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espectáculos
| Domingo 7 De abril De 2013
Entrelíneas Marcelo Stiletano
La única noticia posible L
uctuosa, devastadora, atroz, la tragedia de los inundados nos trajo por unas horas de regreso la ilusión de recuperar al noticiero tal como lo entendíamos hasta no hace mucho tiempo. Desde que las lluvias llenaron de zozobra, dolor y congoja inconsolable primero a la Capital Federal y muy poco después a La Plata, los espacios informativos renunciaron a buena parte de su más reciente y extravagante columna vertebral: los videos risueños de YouTube, las andanzas de los ricos y famosos, el último hallazgo tecnológico, la broma de turno. El tono despreocupado del conductor modelo del noticiero de estos tiempos (amigable, compinche, hasta irónico) trocó en ese gesto serio y austero de quien toma conciencia de que el destinatario de sus esfuerzos reclama otro tipo de acercamiento y de compañía. Había que recuperar la mesura para entender el dolor ajeno e invocar la solidaridad. Con un despliegue consagrado a un solo tema que pocas veces se vio en las señales informativas de tiempo completo del cable y en los noticieros de la televisión de aire, la hipercobertura televisiva del drama de los indundados puso a prueba una vez más la ya clásica tesis que el eminente Giovanni Sartori expone en Homo Videns y que podría reducirse, en sus palabras, “al principio establecido de que la televisión siempre tiene algo que mostrar”. Dicho en otras palabras, a la obligación “de tener siempre imágenes de todo lo que se habla, lo cual se traduce en una inflación de imágenes vulgares”.
Convencido, como sabemos, de que la televisión reniega de la capacidad de abstraer la realidad y, por lo tanto, de ayudarnos a entender el contexto e ir más allá de aquello que vemos, Sartori dice que lo único que podemos contemplar en la pantalla es lo que moviliza sentimientos y emociones: imágenes lacrimógenas y truculentas. Pero lo más difícil de asimilar a primera vista del discurso de Sartori en estas horas es su rotundo cuestionamiento a lo que significa para la TV reflejar lo que ocurre desde el mismísimo lugar de los hechos. “Un problema –remata– que se ha creado la propia televisión y que le ayuda a crecer exageradamente.” Lo cierto es que aquí los últimos acontecimientos dejaron en evidencia que el televidente valora y pondera la presencia de los profesionales de la noticia en el corazón del drama. Varios conductores (de Mónica Gutiérrez a Chiche Gelblung) dejaron por un buen rato la comodidad del estudio para recorrer las zonas afectadas y dialogar mano a mano con los damnificados. Junto a ellos, movileros y camarógrafos curtidos en coberturas callejeras que llevan el signo de la urgencia se las ingeniaron para registrar siempre desde cerca el complicado contacto mano a mano de algunos altísimos funcionarios (con la mismísima Presidenta a la cabeza) y vecinos indignados por la visible y casi escandalosa falta de respuesta de las autoridades porteñas, bonaerenses y nacionales. El cuadro se completó con una muestra incesante frente a
La Presidenta en Tolosa, uno de los hechos que marcaron a la TV de estos días
El televidente valora y pondera la presencia de los profesionales de la noticia en el corazón del drama Había que recuperar la mesura para entender el dolor ajeno
la pantalla de la marea solidaria impulsada desde todos los rincones de la sociedad civil. Desde esta perspectiva, que además convirtió una vez más a la TV en un participante activo en el compromiso colectivo de ayuda, no tendría sentido aplicar al caso que nos toca vivir la definición sartoriana de seudoacontecimiento, ese “hecho
que acontece sólo porque hay una cámara que lo está rodando y que, de otro modo, no tendría lugar”. Sin embargo, la postura de Sartori resulta de nuevo absolutamente pertinente frente a desatinos como los vividos cuando el programa de cotilleos e indiscreciones Infama le prestó atención (como lo hacía casi toda la pantalla chica a esa hora) al drama de los inundados hasta que decidió volver sobre sus pasos y puso en el aire un informe sobre el regreso de Susana Giménez y una supuesta operación en sus brazos. Esa misma “prisión de lo visible” puede adquirir otros significados si nos asomamos a la cobertura de las inundaciones desde algunas posturas ciertamente interesadas. En los primeros momentos, cuando lo que ocurría en la Capital todavía ocupaba el primer plano, resultó muy significativa la fuerte adjetivación dirigida desde la pantalla de C5N a cargar todas las culpas de la tragedia en las espaldas de la administración encabezada por Mauricio Macri frente a la mirada mucho más
neutra y descriptiva con la que se hablaba de responsabilidades políticas en el caso de La Plata, lugar que de a poco fue ocupando el centro de la escena para no abandonarlo nunca más. Ese ostensible intento de encorsetar la realidad para ajustarla a las necesidades de cierto relato oficial (al que se asoció después el ciclo oficialista 6,7,8 con la presencia en los estudios del ministro de Planificación, Julio de Vido) se acerca a otro enfoque sobre la noticia televisiva, el que vienen observando estudiosos como la profesora Marcela Farré. En El noticiero como mundo posible (La Crujía Ediciones, Buenos Aires, 2004), la especialista sostiene que “el discurso informativo audiovisual sigue presentándose a sí mismo no como una reconstrucción posible del mundo, sino como el mundo mismo”. Un lugar en el que “el noticiero televisivo no es sino un género de ficción entre muchos otros”. Sólo a partir de un recorte deliberado y nada ingenuo de la realidad, realizado en nombre de necesidades
florencia downes/telam
políticas, puede darse la situación de un autotitulado canal público en el que aparece reducido a la mínima expresión el ejercicio más básico del periodismo profesional. Así quedó demostrado anteayer en el noticiero de Canal 7, con una conductora que se comportó casi como una subordinada del jefe de La Cámpora, irritado por una pregunta de absoluto sentido común realizada por el periodista Juan Miceli. En ese mundo de ficción también quedó atrapado el intendente de La Plata, Pablo Bruera, que en la noche del miércoles 27 de marzo seguramente sonreía al ver una multitud en la plaza Moreno, frente a la municipalidad, que presenciaba una de las finales de Soñando por cantar. Una semana después, entre la desconfianza de los ciudadanos del distrito que dirige y las crecientes dudas dela Casa Rosada sobre su gestión, es uno de los tantos dirigentes políticos que se exponen también ante las cámaras a las consecuencias de una tragedia luctuosa, devastadora y atroz. ß
Lo que viene 7/4 al 13/4 los recomendados de la redacción
cine
Imágenes memorables
65 días
Faltan para el recital que Marisa Monte dará en el Gran Rex. Presentará su último disco O Que Você Quer Saber de Verdade.
20
largometrajes
Participan en la Competencia Internacional del Bafici en su decimoquinta edición, que comienza el miércoles.
18 días
Faltan para la entrega de los premios Billboard a la música latina, galardón que honra a los intérpretes más populares del año.
Es curiosa la memoria. Puesta a rememorar las catorce ediciones de Bafici pasadas aparecen retazos que se conectan con lo que vendrá, con la muestra de cine que comienza este miércoles. Ahí se presentan en catarata las imágenes de Francis Ford Coppola ingresando al teatro Alvear para dar su Masterclass acompañado por su hijo Roman, las de Seymour Cassel hablando sobre su trabajo con John Cassavetes, la proyección de Tres son multitud, de Wes Anderson; las películas de Tsai Ming-liang (What Time Is It Over There?, Good Bye, Dragon Inn), las de Takeshi Miike, el cine América repleto para una función dominguera de Las trillizas de Belleville o el hechizo creado por La libertad, de Lisandro Alonso. Muchas más películas, encuentros, charlas, hasta recitales formaron parte de los Bafici del pasado: documentales notables como En construcción de José Luis Guerín y la visita del propio Guerín con otra película imborrable, En la ciudad de Sylvia, unos años después y antes, entre medio de uno y otro film, El cielo gira, de Mercedes Alvarez. Tanto hay en la memoria que podría sospecharse que no queda lugar para incorporar algo en la carpeta “Bafici” y, sin embargo, el pasado sólo contribuye a intensificar el presente: de Irma Vep a Après mai de Olivier Assayas; de Copia certificada a Like Someone in Love de Abbas Kiarostami. No importa el recorrido que se elija el Bafici, los Bafici, garantizan material para el recuerdo.ß Natalia Trzenko
15° Festival de Cine Independiente de Bs. As. Desde el miércoles, en el Village Recoleta y otras sedes.
televisión
música
Mi vida es un reality show
Liliana Vitale, en trío
lia Trzenko
Mauro Apicella
Dance Moms & My Big Redneck Vacation
Liliana Vitale
Con el estreno de Dance Moms y My Big Redneck Vacation, el docureality dará la vuelta completa a la TV aspiracional para convertirse en su opuesto. Éstos, junto con ¡Llegó Honey Boo Boo! de TLC (miércoles a las 21.30), Duck Dinasty (A&E), Jersey Shore y Teen Mom (MTV) forman una nueva encarnación del género que se ocupa de mostrar lo peculiar en la vida de gente aparentemente común. Si muchos reality shows se transformaron en fenómeno demostrando que las estrellas son tan disfuncionales y normales como nosotros, estos últimos ejemplos se esfuerzan por mostrar el reverso de esa trama. Estos éxitos llegados de la TV norteamericana encuentran a los protagonistas más ordinarios y menos preparados para las cámaras y los convierten en perfectos actores televisivos. Ahí está la insoportable profesora de baile Abby Lee Miller en el centro de la tormenta de histeria desatada que es Dance Moms, y toda la familia sureña, bastante salvaje y bastante ignorante de la niña aspirante a reina de belleza Honey Boo Boo, así como la bronceada y siempre alcoholizada Snooki de Jersey Shore (y, su continuación, Snooki & JWOWW). Todas personas/ personajes plenas de desparpajo, carentes de vergüenza o de registro sobre lo que los señores de las cámaras quieren de ellos. ßNata-
Reality shows estreno en A&E. Hoy, a la medianoche, y mañana, a las 20, respectivamente.
La historia musical de Liliana Vitale puede tener muchas instancias, pero siempre con el mismo perfil estético y artístico. Sus comienzos con su hermano Lito y Alberto Muñoz, cuando era muy chicos; su participación en el colectivo musical M.I.A., impulsado por su papá Donvi; el dúo que conformó con Verónica Condomí, que dejó dos discos, de principios de los ochenta, y sucesivos reencuentros que se dieron con el paso de los años y de las décadas; sus proyectos en solitario, que fueron de la composición propia y la musicalización de piezas poéticas a las versiones de temas clásicos o apenas conocidos del repertorio latinoamericano. En cada una de esas instancias a Liliana Vitale se la escuchó de una misma manera (coherencia, le llaman algunos a esto) y embarcada en trabajos que siempre fueron por un carril alternativo a las músicas de difusión masiva. Por estos días se la puede ver y escuchar al frente de un trío que ya con su nombre y con el de quienes la acompañan es para tener muy en cuenta: la multiaerofonista Eliana Liuni y la percusionista Ana Ponce. También estará, como invitado, Facundo Guevara. El repertorio no será menos interesante. Liliana tiene para compartir en su próxima actuación, en la Casa del Bicentenario, músicas que ya grabó, pero en nuevas versiones, y algunas novedades.ß
con Eliana Liuni y Ana Ponce Casa del Bicentenario, Riobamba 985. El sábado, a las 19.30. Gratis..
teatro
danza
Las huellas Vibraciones de una familia de Oriente Cuando hace ochos años Claudio Tolcachir estrenó La omisión de la familia Coleman nunca debe haber imaginado la historia que se le venía. Aquella otra historia nació en su misma casa de Boedo (PH, al fondo, timbre 4, silencio, no molestar a vecinos). Sin embargo, la contundencia del trabajo hizo que recorriera el mundo como pocos otros espectáculos locales. Y vinieron los premios y vinieron los elogios escritos en innumerables idiomas. El recorrido se convirtió en algo cercano a un hito, a tal punto de referencia. De hecho, el código Coleman (ese realismo exacerbado, ese grotesco desencajado) replica hoy por hoy en algunos trabajos del grupo colombiano La Maldita Vecindad o en ciertas puestas del español Alfredo Sanzol. A partir de los Coleman, a Tolca, como se lo conoce, se le abrieron las puertas del teatro comercial. A partir de esa familia, también abrió más puertas de su sala (más sillas, más metraje, más equipos). Sala que, vale aclarar, sigue estando en Boedo y sigue llamándose Timbre 4. De los Coleman al próximo estreno de Emilia, el nuevo montaje que estrenará esta semana, las condiciones de producción cambiaron. De hecho, se trata de una coproducción del grupo junto al Cultural San Martín, a un festival chileno, con el apoyo de otra institución italiana. En este marco, el estreno europeo será dentro de un año en Bari y, luego, Emilia ya tiene cerrada una gira por Francia.ß Alejandro Cruz
Hace ya años que Teresa Duggan viene experimentado con su grupo, Duggandanza, distintas formulaciones coreográficas contemporáneas, un itinerario que incluye un período de investigación en Nueva York, así como seminarios de composición con la recordada Ana Itelman. Fue el año pasado, sin embargo, cuando los desvelos de este núcleo independiente alcanzaron un punto de madurez importante con un espectáculo que rozaba, también, pautas de fusión muy atendibles: El puente de la mariposa, en efecto, se erigió en una de las muestras más interesantes de toda la producción dancística de la pasada temporada. Y este fin de semana la celebrada pieza volvió, por ocho funciones, a su escenario de origen, el del British Arts Centre. “Creo que estamos continuamente cruzando puentes y experimentando cambios, como los de la mariposa, ya que todo se mueve y se transforma en un permanente devenir”, refleccionó Duggan. En este caso, una de las mutaciones respecto de las puestas convencionales es haber incluido a la agrupación Mukaito Taiko, un grupo de instrumentistas y vocalistas que aportan un inusitado componente del arte de Japón. Los bailes, las voces, el rico vestuario y, sobre todo, la intensa percusión ancestral que se ejecuta en vivo, contribuyen a que El puente de la mariposa alcance una elevada vibración.ß Néstor Tirri
Emilia
De la compañía Duggandanza British Arts Centre, Suipacha 1333 (4393-6941). Jueves (esta semana) viernes y sábados, a las 21.30.
De Claudio Tolcachir Timbre 4, México 3554. Jueves, a las 21; sábados , a las 21 y 23.15. $ 90.
El puente de la mariposa