TELOGÍA DE JUECES Y RUT Por: Emy Morales “Usado con permiso”
El libro de los Jueces y Rut son libros llenos de historia, aunque no por ellos sin fundamentos teológicos. A continuación dos breves esquemas de ambos libros, seguidamente se presente de forma breve los temas teológicos más sobresalientes en ellos. Jueces Conquista de Canaán Fallos y Apostasía de Israel Los jueces liberan a Israel Situación moral y espiritual de Israel
1:1-15 1:16-3:6 3:7-16:31
17-21
Rut Rut y Noemí enviudan/ regreso a Belén Rut vela por Noemí Booz vela por Rut Booz redime a Rut y Noemí
Cap. 1 Cap. 2 Cap. 3 Cap. 4
En el libro de Jueces predomina el binomio infidelidad de Israel Vrs. El amor de Dios por su pueblo. Especialmente en Jueces, la historia tiende a ser cíclica, se repite el mismo patrón constantemente. Esta estructura permite que se capte en seguida quiénes son los personajes importantes del libro, por una parte tenemos a Israel infringiendo el pacto, por otra esta Dios quien castiga a su pueblo por sus constantes infracciones y unos versículos más adelante proveyendo de un libertador/legislador a quien dota con su Espíritu.
Israel se olvida de Dios y cae en idolatría
Se enciende la ira de Dios y les castiga
Dios provee un libertador
Jueces presenta una estructura de inclusión, los primeros quince versículos son sólo el preámbulo en el que la historia se va a desarrollar. Los pueblos que Israel no expulsó de su territorio, su falta de lealtad al pacto provocan todo lo que ocurre en la parte central del libro (3:7-16:31) Las historias de Micaía y el levita y su concubina, son un ejemplo de esa corrupción espiritual y moral que reinaba en el país. El libro de Rut en cambio, “en contraste con el clima inquieto de la historia de aquellos héroes guerreros, se presenta como un delicioso canto a la serenidad de la vida campesina”1 donde Dios es soberano y va moviendo sus piezas de forma un tanto insólitas, para cumplir su voluntad con vistas a la llegada del Mesías. Rut es lo opuesto a lo que el pueblo de Israel es en Jueces, una moabita es ejemplo de amor y lealtad, y esa lealtad encuentra la bendición de Dios. DIOS DEMANDA FIDELIDAD ASUS HIJOS (Israel no es fiel al pacto). El libro de Deuteronomio deja claro que la obediencia a Dios es indispensable para recibir las bendiciones que en él se encuentran. Josué en su último discurso al pueblo les reta a seguir a Dios y hacer todo lo que él ha ordenado, el pueblo responde afirmativamente. Sin embargo, y como es característico en los seres humanos, Israel olvidó muy pronto lo que habían escuchado y prometido, y comienzan a cometer una serie de errores que tendrían repercusiones económicas, políticas y sociales. - En primer lugar Israel no cumple su parte y no expulsa a todos los pueblos que habitaban su territorio (2:1-2). La consecuencia es que el estado de guerra continuó en zonas locales o en ciudades vueltas a ocupar por sus antiguos habitantes.2 Judá cumple con su deber y expulsa a los cananeos de las montañas, el Neguev y los llanos, y a los habitantes de Jerusalén (1:8-9). Caleb, a pesar de su avanzada edad, tiene fuerzas para seguir conquistando ciudades, su sobrino Otoniel sigue el ejemplo (1:1115) y José conquista Betel (1:22-26). Sin embargo las demás tribus fracasan en sus conquistas, Benjamín no puede con los jebuseos (1:21), Manasés tampoco expulsa a los que ocupan su territorio (1:27), ni Efraín (1:29), ni Zabulón (1:30), ni Aser (1:31), ni Neptalí (1:33), ni Dan (1:34). Esto lleva al Ángel de Jehová a subir a Boquim y reprochar a su pueblo el no haber seguido sus instrucciones para poseer la tierra (2:15) - En segundo lugar Israel se olvida de Dios, y va en pos de dioses ajenos (2:11-13), se les acusa de adulterio espiritual (8:33). No hay fechas exactas al respecto, pero según el autor de Jueces, después de morir Josué el pueblo decidió servir a Baal y Astarot, no se sabe cuantas generaciones pasaron, pero no pasó mucho tiempo entre la muerte de Josué y la apostasía de Israel. Otro aspecto a tener en cuenta, es que el pueblo de Israel nunca olvidó del todo a su Dios. En los momentos más apremiantes Israel siempre supo a quien acudir, la paz sólo proviene de Dios (3:15; 4:3….) Conforme los israelitas perdían su independencia y se sometían a la opresión, reconocían que estaban sufriendo las consecuencias de su desobediencia, entonces clamaban a Dios y encontraban respuesta a sus plegarias.3 DIOS DEMANDA SANTIDAD EN SU RELACIÓN CON SU PUEBLO. La ira de Dios se enciende cuando su pueblo se entrega a la apostasía, el furor de Jehová se encendió y los entregó en manos de salteadores que los despojaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor, a los que no podían hacer frente (2:14). Israel siempre supo que Dios exigía de ellos total fidelidad para preservar la santidad en su relación con ellos. Israel 1
Santa Biblia, Reina-Valera revisión 1995 (introducción al libro de Rut), Samuel J. Schultz, Habla el Antiguo Testamento ( Grand Rapids, Michigan: Publicaciones Portavoz Evangélico, 1969) Pág. 101 3 Ibid., Pág. 106 2
no debía contaminarse yendo en pos de otros dioses, las consecuencias sobre la idolatría estaban igualmente claras en la ley. Sin embargo, el pueblo se dejó seducir por las costumbres de los pueblos que no expulsaron y, como un error arrastra a otro, encendieron el furor de Dios. Al adaptarse al paganismo de los cananeos, los hijos de Israel descendieron tres escalones: habitaban entre los cananeos, tomaron sus hijas por mujeres, sirvieron a sus dioses (3:5-6).4 Dios no sólo demanda santidad de sus hijos, sino que a veces utiliza a paganos para reclamarla (3:1-6; 2:14-15). Los instrumentos que Dios usa para dirigir los pasos de su pueblo son de lo más variados. En este punto vale destacar que es Dios quien levanta a los pueblos de alrededor para castigar a su pueblo, porque “todas las cosas ha hecho Jehová para sus propios fines, incluso al malvado, para el día malo” (Pr. 16:4). LA IRA DE DIOS NO ES PARA SIEMPRE. “Jehová levantó jueces que los libraran de manos de quienes los despojaban…” (2:16). Dios es paciente y misericordioso, a pesar del corazón duro de su pueblo, muestra de ello es la persona de juez que Dios levantaba como respuesta a los clamores de sus hijos. Cuantas veces clamó el pueblo de Israel siempre recibió una respuesta positiva a sus peticiones, Dios se seguía manteniendo fiel a su pacto mostrando su gran paciencia y misericordia. Un detalle que llama mucho la atención es el hecho de que los jueces elegidos la mayoría tenían algún tipo de defecto o impedimento. Aod era zurdo (literalmente atado de la mano derecha), algunos consideran que Aod tenía un impedimento físico. Sin embargo, el ejército benjaminita contaba con setecientos zurdos en sus filas, quienes eran excelentes tiradores de honda.5 Barac tiene que ser exhortado por Débora aún después de haber recibido la orden de Dios de luchar contra los cananitas. Gedeón necesita muchas pruebas de parte de Dios para que libre a su pueblo de los madianitas, hasta que no oye a los soldados enemigos reconocer que iban a ser derrotados, no se anima a atacar. Jefté era hijo de una prostituta e impulsivo, ofrece en sacrificio a su hija sin saberlo, y sin que Dios se lo hubiera demandado. Sansón aparta su corazón de Dios (16:20) y deja que Dalila le reduzca a mortal angustia (16:16). Jehová no elige a sus siervos en base a estándares humanos, no elige a los más fuertes, valientes o de buenas familias, elige a personas con defectos para hacer notorio su poder. Es necesario que el pueblo entienda que la salvación y paz no dependen de líderes humanos competentes, sólo Dios es quien pelea, gana batallas e instaura la paz para sus hijos, nadie más puede ni debe ocupar su lugar. En el libro de Jueces, Dios tiene un papel protagonista en la historia de Israel, nunca está pasivo, es quien pelea por su pueblo y sus estrategias militares así lo demuestran. Es Dios quien entrega en mano de sus siervos a los enemigos de Israel, como es el caso de Gedeón (7:9) y Barac (4:7). De Jefté y Sansón se dice que el Espíritu de Dios vino sobre ellos (11:29; 14:6; 14:19). Jehová es Dios de guerra. El concepto de guerra podría causar cierto malestar en la sociedad actual, especialmente en aquellos círculos sociales donde la guerra no es admitida bajo ningún concepto. El libro de Jueces está lleno de guerras, contra los pueblos de alrededor y contra otras tribus de Israel. La guerra era el método utilizado para “limpiar” o acabar con aquellos que se habían negado a obedecer al único Dios. Es un método un tanto agresivo para nuestra sociedad, pero era lo que Israel debía hacer para erradicar el mal de su territorio y evitar caer en la tentación de faltar al pacto con su Dios. Charles Swindoll pone un ejemplo muy gráfico: cuando hay un cáncer o un tumor, el doctor sugiere extirpar este tumor, no deja nada en el cuerpo para evitar que se regenere. Por la misma razón los israelitas no debían dejar nada de los paganos.
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John F. Walvoord y Roy B. Zuck Ed., El Conocimiento Bíblico (Puebla, México: Ediciones Las Américas, 1999) 164 5 Ibid., Pág. 165
Dios es soberano y maneja las circunstancias según su voluntad y sus propósitos. La historia de Rut así lo refleja. Es difícil decir cuál fue la reacción de los judíos al ver incluido en su canon la historia de una moabita, cuando Moab oprimió a Israel por 18 años6. Y más aún, saber que el linaje del gran rey David se remonta a una moabita. El primer capítulo de Rut es una tragedia familiar que recae sobre dos mujeres solas, es más bien un despropósito todo lo que ocurre. Sin embargo, Dios se está moviendo en medio del dolor y la confusión y trae a la moabita a Israel para bendecir a su pueblo, y es que Dios también se complace en los corazones nobles, ya sean estos israelitas o no. Rut parece ser un personaje dulce, trabajador, obediente, pero sobre todo leal, leal a su suegra y a un Dios al que apenas conocía pero del que recibió la mejor de las recompensas. Israel tenía mucho que aprender de ella.
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Samuel J. Schultz, Habla en Antiguo Testamento, Pág. 101