno de los dos jóvenes que recibieron una brutal paliza en la zona oeste rosarina a manos de remiseros que los confundieron con ladrones a los que perseguían. Les dispararon, debieron refugiarse en una estación de servicio para salvar sus vidas, pero a uno de ellos le desfiguraron la cara a golpes. Leonardo Medina, de 24, que iba al trabajo en una moto con Oscar Bonaldi, de 22, recordó ayer la pesadilla que vivieron en Perú y Montevideo, cuando pensaban que les querían robar la moto, sin sospechar que, en realidad, los buscaban para castigarlos por un asalto que ellos no habían cometido. En cuanto al caso Moreira, el fiscal regional de Rosario Jorge Baclini confirmó a LA NACION que se obtuvo un video en el que se puede distinguir a dos jóvenes que golpean salvajemente al ladrón. La filmación fue realizada, según señaló el fiscal, con el celular de una de las personas que presenciaron el linchamiento. En las redes sociales aparecieron fotos que muestran al muchacho desvanecido y ensangrentado tirado en el medio de la calle. Moreira murió el sábado. Baclini explicó que si se logra identificar a esos sospechosos, se ordenará su detención por homicidio simple, un delito con penas de entre 8 y 25 años de cárcel. El fiscal advirtió que el caso podría tener agravantes porque Moreira se encontraba en estado de total indefensión. El joven sufrió serios traumatismos de cráneo; las patadas en la cabeza le provocaron pérdida de masa encefálica. La muerte de Moreira, que no tenía antecedentes penales, según informó la policía, generó marchas de protesta de sus familiares y amigos del barrio Empalme Graneros. Lorena Torres, madre del joven, dijo que quienes lincharon a su hijo “lo deberían haber llevado a una comisaría”. El asesinato de este joven encendió un debate en los medios de la ciudad. El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan Lewis, afirmó que justificar el linchamiento de un supuesto asaltante por la “ausencia del Estado” es un grave error de interpretación, porque se trató “lisa y llanamente de un homicidio”. Al caso de Moreira se suman ya otros dos en Rosario y uno en Santa Fe capital.ß Con la colaboración de Germán de los Santos

Soluciones que llevan a callejones sin salida opinión Esteban Rodríguez Alzueta PARA LA NACION

L

El hermano de Maximiliano Fernández, muerto anteayer en un linchamiento

marcelo manera

Sergio Massa condenó la “justicia por mano propia”

La Presidenta pidió inclusión ^b^b^ La presidenta Cristina Kirchner dijo ayer que “no hay mejor antídoto contra la violencia que lograr que mucha más gente se sienta incluida” y que “cuando alguien siente que su vida no vale dos pesos para el resto de la sociedad no le podemos reclamar que sienta que la vida de los otros no valga dos pesos”. ^b^b^ En un acto en la Casa de Gobierno donde presentó el plan Recuperar Inclusión, señaló: “Todo lo que sea generar violencia siempre engendra más violencia. Tenemos que lograr entre todos los partidos políticos entendernos”.

El diputado nacional y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se manifestó ayer en contra de los linchamientos. En un comunicado de prensa enviado anoche, el ex intendente de Tigre, hoy una de las principales figuras de la oposición, dijo que “hay que condenar la decisión de tomar justicia por mano propia”. A cuenta de los últimos episodios de ladrones sometidos a palizas por grupos de vecinos, como ayer en Palermo o la semana pasada en Rosario, con resultado mortal, Massa sostuvo: “Una sociedad debe vivir con reglas claras y con un sistema de premios y castigos, donde la mano de la ley proteja a los que quieren vivir en paz. Si el que delinque tiene un mal menor, hay un mal mensaje. El Estado de Derecho debe estar garantizado y con esto quiero decir aquel que condena a los ciudadanos que viven al margen de la ley”.

Horas antes de ese comunicado, según publicó la agencia de noticias DyN, el número uno del Frente Renovador había dicho en relación con la reciente seguidilla de linchamientos: “Estas situaciones aparecen porque hay un Estado ausente y la sociedad no quiere convivir con la impunidad”. Y agregó que es necesario “trabajar para eliminar este tipo de reacciones de la sociedad a partir de construir con un Estado fuerte, que establezca reglas, premios y castigos”. En el mismo sentido, la socióloga y diputada por Proyecto Sur-UNEN Alcira Argumedo señaló que la violencia social generada en respuesta al delito es producto del “hartazgo” derivado de la “impunidad”, que se fue “acumulando y alimentando”, y la definió como “una luz roja que indica que acá hay que frenar” y que “existe un proceso de degradación del tejido social”.ß

Un ladrón, internado después de recibir una paliza en Palermo La Justicia busca a los vecinos que lo atacaron con saña en Charcas y Coronel Díaz A partir de las imágenes de las cámaras de seguridad públicas, la Justicia intenta hallar a los autores de la paliza recibida por un ladrón el sábado, en el barrio de Palermo. El fiscal de instrucción Marcelo Roma solicitó las grabaciones que deberían haber registrado el momento en que un punguista era golpeado con furia por un numeroso grupo de vecinos en Charcas y Coronel Díaz. El ladrón continuaba ayer internado en el hospital Fernández; había sido atrapado luego de haber robado la cartera a una mujer y, en el suelo, le patearon varias veces la cabeza, hasta dejarlo exánime. En ese torbellino de furia, hubo incluso quien pidió: “Mátenlo, así no jode más”. El periodista y escritor Diego Grillo Trubba fue testigo de la escena y, totalmente conmovido, la relató paso a paso en su cuenta de Twitter:

“Ocurrió en Charcas entre Coronel Díaz y Billinghurst. Yo acababa de bajarme del coche de mi jefa, que me había acercado a casa. Cuando quiero cruzar Billinghurst hacia Coronel Díaz, veo un tumulto. Estaba empezando justo ahí. Al principio, de lejos, lo que se veía era eso, un tumulto de gente. Personas que de repente entraban corriendo hacia un edificio. De repente salían para unirse al tumulto. Me termino de acercar y empiezo a ver lo dantesco. “Era un edificio ladrillo a la vista, con la puerta de ingreso metida hacia adentro, había unos 15 m2 de espacio. Ahí, un tipo grandote con uniforme de portero estaba arriba de un pibe de unos 16/17 años, inmovilizándolo. De repente, una de las personas del tumulto se acerca corriendo y le mete una patada en la cara al pibe. Los otros que entraban y salían debían haber hecho lo mismo, porque el pibe ya estaba con la cara medio deformada. Para que se entienda: de la boca le salía un río de sangre que primero formaba un charco en las baldosas y luego un reguero hacia la calle.”

avellaneda

policía metropolitana

Un hombre fue asesinado de un balazo cuando intentó perseguir a dos ladrones que lo habían asaltado en su casa de la localidad bonaerense de Dock Sud, partido de Avellaneda, informaron ayer fuentes policiales. El hecho fue cometido en la noche del viernes en la vivienda de la calle Madrid 1083, al sur del conurbano, donde irrumpieron dos delincuentes armados. La víctima fue identificada como Tomás Suárez, de 47 años, de nacionalidad paraguaya.ß

La Policía Metropolitana detuvo a 38 personas en 30 allanamientos realizados en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y en La Plata, acusadas de integrar dos bandas narcos que comercializaban cocaína en villas porteñas, en el centro de la ciudad de Buenos Aires y en La Plata, informaron ayer fuentes de esa fuerza de seguridad. Además, 32 de los sospechosos son de nacionalidad peruana, y el resto de la banda está integrada por argentinos.ß

Fue asesinado al perseguir a dos ladrones

Detuvieron a 38 vendedores de drogas

En su crónica en la red social, Grillo Trubba describió la forma en que los vecinos se turnaban para golpear al delincuente, ya indefenso. La mayoría de quienes observaban la escena, sin participar de la golpiza, respaldaba a los atacantes. “Cada vez que el pibe daba signos de que recuperaba la conciencia, alguien salía de la multitud y le pateaba la cara”, reseñó en el relato en Twitter. “De repente, uno de los que pateaba se apartó para tomar aire. Se sentó en el cordón de la vereda. Tenía unos 30/35 años. Me le acerco y le apoyo la mano en la espalda. «Ya está, flaco, basta, ya está». El pibe alza la cabeza. Tenía los ojos llenos de lágrimas. Me dice: «Le afanó la cartera a mi mujer, el hijo de puta».” La crónica también hizo referencia a la llegada de curiosos, que casi al instante se transformaban en agresores: “La gran mayoría gritaba «mátenlo». Incluso amenazaron a una mujer mayor que pedía que ya no le pegaran. Grillo Trubba agregó que la Policía Federal tardó 25 minutos en aparecer en el lugar.ß

En Palermo, una paliza a un carterista

la plata

Renovaron la cúpula de la policía bonaerense LA PLATA.– El ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, y el Superintendente General de la policía, Hugo Matzkin, dispusieron cambios en la cúpula policial; crearon la Subcoordinación General Operativa y la Superintendencia de Comando de Prevención Comunitaria, y dividieron la superintendencia de Zona Sur en Sur I, que abarca La Plata, Berisso y Ensenada, y en Sur II con jurisdicción en Lanús y Almirante Brown.

Tras el pase a retiro de varios comisarios generales, la nueva conducción de la policía bonaerense bajo el mando de Matzkin quedó conformada así en su principales cargos: subcoordinador General Operativo, Osvaldo Castelli; superintendente de Policías de Seguridad, Carmen Graciela Cunial; superintendente de Investigaciones en Función Judicial, Ángel Beserra, y superintendente de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas, Pablo Bressi.ß

TwiTTer/@diegogrilloTrub

recoleta

a violencia no es un dato coyuntural, sino estructural: una invariante histórica. Lo que es nuevo es su frecuencia, la prensa que tiene, la multiplicación de imágenes que orbitan en torno a la violencia, incluso el acostumbramiento entre los que la practican y/o la padecen. La violencia es aquello que nos repugna y condenamos, pero nos atrae hasta su espectacularización, generando –a veces– dudosos consensos difusos que alientan salidas punitivas que avivan ciclos de violencia institucional. La historia de los países de la región es una historia de violencias de distinto tipo. Violencias acumuladas y violencias encadenadas; cotidianas y burocráticas. Violencias provenientes del universo “transa” que agregan violencia a otras conflictividades sociales. Violencias policiales que funcionan como insumo para otros conflictos que tienen lugar en el territorio donde intervienen. Cuando la violencia se vuelve una contraseña social, empieza a ser referenciada como la manera de señalar y encarar otros conflictos. El linchamiento es una de las formas que asume esa violencia. Una violencia que hay que pensar al lado de otras violencias encapsuladas al interior de organizaciones y que forma parte del folklore de muchas instituciones. Los linchamientos, esa violencia grupal y patotera, sumarísima y extraoficial, está hecha de prejuicios y conductas cotidianas. Detrás de cada linchamiento está la indolencia –la incapacidad para ponerse en el lugar del otro, de alojar al otro percibido como extraño–, pero también la creencia de que se han debilitado las capacidades punitivas del Estado para prevenir, perseguir y juzgar a los actores que ellos referencian como productores del miedo. El Estado no sólo ha perdido el monopolio de la violencia, sino que se desentiende de ella cuando desgobierna a la policía, no restringe ni controla la circulación de armas e interpela a la sociedad en las tareas de control. Se sabe, los ciudadanos deben estar alertas. Detrás de la “tolerancia cero” están el vigilantismo social y la cultura de la delación: “no hay olfato policial sin olfato social”. Las detenciones sistemáticas por averiguación de identidad se apoyan en los procesos de estigmatización que abrevan en los imaginarios autoritarios y la banalidad social. Los recientes linchamientos son la expresión de una violencia que se derrama y acumula. Está demostrado que las soluciones punitivas ponen a los barrios en callejones sin salida. No sólo desautorizan su entramado organizacional, sino que lo debilitan aún más. Una sociedad sin mediaciones o mediaciones clientelares será una sociedad con menos palabras para seguir dialogando, con más miedo y menos pacífica, una sociedad que de vez en cuando se amontona para matar al prójimo.ß

Docente de la Universidad de Quilmes

corrientes

Golpean a una anciana en un robo a un edificio

Le disparó a su esposa embarazada y se atrincheró

Una anciana de 90 años fue asaltada y golpeada en su departamento del barrio porteño de Recoleta, donde los ladrones fueron perseguidos a los tiros por un policía, aunque lograron escapar. Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió anteanoche cuando dos delincuentes entraron a un edificio ubicado en la calle Arenales al 2900, a cuatro cuadras del lugar donde un grupo de vecinos golpeó fuertemente a un carterista, el sábado pasado.ß

Un hombre hirió ayer de siete balazos a su mujer embarazada y luego se atrincheró con rehenes en un hotel de la ciudad correntina de Esquina, aunque en el transcurso de una negociación con la policía dejó retirar a la herida y a los cautivos, y finalmente fue detenido en el lugar. El hecho ocurrió en el hotel Alemán de esa ciudad, cuando Alberto Robledo, de 37 años disparó contra su pareja, Antonia Ocampo, de 26, y tomó a empleados como rehenes.ß