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SÁBADO
| Sábado 25 de octubre de 2014
Hábitos
Ahora, a esperar a que llegue... el lunes Cada vez más gente decide extender al primer día de la semana alguna actividad que quedó relegada durante el sábado o el domingo: arrancar temprano, ir directo desde la oficina y seleccionar bien la salida son las claves de esta tendencia urbana Un día de súper acción
Viene de tapa
Para muchos, el lunes es el mejor día para retomar alguna actividad recreativa, de goce personal, que quedó relegada durante el sábado y el domingo. Los que son padres lo saben mejor que nadie: entre tanto plan familiar y propuestas para los chicos, el tiempo nunca es suficiente. Según una encuesta exclusiva para la nacion que realizó la Universidad Abierta Interamericana, el 51% de los encuestados confirmó que suele extender al lunes alguna actividad planificada que no llegó a realizar el fin de semana. También se retoma la actividad física, ya que el 73% de la muestra (con un total de 600 casos) cree que los lunes son un excelente día para ir al gimnasio, salir a correr, andar en rollers o practicar algún deporte. En la red de clubes Megatlon, la afluencia de gente que concurre los lunes aumenta entre un 15 y un 20 por ciento con respecto al resto de los días hábiles de la semana. Detrás, le siguen los miércoles. Con reglas propias Como todo fenómeno urbano, el de los lunes también tiene sus reglas: la salida comienza y termina temprano; generalmente, se parte directo de la oficina y sin pasar por casa, y la propuesta elegida no es al azar. Los lunes tienen un público cautivo, que algunos prefieren llamar selecto. “Un sábado a la noche puede haber más de 400 propuestas teatrales –dice Juan Parodi, el director de la obra Mau Mau, que acaba de ganar dos premios ACE–. El público del lunes es más fanático. Además, la gente suele enganchar la salida después de su actividad laboral. En cuestión de tránsito, la ciudad es un páramo, y al mismo tiempo hay restaurantes que trabajan como si fuera un sábado”, resume Parodi. Ventajas del primer día de la semana que suele aprovechar Vanina Jud (39), que el lunes pasado fue al ciclo gastronómico Boris Trip, en Palermo, y que confirma la tendencia con la experiencia propia. “Se abrió un circuito que se mueve cada vez más. Es un día perfecto para ir al teatro y comer algo por ahí. Para muchos, la noche de los lunes ya quedó establecida.” En el complejo El Cubo, sobre la calle Zelaya 3053, o el Teatro del Abasto, la cartelera de los lunes también es mimada por sus directores. “Suele haber propuestas distintas, más específicas y que, tal vez, podría definir como de culto. Los lunes funcionan muy bien determinadas obras, no cualquiera. Ahora, en cartel, está Dido, Reina de Cártago, con la dirección de Mónica Maffía. Pero han pasado Rayuela, La máscara de hierro, Fotograma y una decena de obras con mucho éxito”, cuenta Nicolás Pérez Costa, director artístico de El Cubo. Coincide su par, Mónica Montenegro, directora del Teatro del Abasto, sobre Humahuaca al 3500. “En nuestro caso, el lunes es una buena opción. Ahora estamos con Tiernas criaturas, que va muy bien. Es un plan tranquilo, sin tener que hacer colas ni esperar que una mesa se libere para sentarse a comer después.” Para Marcos Mutuverría, de la agencia Duche&Zárate, es una forma de romper con la rutina antes de que comience el tedio agotador de las obligaciones y el trabajo. “Con el
La Bomba de Tiempo
Dos millones de personas ya bailaron al ritmo de esta movida de percusión que continúa, a las 20, en Ciudad Cultural Konex.
Mau Mau
Tres décadas vistas a través de dos mujeres. De Santiago Loza, dirigida por Juan Parodi. A las 20.30, en El Extranjero (Valentín Gómez 3378).
Boris Trip
Cocina y música en las noches de Boris Club (Gorriti 5568). Hasta el 24 de noviembre, entradas por Ticketek.
Sky Bar
Una de las mejores opciones porteñas de after office: terraza, tragos, música y distensión. En Maipú 907.
El último lunes por la noche, las entradas para asistir al ciclo que cruza música con gastronomía se agotaron en el Boris Club
Sofía Trucco se acercó el pasado lunes por la tarde al Palais de Glace, donde inauguraba una muestra de arte recuerdo presente del fin de semana en la memoria, los planes de los lunes dan paso a otro tipo de salidas, donde no hay tanto bullicio, el clima es más tranqui y las propuestas más reflexivas.” Una definición que coincide casi al pie de la letra con la movida de los lunes de arte. Con el Palais de Glace como escenario, la ONG Caacupé organizó el lunes pasado un evento artístico a beneficio con la exposición de más de 40 obras de artistas jóvenes y contemporáneos. “Para nosotros fue una manera de distinguirnos,
un diferencial, un plus. Un sábado hay tantos eventos que a veces te marea. Y la decisión fue genial”, asegura Rosario Piñero, coordinadora institucional de Caacupé. Por Posadas al 1700 caminaba Sofía Trucco, cuando tanto movimiento en el Palais llamó su atención. “Me gusta salir los lunes, pero esta vez fue casual. Vi luces y gente en la puerta y pregunté qué había, y me dieron ganas de entrar a recorrer. El evento estuvo muy bien, y además me encontré con amigos y después fuimos a comer algo por
La melancolía también puede compartirse entre amigos Opinión Rodolfo Reich PARA LA NACION
“N
oches de melancolía, pateando en una ciudad vacía”, cantaba en 1984 Miguel Abuelo en su “Lunes por la madrugada”. Treinta años después, las cosas son bien distintas. Hoy, algunos de los mejores bares de Buenos Aires, también varios restaurantes –y en la lista hay que sumar teatros y recitales– abren sus puertas los lunes, con una clientela fiel con ganas de empezar la semana de la mejor manera. El cambio no es azaroso. Es imposible olvidar los lunes de sushi que a fines de siglo pasado ya ofrecía Mundo Bizarro (y los sigue ofreciendo), en una Buenos Aires que aún no conocía ni de sushi ni de lunes. Hace ocho años, el grupo La Bomba de Tiempo comenzó con sus señas y percusiones improvisadas en el patio del Konex, lo que despertó además una catarata de after fiestas en bares aledaños al Abasto para re-
cibir toda esa energía sobrante. Fue La Cigale, allá por 2005 (año más, año menos), la primera que dijo “los lunes están de moda”, y a ese ciclo íbamos a bailar, con entrada gratis y muy buena música. Hoy, todo esto no sólo continua, sino que encontró su propia lógica en la apretada agenda porteña. En lo personal, de los lunes me atrae su perfil gastronómico. Es el día en que cocineros, bartenders, camareros de la ciudad aprovechan su franco semanal para salir y divertirse. Ellos saben mejor que nadie dónde hay que ir. Así, en lugares como 878 o Verne Club es común ver a esa cofradía de los fuegos y las barras encontrarse para beber sin prisas (y sin pausa) hasta bien entrada la noche. Es la ocasión justa para acercarse a la barra, pedir un cóctel, y ver cómo el bartender de turno lo prepara. Con el bar tranquilo, preguntarle qué scotch funciona mejor en un Rob Roy o qué ron usar para un El Presidente. El lunes es día de aprendizaje. También los lunes son los días elegidos por muchos es-
pacios para presentar programas especiales, ofertas únicas, eventos imperdibles. Es cuando Federico Cuco invita a amigos a su barra para hacer, por ejemplo, “Las noches del Conde”, o para repasar cócteles del libro Tragos Mágicos, de Santiago “Pichín” Policastro, con los amigos de GoldenAge. Fueron los lunes de este invierno cuando 878 ofreció sus scottish breakfast, cócteles con whisky y salchicha en el plato. Desde hace poco, también Pony Line, en el Four Seasons, decidió sumar el lunes a su cronograma para servir sus mejores tragos. Este mes, Boris Club viaja por las grandes ciudades del mundo con la conducción de Bobby Flores en las bandejas y Antonio Soriano en los sabores, mientras que en BAMA (el cine arte Buenos Aires Mon Amour) se puede ir a ver el genial thriller paraguayo 7 cajas, entre más films elegidos. Lejos de la melancolía del domingo y de Miguel Abuelo, el lunes marca el inicio de la semana. Eso sí: en mi caso, al menos, intento terminar temprano.ß
ahí”, cuenta esta joven música, que integra el grupo artístico Fémina. Salir a cenar Los lunes gastronómicos también tienen sus códigos y sus beneficios. Las cocinas de los restaurantes porteños están abiertas. Incluso, muchos han optado por cerrar los domingos y abrir al día siguiente, como Tô, en Costa Rica y Arévalo. “Un lunes se trabaja igual que un miércoles. No estamos en un lugar de paso en pleno Palermo, por eso el público de los lunes viene especialmente al local, ya sea
fotos de paula salischiker
por recomendación o porque es habitué”, cuenta Martín Saric, uno de los socios del emprendimiento. En Cocu, una panadería y bar francés en Malabia y Gorriti, su dueña Anais Gasset tomó la decisión hace poco más de un año. “Como muchas panaderías, nosotros cerrábamos los lunes, pero tener cerrado ese día equivalía a perder las misma cantidad de ventas que un miércoles o un jueves. Ahora estamos abiertos toda la semana.” En Pizza Cero, en la esquina de Libertador y Tagle, los lunes son de cumpleaños, de grupos de amigos, de
encuentros después de la oficina. Así describe el movimiento del local Ezequiel González, director culinario de grupo Pizza Cero. “Llegan entre las 20 y las 21, y suele haber reservas de mesas grandes. Como no hay tanta gente, es una salida más relajada que no se extiende demasiado. Llegan temprano, se van temprano”, afirma González. El gerente general de Osaka, Roberto Binetti, disfruta con la atención de los lunes. El salón no está lleno y eso permite un trato diferencial con el cliente, un tiempo distinto. “Todas las noches ponemos el mismo esfuerzo, pero la de los lunes es más distendida. Con la mitad de cubiertos que un fin de semana, todos estamos menos ansiosos, más relajados. La gente lo percibe y eso le gusta. Hay muchas cenas de negocios, y otro público frecuente son las mesas de dos, parejas que durante el fin de semana, con tanto plan familiar, no han tenido tiempo para un encuentro más tranquilo.” Platos más livianos y menos alcohol. El menú de los lunes en Roux, un pequeño bistró familiar en pleno Barrio Norte, en Peña y Azcuénaga, tiene características bien definidas. Los platos mediterráneos con toque de autor son la especialidad de la casa, y su chef, Martín Rebaudino (es Oviedo), aprovecha la marea baja de esa noche para tener un contacto más directo con sus clientes. La mente del cocinero Antonio Soriano, a cargo de la cocina del ciclo Boris, está concentrada en lo que sucederá pasado mañana. La ciudad que inspiró el próximo menú es nada menos que París. Un viaje gourmet y musical con acento francés, con Pablo Pignatta detrás de la barra de tragos y Bobby Flores en la musicalización. “Fue un desafío que la gente adoptó enseguida, y cada lunes va mejor”, dicen en Boris Club, en Gorriti 5568. Con este panorama, muchos ya se sumaron al cambio de paradigma. Mañana es domingo. Día de descanso… y planificación: ¿qué hacemos el lunes?ß Producción de Lila Bendersky
El circuito alternativo siempre abre el primer día de la semana Es la noche preferida del teatro off; el Palais de Glace inauguró Lunes de Arte como opción El circuito alternativo de arte tomó la delantera en la idea de aprovechar las posibilidades del día lunes. Así, mientras La Bomba de Tiempo, la banda de percusión que actúa todos los lunes en el Konex, se convirtió en un clásico, obras de teatro de enorme repercusión como la aclamada Estado de ira se instalaron en ese día que solía ser antipático, y los bares culturales abundan en propuestas –Lunes de Caramelo en Flux Bar o las performances en Milion son un buen ejemplo–. Los lunes ya no son un día para quedarse en casa. Al contrario: abundan las opciones para salir y cada vez más se consolida como un día de salida. El Lunes de Arte en el Palais de Glace convocó esta semana a una contundente audiencia a una subasta a beneficio de la ONG Caacupé, que trabaja en un centro Conin en la
villa 21-24 de Barracas. Con la curaduría de Martina Astrada y Christian Saubidet, 40 artistas emergentes expusieron sus obras en un evento que fue mucho más que una subasta. Los asistentes pudieron disfrutar del Palais de Glace en ebullición. La música y las luces creaban un clima ideal desde la entrada misma del lugar. Las obras, una verdadera selección del arte contemporáneo local que recorría desde hiperrealismo hasta abstracción y nuevas tendencias en fotografía y escultura, se mostraron intervenidas por una performance dirigida por María Villanueva, en la que las máscaras cobraban protagonismo, y un desfile de joyería contemporánea. Además, una instalación del Grupo Plankton con elementos audiovisuales acaparó la atención del público, que hizo una larga fila para no perdérsela. Tras la subasta, las cervezas y los bocadillos, el cierre del evento estuvo a cargo del grupo de dark soul Superfractal, que debutó en ese escenario con siete temas acústicos, especial-
mente preparados para la ocasión. “Me parece que es una forma desestructurada de arrancar la semana”, comentó Macarena Jordán, de 24 años, que dijo presente con sus amigas para apoyar a la Fundación Caacupé. Muchos jóvenes se dieron cita con el mismo objetivo, brindaron, bailaron y disfrutaron de la experiencia artística que se propusieron los curadores: “Queríamos que no fuera una subasta tan protocolar, sino un evento global y que los que vengan se vayan sintiendo que lo pasaron muy bien”, dijo a la nacion Saubidet, y Astrada completó: “Ésta es época de vernissages y el día que menos vale es el viernes. Sabíamos que un lunes de arte iba a funcionar”. Uno de los artistas más vendidos de la noche, David Klauser, también aplaudió la idea de elegir el lunes: “Me parece que hace falta un día para el arte. Es el día en que muchos museos están cerrados. El lunes no tiene por qué ser malo. Me encanta que se instale, que se piense en arrancar la semana así”.ß Silvina Ajmat