Tema Navideño - ObreroFiel

La Biblia dice, allá en el libro de los Proverbios: INSTRUYE AL NIÑO EN SU CAMINO Y. AUN CUANDO ... Y sin duda que es a nosotras las madres, a quienes corresponde sembrar la semilla de la fe en el corazón de ... separó de Dios. La desobediencia de nuestros primeros padres hizo que Dios se apartara de ellos.
84KB Größe 6 Downloads 29 vistas
Tema Navideño Por Arlina Cantú Ha sido grato para mí conocer a las festejadas de esta tarde. Tres mujeres embellecidas por la dulce espera de la maternidad...y me he puesto a reflexionar acerca de la capacidad de espera que tenemos los seres humanos. Por hablar de algunas situaciones que para ustedes son cotidianas, vemos que hay que esperar en la fila del puente para pasar de compras al lado americano, hay que esperar el avión cuando se retrasa, hay que esperar a los niños de la "rola", hay que esperar turno en la sala de belleza, etc., y considero que somos las mujeres las que disfrutamos de la mayor capacidad para esperar y, dígalo si no, la espera de nueve largos meses para ver llegar al mundo a un hijo. Ahora bien, toda actividad humana implica una serie de responsabilidades, y la llegada de un hijo no puede ser menos. Me atrevería a afirmar que todas las mujeres que hemos experimentado la dicha de la maternidad, esperamos a cada hijo con gozo y con emoción, así sea éste el primero, el tercero, o el último, hacemos una serie de preparativos y conseguimos entusiasmar a todos los familiares en esa alegría nuestra...pero ... ¿cuántas de nosotras recordamos cada día la obligación de velar por la vida de ese hijo? La Biblia dice, allá en el libro de los Proverbios: INSTRUYE AL NIÑO EN SU CAMINO Y AUN CUANDO FUERE VIEJO NO SE APARTARÁ DE ÉL. Y la aplicación práctica al respecto, es que debemos estar atentos en todo momento de la vida de nuestros hijos e indicarles el camino correcto que deben seguir, porque todos hemos venido al mundo para algo específico según el plan de Dios y a nosotras corresponde averiguar qué es lo que cada hijo va a ser en la vida y ayudarlo y alentarlo para que logre superarse; y esta superación se inicia desde el primer día de nacidos. Según las opiniones científicas, un niño que experimenta los cuidados y el calor maternal desde que nace, va a ser un niño seguro de sí mismo. Se habla, por ejemplo, refiriéndose a un solo punto, sobre la alimentación del bebé, que si la madre no está capacitada para alimentarlo por el medio natural que Dios dispuso y debe hacerlo por medios artificiales, llamémosle así, se recomienda al menos, sostenerlo entre los brazos mientras come, para que el calor del cuerpo maternal lleve al cerebro del bebé, vibraciones amorosas que le hagan placenteros los primeros días de su estancia en el mundo: y así, día a día, debe la madre mantenerse cerca de su hijo, tanto física como espiritualmente. Pero hay algo de suma importancia que debe mencionarse para tenerlo siempre en mente: que los hijos que tenemos ya, o que hemos de tener, no nos pertenecen por entero. Las Sagradas Escrituras dicen al respecto: HERENCIA DE JEHOVÁ SON LOS HIJOS Y COSA DE GRAN ESTIMA EL FRUTO DEL VIENTRE; por tanto, esos hijos que vemos crecer a nuestro lado, son la oportunidad que Dios nos brinda de colaborar con él para mejorar el mundo, y son, al mismo tiempo, una gran responsabilidad de la que tendremos que rendir cuentas si fuimos eficientes o no, en ese cuidado. Entonces, debemos agradecer a Dios cada día por el alto privilegio que nos concede de participar con él en cuidar de esos hijos, y a ellos, (a nuestros hijos) enseñarles que las riquezas materiales proporcionan tranquilidad pero que no deben ser el núcleo vital de nuestra existencia. Así como durante la espera, el hijo está ligado a su madre por el cordón umbilical, cuando ya se convierte en una personita responsable, deberá depender del cordón de la fe que lo una a su Creador. Y sin duda que es a nosotras las madres, a quienes corresponde sembrar la semilla de la fe en el corazón de nuestros hijos, ¿y cómo? pues adquiriendo conocimientos acerca de lo que Dios quiere de nuestras vidas y enseñándoles así, rectamente, sin distorsionar los mandatos de Dios con ordenanzas del mundo.

Tenemos un ejemplo claro y actual de cómo se distorsionan las enseñanzas bíblicas. Se acerca ya la navidad, podemos escuchar por todas partes las tradicionales melodías de la época, vemos por todas partes adornos alusivos y un sin fin de detalles que nos hacen prepararnos anímicamente a la celebración, pero ¿cuántas de nosotras recordamos el verdadero signifcado de la navidad? Esta fiesta, que debería ser la más grande e importante para todos, porque fue cuando la humanidad se reconcilió con su Creador, se ha desvirtuado, y en el lugar de aquel Niño humilde de Belén, ponemos a un señor de venerables barbas para que se ocupe de traer los regalos de nuestros hijos y quitarnos así, el trabajo de explicarles el verdadero significado de la navidad. Sólo en esta fecha del año recordamos que Jesús nació en un establo de Belén. La misión salvadora que lo trajo a la tierra le hizo despreciar el esplendor de las riquezas y podemos fácilmente imaginar el cuadro del pesebre de Belén. Un establo, un verdadero establo, no es el alegre y ligero pórtico que contemplamos en las tarjetas de navidad. No es tampoco el nacimiento de yeso que la fantasía de los figureros ha imaginado en los tiempos modernos, con su pesebre aseado y adornado, con su borrico estático, el buey compungido y los pastores arrodillados, un establo no es más que cuatro paredes toscas y un piso sucio, un lugar oscuro y fétido que sirvió para recibir al Hijo de Dios encarnado. Y ¿por qué quiso Jesús venir al mundo? Porque con el pecado de Adán y Eva, la humanidad se separó de Dios. La desobediencia de nuestros primeros padres hizo que Dios se apartara de ellos porque su perfección absoluta no podía admitir ni la más leve sombra de pecado. Pero el Creador no iba a dejar que la obra de sus manos quedara sola y desamparada en el mundo y dispuso entonces un plan de salvación para que por la venida al mundo de su hijo Jesucristo y su muerte en la cruz, quedara restablecida la armonía de nuevo ente Dios y los hombres. Es Jesús, entonces, aquel niño Dios nacido en una noche invernal, el único puente entre Dios y los hombres, porque por su naturaleza divina está unido a Dios y por su naturaleza humana, a los hombres, estableciendo así el puente divino de la salvación. Fue, pues, en una navidad, cuando Dios hizo al mundo el regalo más sublime, lo más amado para él, que es su hijo Jesucristo. Pero si la Navidad es para festejarse una vez al año, el verdadero significado de ella es para recordarlo día con día, porque cuando nosotras y nuestros hijos hayamos llenado nuestro espíritu con la vivencia de la Navidad, podremos tener una visión más amplia del verdadero amor de Dios. Y aún más, dentro de nuestra labor encauzadora de la vida de nuestros hijos podemos recordar que las Sagradas Escrituras dicen del niño Jesús, un poco más crecido ya, que crecía en sabiduría y en estatura y en gracia para con Dios y para con los hombres; nosotras podemos también alcanzar esto para nuestros hijos si vivimos pendientes de que su vida tenga un sentido, que no padezcan ese vacío interior que hace infelices a los humanos. El que logra atesorar riquezas espirituales, puede ver hacia su interior y ser feliz. ¿Por qué entonces se dan regalos en navidad? porque como el hombre fue hecho a la imagen y semejanza de Dios, tiene actitudes que lo asemejan a ese Creador, de esta manera, al dar regalos a los seres queridos, intenta compararse con Dios, dando lo mejor que tiene de sí, de ahí que nos esforcemos por darles a nuestros hijos a veces los regalos más caros, los más ostentosos, o los más deseados por ellos.

Dejemos pues a Santa Claus como lo que es, una figura decorativa que nos han compartido nuestros vecinos del país del norte, y esforcémonos porque esta navidad sea la primera, o una más, en la que nuestros hijos aprendan o recuerden que sus regalos les han sido dados en recuerdo de aquel niño hermoso de Belén que fue el mayor regalo que Dios hizo a la humanidad en lo que fue en ese entonces, LA PRIMERA NAVIDAD. Usado con permiso. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.