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EL MUNDO. JUEVES 25 DE JULIO DE 2013

Urkullu capitaliza el homenaje a ‘todas’ las víctimas ante el malestar de la oposición  Situará la distinción de Ilustres de Bizkaia en el futuro Instituto de la Memoria  PP, PSE y EH Bildu denuncian que el PNV se arrogue el protagonismo del acto MARTA G. COLOMA / Bilbao

ba otra puntilla: el anuncio de que colocaría la medalla de las víctimas en el futuro Instituto de la Memoria y de la Convivencia. «Ver que hoy Urkullu se colgaba esta medalla convirtiendo un acto de memoria y respeto en un acto de propaganda política nos ha parecido sorprendente, criticable y nada serio, y por eso hemos decidido salir», explicaba la dirigente de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu minutos después del acto. No sería la única que mostraría su disconformidad. En un comunicado lanzado tras el homenaje, la Ejecutiva del PSE-EE denunció que las víctimas habían quedado «eclipsadas» en una ceremonia en la que tendrían que haber sido el elemento central. «Sus representantes han quedado sin voz ni visibilidad en el homenaje, siendo desplazados por el absoluto protagonismo de la representación institucional», afirmaron los socialistas, que aunque aseguraron no buscar la «confrontación política», insinuaron que el homenaje no era tal, sino un acto con «otros objetivos». «Ha sido un premio mal Manifestación ante el Palacio foral. / A. P. planteado en su origen y peor resuelto en CONCENTRACIÓN su desarrollo», sentenciaron. La portavoz del PP en las Juntas, Esther Martínez, ya había mostrado su desacuerdo con el acto, en Bilbao el que los populares Pese a que las víctimas de la represión estuvieron ausentes, durante la dictadura también fueron minutos antes de su reconocidas ayer, varias decenas de celebración. A las miembros de la asociación antifranquista Lau puertas del Palacio foHaizetara Gogoan se concentraron ante el ral, Martínez defendió Palacio foral para pedir a las instituciones que la concesión del vascas que el homenaje fuese «más allá» y premio a todas las vícque retiren todos los símbolos del régimen timas era «un paripé que se conservan en municipios como Bilbao para contentar a Bilo San Sebastián. En este sentido, recordaron du» por el que el PNV que aún quedan «cientos de víctimas» del había desvirtuado el franquismo desaparecidas en cunetas y fosas mandato de las Juntas comunes del territorio, unas muertes que no –que en abril decidiedeben quedar «impunes», informa Efe. ron reconocer únicael homenaje en el salón de recep- mente a las víctimas del terrorismo ción del Palacio foral y salieron de (entendiéndolas como las de ETA, la sala, pese a que su portavoz, los GAL y el Batallón Vasco EspaLaura Mintegi –que poco antes ha- ñol) hasta que el pasado 2 de julio el bía llamado a reconocer la «verdad ala jeltzale cambió de opinión–. completa» incluyendo a los tortura- Igual de dura se mostró tras el gesto dos y encarcelados por motivos po- de Urkullu, que calificó como «una desnaturalización más del acto», relíticos–, decidiese quedarse. En su recogida sorpresa de la prochando al lehendakari que realidistinción, otorgada por el propio zase un discurso «para los nacionadiputado general de Bizkaia, José listas» y «no de reconocimiento a las Luis Bilbao, el lehendakari lanza- víctimas del terrorismo».

Lo cierto es que las palabras del dirigente estuvieron plagadas de referencias a las actuaciones del Gobierno vasco en materia de Paz y Convivencia. El lehendakari calificó al futuro Instituto de la Memoria como la «primera piedra» que edificará la futura convivencia en Euskadi, que consideró «el gran reto» de su generación. Durante su extenso discurso, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, alabó, por su parte, el Plan de Paz y Convivencia del Ejecutivo, que llamó a «aprovechar» dejando de lado los «intereses partidistas» y la «política con minúsculas». «Desterremos el debate de los vencedores y los vencidos», agregó. También hubo alusiones al millar de fallecidos y 4.000 heridos de «todas las violencias» contabilizadas en el reciente Informe de vulneración de derechos humanos del Gobierno; y al «suelo ético» suscrito por todas las formaciones políticas

El PNV generó ayer una nueva polémica sin ni siquiera haberse quitado de encima la anterior. Si las discrepancias de populares y socialistas en torno a la distinción de «todas las víctimas» como ‘Ilustres de Bizkaia’ ya eran manifiestas desde que el Consejo de Gobierno de la Diputación decretase incluir entre ellas a las víctimas policiales y del franquismo, éstas se intensificaron –y desde todos los flancos– después de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, recogiese en primera persona la medalla que las reconocía. El gesto, que no había sido programado, hizo saltar los resortes de toda la oposición. Los primeros en mostrar su desacuerdo fueron varios miembros de EH Bildu, que se levantaron de sus asientos durante

El homenaje estuvo plagado de guiños y referencias al Plan de Paz del Gobierno

Memoria más allá de los premios

El lehendakari, Iñigo Urkullu, recoge la medalla de la Diputación. / ARABA PRESS

salvo EH Bildu, que Bilbao consideró la base pre democrática y ajena a ideologías sobre la que asentar un futuro en el que haya «verdad, justicia, memoria y reconocimiento del daño causado». Ni siquiera el vídeo-homenaje proyectado durante el transcurso del acto, que incidía en la idea de la reconciliación entre todas las partes, se libró de la imagen del avance colectivo a bordo de una trainera, una metáfora utilizada en varias ocasiones por el secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández. El PSE-EE, que asistió al acto a regañadientes por «respeto» a las víctimas, se reafirmó en sus críticas a la «mezcla» de víctimas planificada por los nacionalistas. Su portavoz en las Juntas Generales, Iñaki Egaña, señaló a este diario que las alusiones hechas al Plan de Paz supusieron un «uso partidista» del acto, e insistió en que para eso «ya hay una ponencia de paz». El representante de UPyD en la Cámara de Vitoria, Gorka Maneiro, azotó con más fuerza al PNV, al que acusó de «miseria moral» ante su incapacidad de homenajear «exclusivamente» a las víctimas del terrorismo y señaló su intención de «apuntalar la teoría del conflicto político y tergiversar la historia».

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