Vuelven las casas de las Madres

6 nov. 2011 - provincia ya hay un plan para cons- ... La van que usa Hebe de Bonafini, dentro de la fábrica de paneles que la fundación tiene en Barracas.
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POLITICA

I

Domingo 6 de noviembre de 2011

TRAS EL CASO SCHOKLENDER s LA FUNDACION RETOMA EL TRABAJO EN VIVIENDAS SOCIALES

La fundación cerró el local de Sueños Compartidos También dieron de baja la web del programa

Paneles de la fábrica de las Madres se apilan en el barrio de viviendas de Castañares, en Soldati; una obra que empezó la fundación y que hoy termina una firma privada FOTOS DE JORGE BOSCH

Vuelven las casas de las Madres ge] Capitanich”, contaron a su vez voceros de la fundación. En la provincia norteña, el programa Sueños Compartidos comenzó en 2008 con la idea de construir cerca de 1200 viviendas, 18 hospitales y dos escuelas con un presupuesto total de 425 millones de pesos. Después del alejamiento de las Madres del programa, las casas las construyen ahora “entre 12 y 15 empresas”, contó Judis. “Ya entregamos 600 viviendas, este mes serán 200 y nos quedan 400, más obras complementarias. Se están terminando de hacer”, agregó el ministro.

Continuación de la Pág. 1, Col. 1 veedoras de los paneles y capacitadora de los trabajadores, que serán los futuros ocupantes de las viviendas. “Vamos a seguir construyendo como proveedores y a través de inclusión social en nuevos planes de obras el año que viene”, expresaron a LA NACION allegados a Bonafini. “Las conversaciones ya están muy avanzadas”, agregaron. Esperan sumar más proyectos a los de Chaco y Quilmes. Detrás de la reactivación en el trabajo de la asociación está el subsecretario de Obras Públicas de la Nación, Abel Fatala. “Las Madres siguen construyendo viviendas”, expresó el funcionario en el homenaje a Néstor Kirchner, el 27 de octubre pasado, en la Plaza de Mayo. LA NACION no consiguió comunicarse con Fatala, que nunca respondió los mensajes dejados en su celular. La fundación proveerá los paneles que fabrica en Pedro de Mendoza al 3800, en Barracas. Además, capacitará a los obreros. “A la gente que no tiene trabajo ni casa se le dará cursos de albañilería, ceramista y pintura, y estarán nucleados en la Uocra”, detallaron asesores de Bonafini. “Esta es una ventana para reivindicar los derechos humanos como los sienten las Madres”, agregaron. La idea para 2012 es incrementar las ventas de material que la fundación todavía comercializa a las obradores que dejó inconclusos, actividad por la que tiene importantes ingresos económicos. Con más beneficios, la asociación podría hacer frente a los juicios que enfrenta con sus anteriores proveedores. Los procesos comerciales son más de una docena y en ellos se les reclaman fondos por unos 14 millones de pesos. Según el ministro de Obras Públicas del Chaco, Omar Judis, en la provincia ya hay un plan para construir a partir del próximo año 500

En Quilmes

La van que usa Hebe de Bonafini, dentro de la fábrica de paneles que la fundación tiene en Barracas viviendas con la misma tecnología que proveen las Madres. “La subsecretaría de Fatala ya está haciendo estudios del suelo”, afirmó a LA NACION Judis, que especificó que las casas tendrán un mínimo de 72 metros cuadrados, a un costo de 2700 pesos por metro cuadrado. El ministro señaló que los proveedores de los paneles pueden ser las Madres o la empresa Cassaforma –que fue socia de la organización–. No obstante, en el organismo que conduce Bonafini dan por hecho que el negocio será para ellos. Así, el nuevo programa –en el que las Madres proveerán los paneles de telgopor recubierto por una malla

Los obreros, con sueldos menores “Los 600 obreros ahora no cobran las dos horas de refrigerio que les daban las Madres”, admitió a LA NACION uno de los responsables de personal en el obrador de Castañares, donde se construyen 700 casas. Los trabajos actualmente están bajo la administración de la empresa Sentra SA. Aproximadamente, un oficial se emplea 44 horas semanales y cobra 1500 pesos por quincena.

metálica y concreto– tiene un presupuesto de 97.200.000 pesos, que será aportado por la Casa Rosada. El dinero llegará a la provincia, que lo entregará a las empresas constructoras –previo certificado de avance de obras– quienes, a su vez, les pagarán a los distintos proveedores. “Pensamos el plan porque todavía hay gente que necesita trabajo y viviendas. Además, yo no puedo cambiar la tecnología que tenemos de las Madres porque todo lo que quedo de inventario –maquinarias y materiales– hoy quedaría en desuso”, explicó Judis. “Hay estrechas conversaciones con [el gobernador chaqueño, Jor-

Si bien hay menos avances que en Chaco, Quilmes sería el otro lugar donde las Madres podrían involucrarse como proveedoras de paneles. “Todavía está en una idea, pero falta avanzar en las conversaciones con la gente de la asociación, especificar el lugar y la financiación”, expresó a LA NACION uno de los voceros del intendente Francisco “Barba” Gutiérrez. “El plan de viviendas está en una etapa previa, pero nuestro objetivo es hacerlo. Todavía no podemos definir los tiempos exactos”, aclaró. La relación entre Bonafini y Gutiérrez es fluida, tanto que fue el mismísimo intendente quien armó un fideicomiso con los bienes de las Madres, incluida su fábrica de paneles, de modo de que no quedaran expuestos a embargos en los juicios comerciales que enfrenta el organismo de derechos humanos. El fideicomiso se llama “Ni un paso atrás” y su presidente es Luis Eduardo Debandi, quien habría llegado a ese lugar por medio de la UOM, el gremio de los metalúrgicos donde el “Barba” Gutiérrez es secretario de Relaciones Internacionales. Debandi no respondió a las consultas efectuadas por LA NACION.

Miércoles pasado, 11 de la mañana. Las persianas metálicas están bajas. Las dos puertas, cerradas con doble cadena y grandes candados. Arriba, el cartel todavía reza “Misión Sueños Compartidos”, pero dentro del edificio de Hipólito Yrigoyen 1520 ya no trabaja nadie. La imagen es un botón de muestra de los cambios que se suceden en la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que desde el estallido del escándalo con su ex apoderado Sergio Schoklender, en mayo pasado, no ha dejado de padecer cimbronazos en su estructura organizativa. La entidad que preside Hebe de Bonafini tiene su sede principal a escasos 50 metros de donde funcionó, hasta julio de este año, el programa de construcción de unas 5600 viviendas que llegó a absorber un presupuesto de 765 millones de pesos. “La «farmacia» –como entre los empleados llamaban a la sede de Sueños Compartidos– ya fue desalojada”, contó a LA NACION uno de los voceros de Bonafini. “Algunas oficinas que estaban ahí se mudaron a donde está la fábrica de paneles, en Barracas”, agregó la fuente. La página de Internet del programa también dejó de funcionar, lo que se puede comprobar al intentar ingresar al link www.suenoscompartidos.org.ar, en el que se comunicaban algunos detalles del programa.

Cambios en el personal Las Madres no sólo se vieron obligadas a cerrar la sede, también tuvieron que achicar su personal. “Ahora somos 400 personas, cuando antes había el doble”, afirmó un empleado con llegada a la titular del organismo. Muchos de los despedidos fueron desplazados por su acercamiento con Schoklender, pero también hay quienes no tenían nada que ver con el ex apoderado de la fundación. Según admitieron trabajadores a LA NACION, hubo casos de compañeros echados por robar en la cocina del bar que funciona en Yrigoyen al 1584. Fueron reemplazados por participantes del ciclo Cocinando Política, que dirige Bonafini en el Espacio Cultural Nuestros Hijos. Además, desde que la administración de la entidad la asumió un fideicomiso, los sueldos se pagan con hasta 15 días de demora. “Hace dos meses que cobramos atrasado, cuando antes era entre los primeros diez días del mes. En octubre, nos depositaron después de las elecciones”, comentó un empleado que pidió reserva de su nombre. “Hay malestar por eso y preocupación por lo que pueda pasar a futuro”, señaló.

El fiscal prepara el pedido para indagar a Schoklender Oyarbide podría resolver en diciembre los próximos pasos de la causa HERNAN CAPPIELLO LA NACION La primera semana de diciembre, a más tardar, el juez federal Norberto Oyarbide tendrá sobre su escritorio un voluminoso escrito del fiscal Jorge Di Lello con los pedidos para que indague como sospechosos de fraude, lavado de dinero y, eventualmente asociación ilícita, a Sergio Schoklender, a su hermano Pablo y a dos decenas de empresarios ligados a los negocios de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y de su ex apoderado. Paralelamente, Oyarbide trabaja con sus propias imputaciones que se complementarán con las del fiscal, para que al finalizar 2011 el caso tenga sus primeros indagados. La duda que sobrevuela el quinto piso de los tribunales de Comodoro PY 2002, donde tiene su despacho el fiscal Di Lello, es si pedirá la detención de Schoklender. La misma duda tiene Oyarbide, en momentos en que el ex apoderado de las Madres lo provocó con acusaciones de pedofilia. Schoklender denunció que el juez hace un manejo político de los tiempos, por lo que viene postergando los llamados a indagatorias para no perjudicar la imagen del Gobierno. También señaló que el magistrado cuida a las Madres para no involucrarlas: no sólo no allanó de inmediato sus oficinas, sino que cuando lo hizo ya estaban vacías. En cambio, en el juzgado sostienen que Schoklender quiere apurarlos para precipitar una indagatoria sin todas las pruebas. Las indagatorias que analizan el juez y el fiscal podrían rozar a Alejandra Bonafini, hija de Hebe, investiga-

Paso a paso Estalla el escándalo

Despiden a Schoklender El 25 de mayo se conoció la noticia de que Hebe de Bonafini echó a su ex apoderado Sergio Schoklender, tras pelearse con su hermano, Pablo. Comienza a sospecharse sobre el manejo de los fondos públicos para la construcción de viviendas. Avanza la Justicia

Allanan oficinas de Madres El 14 de junio, el juez federal Norberto Oyarbide allana oficinas que pertenecían a la organización. El magistrado está detrás del supuesto fraude cometido por Schoklender. El juez Marcelo Martínez de Giorgi investiga el papel de funcionarios públicos. Por decisión del Gobierno

Cierran Sueños Compartidos Tras dos meses de escándalo, el Gobierno decidió quitarle a la fundación el manejo del millonario programa de construcción de viviendas en varios puntos del país, aunque las Madres siguen siendo proveedoras de paneles. Un paraguas legal

Crean un fideicomiso El intendente de Quilmes, Francisco Gutiérrez, propone que la asociación quede bajo un fideicomiso para evitar embargos. Las Madres enfrentan juicios por 14 millones de pesos.

da por sus operaciones inmobiliarias y con varios reportes de operaciones sospechosas que hicieron los bancos por sus movimientos de dinero. Entre los imputados se cuentan 80 personas, de las cuales Di Lello y Oyarbide harán una selección para determinar quiénes están comprometidos según las pruebas reunidas. Con o sin detenidos, si las primaras convocatorias a indagatorias se producen en diciembre, seguramente se completarán antes de fin de año, pero no estarán concluidas, antes de que comience la feria judicial de enero. Oyarbide se irá de vacaciones ese mes y el caso quedaría paralizado hasta febrero. Lo mismo ocurre con la causa paralela del juez Marcelo Martínez de Giorgi, que investiga si funcionarios públicos cometieron irregularidades en la entrega de los $ 765 millones a las Madres para la construcción de viviendas sociales. Allí interviene el fiscal Miguel Angel Osorio. “Vuelvan en febrero” es la frase que se escucha en Comodoro Py 2002. En este expediente se recibieron los contratos firmados por el Ministerio de Planificación con las Madres y con intendentes y gobernadores, y se dispondrá un peritaje para determinar si se pagaron sobreprecios. En tanto, la hipótesis de la investigación de Oyarbide es que existió un desvío de parte de los $ 765 millones que Schoklender usó para la compra de aviones, barcos, propiedades e invertir en empresas. Di Lello basa su acusación en los trabajos realizados con el fiscal Raúl Pleé acerca del movimiento de fondos recibidos por las Madres que terminaron en las cuentas de Schoklender o en sus sociedades.