Tekis: cuando pase el temblor

8 jul. 2007 - jazz local. Patricio Carpossi: estilo depurado con imágenes sonoras. FACUNDO BASAVILBASO. César Pradines. Gabriel Plaza. Espectáculos.
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Espectáculos

Domingo 8 de julio de 2007

LA NACION/Sección 4/Página 5

Calamaro y los Fitipaldis

EFE

Tras la gran expectativa que se generó cuando anunciaron una gira española, Andrés Calamaro y Fito Cabrales (Fito & Fitipaldis) dieron anteanoche en Getafe, cerca de Madrid, el primer show del tour Dos son multitud.

ADRIAN QUIROGA

El sexteto jujeño, durante la presentación de su último disco

Tekis: cuando pase el temblor Bueno

✩✩✩ Mamapacha, presentación del disco de Los Tekis. Con Mauro Coletti (vientos y coros), Sebastián López (voz y charango), Walter Sader (guitarras, percusión y coros), Juanjo Pestoni (percusión), Pipo Valdez (guitarras, vientos, bajo y coros), “Pucho” Ponche (bajo eléctrico). Anteanoche, en el ND/Ateneo.

Se dice que los jujeños esperan todo el año para el tiempo del carnaval. Es el momento en que todos son iguales, blanqueados por la harina, entremezclados en perfume de albahaca y acullico de coca, embebidos en chicha de maíz y saratoga, bailando y desatando la alegría contenida durante el resto del año. El último disco del grupo jujeño Los Tekis está rodeado de todo ese clima festivo y popular, de la nostalgia del pago y las realidades urbanas de los habi-

tantes de la quebrada. Todo converge en un álbum que los muestra musicalmente maduros, alejados de esa estética más híbrida de los noventa, y donde encontraron en los ritmos de su región y en esa semejanza con el poderío de las bandas de sikuris y la actitud del rock una síntesis de su propuesta. En la presentación del disco en Buenos Aires el grupo se encarga de transformar un concierto capitalino, con la frialdad de invierno de fondo, en un adelanto del febril carnaval jujeño en febrero. La comunidad de su provincia está presente. “Aguante el lobo”, le grita al grupo una banda de aficionados vestidos con la camiseta de Gimnasia Esgrima de Jujuy desde la popular y Los Tekis responden a ese guiño regional –ubicados a unos 1800 kilómetros del pago– con una selección de carnavalitos, huaynos, tinkus, takiraris y sayas, que hacen temblar el teatro durante casi dos horas. El grupo irá ca-

lentando el ambiente. Comenzarán con los temas más profundos y de temática más introspectiva del disco Mamapacha como “Las manos del alfarero” (uno de los mejores del nuevo CD, por su sencilla profundidad), “Jilguero de flores” (con esa sonoridad más power de aires de tinku) y una muy buena versión del clásico “Doña Ubenza”, de Chacho Echenique. En ese camino reflexivo la banda asume su cruce entre lo regional y lo urbano, pero sin caer en el clisé pop, en el poderoso tinku “Sigue el cambalache”, con la celebrada presencia de Rubén Patagonia, guitarras distorsionadas y una letra que es un alegato sobre el problema de las tierras. De ese comienzo en el que la gente se mantiene sentada en sus butacas la banda pasará a esa sonoridad bien popular y para bailar, donde la influencia andina de Los Kjarkas, la polenta de los vientos, la fuerza de una

base gorda, bien sayera y boliviana, se hace notar en una selección de carnavalitos que empuja la tracción de un grupo que no dejará sentar más a su público hasta el final del show. La temática del carnaval alrededor de su último disco se impone con su toque local y también con esos ritmos y versos populares de inevitable alegría, que repercuten en el público, que tira papelitos al aire y hace sonar sus silbatos. Luego, la banda sorprende con una grabación en off sobre la ley de estupefacientes y la reglamentación que permite el uso de hoja de coca en todo el país, para dar paso a la canción de aires potosinos “Oro verde”. Después llegarán takiraris con su toque local y melancólico como “No vuelvo a amar” o la más cumbiera “Llorar, llorar, llorar”. Y es que en el tiempo del carnaval el baile es el protagonista.

Gabriel Plaza

De tono moderno e ideas propias Muy bueno

✩✩✩✩ Presentación del disco Vidrieras, del guitarrista Patricio Carpossi, con Mariano Loiacono en trompeta, Ramiro Flores en saxo tenor, Hernán Merlo en contrabajo y bajo eléctrico, y Rodrigo Reparaz en batería. En Virasoro Bar.

Cuando nos referimos a la vitalidad que exhibe la escena del jazz local, estamos apuntando a dos aspectos, que son el surgimiento de nuevos valores y el cuerpo de composiciones que van surgiendo de sus trabajos y que son un testimonio de este proceso. En el caso del guitarrista Patricio Carpossi, se cumplen estos dos parámetros. Un nuevo valor, con talento para la escritura. En su primer disco Vidrieras, el músico propuso una mirada de tono introspectivo. Un mundo interior en el cual el lirismo parece ocupar el centro. El guitarrista, en su presentación en Virasoro Bar (donde, por cierto, se cambió el escenario de lugar, con lo cual mejoró sensiblemente la visión que tiene la audiencia de los músicos) dejó en evidencia un criterio de concisión a la hora de componer, que nos permite hablar de una pronta madurez del artista. “Collage” fue introducido con una frase que tiene la forma de un riff

FACUNDO BASAVILBASO

Patricio Carpossi: estilo depurado con imágenes sonoras

sobre el que el saxofonista Ramiro Flores desarrolló una línea de tono claramente bop. Al solo de saxofón le siguió un arreglo en el que contrabajo y batería quedaron solos en un diálogo que poco a poco fue tomando calor hasta que Flores y Carpossi resolvieron con sus intervenciones poner fin a ese extenso arco de tensión

creado. El guitarrista tiene un estilo técnico depurado y una facilidad para desarrollar desde su encordado imágenes sonoras. Su mensaje parece tener por detrás una permanente edificación de climas que le dan un contorno a su discurso. En “Felipe”, la introducción estuvo a cargo de Mariano Loiacono; el aire

de trompeta sonó a un primer bosquejo que, unos compases más adelante, Carpossi se encargó de definir con la construcción del que sería el motivo central de este tema. El camino de esta composición mostró que una y otra vez, con las improvisaciones que se fueron sucediendo, regresaba a la línea principal para salir, nuevamente, en busca de algún horizonte. En las composiciones de Carpossi, el juego está muy repartido, lo cual hace que, frente a estos músicos de buen nivel técnico, el material resulte, además, entretenido. “Para Dante” es una balada cuya melodía resulta lejanamente familiar. Tiene algo de canción de cuna, y el trabajo del contrabajista Hernán Merlo, pilar rítmico del grupo, fue arropar el lirismo de esta composición. “Chim y Churri” fue el tema más potente de la noche. Sobre una cadencia suavemente funky, guitarra, trompeta y saxo se embarcaron en un contrapunto que puso a la audiencia en sintonía con ese ritmo punzante. La música de Carpossi mostró un planteo de arreglos de tono moderno y un artista con ideas propias sobre la interpretación y que lo ubican como uno de los referentes jóvenes del jazz local.

César Pradines