Rossi admite el avance del narcotráfico

15 feb. 2014 - Rossi admite el avance del narcotráfico. El ministro de Defensa reconoció que la Argentina es un país de consumo y de producción de ...
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SEGURIDAD

| Sábado 15 de febrero de 2014

loS qUe eligieRon Al pAíS pARA pRodUciR La instalación de cocinas y laboratorios de droga es un problema que comenzó a visualizarse en la Argentina en 2004; los narcos traían gente capacitada de Colombia

Fotos de archivo

Moreno

Pilar

rosario

novieMbre de 2004

Abril de 2013

octubre 2013

Se trató del primer gran laboratorio de droga descubierto por detectives de la Policía Federal. Se sospecha que fue instalado por un experto colombiano, aún prófugo.

La policía bonaerense descubrió un laboratorio de droga sintética y secuestró 4000 dosis de éxtasis. En el lugar había una planta de Cannabis sativa de tres metros de altura.

La Policía Federal descubrió en un country un laboratorio donde se sospecha producían media tonelada de cocaína por mes. El líder de la banda está preso.

segUrIdad Edición de hoy a cargo de Luis Moreiro | www.lanacion.com/seguridad

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el flagelo de las drogas | un crecimiento exponencial

Rossi admite el avance del narcotráfico El ministro de Defensa reconoció que la Argentina es un país de consumo y de producción de estupefacientes; habló de la grave situación en Rosario y dijo que hay que hacer un esfuerzo para mejorar la inteligencia criminal para atacar a las bandas Gabriel Di Nicola LA NACIoN

En lo que se puede considerar una admisión ante la gravedad del problema del narcotráfico en el país, ayer, el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, sostuvo que la Argentina es un país de consumo y elaboración de drogas. “La Argentina, antes, era un país de tránsito, no era un país de consumo. Hoy esa situación ha cambiado: la Argentina es un país de consumo y, lo que es más grave, también es un país de elaboración”, sostuvo Rossi. Las afirmaciones del funcionario nacional fueron hechas durante una entrevista con Radio Rivadavia. Durante el reportaje, el funcionario nacional hizo hincapié, además, en la grave situación que se vive en Rosario, donde las luchas entre bandas por el dominio del territorio elevaron a cifras disparatadas la cantidad de homicidios. Las investigaciones judiciales, además, hablan de la presunta connivencia de las fuerzas de seguridad de Santa Fe con los negocios del narcotráfico. Rossi dijo que, a su entender, “el esfuerzo [en la lucha contra el narcotráfico] hay que ponerlo en la inteligencia criminal y en las investigaciones de cuáles son las bandas y organizaciones que actúan en este sentido”. Para Rossi no son bandas que se montaron para dedicarse a ese delito, sino que “cambiaron de rubro”, en particular, dijo, “hablo de lo que ocurre en la provincia de Santa Fe”. No es común que un integrante del gabinete nacional admita que la Argentina es un país de elaboración de drogas. Hasta ahora, oficialmente, se descartaba esa hipótesis. Cuando las fuerzas federales de seguridad estaban a cargo de Aníbal Fernández, el hoy senador nacional afirmaba: “Ni la Argentina ni Chile ni Uruguay jamás van a ser productores [de estupefacientes]”. Corrían los últimos días de 2008 y así el por entonces ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación le respondía al titular de la cartera de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, que horas antes había dicho:

“El peligro de ser un país de producción de drogas sintéticas ya está inquietantemente entre nosotros”. Pero el peligro para la Argentina había comenzado años antes. En noviembre de 2004 la Policía Federal descubrió el primer gran laboratorio instalado por narcotraficantes en el país: con capacidad para refinar y producir más de 300 kilogramos de cocaína por mes. El lugar, instalado por un ciudadano colombiano que aún tiene pedido de captura internacional, estaba escondido en una casaquinta en Francisco Álvarez, en Moreno. Con el paso de los años, la problemática creció y organizaciones criminales instalaron en la Argentina laboratorios de droga sintética. En julio de 2008, la policía bonaerense y el por entonces juez federal de Zárate-Campana Federico Faggionatto Márquez descubrieron en Ingeniero Maschwitz un lugar donde ciudadanos mexicanos elaboraban metanfetaminas. El año pasado, sólo en el primer semestre del año, la policía bonaerense desarticuló 12 laboratorios y cocinas de cocaína y droga sintética. En los 12 meses de 2012, según estadísticas oficiales, fueron descubiertos 21. La crisis explotó en Rosario, donde casi todos los días hay homicidios en el marco de una guerra narco. En octubre del año pasado, la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal desarticuló una banda narcocriminal que había montado un laboratorio, en un country, que producía media tonelada de droga por mes. “Rosario es una de las ciudades donde el delito del narcotráfico tuvo un crecimiento exponencial desde 2010. Mi hipótesis es que donde existe connivencia entre las fuerzas de seguridad –en el caso de Santa Fe, hablamos de la policía provincial– con las organizaciones narco el delito encuentra un campo para avanzar de manera importante”, explicó Rossi. El ministro se diferenció del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que había hablado de la necesitad de discutir el rol de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico. “No comparto la mirada de Scioli. No creo que la participación de las Fuerzas Armadas mejore la situación.”ß

Un mensaje que se aproxima a la realidad el escenario Daniel Gallo LA NACIoN

A

Agustín Rossi, ministro de Defensa

archivo

En boca de un ministro “Antes, la Argentina era un país de tránsito. Ahora es un país de consumo y, lo que es más grave, también es un país de elaboración”

“Rosario es una de las ciudades del país donde el delito de narcotráfico tuvo un crecimiento exponencial desde 2010”

l igual que lo sucedido con el índice de precios elaborado por el Indec, el Gobierno empezó a reconocer la gravedad del problema narco en nuestro país. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, expuso ayer el pensamiento oficial que ya es aceptado en la Casa Rosada: la Argentina no sólo es país de tránsito y consumo de drogas, sino que aquí también se instaló la elaboración final de la cocaína. El cambio en la mirada llegó a fuerza de los asesinatos narcos. Las bandas se consolidaron y marcan con balas sus territorios. El ataque al gobernador santafecino Antonio Bonfatti –con su casa tiroteada por una mezcla de traficantes y policías– modificó el enfoque cómodo que tenía la política sobre las drogas. Hasta entonces sólo se debatía sobre despenalizar, o no, la tenencia de estupefacientes para consumo personal. Como si la Argentina fuese Portugal o Dinamarca, sin el arraigo de violencia local vinculada con la comercialización de estupefacientes. El Gobierno siempre tuvo informes oficiales que alertaron sobre la instalación del proceso para elaborar cocaína desde la pasta base, producida si en ese caso en el exterior. Tal como ocurrió con la inflación, se ignoró el aviso generado en los despachos de la Sedronar y de las fuerzas de seguridad. Se optó, durante muchos años, a darle prioridad al mensaje lanzado por expertos judiciales, dejándose de lado las notificaciones de aquellos funcionarios y agentes que analizaron las redes del narcotráfico local. En 2003, por primera vez la Se-

dronar verificaba en sus informes la presencia incipiente de cocinas de cocaína, nueve ese año, con capacidad reducida de elaboración. La mayor fábrica artesanal de drogas descubierta en ese momento tenía una capacidad de producir 150 kilogramos de cocaína al año. Diez años después, en sólo dos laboratorios descubiertos se estimó la probable producción en más de las 5,6 toneladas de cocaína que las fuerzas federales y la policía bonaerense secuestraron en todos los procedimientos de 2013. El mercado de consumo local puede abastecerse hoy sólo con cocaína producida en la Argentina. No resultó extraña esa capacidad de producción a los agentes de fuerzas de seguridad, que en 2005 ya habían señalado en sus informes de inteligencia sobre la presencia de un ciudadano colombiano, conocido como “El Químico”, cuya misión en varios países latinoamericanos fue armar la logística para poner en marcha grandes laboratorios de cocaína. El entonces jefe de la Sedronar, José Granero, advirtió sobre la introducción de nuevos peligros en las redes locales de narcos, que con abastecimiento propio podrían consolidar el mercado interno y crecer como organizaciones criminales con propios recursos económicos. Su mensaje no fue escuchado. El Gobierno ahora, seguramente, buscará recuperar el territorio perdido por cerrar los ojos durante muchos años. Lo hará ante un escenario más complicado, con mafias narcos en plena guerra callejera. Las palabras del ministro Rossi aparecen así dirigidas a apuntalar las próximas acciones gubernamentales. Un nuevo plan federal antidrogas será presentado en breve. En principio, el discurso público se aproxima algo más a la realidad.ß

Buscan pruebas para avanzar judicialmente contra la supuesta jefa narco mendocina

Un detenido negó ser la mano derecha de Suris

amenazas. A la “Yaqui” le atribuyen haber dado la orden de matar a

haber trabajado para el empresario

MENDoZA.– Luego de conocerse que la supuesta líder de una banda de narcotraficantes conocida como los Angelitos de la Yaqui le había ordenado a sus sicarios antentar contra la vida de periodistas mendocinos la Justicia provincial investiga la “veracidad” del caso y evalúa pedir la detención de la mujer. La fiscal especial Claudia Ríos puso a trabajar a los investigadores de narcocriminalidad para avanzar en la causa calificada como “averiguación de amenazas” que tiene una pena de seis meses a dos años de detención, aunque en este caso en particular existirían otros delitos que podrían agravar la situación de la Yaqui. La fiscal Ríos reiteró que sobre

la Yaqui no hay, hasta el momento, ninguna causa ni condena. “Si en la investigación de las amenazas surgen otros hechos o vinculaciones, por ejemplo, de drogas, se remitirán las actuaciones a la justicia federal”, aclaró Ríos. En el diario El Sol, donde trabajan los periodistas amenazados esperan la evolución de la causa. Jorge Hirchbrand, director del matutino, confirmó que dos de sus periodistas siguen bajo custodia policial en sus domicilios. Hirchbrand aclaró que la supuesta intención criminal no estaba dirigida a un cronista en particular sino a quienes escriben en el periódico sobre la organización narcocriminal. La Yaqui, cuyo nombre es Sandra

periodistas

Yaquelina Vargas, no tiene causas en su contra y según la policía y la Justicia no existen pruebas contundentes que permitan accionar contra la mujer. “En diversos operativos o allanamientos, a pesar de que han caído personas vinculadas a ella, dicen que nunca se le encontró nada en concreto, pero todos saben el trabajo que realiza y el poder que tiene”, explican los pesquisas. Sobre su brazo armado, conocidos como los “angelitos”, pesa fuertes causas de ajustes de cuentas y crímenes resonantes vinculados a la venta de droga y al manejo del control territorial de la zona donde operan y tienen sus quioscos de estupefacientes, el Campo Papa, en el oeste

del departamento de Godoy Cruz. En la Legislatura provincial, representantes de todos los partidos políticos mostraron su preocupación y malestar por lo sucedido y expresaron su solidaridad con los trabajadores del diario. El ministro de Seguridad, Leonardo Comperatore, en diálogo con la prensa local también mostró su sorpresa, pero se limitó a explicar que “se ha montado un operativo de protección conjunta por la integridad física de estos periodistas”. También se colocó una consigna policial en el edificio del matutino para resguardar a todo el personal. Desde el Ministerio Público federal se mostró preocupación por lo acurrido.ß

bahía blanca. Gustavo Sequeira reconoció

Gustavo Sequeira, el hombre que fue detenido como sospechoso de integrar la banda atribuida al empresario Juan Ignacio Suris, declaró ayer ante la Justicia que no es su “mano derecha”, como lo señalaron los investigadores, y afirmó que nunca comercializó ni consumió estupefacientes. Fuentes judiciales informaron que Sequeira declaró ayer ante el juez federal de Bahía Blanca Santiago Martínez, en el marco de la causa por la cual el novio de la vedette Mónica Farro se encuentra detenido con prisión preventiva en una causa por estupefacientes. Un vocero judicial citado por la agencia Télam señaló que “ante el juez, el hombre afirmó no haber sido

mano derecha de Suris y que éste lo había ayudado cuando salió de una unidad penal luego de haber purgado una condena”. “Además, y en el marco de su testimonio, el hombre comentó que con Suris comenzó a trabajar en la compraventa de autos, entre otros negocios, motivos por los cuales llevó a cabo varios viajes junto a él hacia la Capital Federal”, agregó. El detenido, según las fuentes, afirmó que “no conocía al resto de las personas que se encuentran detenidas en la causa como así también que nunca vendió ni consumió estupefacientes”. Para los investigadores, Sequeira era “uno de los más fuertes brazos ejecutores” de la comercialización de estupefacientes.ß