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el mundo
| Sábado 23 de marzo de 2013
Bergoglio, PaPa | Reacciones en la aRgentina
También Carlotto frenó las críticas a Francisco
Dudas sobre el pedido de mediación papal por las Malvinas
Diplomáticos y analistas descreen que pueda tener éxito; Cristina buscó un golpe de efecto Martín Dinatale LA NACION
Había cuestionado su papel durante la dictadura; ayer dijo que podría ayudar a saber dónde están los desaparecidos La lista de dirigentes ligados al kirchnerismo que elogian a Jorge Bergoglio después de haberlo criticado duramente cuando fue designado Papa sigue sumando nombres. Ayer fue de la partida Estela de Carlotto, presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Había dicho que Bergoglio “perteneció a la Iglesia que oscureció al país”; ahora sostuvo que el Sumo Pontífice “puede abrir puertas para saber dónde está el resto de los desaparecidos”. Carlotto no quiso ir más allá. “Las abuelas no vamos a hablar más del tema”, respondió, lacónica, cuando durante una entrevista en radio La Red se le preguntó si había cambiado de opinión sobre el papel de Bergoglio durante la dictadura militar. Sólo bregó porque su nueva investidura le permita “abrir puertas para saber dónde están el resto de los nietos que faltan y los 30.000 desaparecidos”. “Tenemos confianza y siempre con los brazos abiertos y el corazón para escuchar. Si alguien tiene que rendir algo a la historia, corre por cuenta de esa persona”, afirmó Carlotto en la entrevista radial. Esta postura más conciliadora contrasta con la dureza con que la misma Carlotto se había expresado días atrás, cuando Bergoglio fue ungido Papa. La presidenta de Abuelas había acusado a Bergoglio de haber encubierto los crímenes de la última dictadura militar. “Es una historia muy triste que entinta a toda la jerarquía de la Iglesia Católica argentina, que no ha dado ni un paso para colaborar con la verdad, la memoria y la justicia. Bergoglio pertenece a esa iglesia –y hoy la representa– que oscureció al país. No ha sido así en otros países, en Chile y Brasil”, había afirmado la semana pasada, antes de que la presidenta Cristina Kirchner se entrevistara con el Sumo Pontífice y cambiara drásticamente el talante del oficialismo respecto de Bergoglio. Al igual que Carlotto, Hebe de Bonafini expresó un cambio rotundo de posición respecto del papa Francisco. Esta semana, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo le escribió una amistosa carta al Sumo Pontífice en la que declaró sentir “esperanzas” por su llegada al Vaticano. “Hoy, ante mi sorpresa, escucho a muchos compañeros explicar de su entrega y trabajo en las villas. Me alegro infinitamente al saber de su
trabajo y siento esperanzas de un cambio en el Vaticano”, escribió Bonafini. Esta actitud contrasta con la dureza con que las Madres habían reaccionado no bien el cardenal Bergoglio fue designado Papa. “A Bergoglio le faltó bendición para proteger a sus sacerdotes jesuitas en la época de la dictadura”, lo cuestionó Inés Vázquez, rectora de la Universidad Popular, que pertenece a la asociación Madres. Bonafini había apelado a la ironía y al ser consultada por el tema durante un viaje por Italia, sólo dijo: “Amén”. Este viraje respecto del papa Francisco se experimentó a lo largo y ancho del espinel kirchnerista. Empezando por la Presidenta, que, a poco de conocer la designación de Bergoglio, felicitó de forma fría al nuevo Sumo Pontífice en un acto de Tecnópolis mientras militantes de La Cámpora lo silbaban. Su actitud cambió completamente luego de entrevistarse con el Papa, que la recibió con un beso y con un almuerzo a solas. Al día siguiente, durante la ceremonia de asunción, se mostró emocionada. El arco kirchnerista receptó la contraorden presidencial y actuó en consonancia. Por caso, el camporista Juan Cabandié, que había ordenado a su bloque en la Legislatura porteña retirarse del recinto durante un homenaje al nuevo papa, enfatizó en las últimas horas que le parece “genial” que el Sumo Pontífice sea argentino. “Como dijo nuestra Presidenta, un papa que habla de la «Patria Grande» es un papa que nos entusiasma”, expresó. También Luis D’Elía, de la agrupación kirchnerista Miles, experimentó un cambio camaleónico. El mismo día que se anunció la designación de Bergoglio, el dirigente escribió en su cuenta de Twitter que el nuevo papa “es a América latina lo que Juan Pablo II fue a la Unión Soviética, el nuevo intento del imperio por destruir la unidad latinoamericana”. A los pocos días, atenuó las críticas. Pese a que todos estos cambios de opinión fueron públicos, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, negó un viraje en la posición del Gobierno. “Inventan que estábamos enojados y después, como no lo estamos, dicen que cambiamos”, despotricó ayer.ß
El Papa, ayer, en el Vaticano
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Otro giro en el discurso Cómo moderó Estela de Carlotto su postura sobre el Papa
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“Bergoglio pertenece a la Iglesia que oscureció al país. Él nunca se acercó a ayudar a las Abuelas”
“Nos parece que el Papa puede abrir puertas para saber dónde están el resto de los nietos que faltan y los 30.000 desaparecidos”
“Yo pensaba si el padre éste era consciente de lo que se estaba jugando” El uruguayo Gonzalo Mosca, perseguido tanto por la dictadura de su país como por la argentina, relató cómo Bergoglio lo ayudó a escapar de la amenaza de la represión MONTEVIDEO (AFP).– Dos testimonios, desde Uruguay y Paraguay, se sumaron ayer al grupo de personas que afirman haber sido salvadas del terrorismo de Estado en la Argentina de los años 70, por el entonces superior provincial de los jesuitas Jorge Bergoglio. El uruguayo Gonzalo Mosca, de 63 años, dijo que el papa Francisco demostró ser “valiente personal e institucionalmente” y que gracias a su ayuda logró escapar de la dictadura argentina (1976-1983). Como integrante del izquierdista Grupo de Acción Unificadora (GAU) de Uruguay, Mosca fue advertido en su momento que la dictadura de su país (1973-1985) buscaba capturarlo, y decidió entonces huir a la Argentina. Allí, su hermano mayor, que era sacerdote jesuita, se puso en contacto con Bergoglio, superior de la orden entre 1973 y 1979. “El le dijo: ‘Venite con tu hermano, que vamos a ver de qué forma lo puedo ayudar’”, recordó Mosca. Esa misma noche el propio Bergoglio los llevó a un convento jesuita en San Miguel, a unos 30 kilómetros de Buenos Aires. “En 1977 la represión en la Argentina era fortísima”, recordó Mosca. “Yo iba pensando si el padre éste
era consciente de lo que realmente se estaba jugando.” Mosca pasó varios días recluido en el convento, donde fue presentado como alguien que estaba haciendo un retiro espiritual. “De noche me visitaba en el cuarto y me llevaba novelas para que me distrajera, me llevó una radio portátil para que escuchara música. Yo llevaba como cuatro días sin dormir y él veía que yo estaba sumamente tenso. Todos vivíamos con mucha tensión”, relató. Después de varios días, Bergoglio lo llamó y le reveló el plan: Mosca y su hermano volarían a la ciudad de Puerto Iguazú, en la frontera con Brasil y Paraguay, desde donde la meta era cruzar a territorio brasileño. “Nos llevó al aeropuerto y me acompañó prácticamente hasta el avión para darme todo el respaldo y las garantías que podía con su investidura”, contó. El plan funcionó. Mosca logró cruzar a Brasil y viajar a Río de Janeiro, donde estuvo durante meses en una casa de los jesuitas hasta que pudo viajar exiliado a Europa. Desde entonces, Mosca no volvió a tener contacto con Bergoglio, pero quiso contar su historia tras la lluvia de críticas que recibió por el
papel que habría desempeñado durante la dictadura argentina. Bergoglio fue acusado de haber colaborado en el secuestro y detención de dos misioneros en la década de 1970 por la junta militar. “Cuando lo eligieron papa, hubo muchísimas acusaciones que se hicieron con respecto a él, la más benigna era como que él no había sido valiente como para enfrentar la dictadura”, explicó Mosca. Aunque admite que lo conoció durante muy poco tiempo, Mosca recuerda al ahora papa Francisco como un hombre de gran sencillez. “Era una figura tan humilde, tan discreta, que me parecía que no ocupaba el puesto que realmente ocupaba”, confesó. Era “un tipo muy sereno y que me quería transmitir paz, y un tipo de un humor muy fino”, recordó. Desde Paraguay También desde Asunción el sacerdote español José Caravias relató de qué forma el padre Bergoglio lo salvó del grupo paramilitar Triple A en 1975, en los últimos meses del gobierno democrático (1973-1976). “Cuando el provincial, que era Bergoglio, me dijo «Tengo noticias de que la Triple A decretó tu muer-
te y del padre Francisco Jalics», yo consideré que no valía la pena hacerse el héroe”, relató Caravias a la prensa en su actual parroquia Cristo Rey, de Asunción. “A mí ya me habían expulsado de Paraguay en 1972. Conocía la ferocidad de la dictadura. En cambio, Jalics se hizo el valiente y se quedó en Buenos Aires, y casi le cuesta la vida. No quiso irse y la pasó muy mal. Lo torturaron mucho. Bergoglio lo salvó. Se empeñó en averiguar dónde estaba. Si no lo reclamaba, lo mataban. También salvó al argentino Orlando Yorio [que murió en el año 2000]”, recordó. “Yo puedo dar testimonio de la advertencia que nos hizo a Jalics y a mí, pero no de Yorio”, aclaró Caravias. “Ambos trabajábamos en las villas miseria”, de la capital argentina. “Gracias a Bergoglio estoy con vida y hoy estoy aquí”, manifestó Caravias con convicción. El sacerdote jesuita, autor de unos 40 libros y ensayos vinculados al área social, se confesó socialista y atribuyó las “calumnias” contra el Papa al “gran capitalismo internacional”. “Es muy peligroso para ellos que un papa denuncie la pobreza mundial”, enfatizó Caravias.ß
Una mezcla de improvisación y necesidad de protagonismo coincidieron en la decisión de Cristina Kirchner de pedirle al papa Francisco que interviniera para resolver el conflicto abierto con Gran Bretaña por la soberanía sobre las islas Malvinas. Una jugada que despierta dudas y escepticismo entre expertos en negociaciones diplomáticas. Según comentaron a la nacion tres fuentes calificadas de la Cancillería, la propuesta de mediación papal por las islas Malvinas que deslizó la Presidenta al Sumo Pontífice sólo era conocida por un minúsculo grupo de la comitiva oficial que llegó al Vaticano. Ni siquiera el encargado de la Dirección General de Malvinas del Palacio San Martín, Javier Figueroa, conocía el tema ni fue informado al respecto. Figueroa, que fue ministro en la embajada argentina en Cuba, y antes había estado destinado en la sede diplomática de Londres, jamás recibió información de la propuesta presidencial a pesar de que la Dirección General de las Malvinas es la que se encarga de todos los temas diplomáticos relacionados con las islas. “Se enteró por los medios”, dijo un allegado a Figueroa. Al parecer, sólo el canciller Héctor Timerman; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, estaban al tanto de la propuesta que iba a realizar Cristina Kirchner ante el papa Francisco. No hubo, por lo menos hasta donde se sabe, pedidos de asesoramiento a diplomáticos, juristas o religiosos de parte de la Presidenta y de sus allegados antes de desplegar en Roma la idea de una mediación papal por las Malvinas. Según comentaron varios diplomáticos consultados por la nacion, la jefa del Estado intentó con su propuesta contrarrestar las críticas que durante muchos años le hizo al entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio. No sólo esto: en la estrategia oficial por mostrar públicamente los detalles del encuentro con el Papa, Cristina Kirchner buscó atenuar el impacto que hubiese tenido la instalación en los medios del documento crítico que el Sumo Pontífice entregó en mano a la Presidenta antes de comenzar el encuentro en el Vaticano. Allí se hacía mención a los problemas de pobreza que existen en la Argentina y a los riesgos del populismo en América latina, entre otros temas que incomodan al Gobierno. Más allá de esto, ahora Cristina Kirchner buscó instalar la idea de que Bergoglio podría emular aquella mediación papal que Juan Pablo
II inició en 1978 entre la Argentina y Chile en la disputa por el canal de Beagle. No opinan lo mismo algunos de los protagonistas de aquel proceso histórico. Por lo pronto, el ex canciller de Raúl Alfonsín, Dante Caputo, expresó a la nacion que la propuesta de la Presidenta a Francisco “no tiene ni pie ni cabeza, ya que va al muere de entrada por la controvertida relación que tiene la Iglesia Católica con Gran Bretaña”. Caputo, que formó parte de las negociaciones finales con Chile por la mediación papal en 1984, calificó de “descriteriada” la propuesta que hizo la Presidenta a Francisco el lunes. Por su parte, el ex embajador ante las Naciones Unidas Emilio Cárdenas reflexionó que “en vistas de la parálisis de las negociaciones que hay con Gran Bretaña la propuesta de la Presidenta de buscar una mediación papal es un esfuerzo para abrir un andarivel diferente”, aunque cree que resultará “muy difícil” su concreción. En cambio, el especialista en política internacional de la Universidad Torcuato Di Tella, Juan Gabriel Tokatlian comentó a la nacion que “el gesto de Cristina Kirchner es comprensible, no tiene costos y puede tener eventuales resultados positivos”. En este sentido, Tokatlian recordó que la Argentina no tiene una historia traumática o negativa con el papel de buenos oficios de la Iglesia Católica en cuestiones limítrofes. Para llevar adelante la mediación papal, tanto Tokatlian como otros analistas de política internacional, creen que la Iglesia Católica bien podría desarrollar ahora lo que se conoce como “diplomacia de segundo sendero” para aportar, con sumo cuidado y realismo, a la apertura de un diálogo entre Buenos Aires y Londres. En la oposición se mostraron cautos al analizar el tema, aunque no creen que sea factible lograr una mediación papal por las islas Malvinas. “Quizás haya buenas intenciones de la Presidenta, pero la imprudencia de hacer público un pedido de mediación papal inhabilitó al propio Francisco”, explicó el diputado Alfredo Atanasof, del Frente Peronista e integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja. En tanto, el diputado radical Ricardo Gil Lavedra celebró la posibilidad de que la llegada de Francisco al pontificado permita abrir una instancia de diálogo con el Reino Unido, aunque aclaró que “su intervención no puede ser directa, debido a que es ahora el líder de la Iglesia Católica mundial y debe mantener una posición de neutralidad” por ser argentino.ß
Dichos y hechos
Pedidos y saludos de todo el mundo para el Pontífice
Calurosa invitación de Garzón pide abrir los Santos a Francisco para archivos del Vaticano que viaje a Colombia sobre la dictadura El presidente Juan Manuel Santos invitó ayer al papa Francisco a visitar Colombia, informó la embajada de ese país ante la Santa Sede. Fue el embajador colombiano, Germán Cardona Gutiérrez, el encargado de comunicar al Pontífice la invitación, en el encuentro de ayer con los representantes de los 180 Estados que tienen relaciones con la Santa Sede. “Nada nos daría más gozo a tantos millones de colombianos que profesamos la fe católica que contar con su visita”, le escribió Santos al Papa.ß
El ex juez español Baltasar Garzón dijo que el papa Francisco “podría perfectamente abrir los archivos del Vaticano para conocer las comunicaciones y todas las informaciones que en la época de la última dictadura militar se enviaron desde la Argentina”. El ahora asesor de la Corte Internacional de Justicia de La Haya dijo que son los jueces que llevan las causas de crímenes de lesa humanidad quienes pueden pedir la apertura de esos archivos, algo que sería “muy positivo”, dijo Garzón.ß
Bergoglio escribió a los jesuitas: “Les pido a todos que oren por mí”
Otro saludo por el inicio del pontificado del papa argentino
En respuesta al saludo enviado por su elección, Francisco escribió ayer un mensaje al superior de los jesuitas, el español Adolfo Nicolás. “Pido a todos los jesuitas que recen por mí”, dijo el Pontífice en su carta, en la que invitó a la orden en la que realizó toda su tarea sacerdotal a ser “fermento evangélico para el mundo” con la “acción pastoral, pero sobre todo con el testimonio de la vida”. La misiva a la orden de la que fue superior provincial entre 1973 y 1979 lleva al final simplemente la firma “Francisco”.ß
La Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina, AmCham, mandó al Vaticano un mensaje de felicitación a Francisco por el inicio de su pontificado. La entidad, dedicada a promover el comercio bilateral y la inversión entre los dos países, pidió que la labor de Francisco traiga al mundo “la fe y la paz necesarias para construir espacios de convivencia fraterna”. Además, señaló que es “un motivo de orgullo adicional que [Francisco] haya nacido y desarrollado su vocación sacerdotal” en la Argentina.ß