CAPÍTULO 13
¿Debe escuchar el mundo entero
L
a lección de esta semana explora dos preguntas muy desafiantes, que afrontan los creyentes. Primera, ¿cuál será el destino eterno de muchas personas que no conocieron al Dios de la Biblia? Segunda, ¿hay salvación fuera del cristianismo? Hay que plantearse varias preguntas relacionadas con estas: ¿es necesario que se escuche y se invoque el nombre de Jesús, para que una persona sea salva? ¿Cuánta responsabilidad tienen los creyentes individuales de advertir a las no creyentes sobre su necesidad de salvación? Para demostrar la importancia de esta pregunta, y su escala, la lección se inicia con algunas estimaciones de los números de la población de la Tierra, comparados con la población de cristianos. Según las mejores estimaciones, solo una de cada tres personas que viven sobre la Tierra en este momento es cristiana. En otras palabras, 2.500 millones de cristianos viven hoy entre los 7.300 millones de habitantes. 1 Muchos de estos no cristianos, probablemente, no hayan oído el mensaje cristiano, de modo que tienen poca o ninguna idea de cómo buscar la salvación en el nombre de Jesús. Esto es importante, porque “no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). ¿Cómo puede Dios, “no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9), trabajar con la mayoría no cristiana de la gente del mundo? ¿Estará contento de elegir a
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aquellos que serán salvos de entre el tercio que son cristianos, mientras acepta la pérdida de los dos tercios no cristianos? ¿Cómo trata Dios con este tema? Los cristianos han respondido esta pregunta de cuatro maneras principales, y cada una de ellas recibe atención en esta lección. Son ellas el exclusivismo, el inclusivismo, el universalismo y el pluralismo.
EL EXCLUSIVISMO: ¿ESTÁN LOS NO CRISTIANOS EXCLUIDOS DE LA SALVACIÓN?
Exclusivismo es una etiqueta que se da a la creencia de que solo los cristianos, que conocen acerca de Jesús y que han hecho un compromiso de fe personal con él, pueden ser salvos. Todos los demás quedarán fuera de la salvación. No tendrán lugar con Dios y con los salvos en el cielo y en la Tierra Nueva. Los exclusivistas encuentran apoyo bíblico para su creencia en que el conocimiento de Jesús y la fe cristiana son necesarios para ser salvos, básicamente de Hechos 4:12, Juan 14:6 y 17:3, y Efesios 2:12 y 13. La Confesión de Westminster de 1646, afirmación doctrinal oficial de muchos presbiterianos y otras confesiones reformadas, apoya la creencia exclusivista cuando declara: "Mucho menos pueden los hombres, que no profesan la religión cristiana, ser salvos de ninguna otra manera, sean ellos nunca tan diligentes para enmarcar sus vidas de acuerdo con la luz de la naturaleza, y las leyes de esa religión que profesan. Y afirmar y mantener que pueden.es muy pernicioso, y debe ser detestado”. 2 La declaración oficial de creencia de la Convención Bautista del Sur, una numerosa confesión protestante de los Estados Unidos, es un eco de este concepto exclusivista: “No hay salvación aparte de una fe personal en Jesucristo como Señor”. 3 Algunas de las 45 mil confesiones cristianas que hay actualmente en el mundo están aún preparadas para predicar y mantener que hay salvación solo en la aceptación de su comprensión específica de la Biblia y de sus doctrinas. Pero un exclusivismo tan estricto raramente aparece en otras declaraciones cristianas de creencias. Los pioneros de lo que llegaría a ser la Iglesia Adventista del Séptimo Día pasaron por una fase exclusivista después del gran chasco del 22 de
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octubre de 1844. Se referían a ello como la “Puerta cerrada”, tomado de la parábola de Jesús sobre las vírgenes cuyas lámparas no tenían suficiente aceite, y que llegaron a la casa donde se realizaba la boda después de que la puerta se hubo cerrado (Mateo 25:10). En palabras del anterior archivista de la Asociación General, Bert Haloviak, “la mayoría de los adventistas sabatarios concluyeron que la salvación estaba disponible solo para aquellos que habían aceptado la enseñanza de Miller de que Jesús regresaría en 1844”. 4 Él nota que las referencias a esta creencia exclusivista adventista desaparecieron de las publicaciones después de 1852. Durante este tiempo, los pioneros parecían concentradas solo en los estadounidenses a quienes habían testificado. No se ocuparon del tema de los millones en los países no alcanzados por el cristianismo. Cuando la comprensión adventista de la misión se expandió, más tarde, para incluir a los no alcanzados alrededor del mundo, el inclusivismo reemplazó al exclusivismo original. Esto es claro en la declaración de Elena de White en El Deseado de (odas las gentes, citado en la sección del lunes de la lección de esta semana. 5 Algunos adventistas del séptimo día todavía creen y afirman que hay salvación solo para los que siguen el mensaje adventista. En resumen, el exclusivismo es una creencia oficial fuertemente afirmada en unas pocas confesiones, y una creencia oficial débilmente afirmada de unas pocas más.
INCLUSIVISMO: ¿INCRÉDULOS DISPUESTOS SALVADOS POR MEDIO DE CRISTO?
Inclusivismo es la etiqueta para la creencia de que las personas que viven a la altura de la verdad espiritual que tienen pueden ser salvas, aun si no han oído el nombre de Jesús y las doctrinas clave de la fe cristiana. Por ejemplo, el Catechism of the Catholic Church sigue la famosa declaración exclusivista de que “fuera de la iglesia no hay salvación”, con una declaración que apoya el inclusivismo: “Aquellos que, no por ninguna falta de ellos, no conocen el evangelio de Cristo o su Iglesia, pero que no obstante procuran a Dios con corazón sincero, y movidos por la gracia tratan en sus actos de hacer su
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voluntad como la conocen mediante los dictados de su conciencia, aquellos también pueden alcanzar la salvación eterna”. 6 Declaraciones tan osadas, por sí solas, son difíciles de encontrar en las declaraciones de las creencias oficiales protestantes, posiblemente porque parecen debilitar el motivo para la misión como una de las principales tareas de la iglesia. Pero, la literatura teológica protestante contiene argumentos para el inclusivismo, y líderes protestantes de pensamiento destacados, como C. S. Lewis y Billy Graham, son citados en apoyo de ello. Ni el exclusivismo ni el inclusivismo aparecen en la declaración de las 28 doctrinas fundamentales de los adventistas del séptimo día. El autor de la lección (Børge Schantz) escribió en una publicación anterior: “Es un conjunto bien organizado y detallado de 28 doctrinas fundamentales que tratan con la proclamación del evangelio, la salvación en Jesucristo, el juicio investigador y el final, y las resurrecciones tanto de personas buenas como malas. Sin embargo, el destino de miles de millones de no advertidos no se ha tocado”. 7 Todas las confesiones religiosas cuyas declaraciones han sido citadas arriba, sean inclusivistas o exclusivistas, están involucradas en llevar a cabo la comisión evangélica. Pero sus motivos para las misiones, sus teologías de las misiones y sus metas para las misiones difieren, influenciadas en parte por su posición respecto del inclusivismo o el exclusivismo.
UNIVERSALISMO
Universalismo es la creencia de que todos los seres humanos serán salvos. Un pasaje clave es la afirmación de Jesús: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo” (Juan 12:32). El universalismo ofrece una respuesta a la pregunta de cómo un Dios amante y creador podía permitir que algunas personas gocen de su presencia eternamente mientras que permite que muchos otros sufran eternamente en el infierno. Los universalistas responden a esta pregunta teológica al rechazar la creencia en un infierno eternamente ardiente, mientras retienen la creencia de que las almas humanas son inmortales. Ellos creen que Dios no destruirá ningún alma humana, sino que transformará cada una, sin excepción, a la imagen del Cristo resucitado y glorifi-
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cado. Este proceso transformador puede incluir un periodo limitado de disciplina y sufrimiento, para limpiar del pecado y la rebelión, pero ningún alma experimentará la segunda muerte, o el infierno eterno. Mientras la creencia universalista se expresa con el apoyo de algunos pocos pasajes bíblicos, la principal autoridad de la creencia proviene de ciertos padres primitivos de la iglesia, Francamente, no hay ningún apoyo bíblico para la creencia en la salvación de todos los seres humanos. Sin embargo, los universalistas hacen amplio uso de la Biblia en sus argumentos contra un infierno eternamente ardiente.
PLURALISMO
En muchas partes del mundo actual, la tolerancia ha desarrollado estilos de vida ampliamente diferentes, y actitudes y creencias en áreas tales como la política y la religión. La gente está gradualmente alcanzando la libertad de pensar y vivir de acuerdo con sus propias convicciones. Los viajes modernos, las comunicaciones y la inmigración han ayudado a esta tendencia. La gente está aprendiendo a tolerar a vecinos cuyas creencias y prácticas difieren de las propias. Este proceso ha incluido una nivelación de las diferencias entre las religiones, y la introducción de la tolerancia religiosa. Esto, a veces, ha conducido a creer que ninguna religión es superior a ninguna otra, como camino hacia Dios y la salvación. Esto es el pluralismo religioso, la suposición de que todas las religiones contienen suficiente verdad para la salvación personal. Para los pluralistas religiosos, no hay motivo para desafiar las creencias religiosas de otros o para introducirles algunas nuevas, porque pueden salvarse si son fieles a su propia religión. El centro no bíblico del pluralismo religioso es un tema importante tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento. Desde Abraham en adelante, el Dios de la Biblia llama a la gente a salir de su adoración de dioses falsos e ídolos. Continuamente apelaba para que adoraran solo a él, con exclusión de otros dioses. A los hebreos, al pie del Monte Sinaí, Dios afirmó su demanda de lealtad total en los Mandamientos primero y segundo. Su pueblo no debía mezclar la adoración de Yahvé con la adoración de ningún otro dios.
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Los misioneros del Nuevo Testamento tenían la misma actitud hacia los dioses falsos de sus días. Proclamaban a Cristo crucificado, resucitado y presente por medio del Espíritu Santo, como el único verdadero Hijo de Dios y digno de adoración, y llamaban a la gente a que se apartara de la adoración de dioses falsos. Esto es claro en la experiencia del apóstol Pablo en la ciudad de Éfeso, donde el platero Demetrio, cuyo negocio era amenazado por la misión de Pablo, declaró con verdad que “este Pablo [...] ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos” (Hechos 19:26). Parte del mensaje de Pablo a los Efesios acerca del verdadero Dios se conserva en su carta a ellos. Antes de que vinieran a Cristo, seguían “la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:1, 2), Esto significaba que estaban “sin Dios en el mundo” (versículo 12), y “ajenos de la vida de Dios” (Efesios 4:18). Una mirada detallada a los mensajes de Pablo muestra que él no atacó a las falsas religiones de los efesios. Más bien, señaló la “pequeñez” de los dioses falsos, cuán impotentes eran para proteger a sus seguidores, y su fracaso en elevar la conducta moral de sus seguidores o en darles esperanza, curación y salvación. A veces Pablo, gracias al conocimiento que poseía de las religiones de sus oyentes, usaba algunas de esas características que le permitían tener contacto con el pueblo y crear un interés en su mensaje del verdadero Dios. Esto fue claro en su sermón en el Areópago (Hechos 17:1634). Debió haber usado este método en sus misiones urbanas en Éfeso (Hechos 19:9; 20:20, 21), y en Roma (28:30).
SIETE VERDADES BÍBLICAS ACERCA DE LA SALVACIÓN, Y LA RESPUESTA HUMANA AL LLAMADO DE DIOS
Hay una cualidad muy importante de la naturaleza humana que debe tomarse en cuenta al estudiar la misión bíblica: la libertad de la voluntad humana para hacer elecciones reales y significativas. Todas las confesiones cristianas reconocen esta libertad, pero no están de acuerdo acerca de la cantidad de libertad disponible para los humanos en su condición caída. www.escuela-sabatica.com
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Más importante que las creencias confesionales, sin embargo, es el testimonio de la Biblia acerca de la realidad de la libertad humana. La evidencia bíblica comienza con la Creación, cuando Dios instruyó al hombre para que eligiera sabiamente de cuáles árboles debía comer (Génesis 2:16, 17). Dios, también, permitió que el hombre eligiera nombres para los animales (Génesis 2:19, 20). Al darles libre albedrío, Dios aceptaba la limitación resultante de su propio poder y conocimiento del futuro. 8 La libertad de elección es una cualidad humana que subsistió a la Caída y la expulsión del Edén. De acuerdo con Génesis 6:2 al 5, los humanos ejercieron su libertad de elegir la violencia. Más tarde, el patriarca Abraham eligió “creer en Dios” (ver Génesis 15:6). Aun después de generaciones de esclavitud en Egipto y de cuarenta años de peregrinación en el desierto, la libertad de elección era asumida cuando Josué desafió a los colonos hebreos en la Tierra Prometida: “Escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres [...] pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15). Jesús reconoció la libertad humana de escoger. Pidió elecciones en sus enseñanzas públicas. Mateo 5, por ejemplo, registra veinticuatro mandatos directos a sus seguidores, cada uno de los cuales demanda una elección. También esperaba que quienes llamaba como discípulos hicieran elecciones. Declaró: “Venid en pos de mí” o “Sígueme” cuatro veces, según Mateo: a Pedro y Andrés (Mateo 4:19); a un discípulo no identificado (Mateo 8:22); a Mateo (Mateo 9:9); y al joven rico (Mateo 19:21).Este último escogió no llegar a ser un discípulo. Jesús le permitió tomar esa decisión y experimentar el resultado, revelando el lugar importante de la libertad humana de elección y el libre albedrío en el plan bíblico de la salvación. Dios llama, y otorga, a la humanidad libertad de elegir su respuesta. ¿Cuál de las siete verdades bíblicas acerca de la salvación, enumeradas en la sección del miércoles requiere que los humanos tengan libre albedrío y libertad de elección? ¿Alguna de ellas? ¿Todas ellas? Un ejercicio útil sería considerar la necesidad de libertad humana para cada una de estas siete verdades bíblicas.
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RESPONDER AL LLAMADO DE DIOS A LA MISIÓN
Otra manera en que la libertad humana es necesaria para la misión se encuentra en el llamado de misioneros. En algunas ocasiones, Dios envió ángeles a dirigir misiones. Unas pocas veces hasta eligió piedras para que testificaran en silencio (Josué 4:4-9); y Jesús declaró que si sus discípulos no testificaban, las piedras clamarían (Lucas 19:40). Pero en el plan central de misión de Dios, los humanos son los principales mensajeros para dar el mensaje de salvación. Al elegir a los humanos, Dios corrió un riesgo, porque la humanidad, aun cuando esté comprometida con la misión de Dios, comete errores. Podríamos decir que Dios, al elegir humanos como agentes de misión, se limitó dos veces: primero, al otorgarnos libre albedrío; luego, al elegir humanos para la misión. Dios decidió claramente salvar solo a quienes libremente elijan la salvación. La historia bíblica del plan misional de Dios tiene dos etapas. La primera, desde Abraham hasta Juan el Bautista, concentrada en el pueblo elegido, un grupo étnico, para ser el modelo de Dios para el mundo. Habían de ser “luz de las naciones” (Isaías 42:6). Los gentiles llegarían a conocer al verdadero Dios, que bendecía a Israel; aprenderían del deseo de Dios de salvarlas y bendecirlos también. La estrategia de la segunda etapa misional es el método de la “sal”, llamada así por los dichos de Jesús: “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mateo 5:l3). Los seguidores de Jesús saldrían a las naciones, esparciéndose en capas muy delgadas por todo el mundo, como la sal salpicada sobre la comida.
CONCLUSIÓN: EL MUNDO ENTERO
¿Cuán grande es el mundo? Para Abraham y sus descendientes, era lo que hoy se conoce como Asia Occidental, el este del Mediterráneo y parte del noreste del África, una región muy grande, con zonas culturales duales, dominadas por Babilonia y Egipto. En el tiempo de Jesús, el mundo se había expandido, para incluir parte del norte y centro de Asia, la India al este y toda Europa occidental. Roma era el poder central, y Grecia la fuente de gran parte de la cultura. Hacia 1700, el mundo se había expandido enormemente, para incluir ahora las Américas, el Asia Oriental, las www.escuela-sabatica.com
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islas del Pacífico y Australia. Europa tenía el poder. En cada una de estas etapas, la tarea de la comisión evangélica —las buenas nuevas, el evangelio, a todo el mundo (Mateo 24:14)— parecía demasiado grande para los recursos humanos limitados de los misioneros. Para los primeros adventistas del séptimo día, también, el desafío del evangelio al mundo entero era demasiado grande para entenderlo. Creían que significaba que debían difundir la verdad del sábado y de la pronta segunda venida a los diversos grupos étnicos establecidos en los Estados Unidos. Pero pronto comprendieron que el mensaje había de ir a todas partes, y hoy la iglesia está haciendo precisamente eso: testificar de nuestra fe en Jesús en casi cada nación del mundo. Pero, la misión no se ha terminado. Cada adventista del séptimo día debería preguntarse: “¿Cuál es mi participación personal en la misión divina de los últimos días? ¿Me está pidiendo un testimonio más efectivo ante mi propia familia y mi comunidad? ¿Me llama a unirme a nuevas oportunidades para la misión, posibilitadas por la comunicación en masa e Internet? ¿A trabajar con los inmigrantes o los refugiados que se han establecido cerca de mí? ¿A dejar mi hogar y mi país, y establecerme entre otras personas para difundir el evangelio mediante el contacto directo con otros?" Las últimas palabras de este libro sobre la misión provienen de Elena de White, que escribió desde Australia en algún momento entre 1891 y 1900:
“El mensaje de la pronta venida del Salvador debe ser proclamado en todo el mundo, y una solemne dignidad debiera caracterizarlo en todas sus ramas. Debe cultivarse una viña muy extensa, y el labrador hábil la trabajará de tal manera que cada parte produzca fruto". 9
Referencias 1
Estadísticas de Todd M. Johnson y Peter F. Crossing, “Christianity 2014: Independent Christianity and Slum Dwellers”, International Bulletin of Missionary Research, 38 (2014), p. 19. 2 The Westminster Confession of Faith, “Of Effectual Calling”, X. I. 18, 19. http://reformed.org/documents/wsf_with_proofs/index.html 3 The Baptist Faith and Message, “IV. Salvation”. http://www.sbc.net/bfm2000/
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bfm2000.asp 4 Bert Haloviak, “Practical Theology", en Terrie Dopp Aamodt, Gary Land y Ronald L. Numbers, eds., Ellen Harmon Write: American Prophet (Nueva York: Oxford University Press, 2014), p. 165. 5 Para información adicional de los cambios de los conceptos adventistas del séptimo día y de Elena de White, del exclusivismo al inclusivismo, ver Børge Schantz, "The Limitation of God and the Free Will and Holy Ignorance of Man: Towards and Understanding of the Plight of the Un-Warned”, en Børge Schantz y Reinder Bruinsma, eds., Exploring the Frontiers of Faith: Festschrift in Honour of Dr. Jan Paulsen (Lueneburg, Alemania: Advent-Verlag, 2009), pp. 403-420. Ver especialmente la página 407. 6 Catechism of the Catholic Church, parte 1, sección 2, capitulo 3, artículo 9, párralo 3. cláusula 847. http://www.vatican.va/archive/ENG0015/_P29.HTM. 7 Schantz. “The Limitation of God”, p. 413. 8 Este tema se explica más en Schantz, “The Limitation of God”, p. 406. 9 Elena de White, Testimonios para la iglesia (Miami: Asociación Publicadora Interamericana, 1996), 1.6, p 292.
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