Tour2014 Vision para Coordinadores


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Visión para Coordinadores

Estamos en

GUERRA

El polvo volaba hacia mi cara mientras manejábamos por los caminos de terracería, ya familiares para nosotros, rumbo hacia los pueblos que hemos ministrado en años pasados como misioneros en Sonora. El Diamante, Caborca, San Felipe, El Último Esfuerzo... la lista de pueblos en los que hemos trabajado seguía y seguía. Estaba tan emocionada de saludar a la gente de nuevo y ver sus rostros conocidos. ¿Que había cambiado? Los caminos parecían ser los mismos, y los cactus se miraban igual. Claro, los niños a los que había ministrado en mi clase de Escuela Dominical habían crecido algo, pero esperaba encontrar, siquiera, a unos cuantos y ponerme al corriente en cómo les había ido en sus vidas... Doblamos una esquina hacia El Coyote, y mi garganta se sentía como espagueti. Estaba llena de emoción, pero todo se entremezcló con nerviosismo. Había entregado años de mi vida a la gente de este pequeño pueblo. La primera casa que visité estuvo llena de gritos de alegría y muchos abrazos por todos lados. Pregunté por algunos de mis alumnos. Mi “tía” Sofía tenía un rostro solemne y serio mientras trataba de no darme toda la mala noticia de golpe. En una casa a la que visitamos estaban muy callados, mientras una chica que había estado en mi clase tenía un bebé en su regazo, pero tenía una mirada de vergüenza en su rostro. Se había ido con un muchacho que no era cristiano, y no estaban casados, pero vivían juntos. Ella ya no iba a la Iglesia. De todo lo que pude juntar de todas esas historias, y de todos los hogares que había visitado, el espagueti en mi estómago se convirtió en cemento. Los niños con los que había trabajado no habían permanecido en el Señor. Ninguno. ¿Qué pude haber hecho mal? Estoy segura que ustedes ya saben esto, pero, estamos en guerra en contra de los poderes de las tinieblas, Jesucristo es nuestro Comandante, y tiene un gran ejército de personas, un ejército que cruza el mundo entero, hablando cada idioma del planeta. Dios tiene una fuerza aérea, marinos y armada naval y un ejército de infantería. Tiene todo lo que cualquier ejército terrenal tiene, y que está en medio de una guerra frontal con el enemigo. Él está peleando por cada vida que existe en este planeta. Y Dios quiere que tú y yo participemos en el área de servicio en la que hemos sido asignados, y que peleemos como si nuestras vidas dependieran de ello.

¿Qué pude haber hecho mal?

Porque nuestras vidas SI dependen de ello.

La más grande batalla que creo yo, estamos peleando es por esta siguiente generación, nuestros niños. Y tristemente…el enemigo está ganando. ¿Cómo me atrevo a decir algo así? Porque estoy cansada de todo el fingimiento. Sólo mira a tu alrededor. La televisión le grita los valores del enemigo a nuestros niños, también lo hacen los video juegos y los mensajes que reciben en la escuela. Reciben horas y horas de lavado de cerebro diario, comparado con el par de horas que reciben en la Iglesia cada domingo. Veo muchas Iglesias en las que los niños están escogiendo NO seguir a Cristo. Se reúnen en el grupo de jóvenes porque es divertido, pero después se dan por vencidos, y dejan de asistir a la Iglesia cuando esto se convierte en su propia decisión. Veo lo que pasó con mi propio grupo de alumnos de El Coyote, de algunos años atrás. Ya ninguno está con el Señor. El Grupo Barna es una compañía grande que investiga cosas interesantes que suceden en el Cuerpo de Cristo. Sus estudios muestran que un niño ha decido en qué creer cuando llega a la edad de 12 años. Aprecio que Barna haya hecho este estudio, pero yo puedo confirmarlo en la vida real. Es muy fácil ver que si no entrenas a tu niño antes que lleguen a los 12 años, se vuelve muy difícil cambiar su forma de pensar. Tú y yo como parte del cuerpo de Cristo, y especialmente aquellos que trabajamos en ministerios de niños…

“La más grande batalla que estamos peleando es por esta siguiente generación”

De cada denominación y de cada país del mundo, debemos dar un paso al frente y luchar por nuestros niños. Estamos al frente de una batalla masiva. Es tiempo que lo enfrentemos y hagamos algo al respecto. Formemos Generales en el Ejército de Dios, no sin antes mencionar a los Cabos, Sargentos Primeros, Sargentos, Mayores y Especialistas. Hay muchísimo Soldado Razo corriendo por todos lados siguiendo órdenes de otros Soldados Razos. OK, vamos a sumergirnos en el meollo del asunto.

Créalo o no, Hay niveles en la Fe cristiana. Comienzas tu vida como Soldado Razo, y si escoges serlo, puedes ser ascendido a otro nivel, y a otro nivel, y continuar creciendo y ser usado por Dios más y más mientras pasan los años. Lo que estoy diciendo es que hay una escalera que subir; pero es la escalera lo que la mayoría de la gente mira. Yo creo que Dios está buscando más generales de

4 estrellas en su ejército en este momento, y yo quisiera ser uno de ellos. Sé que suena loco y arrogante aspirar a ser uno, pero, en serio, ¿Por qué no? ¿No nos pidió Dios que nos esforzáramos por las cosas de los cielos? Para ser honesta, no tengo la menor idea de cuánto me falta para llegar, pero sé que hay muchos niveles más arriba del que estoy en este momento, y continuaré luchando en Dios y aprendiendo y creciendo. Obviamente, no puedo compartir contigo los detalles de los niveles que no conozco, porque aún no los he descubierto, pero Dios me ha pedido que escriba un libro y cubra el entrenamiento para este año y comparta los niveles que ya conozco.

“TODOS comencemos a escalar.”

Necesitamos gente en todos los niveles, y la mejor manera de hacerlo, es que TODOS comencemos a escalar. 1. Tú, como líder, eres un ejemplo a tus maestros y alumnos de tu ministerio. Tus acciones hablan más fuerte que tus palabras. 2. Necesitamos que TODOS nuestros maestros ESTÉN escalando en todo momento. 3. Se honesto con tus alumnos. Muéstrales las 2 escaleras, y ayúdalos a entender cuál es la correcta que deben subir. 4. Entrena a los niños en el ministerio a escalar. En muchos de los casos, no podrán saberlo por si solos. TÚ como líder, asegúrate que no los tengas memorizando cosas y VIVIENDO nada.

El Ministerio Infantil no es sencillo, y definitivamente no es para soldados cobardes. Si de verdad estamos en guerra, libros de colorear y memorizar las respuestas “correctas” de la Iglesia, no serán suficientes. El Ministerio Infantil necesita verdaderos guerreros allá afuera, y tú puedes ser uno de ellos. Hay una lista grande de niveles que estoy cubriendo en mi libro, pero puedo compartir básicamente aquí contigo que TODOS hablan de nuestro ser interior y nuestra relación con Dios. No tienen nada que ver con nuestros logros externos, sean éstos dentro de la Iglesia o no. Tampoco tienen nada que ver con mi trabajo, mis finanzas o dónde vivo.

“Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1 Samuel 16:7

Hay muchos cristianos hoy día que suben por la escalera equivocada, de la misma forma que en los tiempos de Jesús.

“El Ministerio Infantil necesita verdaderos guerreros allá afuera, y tú puedes ser uno de ellos.”

Y las instrucciones de Jesucristo fue: …

“Déjenlos; son guías ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en un hoyo.” Mateo 15:14 ”Pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Éstas son las cosas que contaminan a la persona, y no el comer sin lavarse las manos.”

Mateo 15:18-20

Esto aplica a todas nuestras reglas el día de hoy, así como aplicaba a las reglas de los tiempos de Jesús. Hoy día, en la Iglesia no tenemos la regla religiosa de comer sin lavarnos las manos. Pero si tenemos MUCHAS reglas en TODAS nuestras Iglesias. NINGUNA de ellas se compara con lo que SALE de nuestros corazones.

A Dios le importa MUCHO la escalera interna de la que estoy hablando, y hay versículos por TODA la Biblia que lo prueban. Asumiendo que estás de acuerdo conmigo en que Dios se preocupa más por el interior que por el exterior, vamos a adentrarnos en algunos ejemplos de los escalones a subir en esta escalera. Claro que el primer escalón es ser salvo y dar tu vida a Dios. Después viene la obediencia, leer la Biblia, La Oración, tener iniciativa, dejar que Dios maneje tu vida y arrepentimiento. Yo creo que la segunda más importante decisión en tu vida es la siguiente: con quién te casarás y con quién pasarás el resto de tu vida aquí en la tierra. Esta decisión lo cambia todo, porque te unes con alguien más para subir por esa escalera.

Tú y yo, como líderes del Ministerio Infantil NO DEBEMOS dejar a nuestros pobres adolecentes solos en esta decisión muy importante en sus vidas. Otros escalones por subir siguen a éstos; convertirse en una persona responsable, formando el carácter de Dios en ti (teniendo valores), sacrificio y algo importante, la fe. Es importante el aprender a reconocer la voz de Dios y cómo obedecerlo, aun cuando no sepas el porque te está pidiendo que hagas algo. Los siguientes niveles son el aprender a pedirle a Dios que te use, y aprender a pedir SU dirección en cada decisión. Necesitamos aprender a servir a Dios en donde Él nos quiera tener, y tener la humildad suficiente para saber que Él no nos necesita para hacer nada.

“Esta decisión lo cambia todo.”

“Esto puede llevar años, y tengo muchas historias de triunfo, como de fallas.”

Cuando estemos listos, Dios nos dará un ministerio, ya para ese punto hay muchos niveles de prueba y dolor en el crecimiento. Aprendemos de la fe cuando Dios extiende su mano a nosotros más allá de lo que podamos soportar, y crecemos más y más en la obediencia, sacrificio y fe. Esto puede llevar años, y tengo muchas historias de triunfo, como de fallas. Pero si fallas un escalón, sólo debes volver a intentar hasta lograrlo, después de eso, sigue subiendo.

ORACIÓN DE JEREMÍAS “SEÑOR, yo sé que el hombre no es dueño de su destino, que no le es dado al caminante dirigir sus propios pasos.” Jeremías 10:23 En mi vida el próximo escalón ha sido el convertirme en una verdadera esclava. Mis decisiones diarias dejaron de ser mías. Viví los primeros años como una “empleada” de Dios con lo que Él quisiera de mí de 9 A.M a 5 P.M de lunes a viernes. Un día, Dios decidió subir mi categoría de “empleada” a “esclava”. Mi tiempo dejó de ser mío, los fines de semana y las noches entre semana también se convirtieron de Él. Aprendí a escuchar su voz más clara en todo momento, también de NUNCA DE LOS NUNCAS decir “NO” a nada de lo que pida que haga. Todo este tiempo fue de entrenar, entrenar, entrenar; porque un día, Dios me dijo que yo conocía para qué trabajo me había llamado a hacer, y que ahora está libre para solamente “hacerlo”. El siguiente escalón en la escalera fue cuando Dios me llamo SU amiga y me devolvió mi vida. Aun soy una esclava suya, pero Él ya no tiene que micro-gestionarme (decirme todo lo que debo hacer). Yo ya se lo que Él quiere, y sé cuándo debo decir NO a ciertas peticiones, porque el tiempo es limitado. Yo sé que el trabajo en que Dios me ha puesto está en mis manos y siento el peso de la responsabilidad. Pero, a pesar de eso, siento mucha libertad, y yo sé que Dios ha puesto toda su confianza en mí para este proyecto.

“El próximo escalón ha sido el convertirme en una verdadera esclava.”

El Rey de Reyes Máximo me ha dado una tarea específica, me entrenó por años en ella y después me dio la libertad de trabajar duro y sacar el trabajo adelante. Me toca participar en la Obra de Dios, y se siente grandioso. Sé que estoy sirviendo a nuestro Señor de Señores y que un día Él me recompensará por mi trabajo, y pondré mi corona a sus pies.

Esta es la escalera que queremos enseñarle a nuestros niños que suban. No es como en el caos político que muchas veces llega a meterse a las iglesias. No se comprara a donde nosotros escalamos: de Trabajador de Niños a Trabajador de Jóvenes y finalmente a Pastor General.

“Dios tiene una tarea para cada uno de nosotros.”

Dios tiene una tarea para cada uno de nosotros. A algunos les tocará la infantería, a otros los marinos y aun otros la armada. Necesitamos maestros llamados al ministerio infantil que tomarán el trabajo en serio. Necesitamos líderes que están subiendo su escalera “interna” para que ellos, de la misma manera, enseñen a sus alumnos a hacer lo mismo. Todos necesitamos subir, pero la escalera CORRECTA. Aunque yo he tenido años de enseñanza y sacrificio doloroso, y aunque fui una completa esclava por años; ahora disfruto de un ministerio que nunca hubiera soñado tener.

Y al sacrificarle mi vida a Dios, lo encontré. “Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. 25 Porque el que quiera salvar su *vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.” Mateo 16:24-25

Entonces, si estás listo, haremos un evento para ¡capacitar a tus maestros! Hermana Kristina Krauss

Si le interesa mas sobre el tema, se puede conseguir el libro completo.