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eDITORIALeS | CARTAS

| Martes 7 de enero de 2014

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

La política del parche y su fracaso El Gobierno sigue una lógica perversa, donde una regulación lleva a otra y conduce a un Estado cuasi policial que cercena cada vez más las libertades

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a economía argentina es hoy lo más parecido a un bote de goma lleno de parches que hace agua por todos lados. Su problema de raíz es que el llamado modelo de crecimiento con inclusión social no ha sido otra cosa que un burdo populismo que, durante varios años, tuvo la suerte de recibir el viento de cola derivado de precios de exportación muy elevados. Pero, incluso con ese beneficio, el modelo siempre fue inconsistente porque no basó el consumo en una mayor productividad generada mediante inversiones, sino a través de diferentes mecanismos artificiales que crearon un falso clima de prosperidad. Como todo populismo, este modelo ha generado toda clase de distorsiones que el gobierno nacional ha intentado tapar sistemáticamente con parches, profundizando los problemas. El kirchnerismo ha llevado el gasto público hasta niveles récord. Ni siquiera con la feroz presión impositiva que aplica ha logrado equilibrar las cuentas públicas. En vez de corregir el desequilibrio fiscal, recurrió a diferentes mecanismos de financiamiento del déficit fiscal, siendo uno de los principales la desenfrenada emisión monetaria. La expansión monetaria aumentó fuertemente la tasa de inflación. Frente a esto, el Gobierno recurrió a otro parche: los “acuerdos” o controles de precios, que invariablemente provocan faltantes de productos. Ante su fracaso, impuso el programa Mirar para Cuidar, una suerte de intimidación al más puro estilo fascista que terminó en la nada. La inflación también afectó el tipo de cambio real, dado que la Argentina se volvió cara en dólares, lo cual dificultó las exportaciones y estimuló las importaciones. Frente a esta situación, las autoridades aplicaron un nuevo parche, como el cepo cambiario, estableciendo restricciones a las importaciones de bienes y al giro de utilidades y dividendos. Claro que este freno a las importaciones se tradujo en un faltante de insumos que afectó la producción industrial. Pero como el déficit fiscal financiado con emisión monetaria genera inflación, la gente huye del peso y se refugia en activos que la defiendan de la inflación, como la compra de dólares. Por eso el Gobierno también estableció un cepo cambiario para atesoramiento, con el fin de quedarse con los dólares y que el público se quedara con pesos que valen cada vez menos. Este cepo cambiario, que no es más que un remiendo para evitar que la gente eluda el impuesto inflacionario, tampoco sirve de mucho porque el público termina recurriendo al mercado paralelo. Al crecer la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo, el parche vuelve a saltar porque se sobrefacturan importaciones y subfacturan exportaciones, haciendo caer más el saldo del balance comercial. Otra política de parches ha sido la del sistema energético. La demagogia populista llevó a congelar la tarifa de los precios de explotación gasífera y de distribución de energía. Se intentó brindar energía barata financiándola con subsidios a la generación y consumiendo el stock de capital. Ante la falta de inversiones, el sistema colapsó y el parche de los subsidios saltó por los aires al dejar a los ciudadanos con tarifas artificialmente bajas, pero

sin energía. La energía barata llevó a tener que importar crecientes cantidades de gas a precios disparatados, aumentando el déficit fiscal y achicando el saldo de la balanza comercial. Este retoque derivó en más importaciones de combustibles. Tras recurrir a todas las cajas posibles para financiar el populismo, el Gobierno optó por modificar la Carta Orgánica del Banco Central. Esa modificación apuntó a buscar otros dos parches para cubrir su déficit fiscal. Por un lado, darle más margen al BCRA para que emita moneda a los efectos de financiar al Tesoro y, por otro lado, quitarle reservas para pagar deuda pública. La mayor emisión generó más inflación e hizo caer el tipo de cambio real, y, para que no caiga más, se aceleró la tasa de devaluación, retroalimentando las expectativas inflacionarias. De la solución buscada resultó otro parche, que es un nuevo “acuerdo de precios”, que fracasará por la emisión descontrolada. Como el Tesoro también le quita reservas al BCRA y le vacía el activo, se halló un parche más, consistente en entregarle a la entidad monetaria letras intransferibles, que no tienen valor de mercado y vencen en el largo plazo. Las tarifas artificialmente bajas en el transporte público, particularmente en trenes, tuvieron como resultado varias tragedias ferroviarias, como la de Once. En este caso, el parche del transporte barato fue realmente dramático por las vidas que nos cobró un sistema ferroviario sin mantenimiento y en condiciones deplorables. El retraso del tipo de cambio real ha hecho que sea más económico tomar vacaciones en el exterior que en el país. La supuesta solución del Gobierno fue otro emplasto: no venderle dólares a la gente al tipo de cambio oficial. Pero como ese parche no impedía que la gente viajara utilizando la tarjeta de crédito, se decidió aplicar un anticipo del impuesto a las ganancias a los gastos con tarjetas en el exterior. Aun así, sigue siendo más barato tomar vacaciones fuera del país. La utilización del dólar como ancla contra la inflación derivó en problemas de balance comercial, pero el retoque del cepo generó una fuga de divisas superior a la de la crisis de 2001. Las únicas divisas que ingresan al país son las que provienen de las exportaciones. Ante esta situación, el Gobierno inventó otro parche, para pedirles a las empresas que adelanten el ingreso de dólares de exportaciones que recién deberían ingresar en mayo próximo. A cambio les entrega un bono en pesos ajustado por el tipo de cambio oficial más una suculenta tasa de interés, lo cual se traducirá en una severa falta de divisas en mayo. Claro que para entonces, seguramente, habrán ideado otro parche. Como se ve, es muy extenso el listado de parches distorsivos que viene aplicando el Gobierno para no enfrentar las soluciones de fondo. Pero el problema más serio de éstos es que requieren violar cada vez más los derechos individuales. Cada parche es una prohibición, una restricción a la libertad, no sólo para comerciar o viajar, sino que nos condena a vivir bajo un Estado policial que aspira a controlarlo todo, donde cada regulación conduce a otra y donde la sociedad es sometida al camino de la servidumbre.

Accidentes viales: una triste realidad que se repite

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penas ha comenzado 2014 y debemos lamentar ya más de una veintena de muertos en accidentes de tránsito, ocurridos durante los últimos días del año pasado y el comienzo de éste. Los trágicos episodios cubrieron gran parte del país y abarcaron a personas de todas las edades. Incluso, murieron una joven madre de 21 años y su beba de 11 meses cuando el auto en el que viajaban chocó de frente con otro en el kilómetro 48 de la ruta 6. Es muy triste comprobar que esta realidad se repite todos los años y que estas muertes inútiles, ocurridas en hechos que probablemente ni siquiera deberían ser llamados “accidentes”, pasarán muy pronto a engrosar las cifras de 2014. Al comenzar 2013 ya se contabilizaban 7485 personas fallecidas en el año anterior, con un promedio diario para 2012 de 21 muertos. Y en el primer semestre del año pasado ya se habían superado las cifras del primero de 2012. Pero también están los otros datos, a los cuales es más difícil seguirles el rastro desde los medios de comunicación: los heridos de gravedad, que muchas veces mueren a los pocos días del accidente y cuyo deceso no es registrado como víctima de la inseguridad vial; las personas que salvan su vida pero que quedan con alguna discapacidad permanente y hasta llegan a perder sus empleos, y los

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que experimentan los trastornos psíquicos propios de un choque traumático. El panorama se vuelve cada vez más estremecedor. A la escandalosa cantidad de accidentes de tránsito no se contrapone nada: ni campañas de seguridad viales continuadas, ni mejoramiento visible de las rutas –más bien todo lo contrario–, ni ningún acto, en fin, que demuestre a nuestra sociedad que la vida humana de hoy tiene algún valor. Hay otro concepto que se repite: las estadísticas muestran que en la Argentina muere más gente producto de un accidente de tránsito que a raíz de un hecho delictivo. No importa, entonces, que el país cuente con una ley de tránsito y seguridad vial, cuya existencia fue celebrada en su momento por todos los argentinos, porque no se cumple. ¿Es tan difícil acostumbrarnos a respetar las señales de tránsito, a no consumir alcohol si se va a manejar, a colocarnos el cinturón de seguridad, a controlar el vehículo antes de salir a las rutas, a no sobrepasar la velocidad indicada? Cumplir con estas indicaciones y todas aquellas que han sido elaboradas para protegernos es un símbolo de algo mucho más profundo: de que nos importa la vida humana. Hasta que esa noción no se haya hecho carne, seguiremos debiéndonos el ser considerados una sociedad civilizada y madura.

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Viajes de legisladores Me inspira vergüenza e indignación el desmedido abuso de un grupo de inescrupulosos legisladores que viajaron a distintos países acompañados por custodios, asesores y demás, por cuenta del presupuesto asignado al Congreso. En contraposición a semejante nivel de corrupción y tolerancia cómplice, quiero puntualizar dos ejemplos. El primero de ellos es el del doctor Antonio Troccoli, legislador en dos oportunidades y ministro del Interior. Sólo viajó fuera de la Argentina –y por unas horas– cuando asumió como presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti. Otro ejemplo es del doctor Ricardo Balbín, que viajó a Venezuela a entrevistarse con Willy Brandt y obedeciendo a una invitación muy personal, hecha por la Internacional Socialista. Podría ofrecer otros ejemplos, pero éstos creo que marcan los pilares de una especial antropología de políticos que nunca aceptaron ni dádivas ni sobornos ni tomaron esa humana vocación para sus logros o intereses personales. Dr. Francisco A. Martini DNI 4.184.086

Reeducar en la cárcel En la edición del 26 de diciembre comparten la misma página el editorial “La Argentina, el país con más robos” y la carta de lectores “Reforma penal”, de Denis Pitté Fletcher. Coincido con el autor de la carta en que el proyecto de nuevo Código Penal hará aumentar la inseguridad. La mejor solución es que el Ministerio de Justicia y sus equivalentes provinciales liciten entre empresas educativas que confían en que rinde sus frutos reeducar a los encarcelados. Pueden ser muchas empresas, para comparar el resultado en distintas cárceles. Éstas comienzan su labor con conferencias a los encarcelados, para que piensen qué hacer cuando recuperen la libertad. Se continúa con entrevistas en grupos chicos y finalmente individuales. Se invita luego a los encarcelados a hacer tareas útiles y se les acredita un pago, que se concreta cuando son liberados, para que tengan recursos para buscar un trabajo honesto y no recaer en el delito. También puede surgir la recomendación de adelantar una libertad condicional. Las empresas tendrán un pago modestísimo mensual para sus psicólogos, etcétera, pero un plus importante según logren bajar el porcentaje de reincidentes dentro del año de liberados. Las empresas tendrán interés en ayudarlos a conseguir trabajo. Este sistema dio buen resultado en Senegal (Dakar) con expertos en meditación trascendental, y relativo en algunos estados de los Estados Unidos por parte del Ejército de Salvación, y es rechazado por las empresas proveedoras de las cárceles, porque su interés es que vaya en aumento la cantidad de presos. Alfredo W. Boysen DNI 4.211.627

Roca Un clásico del relato “nacional y popular” es denostar al general Roca como “un militar genocida”, responsable del aniquilamiento de nuestros pueblos originarios, a los que habría despojado de tierras que les pertenecían y que fueron adjudicadas a precio vil a terratenientes y políticos. Precisamente siguiendo este guión imaginario nos enteramos de que un grupo de militantes mapuches agrupados en la cooperativa Primero de Mayo pretende derribar la estatua del general Roca, emplazada en la ciudad de Bariloche. Sin embargo, es conveniente recordar que uno de los íconos del pensamiento nacional, Arturo Jauretche, en su texto Ejército y política, exalta a Roca como “soldado de disciplina” y conductor de un “ejército nacional y una política nacional” que terminaron con los privilegios aduaneros de Buenos Aires y el “adoctrinamiento antinacional de los ideólogos”, acompañado por “Yrigoyen, jefe del futuro gran movimiento nacional”. También otro de los notables de la izquierda nacional, J. A. Ramos –reconocido por Ernesto Laclau como su maestro y en cuyo partido militó el actual secretario de Cultura, Jorge

En la Red Crecen las villas en la ciudad Facebook

“¡Puro crecimiento kirchnerista!” Ezequiel Azcona

“¡Eso es una década ganada! Ganada en villas, en corrupción, en muertes por inseguridad, en drogas, etcétera” Raúl Barceló

“La deca... dencia ganada” Claudia Dicci

“¿Quién es el que manda materiales y mano de obra a las villas para que crezcan del día a la noche?” Urba Ely

Coscia– reivindica a Roca acusando al “puritanismo hipócrita de los historiadores seudoizquierdistas” de pretender juzgar su política como expresión de una “oligarquía entreguista”, cuando, por el contrario, Roca entregó a sus “chinos” tierras por sueldos no cobrados desde tiempo inmemorial, que éstos por necesidad debieron malvender. Carlos Sayago DNI 7.742.375

Sin luz y sin agua Nuestro edificio se ubica entre el Poder Judicial y el Registro Civil de Quilmes, en la calle Hipólito Yrigoyen 487. Desde el 28 de diciembre no tenemos luz ni agua. Vivimos allí desde bebes de un año hasta personas de 100 años. Reclamamos a Edesur por nota, personalmente, por teléfono y por mensaje de texto, sin recibir una respuesta positiva. ¿Dónde está el intendente Gutiérrez, que ya aumentó los impuestos? ¿Qué hace por los vecinos que pagamos religiosamente? Nada. Edesur recién ayer detectó la falla: cable quemado. La cuadrilla que debe cambiar el cable no lo hace si no es asistida por la Gendarmería.¿Hasta cuándo seremos rehenes? ¿Tenemos que cortar la calle para hacernos visibles? Isabel Lacuanza DNI 1.758.975

Bonafini La señora Hebe de Bonafini, militante de los derechos humanos, vuelve a recomendar al Gobierno que se ocupe efectivamente de adoctrinar a los niños en la conveniencia de que sigan al oficialismo, antes que otras alternativas políticas ganen sus pensamientos. Repugna la intencionalidad fascista de trabajar la conciencia de los chicos sin formación, que no votarán en la próxima, pero sí en futuras elecciones. Repite su viejo oficio de adoctrinar jóvenes para ganar militantes ciegos en el futuro. Desdeña sus propias pérdidas y no ceja en su empeño totalitario de moldear soldados para otra guerra, como la que ya vivimos y aún no hemos podido superar. Norma Monti LC 5.590.761

Idea para 6,7,8 Anteayer, como muchas veces hago (buscando opiniones distintas), miraba el tedioso 6,7,8, que emitía opiniones editadas de economistas a quienes se pretendía desprestigiar, contrastándolas con informes ema-

nados del Indec. Sin entrar en la trillada discusión sobre la credibilidad de esos datos, para evitar el aburrimiento que genera la repetición de esas “ediciones de archivo” sería saludable que cada tanto invitaran a alguno de ellos para que haya debate. El programa 6,7,8 fue uno de los más fervientes impulsores de la ley de medios porque, se decía, se daría lugar a “todas las voces”. Háganlo, señores, es lo que esperamos todos. En otro bloque se habló de la crisis energética y se volvió sobre el rol del Estado, que daría para una interesantísima discusión si hubiera invitados de otras corrientes de pensamiento. Pero prefirieron transmitir la suya, en favor de la intervención estatal, que podría ser aceptable, siempre y cuando coincidiéramos en que “el Estado no es una sola persona que decide por todos, a libro cerrado”. Juan José Guzmán [email protected]

Demoras y maltrato Como todos los lunes fui a tomar el tren a la estación de Tigre, a las 8.35. Luego de indicar el destino y de colocar la tarjeta SUBE en la máquina expendedora, ésta me informa que no funciona. Un gendarme me indica entonces que pase sin boleto, ya que el sistema no anda. Camino hasta el tren detenido en el andén 3, que ya tenía bastante gente, y logro sentarme en el primer vagón. Al cabo de unos minutos se escucha por los parlantes que por un problema en la estación Carupá no había horario de salida. La siguiente hora estuve esperando la partida del tren, escuchando cada diez minutos el mismo aviso. A las 9.45 cambia el mensaje desde los altoparlantes: el próximo tren sale de plataforma 1. Decidí ir al baño. Sin embargo, estaba clausurado “por falta de agua”. Salí de la estación hacia un bar que me permitiera pasar al baño. Esta vez tuve éxito, tras lo cual regresé a la estación, donde volví a escuchar que el siguiente tren salía del andén 3, el mismo en el que estuve esperando 70 minutos. Finalmente, a las 10.15, emprendió la marcha. Mientras viajaba pensé en la “década ganada”, en el ministro Randazzo y en otras cosas que pudieran hacerme el viaje menos indignante. Alejandro Catsoulieris DNI 14.593.470

Rompehielos Rompehielos de diversos países están viajando a la Antártida, donde están varados el buque ruso MV Akademic Schokalstiy y el chino Snow Dragon, para tratar de abrir una brecha y sacar de su encierro, por los hielos continentales, a esas embarcaciones. Muy cerca de ellos se encuentran diversas naves que, con distintos destinos, están a la espera de una mejora en las condiciones climáticas. Este suceso trae a nuestra memoria el ya casi olvidado rompehielos Almirante Irízar, gloria de nuestra Marina, que se encuentra en reparaciones desde abril de 2007. Es necesario que el Ministerio de Defensa informe a la población sobre la situación del histórico rompehielos argentino y al mismo tiempo conocer la política del Ministerio con respecto a nuestros derechos soberanos sobre nuestro sector en el continente antártico. Félix Borgonovo [email protected]

Puente en el Rosedal Hace muchos años, en el Rosedal mi padre me inculcó el valor de los espacios verdes, en la placidez del lago y el famoso puente Griego. Esto lo transmití a mis hijos y a mis nietos, agregándoles el gusto por el arte en el Museo Sívori. La semana pasada me encontré con un Rosedal cortado al medio por el cierre del puente. Llegar al Sívori, que está a pocos pasos de la salida del puente, significa ahora caminar más de siete cuadras bordeando el lago. En el museo me dicen que hace cuatro meses se cortó el puente por el desprendimiento de unas maderas viejas que decoran su artesonado, “nada estructural”. Me pregunto cómo es posible que ocurra esto con un emblema porteño. La autoridad responsable del paseo, ¿tiene conciencia del patrimonio público que está administrando y por el que debe velar? Graciela S. García DNI 5.691.696

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1. Lo que no oculta el silencio de Cristina. Por Carlos Pagni. 2. Bienes Personales: buscan que alcance a más gente y que suba la carga de los que ya tributan. 3. Se agravan las inequidades y distorsiones en el pago del impuesto a las ganancias.

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1. Un esquiador grabó, sin querer, el accidente de Michael Schumacher. 2. “Creí que mi hija había muerto”, dijo el padre de la niña argentina accidentada en Río. 3. Estados Unidos: temperaturas polares azotan a más de 20 estados.