TODO CAMBIADO Andando el tiempo, tronadores del desaliento, Castígame el triunfo del que recibe el encuesto. En mi miseria vuelan las nidadas de malos augurios Y el estrepitoso silencio del atardecer Que caído sobre mí lo dice todo. ¿Por qué recibe el regalo el ladrón del coche? Comenta el viejo que encorvado sufre Naciendo el niño, se goza en el pobre Que rogando migajas lo recibe todo. Hoy desecho el mérito de mis propios caminos Solo veo la gloria de la vida nueva. No añoro el suspiro de la trascendencia Si el ancla de mi alma lo remonta todo. ¡Oh Dios de mi alma que todo lo truecas! Miraste mi muerte en la oscura noche; Vertiste mi vida en perdurable molde; Y hoy reposas mi cuerpo al lado del tuyo. Que me queda a mí si acabado lo pules De impurezas y mugre cabal lo limpiaste. Que digo de mí si lo hiciste todo Si el hombre de ayer lo has crecido niño. Por Jorge Eladio Pérez Argibay Usado con permiso Este escrito es una contribución de la agrupación para eclesiástica cubana: Ministerio CRISTIANOS UNIDOS. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.