4
|
el mundo
| Jueves 27 de febrero de 2014
Táchira, el bastión opositor que se subleva contra Maduro
venezuela. San Cristóbal, la capital estatal,
parece un campo de batalla, con barricadas y trampas; decapitan una estatua de Chávez Daniel Lozano PARA LA NACION
CARACAS.– “Bienvenido a esta tierra dolorida.” A Graciela se le aguan los ojos, porque su tierra le duele. Táchira, estado fronterizo con Colombia, protagoniza una sublevación popular contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, desde hace tres semanas. Parece el campo de una batalla por venir. La chispa que prendió el fuego en la capital del estado, San Cristóbal, surgió de la forma más insospechada: el intento de violación contra una joven estudiante de la Universidad de Los Andes en el Jardín Botánico, utilizado como atajo para acceder a la casa de estudios. Y con muchos malandros (delincuentes) a la caza de nuevas víctimas. Pocas horas después del suceso, el pasado 5, los estudiantes tomaron la calle, hartos de la inseguridad que ha convertido a Venezuela en el segundo país más salvaje del planeta (con casi 25.000 homicidios en 2013). Al día siguiente, repitieron la operación, armados con la fe de los que están convencidos. Y hartos. Después llegaron los primeros enfrentamientos y la detención de cinco estudiantes, trasladados a una cárcel del interior del país. Cuando soltaron a cuatro de ellos, ya no cabía la marcha atrás. Maduro ordenó la militarización del estado y dos aviones de guerra sobrevolaron la capital. El presidente amenazó incluso con decretar el estado de excepción. Hoy, San Cristóbal cambió, ya nada será igual en la República Independiente de Gochilandia, como ellos mismos la denominan. Gocho
es un gentilicio mítico en Venezuela: los más valientes, los más tozudos. El dictador Pérez Jiménez y el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez nacieron en estas tierras arrechas (corajudas). El bastión del antichavismo no quiere al “hijo de Chávez”. En las elecciones presidenciales del año pasado, Henrique Capriles lo aventajó en Táchira por casi 26 puntos (62,8% del opositor contra 36,9% del chavista). En la capital, la diferencia se disparó por encima de 46 puntos. El atrevimiento de los rebeldes no respetó ayer ni el principal símbolo del chavismo: Hugo Chávez. La estatua del “comandante supremo” en San Antonio, municipio fronterizo con Cúcuta, amaneció degollada y con la cabeza cortada a varios metros. La gobernación procedió de inmediato a retirarla. “A la gente le hierve la sangre. Y nuestra sangre es gocha”, dice La Resistencia (“llámanos así, en esta barricada somos 20”), en el barrio capitalino de Santa Teresa. “Cuando los dos aviones de guerra de Maduro sobrevolaron la ciudad, salimos a la calle con las cacerolas hasta que los callamos”, describe el que lleva la voz cantante, con el rostro cubierto de tizne negro tras pasar la noche avivando las fogatas. Sólo en este barrio se levantan 21 obstáculos que impiden la circulación, con 2000 voluntarios los mantienen vivos. Barrios como San José Obrero, Pueblo Nuevo, Los Teques o Sucre aparecen cortados por múltiples barricadas, construidas con basura, muebles viejos, piedras, alambradas de púas, cascos rotos de botellas. Algunas esconden trampas: varas de
Familiares cargan el féretro de Jimmy Vargas, un estudiante que murió en las protestas en San Cristóbal acero clavadas en el suelo con la ayuda de un taladro o tapas de alcantarilla arrancadas. Detrás de las pequeñas murallas improvisadas contra el chavismo no sólo están estudiantes o jóvenes rebeldes. También ingenieros, maestros, taxistas y amas de casa. Casi todos a una. Ni siquiera el “salvoconducto” del reportero extranjero garantiza el paso: “¿Eres de los periodistas buenos o de los malos?”. Las consignas corren a través de WhatsApp, el chat de Blackberry o Twitter, incluso walkie talkies entre los más organizados. “Orgulloso de ser guarimbero”, otro término criollo que identifica a los que se enfrentan en la calle a las fuerzas policiales y militares. La ciudad está paralizada. Pocos comercios se atreven a abrir y quie-
La oposición rechazó el diálogo ^b^b^ La oposición venezolana rechazó ayer asistir al diálogo convocado por Nicolás Maduro luego de semanas de protestas. ^b^b^ “No nos prestamos para un simulacro de diálogo que desemboque en una burla a nuestros compatriotas”, dijo en un comunicado Ramón Aveledo, secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
nes lo hacen tienen poco para vender. Escasea la comida, faltan aceite y azúcar. Los bancos llevan días sin abrir y los cajeros automáticos están vacíos. El transporte público ni aparece. Sólo algunas estaciones de servicio venden combustible de vez en cuando. Una tregua de varias horas provocó ayer las corridas de un lado a otro de la ciudad. Algunas barricadas se abrieron al tránsito para dar paso a colas kilométricas, como la del mercado estatal Bicentenario, donde era necesario inscribirse previamente. En el supermercado Baratta había más de 200 metros de cola. “Llevamos desde las 6.30 [casi una hora y media] y lo que nos falta.” Reitty Zambrano, de 34 años, exhibe su camiseta del Barcelona y una sonrisa, pese a todo. Este abogado se convierte en vocero de un grupo de ciudada-
ReuteRs
nos con quienes comparte la espera. Un diálogo sin desperdicio entre los buscadores de comida y el periodista: “¿Qué van a comprar? Lo que haya, chamo. ¿Y hasta cuándo? Tenemos que seguir, hay que presionar contra el gobierno. No nos doblegamos”. Carmen González tampoco se doblega, pese a que camina con mirada perdida detrás del féretro de su hijo. Jimmy Vargas murió el lunes en su huida de la Guardia Nacional, mientras le disparaban perdigones y le lanzaban bombas lacrimógenas. Intentó saltar de un tejado y se cayó. “Me lo mataron. No podía respirar, trató de bajar y se cayó. Todavía en el suelo y seguían lanzando lacrimógenos”, acusó González mientras la comitiva lanzaba gritos acusadores: “¡Maduro, asesino!”.ß
Caracas desactiva una Francisco pidió un reunión de la OEA Adujo que no se cumplió el reglamento cuando se convocó al cuerpo para tratar la crisis Silvia Pisani
CORRESPONSAL EN EE.UU.
WASHINGTON.– Los autos con la pintada “SOS Venezuela” se multiplican en esta ciudad. Pero no llegan hasta la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que, tras la astuta intervención de Caracas, abortó sobre la hora la primera reunión extraordinaria para tratar la crisis de ese país, en medio de una creciente división en la región. La misma suerte corre, hasta ahora, el clamor de legisladores locales para que el gobierno de Barack Obama “reaccione con más firmeza” ante los “atropellos a las libertades y a los derechos humanos” en Venezuela. Por el contrario, el secretario de Estado, John Kerry, se mostró dispuesto a un “acercamiento” con el gobierno del presidente Nicolás Maduro. La condición que puso fue que hable “en serio” y que “deje de proferir acusaciones sin sentido” contra Estados Unidos. Las expresiones de Kerry se conocieron una semana después de que Maduro, primero, expulsó a tres diplomáticos norteamericanos. Pero apenas 48 horas después de ese rimbombante anuncio, el sucesor de Hugo Chávez dio un giro de 180 grados y pidió “una mejora en la relación” con Washington y nombrar embajadores, figura que Venezuela venía negando desde hace más de tres años. “Es penoso que el gobierno de Barack Obama no sea capaz de reaccionar con más fuerza ante un gobierno que se está convirtiendo en un títere de Cuba y de su proyecto para expandir el terrorismo en la región”, reprochó el senador republicano Marco Rubio, el principal vocero de su partido para América latina en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta. “Se le debería estar prestando a Venezuela la misma atención que a Egipto o que a Ucrania o que a otras crisis, porque ésta, incluso, nos es más cercana”, dijo Rubio. El republicano deslizó la necesidad de “aplicar sanciones” contra Caracas, a la vez que recordó las “violaciones de los derechos humanos y de las libertades” con la ma-
tanza de estudiantes que protestan. La crisis de Venezuela, uno de los principales proveedores de petróleo de Estados Unidos, genera crecientes consultas entre diplomáticos de la región acreditados en esta ciudad. Según recogió la nacion, parece empezar a mostrar fisuras el alineamiento inicial que, en bloque, la región mostró para la tesis del “intento de desestabilización y de golpe de Estado” con que Caracas intenta explicar, y descalificar, el malestar y la protesta. Sobre la hora, la diplomacia venezolana logró desactivar la primera reunión extraordinaria a la que convocó la OEA para tratar la crisis y que estaba prevista para hoy. Con la habilidad de la que suele hacer gala, el representante venezolano ante el organismo, Roy Chaderton, desempolvó un artículo del reglamento según el cual el presidente de la asamblea “debe estar” en suelo norteamericano para que la reunión sea viable. De nada
La crisis de Venezuela, uno de los principales proveedores de petróleo de EE.UU., genera crecientes consultas entre diplomáticos de la región valió, a su entender, que las autoridades del caso hubiesen hecho las consultas del caso por teléfono. “La reunión sería contraria al reglamento”, insistió. Convocado por Panamá, el encuentro se suspendió sin nueva fecha. Con eso, se dejó también en el aire la posibilidad de que de allí emanara una posible convocatoria a cancilleres de la región para evaluar la situación; una alternativa que empezaba a inquietar a Caracas. Meses atrás, un encuentro de ese mismo rango significó el final para la iniciativa de Caracas y de Quito de debilitar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Anoche, sin embargo, volvía a haber consultas para convocar a la OEA, el organismo que se declara comprometido con la democracia en la región, “lo antes posible”.ß
“diálogo sincero”
Reclamó a la dirigencia política poner fin a la violencia en el país CIUDAD DEL VATICANO.– Preocupado por la escalada de violencia, el papa Francisco lanzó ayer en la Plaza San Pedro un especial llamado a la dirigencia política de Venezuela para que cese la violencia y favorezca la reconciliación a través del diálogo. “Sigo con particular preocupación lo que está sucediendo estos días en Venezuela. Espero que cesen cuanto antes la violencia y las hostilidades, y sobre todo que el pueblo venezolano, a partir de los políticos y las instituciones, llegue a la reconciliación”, dijo Francisco en su tradicional audiencia de los miércoles. Además, el papa argentino llamó a “un diálogo sincero” para una “justicia que encare temas concretos para el bien común”, en referencia a la ola de protestas y represión de los últimos días en las calles venezolanas. “Mientras les aseguro mi plegaria constante y ferviente, en particular por los que han perdido la vida en los enfrentamientos y por sus familias, invito a todos los creyentes a elevar súplicas a Dios (...) y que el país recupere rápidamente la paz y la concordia”, agregó el Sumo Pontífice. Se trató de un llamado inusualmente largo de Francisco en comparación con los que acostumbra hacer sobre otros conflictos. La crisis venezolana nunca le fue ajena al Papa, que el año pasado recibió en sendas audiencias en el Vaticano al presidente Nicolás Maduro y al ex candidato y dirigente opositor Henrique Capriles. Las palabras del papa Francisco sobre la situación en Venezuela eran muy esperadas en el país, no sólo por su condición de jefe de la Iglesia Católica, sino por ser latinoamericano. Su exhortación llegó después de que la Conferencia Episcopal Venezolana expresara su preocupación por la violencia y llamara a respetar los derechos humanos.ß Agencias ANSA, AFP y EFE