111A Transformando el Capital para Obtener Victorias para los Trabajadores
El crecimiento y poder de las corporaciones, el capital financiero y los ricos han manipulado a su favor los reglamentos laborales, la política, el gobierno y el comercio. Por ejemplo, la industria financiera no regulada ha tenido un impacto desastroso en la sociedad en general, lo cual afecta de manera desproporcionada a las comunidades de color. No existe mejor ilustración que la crisis financiera de 2007‐2008, en la que trabajadores perdieron sus hogares, sus empleos, sus ahorros para la jubilación y seguridad económica debido a corporaciones usureras de alto riesgo que carecían de supervisión y rendición de cuentas. Pero mucho antes de la crisis, nuestras comunidades eran drásticamente marginadas por las corporaciones y los mercados de capital, cuyo crecimiento ha generado enormes disparidades y racismo estructural. Incluso la revista The Economist reconoce que “el crecimiento acelerado del sector financiero es perjudicial para el resto de la economía.” En Canadá, los reglamentos financieros estrictos han disminuido estos problemas y en los Estados Unidos se han logrado grandes avances gracias a la Ley Dodd‐Frank para reformar Wall Street, la Ley de Protección al Consumidor y la creación de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor. Pero los mercados financieros aún sufren a causa de desigualdades estructurales y muchos problemas que han generado una crisis financiera, como la presencia de empresas “demasiado grandes como para fracasar” y grandes corporaciones y multimillonarios que explotan los paraísos fiscales a costa de todos los demás. Las corporaciones también padecen de un pensamiento colectivo disfuncional ‐ debido a la falta de diversidad de las personas y las perspectivas en las juntas de directores y las oficinas de los ejecutivos. Esto pone a las familias trabajadoras y a las comunidades de color en un mayor riesgo al obstruir el capital, excluir puntos de vista diferentes e ignorar los talentos que las comunidades diversas pueden ofrecer para analizar de forma crítica los riesgos y las oportunidades. El resultado es que las comunidades afroamericanas e indígenas tienen una extrema carencia de capital en los Estados Unidos y Canadá, y los inmigrantes recién llegados son particularmente vulnerables a los prestamistas usureros. En los Estados Unidos, la exclusión del talento afroamericano de las juntas directivas y las oficinas ejecutivas ha distorsionado la toma de decisiones y lleva a disparidades inaceptables, mientras que Puerto Rico se ha convertido la zona cero para los peores excesos de quienes manipulan el marcado y las firmas de inversión que extraen las riquezas de comunidades en crisis. Pese a estas realidades desalentadoras, los dos millones de miembros de SEIU, junto con nuestros colaboradores y aliados, tenemos tremendas oportunidades para transformar a las corporaciones con el fin de atender más eficazmente las necesidades de las familias trabajadoras. Somos consumidores, arrendadores, compramos casas, solicitamos préstamos estudiantiles, utilizamos tarjetas de crédito, enviamos remesas y somos consumidores activos en diversas formas, ya sea al recibir servicios – o como víctimas – de corporaciones y sus empresas financieras globales. Dirigimos grupos vecinales, comunidades religiosas, asociaciones comerciales locales y mucho más, lo cual puede multiplicar el impacto de nuestros esfuerzos. SEUI puede desplegar nuestros recursos colectivos de formas más estratégicas. Por ejemplo, los miembros del sindicato crearon una institución financiera responsable, el banco Amalgamated Bank of New York, que constituye una fuente vital de capital y servicios financieros para las familias trabajadoras, y es un modelo inspirador sobre la forma en que las corporaciones deben conducirse. Los miembros de SEIU, junto a otros trabajadores, han creado fondos de beneficio en los Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, cuyos bienes de capital combinados ascienden a más de $1 billón (EE.UU.). Estos ahorros son una responsabilidad sagrada que nos comprometemos a proteger para garantizar el mejor rendimiento posible a largo plazo. Los miembros que están a cargo de esta responsabilidad han creado programas de capacitación de vanguardia para los fideicomisarios, promoviendo la diversidad y respondiendo a riesgos climáticos y cuestionando otras conductas peligrosas en los mercados financieros.
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En lugar de ser víctimas de las fuerzas predatorias e imprevistas, los miembros de SEIU están cuestionando a las corporaciones y reformándolas, con el fin de que estas rindan cuentas, sean transparentes, sean más representativas y realicen sus funciones más eficazmente para las familias y comunidades de nuestros miembros. Debemos continuar esta labor y ampliar nuestros esfuerzos para crear un país y una economía en la que todas las familias tengan éxito. Por tanto, se resuelve que: 1. Desarrollaremos nuevas formas de desplegar todos nuestros activos y movilizar capital, alineándolo con las necesidades de los trabajadores, y responderemos a las oportunidades que presentan las comunidades marginadas. Imaginamos familias trabajadoras y comunidades que generan riqueza generacional en lugar de heredarle deudas a las generaciones futuras. 2. Desafiaremos a las corporaciones y mercados financieros para que adopten reformas democráticas, lidien con el racismo estructural y se comprometan a crear valor a largo plazo, en lugar de la especulación a corto plazo, la manipulación de mercados y extracción de riqueza ‐ por ejemplo, dirigiendo el capital a nuevos activos controlados por la comunidad, nuevos modelos para seguridad de vivienda e inversiones con un objetivo económico. 3. Ampliaremos y desarrollaremos un grupo diverso de miembros líderes que dirijan nuestros fondos de pensiones y tengan las destrezas para supervisar prudentemente las decisiones de inversión mientras cuestionan conductas de alto riesgo en los mercados financieros y promueven reformas responsables, tales como la necesidad de nuevas estructuras de gobernabilidad. 4. Los miembros de SEIU cultivarán alianzas innovadoras, estratégicas y globales con grupos de interesados clave en los mercados financieros para lograr nuestras metas compartidas de sistemas transparentes, responsables, diversos, bien administrados, y de alto rendimiento, por ejemplo, al apoyar legislación económica progresista como la ley Glass‐Steagll para el Siglo XXI y la Ley de Prosperidad Inclusiva de 2015. 5. Seremos los guardianes de las corporaciones y la industria financiera, exponiendo a las compañías de alto riesgo, votando en contra de las juntas directivas que no se diversifiquen y trabajando para reemplazar a los ejecutivos que no se desempeñen con eficacia por aquellos que estén más capacitados. 6. Abogaremos para que todos los trabajadores tengan acceso a una jubilación segura, servicios financieros adecuados y seguridad económica en la economía global, incluyendo una resolución justa y equitativa de la crisis de las deudas por préstamos estudiantiles y lidiar con nuevas formas de trabajo como la economía de subcontratistas y el crecimiento del sector informal. 7. Crearemos un “consejo de asesores económicos” formado por destacados economistas a nivel global y especialistas en la reforma de mercados de capital, bajo la dirección de miembros y líderes locales capacitados y equipados para evaluar y analizar el sistema actual; asimismo, e imaginaremos alternativas al status quo, tales como nuevas formas de propiedad obrera.
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8. Identificaremos oportunidades para beneficio de los trabajadores y sus comunidades – en lugar de ser víctimas de los mercados financieros que están cambiando a un ritmo acelerado – las cuales ayuden al trabajador y no a las personas que tienen acceso a información privilegiada, los que manipulan los sistemas y los mismos que crearon la crisis financiera. Es preciso que generemos las herramientas a fin de identificar oportunidades para que los trabajadores y sus comunidades tomen las decisiones en los mercados financieros y sean pioneros en la creación de activos que sean propiedad de los trabajadores y las comunidades.
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