2
|
espectáculos
| Miércoles 5 de junio de 2013
Sinceridad brutal con el toque sabio de Ingmar Bergman escenas de la vida conyugal. Norma Aleandro dirige esta obra
que protagonizó hace 11 años, ahora con Ricardo Darín y Valeria Bertuccelli Viene de tapa
Y esos valores universales son los que destaca el estelar equipo que han formado Norma Aleandro, Ricardo Darín y Valeria Bertuccelli para estrenar una nueva versión de esta pieza en el Maipo. “Es una obra valiosa por donde se la mire –asegura Darín–. Tiene una sinceridad bestial, lo que resuena particularmente es este mundo tan acomodado a los eufemismos, las hipocresías y la corrección política. Tenemos la suerte y la desgracia de no haber visto la versión que en su momento hicieron Norma y Alfredo Alcón. Hablo de suerte porque tenemos el peso de la referencia, y de desgracia por no haber tenido la chance de disfrutarla. Yo creo que es imposible que algo de lo que se cuenta no te haya tocado de cerca. Son temas existenciales... Bergman conocía la naturaleza humana de una manera admirable. Si no te pasó algo de lo que pasa en la obra, probablemente, nunca hayas estado enamorado.” –Ensayaron intensamente durante un período relativamente corto, dos meses. ¿Cómo llegan al estreno? Aleandro: –Los actores siempre quieren más tiempo. Pero al final llega inevitablemente el momento que nadie ha ensayado, el de enfrentar al público. Por más que lo hayas hecho muchas veces en tu vida, siempre es como la primera, sobre todo en el estreno. Ésa es una zona peligrosa para el actor. Con el correr de las funciones van aflojando esas palpitaciones, dudas y remordimientos que suelen acosarte en la etapa del estreno. Pero ahora estamos en el momento más tenso. Darín: –No hay nada más peligroso que el escenario. Es un territorio en el que puede pasar cualquier cosa. Estamos capacitados para manejarlo, pero como estamos padeciendo la historia, y además tenemos la bendita misión de transmitirla, no resulta tan fácil. Es un momento de máxima adrenalina, muy energizante. Si trabajás en serio, tranquilo del todo no estás nunca. –¿Se van tranquilizando con el paso de las funciones y con la aprobación del público o no están tan pendientes de eso? Bertuccelli: –Yo estoy pendiente de que las reacciones del público no logren distraerme de lo que estoy haciendo. La reacción del público es algo que se siente, vas entrando en calor con eso. Pero el mayor esfuerzo hay que concentrarlo en estar ahí de verdad. ¡Y en que no me distraigan! [Se ríe]. –¿Te pasó? Bertuccelli: –Pasa de todo en el teatro…
Darín: –Vos podés hacer foco equivocadamente en un señor que está roncando en la primera fila. Pasa mucho en la temporada de verano: notás que ese pobre hombre que fue a la playa, a las 7 de la mañana, con la heladera de telgopor y la sombrilla, que tiene entradas con su mujer para las 11 y media de la noche y que está colorado como un camarón está sufriendo y entonces te desconcentrás [risas]. Pero lo ideal sería no tener que lidiar con eso. Ni que el público deba lidiar con nosotros. Me ha pasado de preguntarme «¿Por que saqué esta entrada?». ¿A quién no? Pero cuando lográs entrar en armonía con el público que te fue a ver, la sensación no se parece a nada, es magia. –¿Y con las críticas cómo se llevan? Aleandro: –Cuando se desglosa el trabajo que se hizo y hay amplitud de miradas, es una experiencia agradable, sirve. Pero las malas críticas suelen lastimar aun si quienes las escribieron no te interesan mucho. Darín: –Con el tiempo, he empezado a desconfiar más de los halagos que de las críticas. Es profundamente desagradable que digan automáticamente: «Darín, como siempre, muy bien». Cada trabajo es un examen, eso debería estar claro. Igual, a mí me interesan y me gratifican especialmente los comentarios de los colegas, de los que conocen el oficio.
“Este trabajo debe ser la felicidad, no la rutina. Trabajar sin ganas en esto es como hacer el amor sin tener ganas”
Tres nombres gigantes: Norma Aleandro, Ricardo Darín y Valeria Bertuccelli
hernán zenteno
“Hacer reír es muy complicado” La nueva versión de Escenas de la vida conyugal, que se estrena hoy en el Maipo (Esmeralda 443), pertenece a Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Según cuenta Norma Aleandro, quien en 1992 protagonizó otra con Alfredo Alcón, la elección de Ricardo Darín y Valeria Bertuccelli “se caía de madura porque son dos actores excepcionales. En este país hay muchos buenos actores, pero ellos dos tienen la particular capacidad de darle profundidad a una comedia –opina la experimen-
tada artista–. Es difícil encontrar a dos actores que se entiendan tan bien y que se protejan tanto, eso habla también de la gran generosidad que tienen”. Sobre su propio papel en la versión de los 90, dice: “No miro para atrás. Tengo el recuerdo de haberme divertido mucho, de haberlo pasado muy bien haciéndola. Lo importante es que los dos personajes de la obra brindan la posibilidad de que los actores puedan trabajar lo cómico y lo dramático con la misma profundidad. Ricardo y Valeria apro-
vechan eso al máximo. Es muy divertido lo que sucedió en los ensayos, creo que la gente también lo va a pasar muy bien con la obra. Siempre fui de la idea de que hacer seria y genuinamente una comedia es lo más difícil que hay. La gente está más predispuesta a llorar que a reírse, por lo general. Hacer reír trabajando en serio, como en este caso, es muy complicado. Pienso en el humor de artistas como Jacques Tati, no en los chistes fáciles que suelen entenderse usualmente como humor”.ß
Bertuccelli: –Me parece que la llevás de una manera o de otra dependiendo del grupo con el que trabajes. Si laburás con un grupo que está convencido de lo que está haciendo, es todo más llevadero, así las críticas no sean buenas. Si no estás protegido por un buen equipo, quizá puedan dolerte mucho. Pero de una buena crítica se aprende. Me acuerdo de que China Zorrilla dijo alguna vez que es más fácil salir bien parado de un gran fracaso que de un gran éxito. –¿No tiene nada de rutinario el trabajo que hacen? Aleandro: –Cuando sentís que es rutinario, tenés que irte, terminar. Este trabajo debe ser la felicidad, no la rutina. Trabajar sin ganas en esto es como hacer el amor sin ganas, se parecen muchísimo las dos situaciones. En esos casos, hay que irse del escenario y de la cama [risas]. Darín: –Lo que lo puede transformar en rutinario es que no haya nada por descubrir. Pero una obra con estas características, con temas tan pesados y tan profundos, se resignifica todo el tiempo. En todas las funciones vas aprendiendo algo nuevo.ß
La dialéctica y la poesía, de la mano ción: Manuel Santos Iñurrieta. realización de video y animación: Jerónimo Gar-
cía. música original: Julieta Grinspan. vestuario: Irene Scandrolli. escenografía y luces:
El Bachín Teatro. asistencia de dirección: Julieta Grinspan y Marcos
Peruyero. producción: Carolina Guevara y El Bachín Teatro. dirección: Manuel Santos Iñurrieta y El Bachín Teatro. funciones: Jueves, a las 21.30. sala: Centro Cultural de la Cooperación. duración: 60 minutos.
A
sí como lo hizo en Crónicas de un comediante, Manuel Santos Iñurrieta vuelve a ser Bachín, una mezcla de payaso rioplatense y actor brechtiano, como tan bien lo describe el grupo que dirige. Aquí el personaje está en otra situación, precisamente cuidando a Carmela, la beba del título. Pero Bachín también es dramaturgo y mientras vela por la tranquilidad de la criatura, intenta escribir escenas de su próxima obra, en la que pretende cruzar la política con la poética. Cada año, el Bachín Teatro deja una muestra fiel de su trabajo de exploración en el terreno del teatro político. Su epicentro es el Centro Cultural de la Cooperación y su alma es la épica. En esta línea, Manuel Santos Iñurrieta estructuró su unipersonal, que a pesar del distanciamiento provocado no sobrevuela el humor político sino que se mete en la entraña de la política. Uno de los mayores atractivos es el modo con el que construyó su obra: el verso. En muchos instantes habla de ese modo y lleva a recordar a aquellos compéres de la vieja revista porteña y las varietés, que solían hacer comentarios de la actualidad, pero en verso.
Manuel Santos Iñurrieta Por momentos deconstruirá su dramaturgia en conferencia ilustrada, con cuadros sinópticos proyectados y una dialéctica en la que no están ajenas ni la broma ni el humor, aunque en forma permanente se filtran palabras con poesía, realmente hermosas. Vuelven elucidario a ese discurso mediante la belleza de esos textos. Claro está, hay una ideología en el discurso con la que se podrá o no estar de acuerdo, pero la lógica siempre estará presente. Por su parte, Manuel Santos Iñurrieta tiene un exacto dominio del monólogo, del diálogo con el público y del obligado distanciamiento brechtiano. Y es efectivo, nadie se queda sin ese sabor ideológico en sus labios, aún sin ser palabras de denuncia, todo es pura didáctica, de esa que no se suele ver. ß Pablo Gorlero
El doble lenguaje traidor Ernesto Schoo —PARA LA NACIoN—
E
n mi lejana infancia, allá por los años 30 del siglo pasado, supe que existían dos lenguajes: el de la escuela, donde las maestras nos trataban de “tú”, y el de mi casa, donde reinaba el “vos” y el “tú” era considerado una afectación propia de gente cursi, o una extravagancia uruguaya (“tú tenés”, por ejemplo). Cuando, ya en cuarto grado, tuvimos maestros varones, se nos trataba de “usted”, esa cómoda alternativa que adoptamos en la vida diaria para zanjar la dificultad. Aproximadamente a los seis años de edad, mis padres, “teatreros” de alma, empezaron a llevarme al teatro. Como no convenía que un chico viera los dramones clásicos de aquel tiempo (Con las alas rotas o La que no perdonó), la solución fue el sainete. Ya por entonces (1931) en plena decadencia. Allí no había problema: se trataba de gente del pueblo y reinaba “el vos tenés” con toda naturalidad. Pero cuando me llevaron a ver Boite rusa, en el Liceo, y yo tenía ya 10 años (¡cómo me impresionaron la interminable espalda desnuda de Nedda Francy y la ventana que en el palacio de San Petersburgo se abría al amanecer de la revolución de 1917!), los actores cómicos –Pierina Dealessi y Raimundo Pastore– usaban el “vos”, y los elegantes (los que vestían de esmoquin en el último acto) recurrían al “tú”. Sin poder formularlo todavía en conceptos, pero por intuición y afición temprana al teatro, ya entonces advertí que allí había un conflicto que básicamente afectaba a los actores. Tratándose de traducciones (mucho teatro francés “de boulevard”, la pieza bien hecha y todo eso), el “tú” era de rigor. Ni qué decir de las compañías que vinieron de España cuando la guerra civil en ese país: era un placer escuchar a Josefina Díaz, o el extraño modular de Margarita Xirgu. Pero los argentinos sentíamos que ése no era nuestro lenguaje. Por aquellos mismos años, el cine nacional cobró vuelo y se difundió, con notable éxito, por todo el continente. Aunque las características de nuestra habla popular eran celebradas por esos públicos, en las películas argentinas cuya acción transcurría en ambientes de burguesía media o alta (esta última, casi siempre llevada a la caricatura) el “tú” era inevitable. ¿Cómo le era posible al actor argentino expresarse con naturalidad en esa clave? Tal vez algo del envaramiento y el énfasis, notorios en tantos films de la época, fueran debidos a la curiosa dualidad de nuestro lenguaje. También a la retórica pomposa de los parlamentos que les tocaba decir, totalmente improbables y que hoy resultan cómicos.ß
Bambalinas
teatro
mientras cuido de carmela . ★★★★ muy buena. texto e interpreta-
teatro
Pablo Gorlero
estreno
Toda una ¡Fiesta flamenca!, en el Astral Esta noche, a las 20.30, se estrena en el Astral (Corrientes 1639) ¡Fiesta flamenca!, un nuevo espectáculo de la compañía que presentó durante tres temporadas en la misma sala Flamenco, la obra de García Lorca en un musical. La primera bailarina Jorgelina Amendolara participa secundada por el bailaor Iván Carrillo Jiménez y por el Ballet Flamenco Palma y Tacón, todos dirigidos por Jorge Mazzini. Las funciones son martes y miércoles, a las 20.30. $ 160.ß
taller del ángel
Un Cyrano de Bergerac actual El grupo Mester está presentando los sábados, a las 22, en el Taller del Ángel (Mario Bravo 1239), Cyrano de Bergerac, la obra de Edmond Rostand en versión y dirección de José María M. Bindi. En los papeles principales están José María Bindi (h.), Carlos Berraymundo, Amelia Novas, Rubén Pastoriza y Pablo Lago, quienes junto al elenco ponen en escena una renovada puesta de este clásico. Las funciones son los sábados, a las 22, con estradas a $ 50.ß
dianas // esta semana: conforte y perlusky
El viernes pasado, Alejandra Perlusky fue presa de una feroz faringitis y hubo que suspender todas las funciones del fin de semana de Casi normales. Pero ya se está mejorando de a poco, así que esta semana volvió a ensayar el papel de Diana nada menos que Laura Conforte, la actriz que lo estrenó y que dejó el elenco cuando quedó embarazada. Hasta el cierre de esta edición estaba todo previsto para que esta última semana de funciones en El Nacional sean alternadas entre ambas actrices, junto al resto del elenco integrado por Alejandro Paker, Mariano Chiesa, Fernando Dente, Matías Mayer y Manuela Del Campo. También al se especulaba con que en alguna de las últimas funciones puedan estar las dos Dianas sobre el escenario. Fanáticos, de parabienes.
otero // spinetta, en versión infantil
En julio de 2013 se va a estrenar un nuevo infantil protagonizado por Marisol otero (quien acaba de lanzar su CD Musicales on the Rocks). Se llama Mágico rock, una historia de Tatiana D’agate que tiene la particularidad de contar con la poesía de Luis Alberto Spinetta. Marisol interpretará a Ana, una mujer sumamente estructurada, toda su vida tiene un orden y una rutina que cumplir. Todo debe ser tal y como debe ser sin salirse de su lugar. obsesiva, controladora, puntillosa en cada detalle regida por la ley y el deber ser. Pero algo puede llegar a cambiar cuando se despierte en el jardín de atrás. Con Martín Sipicki,
Casi normales termina este fin de semana
Marisol Otero Carla Maieli y Luciano Rosini. La coreografía es de Vivi Wlosko, los arreglos musicales de Javier López del Carril y la dirección de Valeria Ambrosio.
fantasmas // teatro en casas históricas
Marisé Monteiro con su dramaturgia, y Pablo Sodor, con su dirección, llamaron Secretos de dos casas con historia a un recorrido fantástico por la casa del Virrey Liniers y la vieja Editorial Estrada. Desde el 16 de junio, todos los domingos, a las 15.30, estos dos legendarios edifi-
cios unidos por grandes hechos históricos, que son hoy parte del patrimonio de la ciudad, abrirán sus puertas al público de todas las edades para disfrutar de un espectáculo diferente. Secretos de dos casas con historia es una experiencia teatral interactiva que propone un recorrido fantástico, por este solar ubicado en el corazón del barrio de Monserrat, que abarca dos emblemáticos edificios que se comunican a través de un enorme y tradicional patio colonial: La casa de Liniers (con entrada en Venezuela 469) y la ex Editorial Estrada (con entrada por Bolívar 466). Los fantasmas que habitaron esas casas en otras épocas, que guiarán al público en este recorrido son interpretados por Mariano Aristegui, Javier Araya, Carolina Ayub, Horacio Badaracco, Carlos Ledrag, Leonardo Porfiri, Marcelo Martin y Eduardo Lázaro. El ingreso en el espectáculo es por Bolívar 466, con cupo limitado y el valor de la entrada cuesta 35 pesos.