Espectáculos
Página 4/Sección 4/LA NACION
2
3
Domingo 4 de febrero de 2007
Master Plan del Teatro Colón
Textiles, la otra gran joya Evalúa Irene Tomedi, restauradora del Santo Sudario
CANAL 7
Rada junto a los invitados al programa inaugural de anteanoche
Varias notas; ninguna melodía Regular
✩✩ Lo de Rada, programa de música y humor. Anfitrión: Rubén Rada. Idea original: Daniela Salatino, Angeles Ceruti, Anselmo Blotta, Martiniano Cardoso y Maximilano Benavídez. Guión: SalatinoCardoso-Benavídez y Ceruti. Escenografía: Tete de Mendoza. Sonido: Carlos Lonero. Producción ejecutiva: Daniela Salatino. Dirección: Guillermo Vittori. Por Canal 7, los jueves, a las 23.
Llevamos mucho tiempo disfrutando de esa rara, feliz y casi única mezcla de talento musical e histrionismo con la que Rubén Rada convierte cada uno de sus conciertos en una verdadera celebración. Esa festiva presencia del cantante, percusionista y showman uruguayo nos, siempre grata y familiar desde el escenario, nunca tuvo su correspondencia en la pantalla chica, aunque el hombre supo salir airoso –a fuerza de carisma y de su disposición a divertirse y jugar con su propia imagen– cuando fue convocado a participar en Gasoleros. Y todavía más festejadas, aunque pocos lo recuerden, fueron algunas fugaces apariciones suyas en sketches junto a algunos talentosos compatriotas en ciclos cómicos de otros tiempos que dejaron su sello, como Decalegrón. Allí quedó en claro que Rada es también un humorista inspirado. A partir de estos antecedentes y de la actualidad musical de Rada, podía esperarse mucho de esta incursión te-
levisiva que lo tiene como actor cen- programa. Rada no siente ni asume la tral. Pero así como en su momento tarea del conductor y un programa de llegó a reconocerse que las grabacio- TV de estas características no funciona nes no reflejaban a pleno el espíritu sin conductor. Alguien que sea capaz de regocijante de las actuaciones en vi- unir a los invitados en una charla con vo, ahora hay que decir que, al menos denominadores comunes (aquí, Rada en el debut, Lo de Rada todavía está se limitó a preguntarle a cada uno qué lejos de lo que puede esperarse de su estaba haciendo y a agradecerle su preprotagonista como figura televisiva. sencia) y que le otorgue sentido y sigTal vez el mayor error connificado a cada segmento, que sista en pretender que el homcomenzaba y terminaba según bre llegado a la pantalla de criterios de montaje y posproducción, dejando al programa Canal 7 con la idea de “traer un nuevo color a la televihuérfano de continuidad y de sión” desempeñe una tarea un eje conductor. puntos Hay ejemplos al respecto para la que no parece destique el nutrido grupo responnado, por más empeño y en■ Por debajo sable de la idea del programa tusiasmo entregados en pos de las expecy de un guión que parece aude ese cometido. tativas, quedó Es oportuno presentar a sente debería tener en cuenúltimo en su Rada como anfitrión de un ta: desde aquella gratísima exfranja y lejos encuentro entre amigos, periencia con el sello de otro de los demás que comparten un living gran uruguayo, Juan Carlos y se disponen a compartir Mareco (Cordialmente, modelo distintos números artísticos y musi- en el género) hasta el reciente, ameno y cales que, en más de un caso, los ten- prolijo TVO de Alejandro Fantino. Sin anclajes ni hilo conductor, Lo de drá a ellos mismos como protagonistas. Con ese espíritu acudieron a la Rada navega a la deriva y sale a flote cita en la emisión inaugural China sólo por momentos, como cuando Rada Zorrilla, Miguel Angel Rodríguez, el explora con gracia e ingenio la cuerfileteador Martiniano Arce, Sabrina da del humor y la música vestido coGarciarena, Marcelo Figueras, Patri- mo su álter ego Richie Silver. Todavía cia Sosa y Guillermo Vilas, junto con hay tiempo para corregir el rumbo y una big band cuyo repertorio va del aprovechar un material disponible más que propicio: aquí, el trabajo de escerockabilly al jazz latino. Pero la sinceridad del oriental (cuan- nografía, iluminación y, sobre todo, de do les dice a sus invitados que están “en sonido, es de altísima factura. un boliche y no en un programa de TV”) deja al descubierto el gran déficit del Marcelo Stiletano
0,5
Después de la discusión que suscitaron en distintos ámbitos de la cultura los posibles efectos que podrían ocasionar las obras del Master Plan sobre la acústica del Teatro Colón, el otro gran tema –ambos, íntimamente relacionados– es la restauración de sus viejos textiles. A casi 100 años de inaugurado el teatro, gran parte de sus telas (el gran telón, los cortinados laterales, los bandeaux y las cantonnières, entre otros) se encuentra muy arruinada. El desafío es poder discernir cuáles daños pueden ser reparados y cuáles no, y de eso depende en gran medida el uso funcional que tenga cada pieza. A realizar esta evaluación, entre otras, llegó a la Argentina la restauradora italiana Irene Tomedi. Con un currículum impactante, en el que figura su participación en la restauración del Santo Sudario y la puesta a punto de toda la tapicería del teatro La Fenice de Venecia –antes del incendio que lo destruyó–, Tomedi ocupó su semana en el Colón para revisar, evaluar, cotejar y concluir qué se debería hacer con los textiles comprometidos. Parte de esa evaluación se basa en un principio ético profesional –casi una postura política– que la especialista destaca desde el comienzo de la charla. “Estoy en contra de hacer o impulsar a que otros hagan un patchwork entre lo nuevo y lo viejo. Frente a una pieza muy dañada es mejor apuntar a su restauración conservativa para un museo y reemplazarla con una copia. Además es importante que todo se atenga a las normas imperantes de seguridad. La Fenice fue una gran prueba de lo que no se debe hacer”, explica Tomedi. De esto se desprende que gran parte de los textiles de la sala serán reemplazados; su estado actual no permite una restauración adecuada, sobre todo si se tiene en cuenta que muchas de esas telas son de uso continuo, como es el caso del gran telón y de los cortinados de los palcos. “El reemplazo es imposible de evitar, no sólo porque hay que cambiar las telas por otras que sigan las normas contra fuego imperantes, sino que con el uso que tienen la restauración no duraría ni diez años, por lo que no valdría la pena ni el gasto ni el trabajo”, continua. Irene Tomedi entró en contacto con los responsables del Master Plan hace dos años, en ocasión de un viaje a Venecia que realizó
Tomedi también restauró a La Fenice de Venecia antes del incendio RODRIGO NESPOLO
la arquitecta Sonia Terreno, coordinadora general de las obras, en busca de especialista en materia textil. Durante todo este tiempo fueron compartiendo pareceres, uno de los cuales se basa, precisamente en el modo de trabajo. “Con la doctora Tomedi coincidimos en no hacer un falso histórico; también en ser muy conservadores y no cambiar la estética de la sala. Después vino la discusión de si se puede o no se puede descoser y recolocar una pieza; se pueda o no se pueda, no estamos de acuerdo en hacerlo: no duraría”, resume Terreno. Gran parte de las observaciones de las dos mujeres estaban muy influidas por la visita que realizaron minutos antes del encuentro con LA NACION a la sala de uno de los subsuelos del teatro, donde estaba desplegado el gran telón. Frente a la opinión de algún otro observador ocasional que pretendía que, si el telón no podía ser restaurado, al menos se pudiese salvar el aplique inferior, Tomedi rechazó esta posibilidad por el grado de deterioro que sufre.
A modo de símbolo Quizá como valor simbólico puedan quedar algunas piezas originales –ya restauradas– en la sala. Las demás irán al museo del teatro o a
Debut en el Town Hall de Nueva York
algún depósito, a la espera de que la limpieza de los textiles nuevos posibilite su uso temporal. Parte de esta nueva evaluación realizará la especialista italiana una vez que vuelva a su ciudad, Bolzano. Hacia allá partirá en los próximos días con un bandeau y una cantonnière, piezas que estudiará para su restauración. “Una de las cosas más importantes en la restauración es el lavado de cada pieza. Cuando el polvo anida en el interior del entramado de la fibra, ésta se seca y se vuelve frágil. Esa limpieza es posible hacerla con agua desmineralizada y un detergente neutro. Se debe descoser cada tela y lavar cada paño en forma particular; luego se estira y se estaquea con finísimos alfileres que no la lastimen para que seque con estabilidad y sin plancha. Una vez que está limpia, se interviene en la parte dañada y se vuelve a coser a mano”, describe Tomedi. Este tipo de trabajo de gran intervención artesanal no está incluida en la licitación de las obras de la sala, ya que lo contratará el Ministerio de Cultura después de las conclusiones a las que arribe Tomedi, quien podrá evaluar el tiempo que demandará y el costo.
Verónica Pagés
Villazón, con arias de zarzuela El tenor cantará en Francfort
La cantaora conjuga la música española con el jazz, el tango o el blues
Flamenco mestizado Estrella Morente une diversos géneros NUEVA YORK (EFE).– Que el flamenco es un arte capaz de conjugarse con el jazz, el tango o el blues es algo que entiende bien la cantaora española Estrella Morente, autora de algunos de los mestizajes más sublimes, que anoche debutó en Nueva York. “Vengo con un respeto tremendo a esta ciudad, donde cada día llegan propuestas y tendencias de todo el mundo. Pero vengo dispuesta a desnudar mi alma, a mostrar lo que soy y de donde vengo”, dijo la artista en unas declaraciones a EFE. Aunque la cantaora tiene sólo 26 años, acumula gran bagaje en el mundo del cante, tanto por méritos propios como por herencia, influida por su madre, la bailaora Aurora Carbonell, y su padre, el gran cantaor Enrique Morente, a quien The New York Times consideraba ayer mismo uno de los “gigantes” del flamenco. Ello le ha dado un profundo conocimiento de su arte, y le ha permitido moverse con soltura y acierto desde el flamenco más puro hacia otros estilos musicales, como ha demostrado en uno de sus últimos trabajos, Mujeres, que ayer presentó en el Town Hall. En este trabajo, la joven granadina aborda algunos de los palos más puros del flamenco, como las tarantas, las bulerías o las soleás, pero también se atreve con propuestas más arriesgadas, como el “Ne me quitte pas”, de Jacques Brel, tal y como la interpretó Nina Simone. Además, abordará en clave flamen-
ca algunos tangos argentinos, entre ellos “Volver”, de Carlos Gardel, que interpreta en play-back la actriz española Penélope Cruz en el último film de Pedro Almodóvar. Pese a estas incursiones en otros estilos, Estrella Morente asegura sentirse más cantaora que cantante, y considera que el flamenco es lo suficientemente grandioso y universal para abrirse a otras influencias. “Yo soy cantaora flamenca, y me gusta el cante puro. Aunque si se me presenta la ocasión de mezclarlo con otros estilos, no me lo voy a pensar dos veces”, dijo la artista, que ayer actuó acompañada de Tío Montoyita, en la guitarra, y del gran pianista argentino Leo Sujatovich. La artista reconoce: “Viniendo de donde vengo, sería imposible tener otra filosofía”, ya que, según recuerda, su padre fue el primero que se atrevió a fundir su voz con el rock and roll o el jazz. Precisamente, la cantaora debutó en los años 90 en el disco que Enrique Morente hizo con el grupo de rock Lagartija Nick, Omega, y que se convirtió en un hito en la fusión del flamenco con otros estilos. “En mi casa se oye un abanico tan extenso de música, que no entendemos de topes ni limitaciones”, afirma Estrella Morente, sin prestar demasiada atención a las críticas de los firmes defensores del flamenco puro. “Mi padre siempre ha acallado las críticas de una sola manera: con su arte.”
FRANCFORT (DPA).– El tenor mexicano Rolando Villazón ofrecerá en marzo tres veladas de canto en Alemania, en las que interpretará por primera vez arias de zarzuelas españolas, además de clásicos de la música italiana y francesa. “Me alegra poder cantar por fin en mi lengua”, dijo el artista, al presentar en Francfort el programa de conciertos. El cantante nacido en México, que integra el “dúo de ensueño” de la música clásica con la soprano Anna Netrebko, recalcó que sus raíces están en la música clásica. “No haré excursiones en otros géneros como la música pop. Soy y seguiré siendo cantante de ópera.” Prueba de ello son las arias de zarzuela que presentará en
Interpretará en su lengua ARCHIVO
Alemania y que grabó con su amigo y mentor Plácido Domingo como director. “Mire –dijo Villazón en una entrevista–, en México somos muy cantarines; nos gusta cantarlo todo. El desarrollo de la ópera acá no es como en Europa, pero es lógico que surjan voces importantes, por esa afición que tenemos a cantar. Yo empecé así, cantando las canciones ligeras que le escuchaba a Plácido Domingo.” La carrera internacional del tenor mexicano comenzó en el concurso, el Operalia de Domingo, cuyo segundo premio –entre otros– obtuvo Villazón en 1999.