Responsabilidades de la junta parroquial y pautas La congregación patrocinadora tiene dos roles con respecto a una persona que discierne un llamado al diaconato vocacional. Después de que el presbítero lo apruebe, se forma un Comité de Discernimiento en la Parroquia (CDP) para profundizar el discernimiento. Esta es una asignación de apoyo intensiva, confidencial y limitada en el tiempo. Luego, la junta parroquial desempeña un rol continuado de apoyo y evaluación conforme a lo siguiente. De acuerdo con el Canon III, 6, Sec. 2 de La Iglesia Episcopal, la congregación o parroquia patrocinadora de un nominado al diaconato se compromete con la comunidad a: 1. Contribuir financieramente a esa preparación y 2. Participar en la preparación del nominado para la ordenación al diaconato. La junta parroquial debe reunirse por lo menos 4 veces con la persona durante su formación. Ver a continuación. Fase I. Discernimiento Reunión N° 1. Nominación (nominado o nominada). El convenidor del CDP y el nominado(a) se reúnen con la junta parroquial. Antes de la reunión con la junta parroquial, el presbítero patrocinador les da a los miembros de la junta parroquial el reporte del CDP para que lo lean, la sección pertinente de los cánones de la iglesia (Canon III, 6) y todo requisito específico de la diócesis. Los miembros de la junta parroquial hablan con el nominado sobre su proceso de discernimiento y con el convenidor del CDP sobre la recomendación del CDP. Los miembros de la junta parroquial hablan sobre la responsabilidad que les exige la iglesia en cuanto a apoyar a la persona durante el proceso de ordenación. Si 2/3 de los miembros de la junta parroquial están de acuerdo en apoyar a la persona, tales miembros deben firmar un certificado para tal propósito. El informe del CDP y el certificado de apoyo de la junta parroquial se adjuntan a la carta de aprobación del presbítero patrocinador dirigida al obispo. (Hay un formulario electrónico en el sitio web de la diócesis.) Este certificado es presentado a la oficina de la obispa sufragánea a más tardar el 1º de junio. Reunión Nº 2. Prácticas (practicante) Al final de las prácticas, los practicantes deben fijar una reunión con su presbítero patrocinador y su junta parroquial para verificar su situación. El propósito es reflexionar sobre las prácticas y el cumplimiento y significado de otros requisitos de esta fase de discernimiento; es decir, el estudio académico y la formación espiritual. Algunas de las posibles preguntas son: Háblele a la junta parroquial sobre las prácticas y los cursos académicos: ¿dónde fueron las prácticas? ¿Quién era el supervisor? ¿Cuáles eran las responsabilidades? ¿Qué cursos se dieron? Dé ejemplos específicos de lo que aprendió. ¿Era interesante y novedoso? ¿Presentaba un reto? ¿Era difícil? ¿Cómo se enfrentó el practicante a las dificultades? ¿Cuál fue el valor de las prácticas y de los cursos académicos en términos del discernimiento en curso? Háblele a la junta parroquial sobre formación espiritual: importancia de la oración, servicio en el mundo, relaciones y otros aspectos fundamentales que enriquecen su espíritu y su relación con Dios en este proceso. ¿Qué apoyo adicional necesita el postulante de parte de la junta parroquial y de otros integrantes de la congregación patrocinadora? La junta parroquial reflexiona sobre su conversación con el postulante y consigna estos comentarios en las actas de la reunión. Los futuros miembros de la junta parroquial consultarán estos comentarios a medida que la persona avanza por el proceso de formación y discernimiento. Fase II. Año de formación (postulante) Reunión Nº 3. Integración de la historia personal y la formación en el contexto de la Educación Pastoral Responsibility of Vestry and Guidelines
Clínica (EPC). Durante el año de formación, el postulante se reúne con la COM-D y la comisión permanente y, basándose en las recomendaciones, la obispa sufragánea confiere las candidaturas en mayo o junio de ese año. (Se requiere un mínimo de 6 meses de candidatura antes de la ordenación.) Antes de la reunión con la COM-D, el postulante debe reunirse con el presbítero patrocinador y la junta parroquial. El propósito de esta reunión es evaluar y recomendar al postulante para la candidatura. Por lo menos dos tercios de los integrantes de la junta parroquial y el presbítero patrocinador deben certificar por escrito su aprobación de la candidatura. [Link to form] A continuación se presentan algunas de las posibles preguntas: Háblele a la junta parroquial sobre el año de formación, incluyendo la EPC. Dé ejemplos específicos de lo que aprendió. ¿Era interesante y novedoso? ¿Presentaba un reto? ¿Era difícil? ¿Cómo se enfrentó el practicante a las dificultades? ¿Cuál ha sido el valor del año de formación en términos de sus sentimientos sobre el llamado a la candidatura y la ordenación? Háblele a la junta parroquial sobre formación espiritual: importancia de la oración, servicio en el mundo, relaciones y otros aspectos fundamentales que enriquecen su espíritu y su relación con Dios en este proceso. ¿Qué otra formación necesita o desea el/la postulante antes de la ordenación? ¿Qué apoyo adicional necesita el postulante de parte de la junta parroquial y de otros integrantes de la congregación patrocinadora? La junta parroquial reflexiona sobre su conversación con el/la postulante y consigna estos comentarios en las actas de la reunión. Los futuros miembros de la junta parroquial consultarán estos comentarios a medida que la persona avanza hacia la ordenación. Por lo menos dos tercios de los miembros de la junta parroquial y el presbítero patrocinador deben certificar por escrito su aprobación de la candidatura. Después de la reunión del postulante con la comisión permanente, la obispa sufragánea comunicará a la junta parroquial y al presbítero patrocinador la aceptación del postulante como candidato. Reunión Nº 4. Ordenación (candidato o candidata) Al final del programa de formación, el candidato(a) tiene una reunión final con la junta parroquial y el presbítero patrocinador. Por lo menos dos tercios de los miembros de la junta parroquial y el presbítero deben firmar y fechar una carta de apoyo de la ordenación. Esta carta se envía a la obispa sufragánea, quien se la dará (con toda la documentación de apoyo) a la comisión permanente. La junta parroquial reflexiona sobre sus conversaciones con el candidato y adjunta comentarios a las actas de la reunión (se sugieren preguntas más adelante). Al final de esta conversación, responda la siguiente pregunta: ¿De qué maneras ve y percibe usted al candidato como diácono de la iglesia? Por lo menos dos tercios de los miembros de la junta parroquial y el presbítero patrocinador deben certificar por escrito su aprobación de la candidatura. [Link to form for letter] ¿Cuál es el entendimiento del candidato(a) en cuanto al trabajo eclesiástico cristiano? ¿Cómo ve el trabajo eclesiástico de todo el Cuerpo de Cristo? ¿Cómo entiende el candidato(a) el trabajo eclesiástico del diácono? ¿Cómo ve el candidato(a) su tarea central como diácono, que incluye ser un puente entre la iglesia como comunidad religiosa reunida y las necesidades del mundo? ¿Qué crecimiento adicional es necesario y cómo va a buscar ese crecimiento? ¿Qué apoyo continuado necesita el candidato o candidata de parte de la junta parroquial y de otros integrantes de la congregación patrocinadora? El candidato(a) se reúne con la COM-D y la comisión permanente y, de ser aprobado, es ordenado en enero (o cuando hayan pasado 6 meses desde su aprobación a la candidatura). Responsibility of Vestry and Guidelines