1 de Septiembre - Asociación Católica de Propagandistas

EVANGELIO. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre. + Lectura del santo Evangelio según san Mateo. 10, 17-22. En aquel tiempo ...
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Ritual para la celebración de la Eucaristía en la festividad de los Beatos mártires de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP)

Luis Campos Górriz El Beato Luis Campos Górriz nació en Valencia el 30 de junio de 1905. Tras estudiar la primera enseñanza y la media en el colegio de San José que dirigían los padres jesuitas, simultaneó las licenciaturas en Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Valencia y se doctoró en Leyes en la Universidad Central de Madrid. Durante estos años de estudiante, realizó distintos viajes por Europa acompañando al siervo de Dios Ángel Herrera Oria. Entre los cargos que desempeñó dentro del Apostolado seglar en sus 31 años de vida, destaca el de Secretario y Presidente de la Federación de Estudiantes Católicos de Valencia; miembro de la Junta Suprema de Confederación Nacional de Estudiantes Católicos; Presidente de la Congregación de la Inmaculada y San Luis Gonzaga de Valencia, Secretario del Centro de Valencia de la Asociación Católica de Propagandistas y finalmente, Secretario General de la misma. En 1933 contrajo matrimonio con Carmen de Arteche, con la que se trasladó a vivir a Madrid. Fallecida su esposa, la Guerra Civil le sorprendió en la localidad valenciana de Torrente, donde vivía su padre, registrador de la Propiedad. Aunque los primeros meses de la contienda transcurrieron con cierta tranquilidad, el 28 de noviembre fue detenido por un grupo de personas armadas y tras ser interrogado, fue conducido al picadero de Paterna, donde lo fusilaron. El día 11 de marzo de 2001 el Papa Juan Pablo II lo elevó a los altares, en la que ha sido la mayor ceremonia de beatificación de la historia: 233 mártires de la Guerra Civil española fueron declarados beatos. Entre ellos, sacerdotes, religiosos y seglares pertenecientes a distintos movimientos y asociaciones laicales. Su festividad litúrgica es el 22 de septiembre, celebración de José Aparicio y 232 compañeros mártires.

Ricardo Plá Espí El Beato nació en Agullent el 12 de diciembre de 1898. Con diez años ingresó en el Colegio de San José de Valencia. Posteriormente, estudió en el seminario de la misma ciudad. Se doctoró en Filosofía, Teología y Derecho Canónico en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote en 1922 y el arzobispo Reig y Casanova le nombró profesor del seminario de Valencia. Cuando monseñor Enrique Reig fue creado cardenal y nombrado arzobispo de Toledo, se llevó consigo a Ricardo Plá como secretario, cargo que desempeñó hasta la muerte del cardenal en 1927. A partir de entonces, Plá Espí fue nombrado profesor y secretario de Estudios de la Facultad de Filosofía de la Universidad Pontificia de Toledo, capellán mozárabe de la Catedral Primada y consiliario del Centro de Toledo de la ACdP. El 24 de julio de 1936, Ricardo Plá fue detenido junto a sus padres y su hermana Consuelo. Esta explicaría años más tarde cómo fueron colocados los cuatro ante el paredón de fusilamiento y cómo en ese momento, un joven vestido de miliciano interpuso su cuerpo al del sacerdote, al tiempo que gritaba “¿qué vais a hacer, bárbaros? Este cura es un santo. De los cuatro respondo yo”. Con este gesto consiguió que se les pusiese en libertad, pero días después fueron de nuevo a por él. Antes de salir de su casa, Ricardo Plá se dirigió a su madre y le dijo: “madre, ¿usted no me ha criado para el cielo? Pues ésta es la hora. No merecía yo tanto. Dios me premia con largueza al concederme la palma del martirio”. Se lo llevaron al toledano paseo del Tránsito y allí lo fusilaro, dándole un tiro de gracia en la frente y otro en el costado. El 28 de octubre de 2007, Benedicto XVI lo elevó a los altares. Su festividad litúrgica es el 6 de noviembre.

Alfonso Sebastiá Viñals El beato Alfonso Sebastiá Viñals nació en Valencia el 27 de mayo de 1910. Hijo de un jornalero, comenzó los estudios en el Seminario de Orihuela, terminándolos en Valencia, siendo colegial de Santo Tomás. Ordenado sacerdote en 1933 y vinculado a la ACdP, destacó por sus inquietudes por el apostolado obrero y por su estrecha amistad con el siervo de Dios Ángel Herrera y el beato Luis Campos Górriz. Nombrado director de la Escuela de Formación Social de Valencia, fue apresado por un grupo de milicianos y fusilado en el picadero de Paterna el 1 de septiembre de 1936. El día 11 de marzo de 2001 el Papa Juan Pablo II lo elevó a los altares, junto a otros 232 mártires de la Guerra Civil española. Su festividad litúrgica es el 22 de septiembre.

Ritual para la celebración de la Eucaristía

LUIS CAMPOS GÓRRIZ RICARDO PLÁ ESPÍ ALFONSO SEBASTIÁ VIÑALS Beatos mártires de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) - Solemnidad en el Centro de la ACdP de Valencia Reunido el pueblo, el celebrante revestido de rojo, se acerca al altar mientras se entona el canto de entrada. Cuando llega al altar hace la debida reverencia y besa el altar. Después se dirige a la sede.

RITOS INICIALES ANTÍFONA DE ENTRADA

Sal. 33, 20-21

Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor; él cuida de todos sus huesos, y ni uno solo se quebrará.

SALUDO En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. El pueblo responde:

Amén. El celebrante, extendiendo las manos, saluda al pueblo diciendo:

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros. El pueblo responde:

Y con tu espíritu.

ACTO PENITENCIAL Y KYRIE El celebrante invita a los fieles al arrepentimiento:

Jesucristo, el justo, intercede por nosotros y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento, para acercarnos a la mesa del Señor. Se hace una breve pausa en silencio. Después el celebrante, u otro ministro idóneo, dice las siguientes invocaciones u otras semejantes:

ℑ.- Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten piedad. ℜ.- Señor, ten piedad. ℑ.- Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad. ℜ.- Cristo, ten piedad. ℑ.- Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros: Señor, ten piedad. ℜ.- Señor, ten piedad. Sigue la absolución del celebrante:

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. El pueblo responde:

Amén.

GLORIA Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén. Acabado el himno, el celebrante, con las manos juntas, dice:

Oremos. Y todos, junto con el celebrante, oran en silencio durante algún tiempo. Después el celebrante, con las manos extendidas, dice la siguiente oración:

ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso y eterno que concediste a los beatos mártires de la Asociación Católica de Propagandistas, Luis Campos Górriz, Ricardo Plá Espí y Alfonso Sebastiá Viñals, la gracia de morir por Cristo, ayúdanos en nuestra debilidad para que, así como ellos no dudaron en morir por ti, así también nosotros nos mantengamos fuertes en la confesión de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. El pueblo responde:

Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Frente a los que me cercaban, fuiste mi apoyo y me libraste.

Lectura del libro del Eclesiástico. Te doy gracias, Rey y Señor, a ti te alabo, oh Dios Salvador mío, doy gracias a tu nombre; porque fuiste protector y apoyo para mí, y libraste mi cuerpo de la ruina, del lazo de la mala lengua y de los labios que traman la mentira. Frente a los que me cercaban, fuiste mi apoyo y me libraste, por tu gran misericordia y por tu nombre, de las dentelladas de los que iban a devorarme, de la mano de los que amenazaban mi vida, de las muchas tribulaciones que soporté; de las llamas sofocantes que me rodeaban, de un fuego que yo no encendí; de las entrañas profundas del abismo, de la lengua impura, de la palabra mentirosa, calumnia de una lengua injusta ante el rey. Estaba yo a punto de morir, y mi vida tocaba ya el abismo; por todas partes me cercaban, y nadie me socorría; busqué un socorro humano, y no lo había. Entonces me acordé, Señor, de tu misericordia, y de tus obras desde siempre, de que tú libras a los que en ti esperan, y los salvas de las manos de sus enemigos. Elevé desde la tierra mi plegaria y supliqué ser librado de la muerte. Invoqué al Señor, padre de mi señor: “No me abandones el día de la tribulación,

51, 1-12

cuando me acosan los soberbios y estoy desamparado. Alabaré tu nombre sin cesar y te daré gracias con cánticos”. Y fue atendida mi plegaria; me salvaste de la ruina, y me libraste del trance difícil. Por eso te daré gracias y te alabaré, y bendeciré el nombre del Señor. Palabra de Dios. El pueblo responde:

Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL 33 Sal. 33, 2-9

ℜ.- El Señor me libró de todas mis ansias. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias. Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles, y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. ℜ.- El Señor me libró de todas mis ansias.

SEGUNDA LECTURA Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

8, 35.37-39

Hermanos: ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?. Pero en todo esto vencemos fácilmente por Aquél que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios. El pueblo responde:

Te alabamos, Señor.

ALELUYA Mt. 5, 10 Si no se canta puede omitirse.

Aleluya, Aleluya. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Aleluya. El celebrante inclinado ante el altar dice secretamente:

Munda cor meum ac labia mea, omnipotens Deus, ut sanctum Evangelium tuum digne valeam nuntiare. Después el celebrante se dirige al ambón y dice:

El Señor esté con vosotros. El pueblo responde:

Y con tu espíritu. El celebrante:

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Y mientras tanto signa el libro y a sí mismo en la frente, boca y pecho. El pueblo aclama:

Gloria a ti Señor. Después el celebrante proclama el Evangelio.

EVANGELIO No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.

 Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

10, 17-22

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: “No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.” Palabra del Señor. El pueblo responde:

Gloria a ti, Señor Jesús. Después besa el libro diciendo en secreto:

Per evangelica dicta deleantur nostra delicta.

HOMILÍA Seguidamente tiene lugar la homilía desde el ambón. Una vez acabada, el celebrante regresa a la Sede y se hace la profesión de fe:

CREDO Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador de cielo y tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, En las palabras que siguen, hasta “se hizo hombre”, todos se inclinan.

y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,

que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. Una vez recitado el Credo, tiene lugar la siguiente Oración de los Fieles desde la Sede:

ORACIÓN DE LOS FIELES Oremos, hermanos, por los hombres y sus necesidades, a fin de que a nadie le falte la ayuda de nuestra caridad. 1) Por la santa Iglesia de Dios extendida de oriente a occidente: para que el Señor la reúna, purifique y acreciente hasta el fin de los tiempos. Roguemos al Señor. 2) Por nuestra Iglesia particular de Valencia, por todos los cristianos y cristianas, por las familias, los distintos agentes de pastoral, los movimientos y asociaciones, hoy especialmente por la Asociación Católica de Propagandistas, los religiosos, los diáconos y presbíteros, y por nuestro arzobispo. Roguemos al Señor. 3) Por los responsables del gobierno de las naciones: para que fomenten siempre la paz y el desarrollo y respeten la justicia y la libertad. Roguemos al Señor. 4) Por todos los hombres del mundo que padecen hambre o enfermedad, por los emigrantes, los desterrados y los oprimidos, por los privados de libertad y por todos los que sufren: para que sientan el auxilio y el consuelo de Dios. Roguemos al Señor.

5) Por la unión de todos los cristianos: para que trabajemos por buscar más lo que nos une que aquello que nos divide. Roguemos al Señor. 6) Por todos los que estamos aquí reunidos en el Señor: para que Dios nos conceda perseverar en la fe, y crecer siempre en la caridad. Roguemos al Señor. Dios todopoderoso y eterno que gobiernas cielo y tierra: escucha las oraciones de tu Iglesia y concede a nuestro tiempo los dones de tu bondad. Por Jesucristo nuestro Señor. El pueblo responde:

Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA Acabado lo precedente, comienza el canto de ofertorio. Mientras tanto, se colocan en el altar el corporal, el purificador, el cáliz y el misal. El celebrante se acerca al altar, toma la patena con el pan y, manteniéndola un poco elevada sobre el altar, dice en secreto:

PRESENTACIÓN DEL PAN Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros pan de vida. Bendito seas por siempre Señor. El celebrante echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:

Per huius aquae et vini mysterium eius efficiamur divinitatis consortes, qui humanitatis nostrae fieri dignatus est particeps. en secreto:

Seguidamente el celebrante toma el cáliz, y, manteniéndolo un poco elevado sobre el altar, dice

PRESENTACIÓN DEL VINO Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros bebida de salvación. Bendito seas por siempre Señor. A continuación, el celebrante, inclinado ante el altar, dice en secreto:

In spiritu humilitatis et in animo contrito suscipiamur a te, Domine; et sic fiat sacrificium nostrum in conspectu tuo hodie, ut placeat tibi, Domine Deus. Seguidamente el celebrante, a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:

LAVATORIO DE LAS MANOS Lave me, Domine, ab iniquitate mea, et a peccato meo munda me.

INVITACIÓN A LA ORACIÓN Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El pueblo responde:

El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. Después, con las manos extendidas y sin haber dicho previamente “oremos”, el celebrante dice la oración sobre las ofrendas:

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la festividad anual de los beatos mártires de la Asociación Católica de Propagandistas, Luis Campos Górriz, Ricardo Plá Espí y Alfonso Sebastiá Viñals, y concédenos la gracia de permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. El pueblo responde:

Amén.

PREFACIO DE LOS SANTOS MÁRTIRES Significado y ejemplaridad del martirio.

ℑ.- El Señor esté con vosotros. ℜ.- Y con tu espíritu. ℑ.- Levantemos el corazón. ℜ.- Lo tenemos levantado hacia el Señor. ℑ.- Demos gracias al Señor, nuestro Dios. ℜ.- Es justo y necesario. El celebrante con las manos extendidas prosigue diciendo:

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque la sangre de los beatos mártires de la Asociación Católica de Propagandistas, Luis Campos Górriz, Ricardo Plá Espí y Alfonso Sebastiá Viñals, derramada, como la de Cristo, para confesar tu nombre, manifiesta las maravillas de tu poder; pues en su martirio, Señor, has sacado fuerza de lo débil, haciendo de la fragilidad tu propio testimonio; por Cristo, Señor nuestro. Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo sin cesar: El celebrante junta las manos, y junto con el pueblo dice:

SANCTUS Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

PLEGARIA EUCARÍSTICA III El celebrante, con las manos extendidas, dice:

Santo eres en verdad, Señor, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.

EPICLESIS Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre la oblata, dice:

Por eso, Señor, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz diciendo:

de manera que sean Cuerpo y  Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Junta las manos.

que nos mandó celebrar estos misterios.

RELATO DE LA CONSAGRACIÓN En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse con claridad, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras.

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, Toma el pan y manteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Se inclina un poco.

TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. simple.

Muestra al pueblo la hostia consagrada, la deja sobre la patena y la adora con una genuflexión Después prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, manteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomó el cáliz; dando gracias, te bendijo, y lo pasó a sus discípulos diciendo: Se inclina un poco.

TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra al pueblo el cáliz, lo deja sobre el corporal y lo adora con una genuflexión simple. Seguidamente dice:

ACLAMACIÓN Este es el Sacramento de nuestra fe. El pueblo prosigue:

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!.

MEMORIAL Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobra la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.

INTERCESIONES Concelebrante 1º:

Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con la inmaculada siempre Virgen María, Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, san Pablo, los beatos Luis Campos, Ricardo Plá y Alfonso Sebastiá, y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

Concelebrante 2º:

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor el papa Francisco, a nuestro arzobispo Carlos, a nuestro obispo consiliario Fidel, al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.  A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad, recíbelos en tu Reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, Junta las manos.

por Cristo Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.

DOXOLOGÍA El celebrante toma el pan consagrado y el cáliz y, manteniéndolos elevados, dice:

Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. El pueblo aclama diciendo:

Amén.

RITO DE COMUNIÓN PADRE NUESTRO Una vez que ha dejado el cáliz y la patena, el celebrante, con la manos juntas, dice:

Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó: Extiende las manos y, junto con el pueblo, dice:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra con en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. El celebrante, con las manos extendidas, prosigue él solo:

Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Junta las manos y el pueblo concluye la oración, aclamando:

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.

LA PAZ Después el celebrante, con las manos extendidas, dice:

Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Junta las manos.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. El pueblo responde:

Amén. El celebrante, dirigiéndose al pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:

La paz del Señor esté siempre con vosotros. El pueblo responde cantando:

Y con tu espíritu. Seguidamente, el celebrante añade:

En el espíritu de Cristo Resucitado, daos fraternalmente la paz. Y todos se dan la paz manifestando la caridad común.

FRACCIÓN en secreto:

Después toma la hostia y la parte sobre la patena, y deja caer una partícula en el cáliz diciendo

Haec commixtio Corporis et Sanguinis Domini nostri Iesu Christi fiat accipientibus nobis in vitam aeternam.

AGNUS Mientras tanto se canta:

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN A continuación el celebrante, con las manos juntas, dice en secreto:

Domine Iesu Christe, Fili Dei vivi, qui ex voluntate Patris, cooperante Spiritu Sancto, per mortem tuam mundum vivificasti: libera me per hoc sacrosanctum Corpus et Sanguinem tuum ab omnibus iniquitatibus meis es universis malis: et fac me tuis semper inhaerere mandatis, et a te nunquam separari permittas. El celebrante se arrodilla, reparte el pan a los concelebrantes y todos juntos manteniendo la hostia un poco elevada sobre la mano y, mostrándola al pueblo, dice:

Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los llamados a esta cena. Y juntamente con el pueblo añade una sola vez:

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. El celebrante dice en secreto:

Corpus Christi custodiat me in vitam aeternam.

Y con reverencia come el Cuerpo de Cristo. Después toma el cáliz y dice en secreto:

Sanguis Christi custodiat me in vitam aeternam. Y con reverencia bebe la Sangre de Cristo. Después pasa el cáliz al resto de ministros.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN

Jn. 15, 13

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos – dice el Señor. Una vez hecho lo precedente, toma un copón, se acerca a los que van a comulgar y muestra la hostia a cada uno diciendo:

El cuerpo de Cristo. El que va a comulgar responde:

Amén. Y comulga. Mientras el celebrante comulga el Cuerpo de Cristo, comienza el canto de comunión. Acabada la Comunión, el celebrante purifica la patena sobre el cáliz, los copones si fuera necesario y el mismo cáliz. Mientras hace la purificación, el celebrante dice en secreto:

Quod ore sumpsimus, Domine, pura mente capiamus, et de munere temporali fiat nobis remedium sempiternum. Después el celebrante vuelve a la Sede y se sienta guardando unos minutos de silencio. Seguidamente, con las manos juntas, dice:

Oremos. Y todos oran en silencio con el celebrante durante unos momentos, a no ser que antes ya se haya guardado silencio. Seguidamente, el celebrante dice la siguiente oración después de la comunión:

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Alimentados con el pan del cielo, viviendo la unidad como miembros del Cuerpo de Cristo, te rogamos, Señor, que no nos separemos del amor de tu Hijo, y a ejemplo de los beatos mártires de la Asociación Católica de Propagandistas, Luis Campos Górriz, Ricardo Plá Espí y Alfonso Sebastiá Viñals, logremos superar con valentía cualquier dificultad por aquel que nos amó sobre toda medida. Por Jesucristo nuestro Señor. El pueblo responde:

Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN BENDICIÓN El celebrante extiende las manos hacia el pueblo y dice:

El Señor esté con vosotros. El pueblo responde:

Y con tu espíritu. El celebrante bendice al pueblo con las manos extendidas sobre él, diciendo la siguiente “bendición solemne”:

El Dios, gloria y felicidad de los santos, que os ha concedido celebrar hoy esta festividad de los beatos Luis Campos Górriz, Ricardo Plá Espí y Alfonso Sebastiá Viñals os otorgue sus bendiciones eternas. ℜ.- Amén. Que por intercesión de los beatos de la Asociación Católica de Propagandistas, os veáis libres de todo mal, y, alentados por el ejemplo de su vida, perseveréis constantes en el servicio de Dios y de los hermanos. ℜ.- Amén. Y que Dios os conceda reuniros con los santos en la felicidad del reino, donde la Iglesia contempla con gozo a sus hijos entre los moradores de la Jerusalén celeste. ℜ.- Amén. Y la bendición de Dios todopoderoso Padre, Hijo  y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre. ℜ.- Amén.

DESPEDIDA Podéis ir en paz. El pueblo responde:

Demos gracias a Dios. El celebrante besa el altar, como al principio, hace la debida reverencia y se retira hacia la sacristía. Mientras tanto se canta la Salve a la Virgen:

Salve, Regina, mater misericordiae; vita dulcedo et spes nostra, salve. Ad te clamamus, exules, filii Evae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle. Eia ergo advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesum, benedictus fructus ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O clemens, O pia, o dulcis Virgo Maria.

Se acabó de confeccionar el ritual para esta celebración el jueves día 15 de agosto de 2013, solemnidad de la Asunción de la Virgen María. El autor: José Luis Navarro Víllora.