Susana Ruiz Cerutti,la embajadora radical que apaga los incendios ...

Susana Ruiz Cerutti,la embajadora radical que apaga los incendios ... de la historia de nuestro país. .... la única canciller mujer de la historia argentina (26 de ...
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enfoques

| Domingo 30 De Diciembre De 2012

MI Mundo dIgItaL

Juan Damia

Dice que le debe gran parte de su carrera a Internet, que le enseñó a estudiar “simétricamente”. Quizá por eso Damia hizo de la Web su espacio de trabajo y emprendimientos: se especializó en analítica digital, es cofundador y CEO de Intellignos, dedicada a las estrategias de negocios online, y también creó Socialmetrix. Autor del blog analytics20.org/ es, dice ser “ecléctico” en sus usos de la Red: “Si me gusta, lo leo; si me cansa, lo dejo”. Aquí, una selección de sus preferencias online.

en La weB

BLogs

Twitter “Tiene mucha variedad de información relevante.” Es @juandamia en esa red social.

www.kaushik.net/avinash El blog de Avinash Kaushik, especialista en analítica digital.

Google + “Lo uso mucho por los Hangouts. Es una excelente forma de estar en contacto y hacer reuniones o conferencias no presenciales.”

www.cutroni.com El blog de Justin Cutroni, analista digital en Google. “Ambos logran explicar conceptos complejos de manera muy simple y que contagia.”

www.fender.com/blog El sitio de Fender, el fabricante de guitarras y bajos eléctricos. “Soy gran fanático del blues y del jazz.”

www.endeavor.org/blog El espacio de Endeavor, que apoya a “emprendedores de alto impacto” en países emergentes.

rankIng de twItteros 1 @jimsterne Jim Sterne, fundador de la conferencia e-Metrics. 2 @Equevedo Enrique Quevedo, especialista en Web Analytics de Google para América latina. 3 @guibert Guibert Englebienne, cofundador de Globant. 4 @Amartino Mariano Amartino, “hipertextual y blogger”.

el perfil

Susana Ruiz Cerutti, la embajadora radical que apaga los incendios diplomáticos del Gobierno el escenario nacional. Cómo olvidarse, entonces, de quién ayudó a que el conflicto fuera resuelto a favor de la Argentina el 21 de octubre de 1994. Por este trabajo, Cerutti obtuvo la Cruz Pro Eclesia et Pontifice y la Orden de San Gregorio Magno, otorgada por el papa Juan Pablo II. Pero lejos estuvo esta intervención de distinguirla con un trato preferencial de parte de la Presidenta. “Deben ser contadas las veces que Ruiz Cerutti fue a Olivos. Ella reporta a [Héctor] Timerman. Y si en esta última [por la retención de la Fragata en Ghana] le tocó ir en persona a informarle a Cristina fue porque el canciller no estaba en el país”, resalta un observador atento a sus movimientos más políticos, que dice haberla escuchado sólo una vez elogiar en público a la mandataria: cuando dio impulso al matrimonio igualitario. Años más tarde, esa misma discreción y buenos reflejos fueron sacados a relucir cuando el conflicto fue con Uruguay y por la papelera Botnia. Fue entonces cuando, aún con la disconformidad de los asambleístas, festejó que la Corte Internacional de Justicia de La Haya determinara que efectivamente Uruguay había fallado al evaluar el impacto ambiental que podía tener la pastera. Además de que la construcción de la planta había comenzado antes de que terminaran las negociaciones entre ambos países, tal como establece la legislación binacional vigente. El dictamen nunca fue bienvenido en Gualeguaychú, donde la expectativa era el cierre de la planta de celulosa por “contaminante”. Pero ella, la representante argentina durante el pleito, dijo feliz: “El «No a las papeleras» se ha visto reflejado en esta sentencia que le hará mucho bien a la relación bilateral”. Quienes la conocen de los 90 dicen que “si hay algo que la emparenta a los Kirchner es que es principista por sobre todas las cosas, lo único que le importa es que le den la razón. El tribunal internacional dijo que la Argentina tenía razón en su reclamo, pero la pastera siguió trabajando”. Más o menos festejados por los argentinos, a estas alturas de la trayectoria de Ruiz Cerutti, lo que nadie puede negar es que los fallos por los que intervino fueron salomónicos y terminaron con crisis bilaterales con países hermanos. Y eso no hay presidente de la Nación que no lo

De larga trayectoria en Cancillería, fue clave en las negociaciones con Uruguay, por Botnia, y en el regreso de la Fragata Libertad, en pocos días Adriana Balaguer PARA LA NACION

p

or protocolo se llama embajadora a la esposa del embajador. Por eso, alguna vez, tuvo que soportar que su interlocutor le preguntara por su marido. En Cancillería sonríen con esta anécdota, hoy impensable. Formen parte del escalafón diplomático o sean funcionarios políticos, todos saben quién es esta mujer de bajísimo perfil que reapareció en la tapa de todos los diarios por ser la artífice de la estrategia legal que permitió que el próximo 9-E la Fragata Libertad esté de regreso en la Argentina. Muchos la conocen de toda su vida profesional aunque no dejan de sorprenderse al escucharla decir: “Fue una lección para los fondos buitre”. “Ir al Tribunal del Mar no fue su idea. El ex procurador Osvaldo Guglielmino se la comentó a [Carlos] Zannini”, quien luego validó con la Presidenta el rumbo a tomar. “Pero hay que reconocerle a Susana una gran habilidad para lograr que estos grandes temas terminen en sus manos”, comenta por lo bajo una fuente diplomática que la ha visto en acción y que no tiene problema en reconocer que le molesta que con el kirchnerismo “los principales lineamientos en política exterior los manejen los radicales y no los peronistas”. Porque si bien para Susana Ruiz Cerutti lo suyo es el discreto traje gris, que no conoce colores partidarios, su corazón tiene boina blanca. “No es una militante, siente la bandera celeste y blanca”, explica alguien que recorrió los pasillos del Palacio San Martín gracias a su condición K, y que subraya el pasado radical de Ruiz Cerutti, el mismo que le permitió ser la única canciller mujer de la historia argentina (26 de mayo a 8 de julio de 1989) gracias al nombramiento de Raúl Alfonsín. El ex presidente la eligió para reemplazar a Dante Caputo, con quién venía trabajado como vicecanciller cuando se selló el acuerdo con Chile por el Beagle.

Ella no se desvela por esos comentarios, y tampoco por los que dicen que a pesar de su “elegancia profesional” jamás compitió en coquetería con otras mujeres del Gabinete. Reconocida por sus pares por su idoneidad para el derecho internacional (es abogada y hace 44 años egresó del Servicio Exterior con medalla de oro y diploma de honor), Caputo la recuerda a su lado durante las largas sesiones en Diputados, donde concurrió más de una vez para ser interpelado. “Susana se sentaba conmigo y me daba tranquilidad. Con ella cuidándonos las espaldas sabíamos que no había riesgo de que entrara ningún cañonazo”, explica antes de resaltar que su particular estilo radica en que “discute con cuidado, aunque no es infinitamente suave. Pero jamás se le ocurriría un desplante”. Y agrega: “En Francia existe un término, commis data, para calificar a altos funcionarios de la administración pública que son patrimonio del Estado. Yo creo que ella pertenece a esta categoría”. Nuevos rumbos Con la asunción de Carlos Menem, y la llegada al ministerio de Domingo Cavallo, a Cerutti le tocaron nuevos rumbos. Primero fueron aceptadas sus credenciales para Suiza y Liechtenstein, en 1991. Y luego fue como embajadora a Canadá, de 1998 a 1999. “En general, los diplomáticos se desesperan por trabajar en el exterior, pero ése no es su caso”, señala un político con trayectoria en la política exterior, que aún hoy se arrepiente por no haberla consultado en un momento conflictivo de su carrera: “Me hubiera sugerido que no hablara”. Entre uno y otro destino, a Ruiz Cerutti le tocó litigar nuevamente. De esos años es que la recuerdan los Kirchner. Caro a sus sentimientos fue el conflicto limítrofe con Chile por Lago del Desierto, esa porción del suelo santacruceño enmarcada por cordones montañosos gracias a cuya defensa, los Kirchner pudieron asomar por primera vez la cabeza en

quién es b Nombre y apellido Susana Ruiz Cerutti b Edad 72 años b La primera en la historia En julio de 1989 se convirtió en la primer mujer canciller de la historia argentina. Quienes la conocen, la describen como principista por naturaleza. b Una larga despedida Egresó del servicio exterior hace 44 años con medalla de oro y diploma de honor. Nunca termina de jubilarse pese a que ya se despidió muchas veces.

agradezca. “Trabajó para Alfonsín, Menem, De la Rúa (fue secretaria de Política Exterior) y como consejera Legal del Ministerio de Relaciones Exteriores acompaña a los Kirchner desde el inicio de su gestión. Por 30 años ha estado al servicio del Estado argentino siendo necesaria para todos los cancilleres. Eso es lo excepcional”, resume Caputo. Posiblemente, para ella, sea la cuestión Malvinas una asignatura pendiente. No debe haber sido fácil moverse aquí como una funcionaria de Estado que trasciende a los gobiernos de turno: han existido sobre este conflicto tantas posturas como presidentes ha tenido la Argentina. Sin embargo, y más allá de las idas y venidas, desde 1999 a la fecha sigue de cerca el conflicto con Gran Bretaña. De hecho, actualmente integra el Consejo Consultivo sobre Temas vinculados al Atlántico Sur junto al embajador Horacio Basabe, su principal colaborador en todos estos años, con quien “andan siempre juntos”, dicen, razón por la que los llaman “Ortega y Gasset”. Aunque a estas alturas, con años de pragmatismo diplomático a cuestas, nadie puede asegurar que el calificativo no se deba en realidad a las célebres palabras de este pensador español: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Digna frase de cabecera de una diplomática de ley como Susana Ruiz Cerutti.ß

reaLIsMo trágIco (en dos MInutos)

La guitarra de Felisa: se va la primera Diego Sehinkman PARA LA NACION

Dicen que es por la acústica de los azulejos. Por eso llevan la guitarra al baño. En 1967 Tanguito entró al de La Perla de Once y escribió su gran hit. 40 años después, en 2007, a Felisa Miceli no le fue tan bien: se metió en el baño del Ministerio de Economía con la “guitarra”, pero mientras componía “La Bolsa” le tocaron la puerta. Pobre Felisa. Era la Brigada, para llevarla “a naufragar”. El éxito es esquivo y caprichoso. ¿Por qué Boudou sigue de gira, igual que Jaime y tantos otros, y a Tanguita Miceli la quieren encerrar? ¿Por qué a ella, como antes a Tanguito, la persigue “el sistema”? La ex ministra de economía, recién salida del horno de Comodoro Py, no hizo distinciones y habló con todos los medios, incluso con

los satánicos: “Esto es porque no tengo una estructura de poder alrededor”. Atención productores de la discográfika: en su modo suave y algodonado, Felisa amenaza con cantar en serio. Si la Justicia le rechaza la apelación del fallo y le confirma la prisión efectiva, ¿empezará el solfeo? Muy leal (o muy sagaz, quién sabe) Miceli aclaró: “Yo sigo apoyando este proyecto, el mejor desde el regreso de la democracia”. El Gobierno recibió consternado el abrazo del oso (polar). Con dolor e impotencia, Tanguita descubrió que “el sistema” es arbitrario e injusto: en la investigación a Boudou por Ciccone, por dos mensajitos de texto apartaron de la causa al juez Rafecas. Y 300 mails de Ricardo Jaime diciendo “tanto para mí, tanto para vos, armá la factura agregando esto” no alcanzaron pa-

ra condenarlo. Para Norberto Oyarbide, los mails encontrados en las computadoras en el allanamiento no sirven como prueba porque las máquinas pudieron haber sido violadas, aún estando en posesión de la policía y precintadas. A Oyarbide sólo le faltó exponer el argumento odontológico: “Jaime mordió sin querer. No se puede condenar al que sufre bruxismo político, porque es un acto involuntario”. Dice el ultra K, sonriente: –¿Y qué me decís ahora que condenaron a Miceli?¿Te quejabas de que los funcionarios de este gobierno gozaban de impunidad? ¡Ahí tenés! ¿No estás contento? ¿Debería uno estar contento? La sensación es la siguiente: luego de una larga espera, el mozo oficialista viene y destapa la bandeja de plata. “La mesa está servida: Felisa Miceli”. Y los comensales, que se miran

con disgusto: ¡Pero ésa no era la cabeza que pedíamos todos! ¡Ésa es muy chiquitita! Se ve que el Gobierno selecciona cuidadosamente qué platos ofrenda. Tienen que ser cabezas pequeñas y, sobre todo, viejas, casi como de otro gobierno, casi como de otra vida. La cabeza de Miceli es pequeña hoy. Pero fue grande. Durante su gestión, en 2006 el PBI creció 8,5 por ciento, la inflación oficial era de menos del 10 y había superávit. Detrás de ella, con la libretita y controlándola, por supuesto que estaba Néstor Kirchner, quien cuando empezó el escándalo tuvo la habilidad de mirar a su funcionaria gangrenada con total ajenidad, como si no

fuera una parte suya. ¿Quién jibarizó la cabeza de Felisa? ¡Los Skanska, los Jaime, los Boudou, los Cirigliano! Los grandes casos de corrupción. Por eso hoy, su

condena no “llena”. Pensar que la primera condenada K había sido nombrada por Néstor, luego de su pelea con Roberto Lavagna. Aquel 28 de noviembre de 2005 se convirtió en la primera ministra de economía de la historia de nuestro país. Eran épocas en que todavía los argentinos hacíamos discriminación positiva y pensábamos que las mujeres, por su sensibilidad y por su condición de madres, jamás meterían la mano en otra lata que no sea la de leche en polvo. Pronto descubrimos que el poder es un anabólico que, en exceso, también en ellas produce impotencia moral.ß Twitter @diegosehinkman