The final word in this brief catechesis on the events of Fatima

Page 1 ... Francisco received this particular vocation with great joy. “You tell her,” he was reported as responding,. “that I will give her as many Rosaries as she ...
173KB Größe 8 Downloads 0 vistas
P REPARING FOR THE C ONSECRATION OF THE A RCHDIOCESE OF S AN F RANCISCO TO THE I MMACULATE H EART OF M ARY Part 34

The final word in this brief catechesis on the events of Fatima must belong to the three shepherd children of Fatima, who teach us so much by their holy lives. They personify the Fatima message. Each of the children was given a different vocation by Our Lady. Francisco and Jacinta were both chosen to die young, offering their lives to Our Lady. Lucia was chosen for a different path in order to spread devotion to the Immaculate Heart of Mary. St. Francisco was called to the vocation of consoling the hearts of Jesus and Mary through a life of intense prayer. Indeed, Our Lady had said that he would go to Heaven only after praying many Rosaries. Francisco received this particular vocation with great joy. “You tell her,” he was reported as responding, “that I will give her as many Rosaries as she desires!” Francisco could hardly remember any of the details of the apparitions; he could only think about how Our Lady had shown them her Immaculate Heart pierced with the thorns of sins and how she had said that sins offended her Son so very much. Francisco could think of nothing else. He sought to do all in his power to console the Hearts of Jesus and Mary. St. Francisco spent long hours in church, adoring the Blessed Sacrament. Oftentimes, he would hide himself in the church so that he could spend time alone with Our Lord and Our Lady in the holy intimacy of solitude. He became a true apostle of the Holy Rosary, like St. Dominic, teaching his companions to pray the Rosary daily. When asked what he wanted to be when he grew up, he would answer with deep love for Jesus and Mary: “I don’t want to be anything. I just want to die and go to Heaven.” He was 10 years old. In late October of 1918, the entire family of Francisco and Jacinta came down with influenza. Only Manuel Marto did not get sick, allowing him to care for his sick family. Our Lady appeared again to Francisco and Jacinta, telling them that she would take them to Heaven soon. †

La última palabra en esta breve catequesis sobre los acontecimientos de Fátima debe pertenecer a los tres pastores de Fátima que nos enseñaron tanto por sus vidas santas. Ellos personifican el mensaje de Fátima. Cada uno de los niños recibió una vocación diferente por parte de Nuestra Señora. Francisco y Jacinta fueron elegidos para morir jóvenes, ofreciendo sus vidas a Nuestra Señora. Lucia fue elegida para un camino diferente para poder difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María. San Francisco fue llamado a la vocación de consolar los corazones de Jesús y María a través de una vida de intensa oración. De hecho, Nuestra Señora había dicho que él iría al Cielo solamente después de orar muchos Rosarios. Francisco recibió con gran alegría esta vocación particular. “Dile a Ella” se reportó como el respondió, “que yo le daré a ella cuentos Rosarios ella desee” Francisco no podía recordar ninguno de los detalles de las apariciones; el sólo podía pensar en cómo Nuestra Señora les había mostrado su Inmaculado Corazón traspasado con las espinas de los pecados y cómo había dicho que los pecados ofendían mucho a su Hijo. Francisco no podía pensar en otra cosa. Él trató de hacer todo lo que estaba en su poder para consolar los Corazones de Jesús y María. San Francisco pasó largas horas en la iglesia, adorando al Santísimo Sacramento. A menudo se escondía en la iglesia para poder pasar tiempo a solas con Nuestro Señor y Nuestra Señora en la santa intimidad de la soledad. Él se convirtió en un verdadero apóstol del Santo Rosario, como Santo Domingo, enseñando a sus compañeros a rezar el Rosario diariamente. Cuando se le preguntó qué quería ser cuando creciera, el respondió con profundo amor por Jesús y María: "Yo no quiero ser nada. Sólo quiero morir e ir al Cielo ". Él tenía 10 años. A finales de Octubre de 1918, toda la familia de Francisco y Jacinta sufrieron de gripe. Solamente Manuel Marto no se enfermó, permitiéndole a él de cuidar a su familia enferma. Nuestra Señora apareció otra vez a Francisco y Jacinta, diciéndoles que los llevaría al Cielo muy pronto. †