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fútbol en españa

| Domingo 27 De octubre De 2013

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| Domingo 27 De octubre De 2013

Sin el mejor Messi, Martino festejó en su primer clásico

El nacionalismo se sintió en cada rincón política. Con cánticos y la bandera separatista

catalana; homenaje al ex técnico Tito Vilanova

En el bautismo del Tata contra Real Madrid, Barcelona ganó 2 a 1 y le sacó seis puntos de ventaja en la Liga ● Leo, distante de su mejor condición física, incidió poco en el juego; Neymar y Alexis Sánchez, los goles Martín Rodríguez Yebra CORRESPONSAL EN ESPAñA

B

Neymar, autor del primer gol, se abraza con Messi

FotoS DE AFP Y EFE

ARCELONA.– Ni sonrió. Cuando terminó el partido, Gerardo Martino guardó los anteojos en el bolsillo de arriba del saco, se acercó a saludar a Carlo Ancelotti y enfiló para el vestuario sin un solo gesto de euforia, como si de verdad temiera que el resultado fuera a definirse por la estadística de posesión de pelota y no por los goles. A su equipo le exigen dominio constante, lujo, pausa y precisión. Pero mientras no aparece la vieja receta de la perfección, el Barça de Martino colecciona victorias de pizarrón y esfuerzo: ayer derrumbó nada menos que a Real Madrid en un clásico algo desabrido, una invitación a la nostalgia de aquellos duelos de estilo y sangre caliente que dibujaban Guardiola y Mourinho. Para superar la prueba más difícil en lo que va del año, este Barcelona práctico no necesitó a Lionel Messi, para quien el partido fue un acto de presencia, incapaz todavía de salir de su cadena de lesiones y víctima de una descompostura que lo incomodó toda la tarde. Con Messi en versión testimonial, brilló Neymar. En el primer tiempo convirtió en un trompo a Carvajal para anotar el 1 a 0 en un ataque como extremo izquierdo; en el segundo habilitó a Alexis Sánchez para que hiciera el gol de su vida en el momento en que más sufría el Barça. A fuerza de gambetas el brasileño puso de pie al Camp Nou cuando Martino lo cambió sobre el final. Real Madrid le facilitó la noche al Tata. Ancelotti decidió usar el primer tiempo de un clásico que puede definir la Liga para hacer experimentos tácticos. A Sergio Ramos lo ubicó de 5 y el hombre se pasó una hora mirando el círculo de cal en el mediocampo, como si le hubieran pedido jugar a otro deporte. A su lado se amontonaban volantes centrales: Modric y Khedira. Arriba encajó a Gareth Bale, que ya vendió tantas camisetas con su nombre que el club consideraba imperdonable que se perdiera el clásico. Pero no sacó a Di María. Al verlos superponerse en la banda derecha parecía una opción tan extraña como que hubiera decidido jugar con dos arqueros. Bale, a diferencia de Neymar, recorre las canchas de España con ti-

midez, tal vez intuyendo que todos lo miran imaginando cuánto pesan 100 millones de euros. Ese Real Madrid sin conductor ni delantero centro permitió en el primer tiempo que el Barça desplegara su juego más tradicional, manejado por un Iniesta rápido, intuitivo, con esa precisión tan suya para dar pases antes de tocar la pelota. Cada vez que levantaba la cabeza –él o su socio Xavi– elegía la izquierda, territorio de Neymar. El Messi que estaba a la derecha –en la línea del Camp Nou que lo vio nacer– estaba para asustar. Cesc Fàbregas quiso cumplir tan bien con el papel de falso 9 que por momentos se engañó hasta a sí mismo. “En el primer tiempo fuimos reconocibles. Y cuando en el segundo vimos que el equipo tenía un tono dudoso hicimos los cambios para controlar el partido”, dijo al final Martino, sin ruborizarse por el planteo defensivo con el que terminó su trabajo. Ancelotti rectificó su planteo Porque después del intermedio, Ancelotti cerró el laboratorio. Si quería empatar necesitaba un conductor en el lugar por el que penaba Ramos. Se sentó en el banco a discutir la estrategia con su mano derecha, Zinedine Zidane, tal vez pensando que la solución era pedirle al francés que se quitara el traje. Pero

B Martino saluda a Neymar; el brasileño fue ovacionado cuando lo reemplazaron lo que tenía a mano era Ilarramendi, un 5 de manual, que ordenó un poco el juego del Madrid. También sacó a Bale y puso al resistido Benzema a ocupar el centro del ataque. Da la impresión de que al galés, para hacerlo jugar de 9, habría que construirle 20 metros de cancha a su derecha. Esos 40 minutos finales fueron el mundo al revés: el Barça replegado en el Camp Nou, mientras su rival histórico tocaba y tocaba. “Notamos el desgaste. Nos metimos demasiado atrás”, admitió luego Martino. Entonces emergió la otra figura: Víctor Valdés. El arquero tapó dos mano a mano y un remate desde afuera para impedir el empate. Y acompañó el bombazo de 20 metros con el que Benzema hizo temblar el travesaño. Al francés ya no le salen ni las más difíciles. Cristiano Ronaldo fue el espejo de Messi. Es como si se midieran tanto en las buenas como en las malas. Los dos se fueron sin marcar, una anomalía estadística. Se quedaron sin récord: Messi estaba a 1 de convertirse en el mayor anotador de la historia de los clásicos (tiene 18, igual que Di Stefano); Cristiano quería marcar por séptima vez con-

secutiva en el Camp Nou. Al portugués al menos le quedó el consuelo de reclamar un penal por un empujón de Mascherano en el área: no sería un clásico si no hubiera un árbitro culpable del resultado. Asediado, Martino puso al rústico Song por Iniesta. Y mandó a atacar a su jugador fetiche, Alexis Sánchez. Apenas entrar, el chileno las posiciones Equipos pts. J Barcelona 28 10 Atl. de Madrid 24 9 Real Madrid 22 10 Villarreal 17 9 Getafe 16 9 Athletic Bilbao 16 9 Levante 16 10 Espanyol 14 10 Valencia 13 9 Elche 12 10 Granada 11 10 Sevilla 10 9 Real Sociedad 10 9 Valladolid 10 10 Celta 9 10 Málaga 9 10 Rayo Vallecano 9 10 Betis 8 9 Osasuna 7 9 Almería 3 9

G 9 8 7 5 5 5 4 4 4 3 3 2 2 2 2 2 3 2 2 0

E 1 0 1 2 1 1 4 2 1 3 2 4 4 4 3 3 0 2 1 3

p 0 1 2 2 3 3 2 4 4 4 5 3 3 4 5 5 7 5 6 6

Gf Gc 30 7 21 7 20 11 15 9 14 11 15 13 12 14 12 14 12 13 10 13 6 10 15 16 8 10 12 15 13 12 11 14 7 24 8 12 6 13 11 20

para Hoy: 8, Sevilla vs. Osasuna; 13, Villarreal vs. Valencia; 15, Real Sociedad vs. Almería; 17, Atlético de Madrid vs. Betis. Lunes: 18, Getafe vs Atl. Bilbao.

convirtió un pase de Neymar en una emboquillada deslumbrante desde fuera del área, el gesto que hará memorable esta húmeda tarde noche catalana. El juvenil Jesé definió un contrataque a velocidad de la luz de Cristiano Ronaldo y puso suspenso en el minuto 90. Pero no hubo remontada. Incluso la adrenalina del final hizo revivir a Messi, que tiró un caño a Varane en el área y a punto estuvo de cumplir con su cuota de gol, como prueba de que quizá tienen razón quienes piensan que de sus lesiones se curará jugando. Silbato final. El saludo de Martino y Ancelotti, sin el teatro de sus antecesores. Y un mensaje del técnico rosarino, tan desprovisto de triunfalismo después de ganar su primer clásico español: “Todavía tenemos mucho por mejorar”. No es que estuviera relajado. Él mismo lo explicó: “Parece que hubiera jugado yo el partido; sufrí mucho, ahora tengo ganas de irme a dormir”. La euforia estaba a un pasito de la sala de conferencias, en el vestuario. La fiesta de los jugadores del Barça no reparó en ningún matiz táctico.

2 1

Víctor Valdés 9 Diego López Dani Alves 7 Daniel Carvajal Javier Mascherano 6 Raphael Varane Gerard Piqué 6 Pepe Adriano 6 Marcelo Xavi C 5 Sergio Ramos C Sergio Busquets 6 Sami Khedira Andrés Iniesta 7 Luka Modric Lionel Messi 5 Ángel Di María Cesc Fábregas 5 Gareth Bale Neymar 9 Cristiano Ronaldo DT: Gerardo Martino DT: Carlo Ancelotti

5 4 5 6 5 4 6 6 5 4 6

Cambios: ST: 10m, Asier Illarramendi (6) por Sergio Ramos; 15m, Karim Benzema (5) por Gareth Bale, y 30m, Jesé por Ángel Di María. Suplentes: Iker Casillas, Alvaro Arbeloa, Fabio Coentrão e Isco.

GOLES: PT: 18m, Neymar (B), y 32m, Alexis Sánchez (B). ST: 45m, Jesé (RM). CANCHA: Camp Nou. ESPECTADORES: 95.000 ÁRBITRO: Alberto Undiano Mallenco (regular).

ARCELONA (De nuestro corresponsal).– De repente, la mayor parte de los 95.000 asistentes al Camp Nou se unió en un grito: “¡Independencia!” Una gigantesca estelada, la bandera separatista catalana, se desplegó en una de las bandejas, acompañada de una pancarta “És normal voler un país normal”. Era el minuto 17 con 14 segundos del clásico Barça-Real Madrid, una referencia al 1714, el año mítico para los catalanistas, que recuerdan la pérdida de sus instituciones de autonomía al finalizar la guerra de sucesión española. Como si el partido fuera una gran protesta política, unos segundos después Iniesta –más castellano que Don Quijote– habilitó al brasileño Neymar para que definiera cruzado al palo más lejano de Diego López. El grito del gol se confundió de nuevo con el hit de las últimas manifestaciones masivas por la separación de Cataluña: “¡I-inde-independencia!”

El grupito de madridistas que siguió el clásico acordonado en un ángulo de la bandeja superior amagó con reaccionar: “¡Que viva España!”, ensayaron. El fervor nacionalista se siente en cada rincón de Barcelona, en momentos en que el gobierno catalán acelera con un plan para convocar a un plebiscito sobre el derecho a independizarse de España, resistido por el gobierno de Mariano Rajoy. El Camp Nou reflejó el sentimiento catalanista desde el principio. Hubo un homenaje al ex entrenador Tito Vilanova, al que recibieron con un “Força Tito” dibujado en las tribunas por los cartelitos blaugranas que cada espectador encontró sobre su asiento. Pero en las tribunas traseras la figura que se formaba era una monumental bandera roja y amarilla, los colores de la “patria catalana”. Y ante cada avance importante del Barça, el grito fue: “Visca el Barça, visca Catalunya”.ß

La gigantesca estelada que desplegaron los hinchas

Real Madrid se quejó por un supuesto penal de Mascherano

barcelona real madrid

Cambios: ST: 24m, Alexis Sánchez por Cesc Fábregas; 31m, Alexandre Song por Andrés Iniesta, y 38m, Pedro Rodríguez por Neymar. Suplentes: José Pinto, Carles Puyol, Martín Montoya y Sergi Roberto.

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Cristiano Ronaldo cae en el área tras una leve carga desde atrás de Mascherano

b^b^b BARCELONA.– No se registró el nivel de conflictividad de clásicos anteriores, cuando José Mourinho no ahorraba provocaciones que arrastraban a otros, pero el partido de ayer igual dejó material para la polémica. Varias voces de Real Madrid se alzaron contra el árbitro Undiano Mallenco, al que acusaron de no haber sancionado un penal de Javier Mascherano a Cristiano Ronaldo cuando el partido estaba 1-0 para Barcelona. En esa jugada, el argentino cargó levemente desde atrás sobre el portugués, que se dejó caer. “El penal lo vio todo el mundo, fue muy claro”, expresó el técnico Carlo Ancelotti. El lateral brasileño Marcelo amplió el reclamo a otra acción en la que Adriano, en

un desesperado cierre para que Khedira no conectara un centro de Cristiano Ronaldo, toca la pelota con un brazo mientras está caído. No dio la impresión de que tuviera intención, que es lo que debe juzgar el árbitro. “Tanto la mano de Adriano como el penal a Cristiano fueron evidentes. Sabemos que siempre pasa algo raro en estos partidos”, expresó Marcelo. El diario catalán Sport, de acuerdo con lo recogido de un video, reflejó que Cristiano Ronaldo trató al juez de “cagón de mierda”. En el plantel de Barcelona, Gerardo Martino evitó referirse a la actuación de Undiano Mallenco. Más confrontativo fue Sergio Busquets: “Cada vez que pierden, la excusa fácil es el árbitro. Ellos no se pueden quejar”. ß