EN SOCIEDAD
¿Nos gusta ser voluntarios en España? os españoles nos sentimos atraídos cada vez más por las actividades de voluntariado. Sin embargo, son los países anglosajones los que están a la cabeza de estas dinámicas y a mucha distancia de nuestro comportamiento habitual. De acuerdo con el último estudio realizado por la Plataforma del Voluntariado (julio 2015), el número de voluntarios en España se ha triplicado en el último año, pasando de algo menos de un tres por ciento (más de un millón de voluntarios) a casi un 10 por ciento (unos cuatro millones de voluntarios). Este crecimiento parece difícilmente explicable en tan corto espacio de tiempo y no se encuentra una justificación clara y directa a este crecimiento. ¿Se ha triplicado de verdad el número de voluntarios en España?
L
CHUS DE LA FUENTE (Fundación Entreculturas)
SEPTIEMBRE / OCTUBRE 2015
Imagen de unas voluntarias de la Fundación Entreculturas en África.
¿Cómo son los voluntarios españoles? Los voluntarios españoles son en su mayoría urbanos, adultos (entre 25 y 54 años), mujeres y pertenecientes a un estatus socioeconómico medio o medio alto. Se detecta una menor presencia entre las amas de casa y entre las personas de 35 a 45 años (edad con mayores compromisos familiares y profesionales). Los campos fundamentales en los que se practica el voluntariado en España se centran sobre todo en la atención a los sectores más desfavorecidos y a los enfermos. De acuerdo con este mismo estudio, realizado por la Plataforma
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de Voluntariado, son muchos los españoles que declaran interés en involucrarse como voluntarios (42%), pero parece que encuentran algunos frenos que les impide llegar a ello: falta de tiempo, falta de motivación o confianza en las organizaciones y falta de empatía con la causa.
Nuevas variables.
Junto a este mayor interés por ser voluntario, hay otras variables en la sociedad actual que favorecen el voluntariado: hoy en día son cada vez más las universidades que ofrecen actividades de voluntariado a sus alumnos, aumentan el número de empre-
sas que valoran en los CV las experiencias de voluntariado previas y también las compañías que promocionan el voluntariado corporativo entre sus empleados. Por todo ello, parece que si no fuera cierto que los datos se han triplicado en el último año, todo hace prever que estos datos seguirán creciendo en el futuro y cada vez será más una práctica habitual y valorada. En Entreculturas tenemos experiencia con diferentes colectivos que han dado este paso y se han involucrado con nosotros ofreciéndonos su tiempo, su experiencia y su trabajo. Hoy en día, Entreculturas lo formamos 527 voluntarios y voluntarias y 74 personas contratadas. Sin el trabajo de las personas voluntarias sería imposible nuestra labor. Entre nuestros voluntarios hay sobre todo personas, que responden a los perfiles identificados por el estudio de la plataforma de voluntariado: personas jóvenes en búsqueda de su primer empleo (este perfil es sin duda el mayoritario en las experiencias de voluntariado en el Sur); prejubilados o personas que han dejado de trabajar (este es el perfil que más abunda en nuestras oficinas). Cada uno de ellos aportan desde su experiencia, desde sus conocimientos. El 65 por ciento son mujeres, su edad media se sitúa en
Alumnos de una escuela rural que cuenta con el apoyo de Entreculturas.
Testimonios anónimos continuación, algunos de los testimonios de los voluntarios que han participado en estos programas, suficientemente explicativos por sí solos: “Uno se cree que cuando va a realizar un voluntariado va a aportar varias cosas a las personas que viven allí, y es cierto, pero no se da cuenta de que es recíproco; cada segundo que uno comparte con ellos aprende cosas nuevas y, poco a poco, se va sumergiendo en su cultura y costumbres, en su comida, en su forma de vivir y de trabajar…” “Cuando uno realiza una actividad del estilo se queda con montón de recuerdos bonitos y anécdotas con los que no puedes evitar sonreír al evocarlos; y este es precisamente mi caso.” “Formar parte de proyectos como los que apoya Fe y Alegría Uruguay ha sido una suerte y un placer enormes. Pocas acciones en la vida resultan igual de reconfortantes como ayudar en el crecimiento y desarrollo de personas que te devuelven el fruto de tu trabajo envuelto en una entrañable sonrisa.” “Muchos han perdido la inocencia de ser niño y están más atentos para ver si les compras algún dulce o les das alguna moneda que a jugar y a reír como niños. Si Fe y Alegría no les facilitara el desplazamiento en autobús y no les diera las comidas en el colegio, muchos de ellos no podrían ir, se tendrían que ganar la vida por lo menos para su comida. Aquí fue cuando abrí los ojos y vi la realidad; Panamá no es un país pobre, sino que como en todos los países, incluido España, la riqueza está muy mal repartida y mal gestionada y como no podría ser de otra manera, lo niños son los primeros afectados.”
Los campos fundamentales en los que se práctica el voluntariado en España se centran sobre todo en la atención a los sectores más desfavorecidos y a los enfermos 45-50 años, pero en realidad es una media que se debe a los dos perfiles comentados (jóvenes de en torno a 25 años y jubilados de en torno a 65 años) y mayoritariamente han sido profesionales. Pero además colaboramos también con empresas que promocionan el voluntariado entre sus empleados y así, contamos con grupos de personas que nos apoyan en la organización de alguno de nuestros eventos, como es el caso de la carrera Corre por una causa, y con personas que individualmente dedican una parte de sus vacaciones para viajar a nuestros proyectos y aportar profesionalmente a nuestros partners. Ganamos todos. Los voluntarios porque, como ellos mismos dicen, “reciben más de lo que dan”; las organizaciones, porque es una actividad que nos ayuda a llevar nuestro mensaje de sensibilización a la sociedad, para darnos a cono-
cer, para crear confianza, para fortalecer redes. Y ganan las empresas porque fidelizan a sus empleados, porque trabajan para algo que no tienen nada que ver con los objetivos empresariales. La experiencia nos ha llevado a concluir que es una experiencia personal pero además corporativa que refuerza enormemente la relación de la empresa con Entreculturas, la relación del voluntario con Entreculturas, el conocimiento de Entreculturas entre los empleados de la empresa en cuestión. Crecemos en notoriedad. Fidelizamos a las empresas que colaboran con nosotros. Captamos nuevos colaboradores, que finalmente serán socios, donantes, voluntarios o simplemente difusores de nuestro nombre y del de nuestras contrapartes y sensibilizamos a un colectivo que tiene en sus manos la posibilidad de hacer algo por la consecución de un mundo mejor.
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