un corazón apasionado por él y su reino

Jesús, sin embargo, vio en ella no sólo una candidata al reino de los cielos, sino una “cabeza de playa” a través de la cual podía desembarcar en toda esa ...
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TU PASIÓN DETERMINA TU VISIÓN

Jesús invitó a sus discípulos a una travesía desafiante. El texto bíblico nos dice en San Juan 4:4 que le “era necesario pasar por Samaria”.

La primera pregunta que se podrían haber hecho los discípulos era: ¿QUÉ VAMOS A ENCONTRAR EN SAMARIA?

Jesús se interna en el corazón de Samaria y llega a una pequeña localidad llamada Sicar. ¿Qué veía Jesús en este territorio estéril?

Tan profundo es su anhelo de salvar, que cambia la comida del mediodía por el encuentro con una mujer “despreciable”.

En este desierto los discípulos no veían absolutamente nada. Pero Jesús es movido por una pasión, que para ellos era incomprensible.

Jesús, sin embargo, vio en ella no sólo una candidata al reino de los cielos, sino una “cabeza de playa” a través de la cual podía desembarcar en toda esa comunidad.

La pregunta crucial es la siguiente: ¿Por qué Jesús vio lo que los discípulos no vieron? Simple y sencillamente por una razón: PORQUE NUESTRA PASIÓN DETERMINA NUESTRA VISIÓN

Jesús estaba tan deseoso de salvar a las personas, que para Él esto era “su comida”. Hacer la voluntad de Dios y terminar su obra es la PASIÓN que consume su corazón.

ESTO ES SIMPLE:

Cuando un carpintero mira una madera, ¿qué ve?

MUEBLES

Cuando un panadero mira una bolsa de harina, ¿qué ve?

PAN

Cuando un ingeniero mira un río, ¿qué ve? UN PUENTE

Cuando un pescador mira un lago, ¿qué ve?

PESCADOS

Cuando Jesús mira a las personas, incluso las más desahuciadas, ve en ellas un candidato para el reino de los cielos.

Tener la mirada de Jesús - PASIÓN. Una mirada llena de ComPASIÓN

Y CUANDO MIRAS TÚ, ¿QUÉ VES?

Jesús hoy te invita a levantar la vista y mirar como Él mira. Nuestro gran desafío consiste en pedirle al Señor que nos dé UN CORAZÓN APASIONADO POR ÉL Y SU REINO.

CONCLUSIÓN

Que el amor de Cristo enternezca de tal manera nuestro corazón

Que nuestra comida sea terminar su obra - hacer la voluntad del Padre. (Juan 4:34)