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eDITORIALeS | CARTAS
| Domingo 16 De febrero De 2014
Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre
Símbolos religiosos y pluralismo La presencia de imágenes en lugares públicos exige un delicado equilibrio: ni convertir foros estatales en capillas ni excluir valores históricos y culturales
L
a presencia de símbolos religiosos en ámbitos públicos ha sido objeto de polémicas en Europa y en América latina. En nuestro país, aunque no en las escuelas, hay imágenes religiosas, entre otros ejemplos, en edificios públicos, estaciones de trenes, rutas, aeropuertos, bancos, tribunales, unidades militares, comisarías, cárceles, comercios, taxis. Algunas son imágenes solemnes, otras simplemente “estampitas” y aun variantes del sincretismo propio de la fusión cultural. Pero siempre expresan una profunda creencia religiosa. El debate sobre la presencia de esos símbolos en los establecimientos de enseñanza ya ha sido zanjado: en las escuelas argentinas de gestión pública, salvo donde las constituciones provinciales admiten la enseñanza religiosa, no hay crucifijos. El modelo que la Argentina adoptó hacia fines del siglo XIX para la enseñanza fue el de Francia, “laica” por definición constitucional, aunque el término “laica” no figuró como tal en la célebre ley 1420, pero sí hoy en el Estatuto Organizativo de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora se ha abierto un nuevo debate, relativo a la exhibición de dichas imágenes en ámbitos del Poder Judicial. Una señal incipiente ocurrió en 2003, cuando se manifestó un conflicto relativo a la Virgen de San Nicolás en el Palacio de Justicia, colocada allí por alguien en forma espontánea. La Corte, no sabiendo muy bien qué hacer, resolvió “regularizar” la situación (léase “remover” la imagen) y devolverla a quien la colocó. En el más alto tribunal, la jueza Carmen Argibay es una firme sostenedora de esa postura. En el ámbito del Ministerio Público, la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, dispuso sacar todo tipo de símbolo religioso de las sedes del organismo a su cargo. La cuestión es determinar si en la Argentina esas imágenes en ámbitos públicos de los poderes del Estado atentan contra la pluralidad religiosa. Al respecto, la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, al intervenir en el caso de la “Virgen del Palacio” (2004), consideró que la sola manifestación pública de una creencia religiosa no implica trato discriminatorio o la ausencia de imparcialidad respecto de quienes no profesen esa creencia. Y que no es ilegítima la presencia de un símbolo religioso, católico, en un edificio público sede de uno de los órganos de poder del Estado. Es una opción, jurídicamente posible, de las autoridades que ejercen las respectivas facultades de superintendencia. Por la misma razón, la preeminencia de la Iglesia Católica no implica desmedro de la libertad religiosa de todos los habitantes y del derecho de existir y desarrollarse de las otras confesiones. El Relator especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Religión y de Convicción, con motivo de su visita al país en 2001, citó en su informe que el “vínculo privilegiado” entre el Estado y una religión determinada no es en sí mismo contrario a los derechos humanos” mientras se respeten los derechos de las minorías. Desde el punto de vista constitucional, en la Argentina “hay libertad de cultos sin plena igualdad de cultos”, ya que el artículo 2° de la Ley Fundamental prevé: “El gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”. Dicha normativa fue la manera que encontraron los constituyentes de 1853 para conciliar la libertad de cultos, apuntando a atraer inmigrantes de distintas confesiones, con el respeto a la raigambre histórica y a las creencias religiosas de la mayoría de los argentinos. Además del artículo 2, en la Constitución hay un principio teísta que se refleja en el Preámbulo y, en particular, en el artículo 19, que reserva a Dios el juicio sobre las acciones privadas de los hombres. A nivel internacional, el tema también ha sido debatido en varios ámbitos. El célebre caso “Lautsi”, relativo a la presencia de crucifijos en
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las escuelas italianas, resuelto por la Gran Sala de la Corte Europea de Derechos Humanos (2011) no consideró contrario a la libertad religiosa la existencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas, pues se trata de un “símbolo pasivo” respecto al cual no se exige a nadie especial trato o reverencia. El fallo hizo una distinción entre “no poner” y “sacar”. Si no hay imagen, basta no colocarla y no causa agravio o herida a un sentimiento religioso; la remoción es un acto negativo, un rechazo que puede interpretarse como la imposición de una propia cosmovisión, atea o agnóstica, aunque se invoque la libertad religiosa. En diciembre pasado, un tribunal de Varsovia dictaminó que el crucifijo podrá permanecer en el Parlamento de Polonia, ya que “no infringe ningún derecho” y consideró: “Aunque la cruz es un símbolo religioso, no puede ser ignorada su importancia como un símbolo de la identidad nacional y la cultura polaca”. El veredicto rechazó así la demanda presentada por el partido polaco Movimiento Palikot, que pedía retirar la cruz de la Cámara baja. En otro caso reciente, dictado por el Tribunal Constitucional de la República del Perú (2012), correspondió a un amparo interpuesto por una persona que solicitaba el retiro, de todas las salas judiciales y despachos, de los símbolos de la religión católica, invocando que esa exhibición no corresponde a un Estado laico, donde existe libertad religiosa. El máximo tribunal concluyó, luego de considerar que “la presencia de esos símbolos responde a una tradición históricamente arraigada en la sociedad, que se explica por ser la Iglesia Católica un elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú”. El propio Colegio Público de Abogados de la Capital Federal aprobó el dictamen del Instituto de Derecho de Culto y Libertad Religiosa, ante el pedido de retiro de símbolos religiosos de las salas de audiencias de juzgados y tribunales, en el marco de la “Campaña Nacional a favor de la Neutralidad Religiosa en el Poder Judicial”. La postura del Colegio Público, en consonancia con los fundamentos del fallo Lautsi y del Tribunal Constitucional de la República del Perú, sostiene que dicho pedido “no es aceptable como interpretación jurídica válida al conducir… al sacrificio colectivo de valores recogidos en la Constitución Nacional, que la supermayoría de la población argentina, incluidos los pertenecientes a creencias no cristianas o no creyentes, reputa entre los más elevados”. En la actualidad, para muchas personas, en su fuero íntimo, la fe no adquiere relevancia, incide escasamente en las decisiones de sus vidas y, menos, en la vida social respecto de otras épocas. Aún así, en la Argentina la expresión de fe católica continúa siendo mayoritaria y esa creencia constituye, en la actual coyuntura de enfrentamiento social, un factor de unión trascendente por encima de las disputas políticas e ideológicas. Esta situación es mucho más evidente desde marzo de 2013, cuando el ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa. La presencia de los símbolos religiosos en los lugares públicos exige un delicado equilibrio: ni convertir los foros estatales en capillas, ni excluir la referencia trascendente de ellos, como en algunos casos pretenden los partidarios del secularismo activista. En la Argentina, los símbolos religiosos católicos y, más concretamente el crucifijo, son portadores de valores comunes históricos y culturales. Debe quedar a juicio de cada tribunal resolver si opta por colocar, mantener o removerlos de los ámbitos públicos. En una sociedad verdaderamente pluralista, nadie deberá sentirse excluido, herido o privilegiado, pues esas creencias y valores existen en la realidad y son factores silenciosos de unión, aun para quienes carecen de fe religiosa o que tienen otros credos.
En una campaña publicitaria que se ha difundido ampliamente, la intendencia montevideana recomienda “respetar las normas de tránsito”. La intención es buena, considerando el empinado número de siniestros que ocurren en la materia, pero resulta difícil pedir respeto por una reglamentación cuando buena parte de esa masa de ciudadanos ignora las reglas cuyo cumplimiento se le pide. El precario conocimiento que los conductores de Montevideo tienen sobre tales normas les impide saber cosas muy sencillas. Aunque la gente de a pie también necesita algunas instrucciones, como la que
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recomienda cruzar con cierta presteza y no lánguidamente, como si paseara mirando vidrieras. Pero el tránsito sigue siendo arbitrario y violento, rasgo que no constituye un caso aislado ni un fenómeno causal, porque la violencia también sigue esparciéndose en otros medios. Ciertos sesgos de brutalidad van coloreando de manera sombría numerosos comportamientos, tanto de adultos como de menores. Y de eso forma parte el tránsito que preocupa a la Intendencia. Para curar el proceso hay que ir al fondo de las cosas, no solamente a sus consecuencias más visibles o cruentas.
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Carta de la semana
Balanza Desde 2007 no tuvimos un índice de precios veraz; faltan datos ciertos y precisos sobre la realidad económica y social del país de los últimos siete años. Es como si por problemas de peso hiciéramos tratamiento con un nutricionista que utiliza una balanza “trucha”, totalmente descalibrada. No sabríamos cuánto estamos adelgazando o engordando, ni cuál es nuestro peso real. Lo mismo ha pasado con la balanza gubernamental para medir la inflación. ¿Cómo es posible diseñar o analizar las políticas económicas basadas en esos guarismos del Indec?
Subsidios y planes Se escucha decir con frecuencia, desde distintas vertientes de los partidos, movimientos y frentes, que se preparan para la carrera electoral de 2015, que no cambiarán lo bueno que se ha hecho. En ese listado de conquistas que se promete no cambiar se incluye la larga lista de subsidios y beneficios sociales que se han hipertrofiado en estos años. Sin dejar de reconocer la necesidad de ayudas a múltiples sectores de la sociedad que han quedado relegados en más de diez años de “crecimiento a tasas chinas con inclusión”, lo que se espera de quienes se postulan anticipadamente para suceder al actual gobierno, es más imaginación, capacidad y voluntad para encontrar los caminos de desarrollo económico y social que conduzcan a salir de los esquemas de prebendas y dignificar a los ciudadanos dándoles la posibilidad de ganarse los recursos propios para solventar su subsistencia y las de sus familias. No es sustentable que siga prometiéndose que la luz, el transporte, los estudios, entre otras cosas, continuarán a precios artificiales para estar al alcance de todos. Si ningún partido de la oposición es capaz de generar un proyecto de país que vaya en este sentido, pobre será el panorama electoral en 2015. Claudio I. Ribero
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The Economist La revista The Economist se pregunta cómo pudo pasar la Argentina en cien años de tener uno de los ingresos per cápita más altos del mundo al actual estado de deterioro. Creo que la explicación no es difícil. Ese alto ingreso no estuvo nunca distribuido “per cápita”, sino que estaba concentrado en muy pocos afortunados, creándose una brecha cada vez mayor entre “ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres”, lo que resultó un excelente combustible para políticas populistas. Éstas, ya sabemos, significan la destrucción de cualquier organización, Imperio Romano incluido. Este incendio se autoalimenta con pobreza e ignorancia para su propia conservación, y aún no hemos logrado quebrar el fatídico círculo, o circo. Daniel Alberto Ibar
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Silencio No recuerdo nunca haber escuchado a la presidenta Cristina hablar de corrupción. ¿Será que no le importa? O quizá cree que no hay corrupción en este país. Martin Spika
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Ahora ponen en marcha un nuevo Índice de Precios Nacional, al parecer más cercano a la realidad que el anterior. ¡Bienvenido sea! Sólo falta que, tras admitir públicamente el flagelo inflacionario, lo combatan, pero con medidas distintas de las que se han tomado. Porque no alcanza con cambiar la balanza. Hay que hacer otro tratamiento. Y, en todo caso, cambiar al nutricionista también. Ricardo Fuentes DNI 17.030.430
bai y festeja su compromiso en Roma en el hotel preferido por la nobleza italiana. ¿Habrá cantado “Qué lindo que va a ser el Hospital de Niños en el Sheraton Hotel”? Elsa Irene Scopazzo DNI 4.933.395
Especulación Sería interesante saber qué funcionarios y allegados al Poder Ejecutivo y al Ministerio de Economía de la Nación compraron, en el último mes o en los últimos días, títulos públicos cuya alza estaba ligada al incremento del CER. Sobre todo teniendo en cuenta que desde el Gobierno se habla tanto de maniobras especulativas. Francisco José Curia DNI 4.551.194
Venezuela, hoy ¡Qué linda la revolución bolivariana! Tres muertos a balazos por grupos parapoliciales, inflación, desabastecimiento, mercados paralelos, miles de ciudadanos emigran al exterior. Todo un éxito. Damián Escobar
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Derechos humanos Soy hija de un preso político condenado en Tucumán. Como expresa la excelente nota de Aníbal Guevara Bianchi del día 10, la vara usada en los juicios de lesa humanidad no respeta los derechos humanos que se profesan. Mi padre padece de mal de Parkinson, enfermedad incurable, agravada por el encierro y la falta de atención médica. Desde la resolución del Ministerio de Defensa de agosto de 2013, que prohíbe la atención a los detenidos por delitos de lesa humanidad en el Hospital Militar Central, no recibe el tratamiento que requiere esa patología. Sin mencionar que días antes de esa resolución fue diagnosticado de cáncer. ¿Qué razonabilidad revistió esa medida que condena al resto del universo de los presos a una muerte segura o a un claro desmejoramiento de salud? ¿Qué penal de la República tiene los medios necesarios para atender las necesidades de un detenido de 73 años? ¿Cuántas personas mayores de 70 años se encuentran privadas de su libertad por delitos que no sean de lesa humanidad? Me atrevería a decir que ninguna. Dejemos de lado la hipocresía, el doble discurso no funciona. No rei-
En la Red Nuevo índice de precios Facebook
El otro Escuchando a la Presidenta en sus últimos discursos, le propongo que cambie su eslogan “La Patria es el otro” por “La culpa es del otro”. También que piense seriamente si no hay “otro” que pueda resolver los problemas que “otro” (ella) creó. Nunca hay que olvidar que el otro del otro es uno mismo. Jorge C. Solari DNI 16.928.574
Quebracho, protegido Una vez más la agrupación Quebracho decide hacer una protesta en la vía pública. Todos conocemos su estilo violento y agresivo. Por eso suelen salir encapuchados y con palos amenazantes, listos para usar si la ocasión lo amerita. Lo que no logro entender es por qué tienen la protección de las fuerzas policiales. ¿Acaso la ley avala y otorga derechos a quienes salen a la calle de forma claramente hostil a defender sus “ideas”? Mariano Maurette DNI 14.043.958
Maradona Para muchos, Diego Armando Maradora es un ícono de la argentinidad. Creo que en estos momentos nada es más acertado. El 10 tiene tatuada la imagen del Che, vive en Du-
vindico el pasado, tan solo pretendo legalidad. Que el discurso de los derechos humanos sea de y para todos. Que vivamos en un sincero Estado de Derecho que cure las heridas del pasado por el bien de todos. Lorena Belén Moore DNI 30.887.049
Fondos de la AFA Hasta que le confiscaron, hace casi seis años, a Torneos y Competencias la transmisión del fútbol de primera, los 20 equipos de la división A debían 900 millones de pesos. En estos casi seis años la AFA recaudó por parte del Gobierno aproximadamente unos 7000 millones, para repartir entre todos los equipos. Al día de hoy los 20 equipos de primera A deben 2400 millones de pesos. ¿Adónde fueron a parar esos 7000 millones? Porque a los equipos se ve que no. Marcelo White Pueyrredón
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Rampas sin control El gobierno de la ciudad de Buenos Aires se ha abocado a realizar rampas para discapacitados en las esquinas de muchos de sus barrios. Pero de nada sirven las obras si después no realiza un control para sancionar debidamente a todos los automovilistas que, sin ningún respeto por el prójimo, obstaculizan las rampas dejando allí sus automóviles estacionados. Miguel A. Nievas DNI 14.510.201
Juegos y solidaridad Tus pensamientos de hoy, que serán tus actos de mañana, son el resultado al menos, de tu educación, tu familia y tu ámbito social, y usando conceptos actuales, es así como una persona resulta finalmente “configurada”. Y si bien en la infancia existen apelaciones retóricas a la solidaridad y la cooperación, no obstante, en todos los juegos infantiles, tanto de mesa como deportivos, alguien se alegra venciendo a otro, y ese otro sufre por la derrota. Y no hablemos de juegos de naipes como el “truco”, donde la simulación y la mentira es la técnica del juego. Ahora bien, si pensamos en ciertas actividades grupales como escalar montañas, tan peligrosa y desafiante, en donde llegar a la cima es el triunfo y alegría de todo el grupo, creo que se deberían crear juegos infantiles que lo imitaran, donde el resultado de ganar o perder sea la consecuencia de una actividad cooperativa del grupo que compite contra un escollo que se le presenta y no contra otro grupo humano. Seguramente esto contribuiría a una formación mucho más solidaria. Bernardo G. Gwiazda DNI 4.134.432
El enojo de Ravel
“Pasan de negar rotundamente la inflación a establecer un nuevo índice en el que se siguen quedando cortos” Matías Nicolás Mogni
“Siete años de mentiras, nos deben una respuesta” Horacio Smurra
“Cristina Fernández de Kirchner: “Si la inflación fuera del 25% el país estallaría”... ahora yo digo: 3,7% x 12 cuánto da?” Sergio Aurea
“Y los restantes once meses a 0 por ciento de inflación... y estamos igual que el 95 por ciento de los países del mundo” Matías Benzaquén
He leído con sumo interés el excelente artículo sobre la Gran Guerra firmado por el señor Eduardo Berti. En él, hay un párrafo sobre el pianista austríaco Paul Wittgenstein, quien perdió el brazo derecho en la contienda. Como modesta contribución, quisiera manifestar que el compositor francés Maurice Ravel escribió especialmente para el pianista mencionado su “Concierto para la mano izquierda para piano y orquesta”. Se comenta que Ravel se enojó con Wittgenstein porque éste realizó algunas modificaciones en el concierto que no fueron del agrado del compositor. Héctor A. Carteau
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“A ver” Cada dos por tres se usa esa desagradable muletilla. Por teléfono, en la televisión, en los negocios. No hay nada que ver. En la Argentina, eso sí, veremos las estrellas. O los pajaritos, para los que gustan de la ornitología. Esta vez resulta censurable la frase “la moda no incomoda”, tersa rima. Julio Chiappini DNI 6.071.522