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Página 16/LA NACION
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Miércoles 23 de mayo de 2007
La crisis en el transporte: cambio de manos en el Roca y en el Belgrano Sur
Rescinden dos concesiones de trenes
Continuación de la Pág. 1, Col. 5
del caso Skanska, de presuntas coimas en la obra pública. Según fuentes oficiales, también se procuró mostrar una “señal de firmeza” ante los restantes concesionarios, Metrovías (Roggio), Ferrovías (Gabriel Romero) y TBA (Claudio Cirigliano), que explotan el resto de la red ferroviaria de pasajeros y de subterráneos. Todos ellos están en una etapa de renegociación de contratos. Esas empresas, además, son las que integran la Ugofe SA que ahora explotará las líneas Roca y Belgrano Sur. La medida fue producto directo de los graves incidentes registrados el martes en la estación Constitución tras demoras y suspensiones de servicios de diversas formaciones de Metropolitano. Aquellos desmanes, con 21 heridos y 16 detenidos (rápidamente salieron en libertad) acorralaron entonces al Gobierno, que en cuatro años no había tomado en cuenta las auditorías de los principales órganos de control sobre el mal funcionamiento de los ramales ni había cobrado las multas labradas. “La señal es también hacia la gente. El Presidente se pone duro con los concesionarios porque el Estado está pagando el costo monetario, con los subsidios, y el costo político, porque no funcionan”, dijo a LA NACION una fuente del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido. El anuncio fue formulado en la Casa Rosada por el jefe del Gabinete, Alberto Fernández; por De Vido, y por el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Todos ellos se habían reunido previamente con el Presidente. Al presentar el proyecto, Fernández le dio lugar a De Vido para que explicara la medida oficial. En rigor, fue otra señal política. Había sido el propio Kirchner el que ordenó que el ministro de Planificación tomara el micrófono, lo que se interpretó como un renovado apoyo a De Vido. El día anterior, este funcionario había asistido en silencio a la conferencia de prensa en la que se anunció la intervención del Enargas por el caso Skanska (sobre lo que se informa en la sección Política). La medida de ayer fue apoyada por la CGT y por varios diputados del oficialismo. La central obrera sostuvo, mediante un comunicado: “Después del desguace neoliberal de los 90 se impone una clara recuperación de este servicio que la gestión privada no ha sabido mantener”. Sin embargo, omitió decir que la Ugofe está compuesta por tres empresas privadas.
“De la época menemista” Metropolitano explotaba el Roca y el Belgrano Sur desde abril de 1994. Precisamente, Kirchner se refirió a esas privatizaciones de la época de Carlos Menem y dijo: “No me va a temblar la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar. Ahí están estas concesiones que caducamos hoy [por ayer], que fueron otorgadas en la época menemista cuando se decía «ramal que para, ramal que cierra» y así desarticularon la estructura de nuestros trenes”, dijo Kirchner. El Presidente agregó: “Lo hicimos
Tasselli y el ramal que tenía los días contados Por Diego Cabot De la Redacción de LA NACION
FOTOS DE HERNAN ZENTENO Y FEDERICO GUASTAVINO
Uno de los vagones del ferrocarril San Martín, explotado por la unidad de gestión que ahora también se hará cargo del Roca y del Belgrano Sur
El estado del Roca, cuya concesión a Metropolitano fue rescindida ayer
[rescindir contratos de concesión] con Aguas Argentinas y con el Correo. Seguiremos dando los pasos que tengamos que dar”. El diputado Federico Pinedo, de Pro, recordó ayer a LA NACION que la Auditoría General de la Nación (AGN) había pedido la rescisión del contrato del Roca y del Belgrano en 2004, y opinó que “Jaime no debió pagar los subsidios a las empresas por no cumplir con la calidad del servicio”. Y afirmó: “No vamos a permitir que se les den las líneas por contrato directo a otros concesionarios [por la Ugofe SA]”. En los decretos de rescisión del contrato se indica que Metropolitano mereció multas que no fueron pagadas y que, a pesar de ello, no modificó su conducta ni adecuó el servicio a las condiciones del contrato, que era deficiente y no cubría los requerimientos mínimos para la prestación. También destaca que se registraron serios y reiterados incumplimientos en el mantenimiento de la infraestructura y del material rodante.
En el Belgrano Norte, un sorpresivo paro perjudicó a los usuarios
Otro paro sorprendió a usuarios Se produjo entre las 2 y las 14 en la línea Belgrano Norte Los pasajeros que ayer se acercaron hasta la estación del ferrocarril Belgrano Norte en Retiro se sorprendieron por el paro total de actividades del servicio, que duró hasta las 14. Para evitar los desmanes que se produjeron en la estación Constitución la semana pasada, la Policía Federal, de manera preventiva, impidió el paso de usuarios al hall central de la estación. A la dificultad de viajar en subte los usuarios del Belgrano Norte, que une Retiro con Villa Rosa, tuvieron que sumar la falta de trenes. “No estaba enterado del paro. Pero más allá de todo, lo que hay que destacar es que el servicio es paupérrimo”, dijo a LA NACION José Luis Gloker, vecino de Tortuguitas. La falta de información sobre la me-
dida fue otra de las quejas de los viajeros. “Antes de salir miré la televisión y la página de Internet de la empresa para conocer los horarios y no decían nada sobre esto. Es mi franco y tenía pensado visitar a mi familia; no poder viajar es una decepción”, dijo Gisella Jato. Ferrovías, empresa que maneja esta concesión, informó mediante un comunicado que a partir de las 2 de la madrugada de ayer, y durante 12 horas, un grupo de delegados enfrentados a la conducción nacional de la Unión Ferroviaria afectó la prestación normal de viajes. “El perjudicado es siempre el mismo, el trabajador. Parece que no tomaron en serio lo que pasó en Constitución”, opinó Alberto González, que salió de la estación rumbo a la Avenida
del Libertador para alcanzar un colectivo que lo llevara a su casa. El reclamo de aumento salarial de los delegados fue desestimado por la empresa, que dio a conocer los sueldos básicos de los empleados. Por ejemplo, un inspector que ganaba 2868 pesos ahora percibe $ 3613. Un supervisor pasó de $ 2884 a $ 3568; un guarda, de $ 2780 a $ 3482; un boletero, de 2387 a 3007; un ayudante, de $ 2285 a $ 2817, y el personal de limpieza, de $ 1870 a $ 2358. Desde la empresa, además, dijeron que “siempre han mantenido la voluntad de diálogo para acercar a las partes en este conflicto intentando evitar que se perjudique la operación normal del servicio”.
A las 8.30 de ayer, unas pocas horas antes de que el Gobierno anunciara la rescisión del contrato de Metropolitano, que operaba las líneas Roca y Belgrano Sur, el empresario Sergio Tasselli ya estaba al tanto de que dejaba de ser el responsable del ramal ferroviario. Frente a la embajada de los Estados Unidos, en Palermo, donde Tasselli tiene sus oficinas, el empresario recibió a unos pocos allegados. Todos estaban al tanto del anuncio que cerca del mediodía formuló el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, tras reunirse con el presidente Néstor Kirchner. Sabía que la decisión estaba tomada y que el decreto ya se había firmado. “A diferencia de lo que sucedió en 2004, cuando el Gobierno le quitó la concesión del San Martín, esta vez entregó el ramal sin resistencia. Era absolutamente consciente. Sabía que era un hecho”, dijo un hombre que lo conoce y que en estos días estuvo con el empresario en más de una oportunidad. Hasta anoche nadie conocía a ciencia cierta si la rescisión del contrato afectaba también la explotación que el grupo Tasselli tiene sobre los locales comerciales de la estación Constitución, donde se produjeron los graves incidentes de la semana pasada. Sucede que, entre otras empresas del grupo, también se cuenta Cunard, la firma que alquila todos los locales comerciales de todas las estaciones de los ramales, incluyendo Constitución. Tasselli ya ha perdido la mayoría de los negocios ferroviarios con los que contaba al comienzo de la administración Kirchner. Además de los ramales ferroviarios, también fue obligado a deshacerse de la explotación comercial de la terminal de Once, que tenía desde 1999. Ahora, la estación más transitada de la Capital es operada por TEBA, el mismo consorcio que tiene a su cargo los servicios de la estación de ómnibus de Retiro.
Santiago Dapelo
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■ Roque Daniel Tóffolo
Obligado a usar el auto “Como vecino de Villa del Parque, durante muchos años hice uso del servicio del viejo ferrocarril San Martín. Hoy, dadas las condiciones del servicio que brindan tanto el San Martín como los subterráneos y los colectivos, prefiero utilizar mi automóvil para desplazarme por la ciudad, aunque me resulte más oneroso. Prefiero eso a tener que soportar la cancelación de servicios y las huelgas.” ■ Carlos Muñiz
Sufrir el mismo destino “Da pena saber que las líneas Roca y Belgrano Sur van a sufrir el mismo destino que el San Martín, donde los furgones van con jóvenes fumando marihuana y aspirando pegamento, y nadie actúa. La gente va colgada en horas pico con riesgo de vida, los apretujones son normales, los atrasos son parte del folklore del viaje y las cancelaciones de servicios son las sorpresas de cada día. Algún funcionario tuvo la brillante idea de comprar vagones portugueses de media distancia, que están en bastante buen estado, pero se están usando sólo para viajes de Retiro a Hurlingham. Los pasajeros que van más lejos (Pilar, José C. Paz, San Miguel) siguen viajando en vagones que cada vez se parecen más a los trenes cartoneros.” ■ Julián A. Fortain
Condiciones pésimas “Las condiciones en que viajamos en el San Martín son pésimas. Las frecuencias no
Sergio Tasselli
se respetan. Hay vagones que poseen asientos de chapa que son incómodos. Otros, que poseen asientos acolchados, están hundidos. Cuando llueve entra agua por los costados y por el techo. Algunas ventanillas están trabadas. La vigilancia en los vagones no alcanza. He viajado con gente al lado mío fumando marihuana.” ■ María Julieta Gianese
Razones de un mal servicio “Algunas razones por las que la línea San Martín no ofrece un buen servicio: si bien hay algunos vagones que son nuevos, la mayoría está en pésimo estado, al igual que las estaciones, mal iluminadas, y la mayoría no tiene baños decentes. Las frecuencias de las formaciones son escasas en relación
Qué opina la gente Tras la rescisión de los contratos de concesión a la empresa Metropolitano, ¿cree que mejorará el servicio de los trenes de las líneas Roca y Belgrano Sur? Sí, en el corto plazo
3,63%
Sí, en el largo plazo
15,34%
No
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con la cantidad de gente que viaja. Los servicios son suspendidos constantemente, por lo que uno tiene que programar su viaje con mucha anticipación porque no sabe a qué hora podrá llegar a destino.”
En soledad quedó Materfer, los talleres situados en Córdoba, donde se reparan trenes no sólo del grupo, sino de otros concesionarios.
Relación pendular La relación de Tasselli con la administración Kirchner ha sido pendular. En un principio, el empresario era uno de los que más conocían al Presidente gracias a la explotación de la mina de carbón de Río Turbio. Pero aquella relación se fue deteriorando, precisamente por esa concesión, por el ramal San Martín y todo terminó ayer con la salida de Metropolitano. “La verdad es que la relación de Tasselli con el Presidente era muy lejana. Y en este sector [el ferroviario], que es muy regulado, es muy difícil mantenerse de esa manera”, sostuvo un hombre que conoce de cerca el sistema ferroviario argentino. Hace algo más de dos meses, el empresario tuvo un fuerte enfrentamiento con Osvaldo Iglesias, el hombre que manejó las riendas del ramal. Iglesias se fue enfrentado con Tasselli y no sólo abandonó Metropolitano, sino que se fue del grupo que, además, está integrado por Aceros Zapla, Acepar [Aceros de Paraguay], Electroaleaciones Grassi y Parmalat. Desde entonces, la empresa ferroviaria quedó acéfala. Tasselli intentó darle el manejo a uno de sus hijos, pero éste prefirió seguir con sus tareas comerciales dentro de la organización. Esa situación, quizás, habría contribuido a la decisión de no oponerse a la determinación del Gobierno. Más aún. Hay muchos que afirman en su entorno que la semana pasada, con el incendio en la estación Constitución aún caliente, Tasselli levantó el teléfono y llamó al hombre que, más allá de los concesionarios, maneja el sistema ferroviario argentino: el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Le habría dicho, cuentan a su alrededor, que entregaba el controvertido ramal. Y Jaime lo aceptó.