la naturalización de la criminalidad económica: (paraísos fiscales, especulación financiera, corrupción), el desmantelamiento y privatización de los bienes públicos, la imposición de reglas de comercio al servicio de las grandes transnacionales, políticas de ajustes estructurales y flexibilización laboral que resultaron devastadoras socialmente.
Ante las imágenes de los bárbaros atentados de París, expresión brutal y espectacular de la extensión a Francia y a toda Europa de la guerra que lleva décadas arrasando Oriente Medio, así como las imágenes mucho menos difundidas -en virtud del cerco mediático- de los atentados en Iraq, Beirut, Túnez y Turquía y de los bombardeos indiscriminados de diferentes potencias en Siria, como también los cientos de miles de personas refugiadas que las guerras intervencionistas de potencias imperialistas y de la OTAN han provocado y a los que Europa responde de forma tan vergonzosa; organizaciones sindicales, políticas, sociales y ciudadanas, nos dirigimos a la opinión pública en general, a la población trabajadora, a la juventud, así como a todas las organizaciones, sindicatos, partidos y cargos electos que defienden la democracia y los derechos de la población. Las guerras están íntimamente asociadas a la globalización capitalista que ha promovido a escala planetaria una mercantilización sin límites de la vida social,
Expresamos nuestro rechazo a la guerra, cuyas consecuencias sufren sobre todo la población y especialmente los sectores y personas más vulnerables, tanto en Europa como en Oriente Medio y África. Rechazamos la islamofobia y que los atentados en Europa sirvan como justificación para recortar los derechos democráticos, las conquistas sociales y los servicios públicos o el derecho democrático de asilo. Hemos conocido como en Francia el gobierno mantiene el estado de emergencia durante tres meses, prohibiendo las manifestaciones sindicales, obreras y populares. Una vez más, la guerra se acompaña de la restricción de las libertades. Rechazamos, también, la creciente militarización de la sociedad, el desarrollo de la industria de guerra, así como la actitud complaciente y acrítica de muchos medios de comunicación que defienden y justifican las intervenciones militares, presentándolas como “humanitarias” o como “lucha contra el terrorismo”. Aquí conocemos muy bien lo que supone el terror, porque hace 11 años sufrimos directamente los terribles atentados del 11-M en Madrid, y también conocimos las terribles consecuencias de la participación del gobierno de Aznar en la Guerra de Iraq y la manipulación y mentiras que lanzó el gobierno aprovechándose del do-
lor de la mayoría de la población. Denunciamos la creciente implicación del Estado español en la política de guerra, así como la utilización del territorio de Andalucía para esta política, que se evidencia en las recientes maniobras organizadas por la OTAN desde las aguas de Gibraltar hasta las costas de Almería, así como en la instalación permanente en la base de Morón de la Frontera de un contingente de 3500 militares de los Estados Unidos, preparados para intervenir en África, que se suman a los contingentes de los EE.UU y de la OTAN de las bases de Rota con el “escudo antimisiles”, y Gibraltar. Todo lo cual contradice la vocación de Andalucía como un pueblo profundamente ligado a la Cultura de la Paz y nos convierte en diana de potenciales ataques terroristas en represalia por el papel que se nos ha adjudicado de plataforma para las intervenciones militares en el mundo árabe-islámico y en África. Denunciamos la pasividad o incluso la colaboración de la Junta de Andalucía con el papel que los sucesivos gobiernos del Estado han dado a Andalucía como territorio base para las agresiones militares, sin que el pueblo andaluz haya sido consultado nunca sobre esta cuestión fundamental. Las organizaciones que suscribimos este manifiesto y que nos constituimos en Plataforma manifestamos públicamente: ¡NO EN NUESTRO NOMBRE!, ¡NO A LA GUERRA! Por ello exigimos al Gobierno que no participe en ninguna acción militar contra otros países ni recorte derechos y libertades con tal pretexto y pedimos a todas
las fuerzas progresistas que el rechazo a la guerra sea parte de los eventuales compromisos para formar gobierno. Por ello, hemos acordado constituir una Plataforma Permanente Contra la Guerra en la provincia de Sevilla, como instrumento de movilización y de concienciación permanente, iniciativa que se entronca históricamente con una trayectoria de años del movimiento pacifista y antimilitarista andaluz y que, por tanto, supone una reivindicación y un un hilo de continuidad con la historia de este movimiento, de sus iniciativas y de las plataformas andaluzas contra la guerra, y llamamos a todas las organizaciones sociales, políticas, sindicales y ciudadanas a unirse a ella, para poner en pie un frente unitario contra la barbarie y la guerra, como se hizo contra la guerra de Irak. Reclamamos la salida de la OTAN, en la vía de avanzar hacia la disolución de esa maquinaria militar, y exigimos el desmantelamiento de las bases militares existentes en nuestra tierra y su conversión hacia usos civiles y centros de ayuda humanitaria. Expresamos nuestro apoyo a los pueblos que luchan por su libertad, y manifestamos que sólo una visión solidaria e internacionalista de los problemas de la Humanidad podrá evitar la barbarie. Andalucía ha sido históricamente un pueblo de paz y debe situarse a la cabeza de la defensa de la fraternidad entre las naciones y de la justicia como la condición de posibilidad de la paz. Por eso decimos :¡NO A LA GUERRA, ANDALUCÍA POR LA PAZ!
Manifiesto de la Plataforma contra la guerra de Sevilla 17 de Marzo de 2016 Primeros firmantes:
NO A LA GUERRA Rechazamos la utilización del territorio de Andalucía para preparar bombardeos o intervenciones militares