“Trabajo con escritores inteligentes”

30 may. 2009 - CINE | STEPHEN FREARS ... tuve el deseo de ser director de cine. Pero las películas empezaron ... verdadera industria cinematográfica, a.
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CINE | STEPHEN FREARS

AFP

“Trabajo con escritores inteligentes” El director británico llevó a la pantalla novelas de Kureishi, Hornby y Doyle. Y ahora vuelve con un film basado

EXCÉNTRICO. Así se define el director de Héroe accidental y Alta fidelidad

en un libro de Colette POR ANALÍA HOUNIE Para La Nacion - Londres, 2009

E

stamos en la cocina cómodamente desordenada de Stephen Frears, en su casa de Notting Hill, un día muy soleado después de almorzar. “Anoche estuve con unos académicos cinematográficos y pensé: Dios, esto es tan aburrido –comenta, a propósito de una conversación iniciada en el comedor–. Puras tonterías. Su visión de mundo es tan estrecha. Cuando era joven las grandes palabras me impresionaban. Hoy no.” –Si tuvieras que presentarte a vos mismo brevemente, ¿qué dirías? –Diría que soy un inglés excéntrico. No puedo ir más allá de eso. No hay rasgos sobresalientes en mi biografía. Me crié en un medio muy convencional y me convertí en director de cine. Mi padre era doctor. No éramos artistas, éramos sólo una familia excéntrica. Un fenómeno muy inglés. –¿Recordás cuál fue la primera película que viste? –Recuerdo haber visto Pinocho cuando era muy joven y estar muy, muy asustado. Cuando lo tragó la ballena tuvieron que sacarme del cine. –¿Y el film que despertó tu deseo de dirigir? –Nunca tuve el deseo de ser director de cine. Pero las películas empezaron a parecerme más interesantes: Nido de ratas, Solo ante el peligro. Y después las películas europeas, y North by Northwest [Intriga internacional, de Alfred Hitchcock]. Llegué a ser cineasta por casualidad. Estuve en Cambridge con la gente que integró el grupo Monty Python, y después quise trabajar en el teatro. Entonces fui a trabajar al Royal Court Theater. Un día conocí a un director de cine, Karel Reisz, que me dijo: “Vení y trabajá en mi film”. –¿Lamentás algo? –No, ha sido un milagro. Prueba la existencia de Dios (risas.) Hay días en 20 | adn | Sábado 30 de mayo de 2009

que uno se arrepiente, sin embargo. Cuando las cosas van mal es un trabajo horrible. Estresante. –¿Te molesta o te halaga que te cataloguen como uno de los tres principales exponentes del realismo cinematográfico británico, junto con Ken Loach y Mike Leigh? –Los dos son tipos muy listos. Los admiro enormemente. Pero pienso que mi interés, probablemente, es más amplio que el de ellos. Quiero decir: también estoy interesado en otras cosas. Hice películas en Hollywood, y puedo ver que ellos han dedicado sus vidas a un cierto tipo de películas y yo no. Soy mucho más frívolo que ellos. –Los críticos suelen trazar una división entre tus películas sociales realizadas en el Reino Unido (por ejemplo, Ropa limpia, negocios sucios o Sammy y Rosie van a la cama) y las made in Hollywood, como Héroe accidental y Alta fidelidad, de carácter, digamos, más comercial. ¿Estás de acuerdo? –Sí, por supuesto. Son listos los norteamericanos… Uno aprende lo diferente que es de ellos. Mi vida ha estado ligada al cine norteamericano. A la gente en todo el mundo le gustan las películas

adnFREARS Un cineasta político Nacido en Leicester, en 1941, Stephen Frears retrató con mirada crítica a la sociedad inglesa en films como Sammy y Rosie van a la cama y la celebrada La Reina. En Hollywood filmó Héroe accidental y Alta fidelidad, basado en un libro de Nick Hornby

norteamericanas, mientras que las demás sólo les resultan interesantes. –Pensé que dirías algo como: “Todas mis películas son de algún modo políticas.” Has dicho eso en algunas entrevistas. –¿Eso dije? Debía de estar borracho. No sé. Digo cosas diferentes en diferentes circunstancias. Soy frívolo. He hecho películas sobre la sociedad en el Reino Unido porque es todo lo que sé sobre esta vidita británica. Por supuesto que terminan siendo políticas. No sabría cómo hacer una película apolítica en Inglaterra. Pero si voy a Estados Unidos diría que están basadas considerablemente en el cine

estadounidense, y no en ese país. Ahora estoy pensando más claramente. No me sorprendería si mis películas americanas fueran más políticas de lo que creía. Por ejemplo, hice una película con Dustin Hoffman [Héroe accidental]. Recuerdo haber pensado: ¡Esto es como Brecht! Creo que debería callarme esto. Estados Unidos es un país fantástico. –¿Vivirías allí? –No. Soy inglés. Soy conservador. Pero es un país fantástico. Tiene una verdadera industria cinematográfica, a diferencia de aquí. Son gente lista. Es sencillamente un país extraordinario. Y ha sido amable con mis hijos. Tras la celebrada La reina, con Hellen Mirren, Frears ha vuelto a reunirse con Michelle Pfeiffer y con el guionista Christopher Hampton –con quienes había trabajado en Relaciones peligrosas– para filmar Chéri, basado en una novela de Colette. El film, que se presentó en febrero pasado en el Festival de Berlín y que aún no se ha estrenado en la Argentina, narra la historia de una cortesana en el París de los años 20, en plena Belle Epoque, que se enamora de un joven veinte años menor. –¿Qué te atrajo de Chéri? ¿La dife-