¿Será posible volver al buen camino?

Pensemos en dos discípulos de Jesús: Judas y Pedro. 1. Judas se descarrió del buen camino y entregó a Jesús a los que buscaban matarlo. Luego pensó dos ...
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¿Será posible volver al buen camino? Será posible volver al buen camino después de haberse descarriado? No. No es posible. (Sí. ¡Sí es posible!) Esto tal vez parezca ser una contradicción. Es porque al hablar de volver al buen camino, tenemos que tener en cuenta dos cosas: 1. El carácter y poder de Dios 2. Nuestra respuesta al carácter y poder de Dios Permítame explicar: El carácter y poder de Dios: Dios desea darnos una entrada amplia y generosa al reino de Jesús (véase 2 Pedro 1.11). Dios es bueno, como el padre del hijo pródigo. Cuando el padre del hijo pródigo vio que su hijo volvía después de tanto vagar, la Biblia dice que “lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echo sobre su cuello, y le besó” (Lucas 15.20). Dios quiere perdonarnos si volvemos a él contritos como lo hizo el hijo pródigo. Nuestra respuesta al carácter y poder de Dios: Es posible volver al buen camino, pero solo si respondemos de manera positiva al llamado de Dios de volver. Si extendemos nuestra mano y pedimos a Dios su ayuda para volver, su carácter y poder le moverán a ayudarnos y a recibirnos de vuelta. Jesús dice: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6.37). Entonces, ¿será posible volver al buen camino aun después de haberse descarriado? Sí, ¡es posible volver al buen camino!

¿Cómo se vuelve al buen camino? Pensemos en dos discípulos de Jesús: Judas y Pedro. 1. Judas se descarrió del buen camino y entregó a Jesús a los que buscaban matarlo. Luego pensó dos veces lo que había hecho. La Biblia dice que Judas incluso hizo una confesión. Él “devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente” (Mateo 27.3–4). Pero no pudo volver al buen camino. ¿Por qué? 2. Pedro también cometió un error muy grande, negando al Señor. Luego él también se arrepintió. La Biblia dice que “Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente” (Lucas 22.62). ¡Y él sí pudo Volver al buen camino! ¿Por qué?

¿Por qué pudo Pedro volver al buen camino, y Judas no? Gran parte de la respuesta la Podemos hallar en 2 Corintios 7.10. Este versículo dice: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”. Con esto entendemos que hay dos diferentes tipos de arrepentimiento. Uno es un arrepentimiento que produce salvación; el otro produce muerte. El arrepentimiento de Judas lo destruyó porque él escogió salir y ahorcarse. En contraste, el arrepentimiento de Pedro lo salvó porque él lloró su pecado, escogió clamar la pura misericordia de Dios y volver a hacer la voluntad de su Maestro. ¡Así es como se vuelve al buen camino! El arrepentimiento que es según Dios es aquel cambio de pensar que produce frutos Buenos (véase Lucas 3.9–14). Es un arrepentimiento activo que motiva al arrepentido a volver al Padre, pedir perdón, y volver a hacer la voluntad del Padre… tal como lo hizo Pedro.

¿Puede usted volver al buen camino? La Biblia es clara que Dios no quiere “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3.9). Dios quiere que todos procedan a la clase de arrepentimiento que es “para salvación”. Pero él no nos hace Volver al buen camino a la fuerza. Entonces, es decision personal de cada persona descarriada volver o no volver al buen camino por medio de arrepentirse según Dios. El arrepentimiento que nos lleva de regreso al buen camino está estrechamente ligado a nuestra disposición de dejar nuestra incredulidad acerca de quién es Dios y qué puede hacer en nosotros. Tenemos que creer que él sí quiere salvarnos y que puede poner nuestros pies otra vez en el buen camino. Cristo va en busca de la oveja descarriada. Él desea traerla a casa. Pero, ¿qué si la oveja se obstinara en quedarse en las montañas? ¿Sería posible que la oveja obstinada vuelva al buen camino? Mientras persista en su rebeldía e incredulidad, no es posible porque Cristo no la hace volver a la fuerza. A la misma vez, voy a decir que sí, es posible, porque Cristo desea llevarla de regreso al buen camino. Pero depende de la voluntad de la oveja descarriada… Existen algunas “ovejas descarriadas” que tienen la voluntad de volver al buen camino, pero temen haber blasfemado contra el Espíritu Santo. Temen que no habrá más retorno para ellas. El diablo muchas veces se aprovecha de ese temor para hacer que no se arrepientan. Pero si Jesús le atrae para que vuelva al buen camino, eso quiere decir que para usted hay esperanza. Jesús no va en busca del que blasfema contra el Espíritu. Al que blasfema contra el Espíritu Santo ya ni le importa el arrepentimiento según Dios. Tanto la amonestación de Cristo en cuanto a la blasfemia contra el Espíritu Santo (véase Marcos 3.28), como la reprensión dada en Hebreos 6.4–8 y 10.26–29, constituyen una advertencia muy seria para todos, especialmente para los que se hayan descarriado del buen camino. El carácter y poder de Dios están a favor del perdón y la reconciliación. Pero el que persiste en descarriarse del buen camino se enfrenta con la dura realidad expuesta en Hebreos 12.25, 29: “Mirad que

no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. (…) Porque nuestro Dios es fuego consumidor.”

Jesús le manda volver al buen camino Si usted se ha descarriado del buen camino, hay esperanza. Jesús le dice: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” (Apocalipsis 2.5). “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3.19–20). —Timoteo D. Miller

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