Con la finalidad de estimular la Escuela Sabática, haciendo más efectivo el pastoreo de los miembros, la iglesia está proponiendo la integración de esas dos estructuras.

La búsqueda de la unidad debe ser la meta de cada miembro de la familia de Dios.

La Escuela Sabática tiene un papel primordial en esta promoción de la unidad mundial, en varios aspectos:

1

DOCTRINARIO: a través de la enseñanza de la Biblia siguiendo un currículo unificado.

2

MISIONERO:

promoviendo y realizando la obra en los campos mundiales.

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ESTRUCTURAL:

con la facilitación del proceso de integración de las diversas áreas de acción locales, en torno de un objetivo común: Salvar la mayor cantidad de personas.

Sugerencia para la práctica de la integración de los Grupos pequeños a la Escuela Sabática

“Entre los alumnos de la escuela sabática debería haber un espíritu de investigación, para que aquellos que tienen suficiente edad para discernir las evidencias, sean animados a tratar de descubrir nuevos rayos de luz, y a apreciar todo lo que Dios envíe a su pueblo” (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 28).

“Si presentáis a vuestros alumnos en la escuela sabática un tema de la Palabra de Dios, debéis exponer las razones de vuestra fe tan claramente que ellos queden convencidos de su verdad” (ibíd., p. 33).

A fin de dar más dinamismo a la Escuela Sabática, y hacer más efectiva la atención de los miembros, la iglesia propone la integración de estas dos estructuras.

¿Cómo lograr que esa integración sea una realidad?

1

En el caso de que la integración sea a partir de las unidades de acción a los grupos pequeños, deben considerarse los siguientes criterios:

a b

Debe hacerse un estudio de la organización de las unidades de acción. Las unidades de acción que se convertirán en Grupos pequeños deben ser unidades que funcionan bien, que tengan líderes fuertes y que tengan una visión misionera comprometida.

c d

Los líderes de las unidades de acción deben pasar por un programa de capacitación de un prototipo para estar preparados para ser un grupo pequeño. No necesariamente el maestro de la Unidad de acción debe ser el mismo líder del grupo pequeño, dependerá de su don de liderar el GP.

¿Cómo lograr que esa integración sea una realidad?

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En el caso que la integración sea a partir de los Grupos pequeños a las unidades de acción, deben considerarse los siguientes criterios:

Debe estar coordinada por el pastor distrital junto con los líderes del Ministerio Personal, la Escuela Sabática y el Coordinador de Grupos pequeños.

a b

Coordinar con la Escuela Sabática la reestructuración y redistribución de los miembros de las unidades de acción para integrarlos a una Unidad de acción nue.

c

En el caso de la formación de un grupo pequeño nuevo, el programa prototipo ya debe considerar naturalmente la integración de ambas estructuras.

d

Pueden elegirse grupos pequeños que funcionen bien desde hace mucho tiempo, o sea, que ya están consolidados, donde sus miembros tengan relaciones maduras para convertirse en unidades de acción, si en el plan inicial todavía no está integrada toda la iglesia.

¿Cómo lograr que esa integración sea una realidad?

3

El pastor y el anciano de iglesia son las personas claves en ese proceso.

¿Cómo lograr que esa integración sea una realidad?

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Concientización de los oficiales y miembros.

¿Cómo lograr que esa integración sea una realidad?

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Cuando las unidades de acción estén integradas, dejarán de tener números y pasarán a tener nombres.

¿Cómo lograr que esa integración sea una realidad?

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Los miembros que debido a la edad necesitan estar en sus respectivas unidades de acción, el caso de los niños, adolescentes y jóvenes, pueden participar libremente, en sus respectivas unidades.

“La escuela sabática, cuando es bien dirigida, posee un poder maravilloso, y está adaptada para hacer una gran obra, pero no es ahora* lo que puede y debe ser. La influencia creciente que emana de la obra de la escuela sabática debería mejorar y aumentar la iglesia; pero en ningún caso se debería permitir que se desvíe de los intereses de la iglesia” (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 9).