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SEGURIDAD

amedrentar es eL arma siLenciosa de La mafia Desde junio pasado se reiteran los anónimos amenazantes contra funcionarios judiciales y del gobierno que enfrentan a los narcos y a la policía

| Sábado 22 de marzo de 2014

2013

2014

14 DE JUNIO

7 DE SEPTIEMBRE

11 DE OCTUBRE

16 DE OCTUBRE

12 DE MARZO

Amenazaron de muerte a Juan Carlos Viena, el juez que investiga una serie de crímenes desatados luego del asesinato de Martín “El Fantasma” Paz, ocurrido en septiembre de 2012 y ligado a la narcobanda Los Monos

El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, y el secretario de Seguridad, Matías Drivet, denunciaron amenazas que recibieran en sus teléfonos celulares; todo estaría vinculado con las actividades de los narcos en la provincia

Por la noche, cuatro encapuchados en dos motos balearon de 14 balazos el frente de la casa del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, en el barrio Alberdi. El mandatario estaba allí y resultó ileso

En el celular de la jueza de Instrucción Nº 5 de Rosario, María Pérez Vara, quien investiga el ataque a Bonfatti, apareció un SMS en el que advertían sobre un eventual nuevo ataque al mandatario

Lamberto, y Drivet fueron víctimas de amenazas “muy graves”. En la autopista Rosario-Santa Fe, el auto oficial en el que debía viajar Drivet, y luego no lo hizo, fue encerrado por un VW Bora

seGUriDaD Edición de hoy a cargo de Luis Moreiro | www.lanacion.com/seguridad

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narcotráfico en rosario | funcionarios en peligro

Planeaban asesinar a un juez que había procesado a 36 narcotraficantes Fue descubierto por un magistrado que analizaba las escuchas de un detenido por homicidio y un policía preso por ayudar a escapar a un sicario de la banda Los Monos; “Yo me encargo de salchicha”, dijo uno de ellos al referirse al juez Vienna Viene de tapa

Luego de que trascendieran estas nuevas intimidaciones desde el gobierno provincial decidieron reforzar la seguridad de jueces y fiscales que investigan causas vinculadas al universo de la violencia narco. El juez Vienna ya fue amenazado en dos oportunidades, cuando se inició la investigación contra el grupo liderado por la familia Cantero. El plan que se orquestaba para asesinarlo fue interceptado el miércoles pasado por el Juzgado Federal Nº 3, a cargo de Carlos Vera Barros, que sigue adelante una causa por narcotráfico, que tiene como principales imputados a Reina Isabel Quevedo y a Julio César Feldkircher. Ambos fueron procesados esta semana por tráfico de drogas, junto con otras cuatro personas, que quedaron detenidas el 9 de febrero pasado en un operativo que realizó la Policía Federal en Metán, Salta, y en Rosario. Germán Almirón, integrante de la Brigada de la División Judicial de la Policía, está preso acusado de favorecer la fuga de Juan Domingo Ramírez, un delincuente sindicado como sicario de Los Monos que el 15 de enero pasado escapó de la jefatura policial nueve horas después de ser detenido cuando iba a visitar a su padre en el barrio de la Carne, en la zona sur de Rosario . De acuerdo con la versión policial, Ramírez huyó tras zafar de las esposas, golpear a sus custodios y salir del predio por uno de los paredones laterales. Almirón va a ser procesado la semana próxima por el juzgado de Instrucción Nº 11, a cargo de Alejandra Rodenas, por facilitar la fuga del sicario de Los Monos. Este uniformado se desempeñaba en la División Judicial, un área de la policía que está cuestionada por varios procedimientos. Pero fue la brigada que aportó un caudal importante de información al juez Vienna en el marco del expediente 913/12, que tiene a la banda de Los Monos como principales protagonistas de una trama narcocriminal que comenzó a ser investigada a partir del asesinato de Martín Fantasma Paz, ocurrido el 8 de setiembre de 2012. En la justicia federal sabían que Almirón tenía un celular en la cárcel. Y ante las sospechas de su vinculación con la banda narco de Quevedo intervinieron su teléfono.

Criminales y policías que se disputan el poder

Según fuentes de la Justicia, en grabaciones telefónicas recientes –que se habrían concretado entre lunes y martes pasados– está registrado que Almirón habló desde la alcaidía de la jefatura policial, donde está alojado, con César Arón Treves, preso en la cárcel de Coronda por el homicidio de Gustavo Serra, que fue acribillado de cuatro balazos el 24 de noviembre de 2012 en una cochera en Maipú al 800. “Hay que matar a un juez” Treves, quien declaró en la causa de Los Monos, que investiga Vienna, le pidió a Almirón que le consiguiera la dirección del domicilio del juez. “Yo me encargo de salchica”, prometió. Y el policía de la División Judicial le contestó: “Hay que matar a un juez o a un fiscal para que esto no pase más. Nunca mataron a un juez. Nunca les pasó nada. Y hoy son los dueños del poder”. En ese tramo de la conversación se hace alusión a un fiscal al que apodan “bocón”, que sería Guillermo Camporini, al que también dicen que van a eliminar. Treves le explicó –según la grabación– que a él lo traicionaron. “Me dijeron que si pasaba información de Los Monos me iban a largar. Y me mintieron”, agregó el hombre que está detenido por un homicidio que está en otro juzgado, a cargo de Roxana Bernardelli. Y señalaron que “hay que arreglar con Salvador”, que sería un funcionario del gobierno. Otras fuentes judiciales afirmaron que en las escuchas los dos presos hablan de asesinar a Vienna y a su hermano Marcelo, que está a cargo de la Fiscalía NN de Rosario, durante un encuentro de motos (el hobbie que tienen ambos) al que iban a concurrir en Santiago del Estero. Tras detectar el contenido de las escuchas, el juez federal Vera Barros giró el contenido de las conversaciones al fiscal general Julio De Olazábal. En el escrito el magistrado del fuero federal le advirtió al funcionario del Ministerio Público de la Acusación que “en el contenido de las conversaciones telefónicas es posible inferir un plan para atentar contra jueces y fiscales siendo el ideólogo de este plan el abonado intervenido”. Ese celular interceptado es el de Germán Almirón. Desde el atentado contra el gobernador santafecino, ocurrido el 11 de octubre pasado cuando cuatro hombres en moto hicieron 14

el escenario Germán de los Santos PARA LA NACION

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El juez Vienna, a quien planeaban asesinar disparos contra el frente de su casa en Rosario, hay fuertes sospechas de que un sector de la policía –que tiene aceitados “arreglos” con el narcotráfico– fue el ideólogo del ataque y de las amenazas que se sucedieron contra funcionarios judiciales y autoridades del gobierno. El ministro de Seguridad Raúl Lamberto y el secretario del área, Matías Drivet, recibieron intimidaciones “muy graves” a través de SMS a sus celulares en los que se expusieron datos precisos sobre los movimientos cotidianos de estos dos funcionarios, que ya habían sufrido intimidaciones en septiembre pasado cuando se comenzaron a investigar en la justicia provincial a grupos narcocriminales de Rosario.

archivo

En uno de los mensajes enviados la semana pasada se adjudican el ataque a la casa de Bonfatti y el asesinato de Luis Medina, un empresario ligado al narcotráfico, asesinado el 29 de diciembre pasado junto a su novia. Lo que une en el SMS los dos hechos son las “14 balas” que impactaron contra la casa deBonfatti y las que le provocaron la muerte del supuesto narco, cuando a la madrugada retornaba al hotel del Casino de Rosario. “Lo que van a encontrar bajo tierra van a ser sus cuerpos”, decía uno de los mensajes recibidos por Lamberto en referencia con el hallazgo de dos túneles en villa La Granada, territorio dominado por la banda de Los Monos. ß

os 14 balazos contra el frente de la casa del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, ocurrido el 11 de octubre pasado, demarcaron una nueva frontera de disputa del poder, que empezó a ser compartido entre un sector de la policía y grupos narco. Ambos aceitaron y consolidaron una relación sobre la base de los pliegues del enorme caudal económico que mueve la droga, que logró perforar la estructura de una fuerza de seguridad, cuyo funcionamiento se estructuró históricamente con mecanismos de escaso control y transparencia. Pero una cosa es la corrupción natural que se dilata en cualquier policía y otra distinta lo que sucede en Santa Fe, donde durante los últimos años se lograron formar sociedades entre bandas y policías. Al gobierno provincial se le achaca no haber escuchado a tiempo las advertencias sobre la configuración de esa nueva sociedad, a partir de la expansión en los barrios periféricos de bocas de expendio de venta de cocaína barata y accesible para los pobres. La policía participó de este infernal crecimiento. Desde la detención del ex jefe de la Policía Hugo Tognoli, preso actualmente en la cárcel de Las Flores, se empezó a desgranar un sistema de connivencia y de funcionamiento paralelo de la policía a favor de los narcos. La causa 913/12, que en el centro de la escena está la banda de Los Monos, tiene a 13 policías procesados por encubrimiento y asociación ilícita. El Chavo Maciel, un efectivo que se desempeñaba en la Subsecretaría de Delitos Complejos, pertenecía al corazón del grupo que nació en la década del 90, en villa La Granada. Maciel era un alfil fundamental para que funcionara de manera eficiente la red de búnkeres que Los Monos tenían diseminados por la zona sur de Rosario y en Villa Gobernador Gálvez.

Este suboficial no sólo pasaba información sobre los movimientos de la policía, sino también que le aportaba a la banda datos muy finos de personas (enemigos de otros grupos narco) a los que los sicarios luego debían asesinar. Sacaba soldaditos que caían presos en alguna comisaría o cambiaba detenidos en las seccionales. Ante ese escenario, el gobierno de Santa Fe puso en marcha cambios en la estructura de la policía, mientras a la par se empezaron a ver algunos resultados concretos de investigaciones en la justicia federal y provincial. El nuevo sistema procesal penal que arrancó el 10 de febrero pasado encendió más tensiones dentro de la fuerza, que ahora tiene mayores controles

Cambiar los viejos engranajes de la policía causó una resistencia inusual y quedó ajena a las investigaciones que están a cargo de los fiscales del Ministerio Público de la Acusación. Pero cambiar los viejos engranajes de esta fuerza generó una resistencia mayor que la esperada por el gobierno. Y las muestras del descontento aparecen cada vez más seguido de una forma cada vez más violenta. En el gobierno temen que las amenazas terminen convirtiéndose en hechos mortales. El plan para matar a Vienna plantea que los temores no son infundados. Por eso, el gobernador Bonfatti le pidió ayuda al Ministerio de Seguridad de la Nación, que esta vez accedió a la antigua demanda de enviar gendarmes a Rosario, como lo hizo en diciembre pasado durante la protesta policial. En abril llegarán unos 500 gendarmes para colaborar con la policía comunitaria, que empezará a funcionar en los barrios más críticos de Rosario, como villa La Granada, Las Flores y 17 de Agosto. ß

Doble homicidio en el barrio de “la Yaqui”

Cinco heridos de bala

Investigan si los crímenes están relacionados con el tráfico de drogas

ROSARIO.– Cinco jóvenes de entre 13 y 18 años resultaron heridos de bala, dos de ellos de gravedad, al ser atacados por desconocidos que les dispararon desde una moto. Fuentes policiales informaron que el episodio ocurrió alrededor de la 1 de ayer en la esquina de las calles General Paz y 17 de Octubre, en Villa Gobernador Gálvez. Los voceros dijeron a Télam que algunos testigos relataron que los adolescentes estaban tomando una gaseosa en esa esquina, luego de jugar un partido de fútbol en una canchita situada a pocos metros del lugar del ataque.

MENDOZA.– Dos hombres de 22 y 30 años fueron asesinados a balazos cuando circulaban en una moto por una esquina del barrio Campo Papa, del departamento mendocino de Godoy Cruz, donde vivía la sindicada líder narco Sandra Jaquelina “la Yaqui” Vargas, detenida días atrás, informaron ayer fuentes policiales. La policía, según consignó la agencia Télam, investiga si las ejecu-

ciones, cometidas por un grupo de personas que al parecer esperaban a las víctimas, están relacionadas con las bandas dedicadas al narcotráfico y el arresto de “la Yaqui”, llevado a cabo el 17 de este mes. Según informaron fuentes del ministerio de Seguridad de Mendoza, los asesinatos fueron cometidos el jueves por la noche y las víctimas fueron identificadas como Diego Jesús Flores Bravo, de 22 años, con domicilio en el barrio Campo Papa, de Godoy Cruz, y Raúl Martín Rivas Stay, de 30, quien residía en otro barrio del Gran Mendoza. Los voceros relataron que Bravo

y Stay “circulaban en una moto y en un vehículo por la calle Perón y, a la altura del Ingreso Ocho del barrio Campo Papa, fueron baleados por un grupo de hombres que se encontraban en una esquina”. “Se sospecha que los estaban esperando”, indicaron desde la policía. La policía llegó al lugar minutos después, luego de ser alertados por las llamadas telefónicas de los vecinos, quienes dijeron haber oído los disparos y que cuando salieron a la calle vieron a la moto tirada en el piso y a dos personas muertas junto al vehículo. Los jóvenes fueron llevados al

Hospital Del Carmen, donde en la guardia constataron que ya habían fallecido. Por el ataque no hay, por el momento, detenidos y se investiga si el episodio puede estar relacionado con la detención de la sindicada líder narco. La causa quedó radicada en la Oficina Fiscal N° 4 de la comisaría 27 de Godoy Cruz. Sandra Jaquelina Vargas, acusada de ser líder de una banda de narcotraficantes y de haber formado un grupo de adolescentes armados conocidos como “Angelitos de la Yaqui”, fue detenida la semana pasada en San Luis.ß

Según la reconstrucción de los hechos, pasaron dos hombres en moto y comenzaron a disparar contra el grupo. Los cinco heridos fueron asistidos por familiares y allegados, que los llevaron hasta el hospital de Villa Gobernador Gálvez. Dos de ellos, debido a la seriedad de las heridas que presentaban, fueron derivados luego a un hospital en Rosario. Uno de los jóvenes, detallaron los voceros, presentaba una herida en la zona del abdomen y el otro dos disparos en la zona lumbar, por lo que su estado era “muy delicado”.ß