2
|
espectáculos
| Sábado 23 de agoSto de 2014
LA SeMANA AL díA
Relatos salvajes, más allá (y acá) de los números
g
Secuencia
Encuentro espontáneo en el festival de tango
Fotos Tango BA Festival y Mundial
cine Marcelo Stiletano
música Mauro Apicella
la nacion
la nacion
H
A
asta aquí, el único récord absoluto y genuino del que puede jactarse Relatos salvajes tiene que ver con los alcances de su lanzamiento. En las 288 salas de todo el país (cifra jamás alcanzada en la historia para un estreno nacional) que la exhiben desde anteayer se vendieron 52.723 tickets, según Ultracine. nada menos que el 71% del total del total de la convocatoria del jueves en los cines de todo el país (unos 75.000 espectadores). Estamos así, por lejos, frente al arranque más fuerte del año para el cine argentino y el comienzo de un recorrido que convertirá muy pronto al film de Damián Szifron en el más visto de toda la producción argentina de 2014. Ese lugar hasta hoy está ocupado por Bañeros 4, los rompeolas (915.994 espectadores) con todo, Relatos salvajes quedó en términos comparativos detrás de Metegol, que el día de su estreno (18 de julio de 2013, pleno receso invernal) convocó a 102.867 espectadores en 207 salas. Favorecida además por un lanzamiento en fin de semana largo, Metegol vendió en su primera semana algo más de 700.000 entradas. Difícilmente Relatos salvajes logre esa cifra el próximo miércoles, pero no hay dudas de que alcanzará cifras imponentes e inalcanzables para el resto de los títulos argentinos de esta temporada. los observadores más rigurosos del mercado local reconocen que los primeros números de Relatos salvajes estuvieron por debajo de la mayoría de las expectativas. pero a diferencia de los tanques de Hollywood, el cine argentino se hace camino al andar y sus títulos consiguen los mejores números más allá del primer fin de semana. así ocurrió, sin ir más lejos, con El secreto de sus ojos. Y el boca en boca puede favorecerlo todavía más.ß
cá cerca (en esta ciudad), pero hace tiempo, cuando terminaba el siglo XX y el festival de tango de Buenos aires avanzaba con sus primeras ediciones, los calores de diciembre –en ese mes era la semana tanguera entonces– hacían que algunas jornadas se extendieran durante varias horas, incluso bien pasada la medianoche, en algunos locales porteños adheridos a la programación central del encuentro. Eran tiempos para los primeros tangos bajos de Daniel Melingo o para cruzarse en la trastienda de un boliche tanguero, ubicado frente al parque lezama, con viejas glorias, como alberto castillo. “Hablale fuerte, que no escucha bien”, decía el manager que alberto tenía por entonces, en el final de su carrera y de su vida. párrafo aparte para decir que alberto no escuchaba bien, pero a la orquesta que lo acompañaba sí la escuchaba y con sus ochenta y pico y su voz cascada, afinaba todas las notas, cosa que no pasa con otros cantores veteranos. Más de quince años después (de las trasnochadas en bares de San Telmo o pompeya), la edición 2014 del festival actualizó algo de aquello, como se puede ver en la secuencia de imágenes en esta misma página. Se concentró en un barrio ribereño y trazó un corredor entre la sede de los conciertos y la milonga. ayudó este verano en agosto para que en esas tres cuadras que separan uno de otro haya más de un punto de encuentro, una charla, un rato para una cerveza o un vaso de vino, una esquina donde una orquesta típica se instale para tocar, un choripan hecho por vecinos que sacaron su parrilla tambor a la calle, para hacer unos mangos. lo programado se juntó con lo espontáneo y eso, sobre todo, es reflejo de la escena actual del tango. ß
Ficción contra ficción: una pelea perdida
El fenómeno Wilson, Baryshnikov, Dafoe
televisión Natalia Trzenko la nacion
P
arece como si quisieran atrasar las agujas del reloj. o taparlo con una frazada bien gruesa para no darse cuenta –para no ver– que el tiempo pasó, que hace tiempo que dejamos la bonanza ratinguera de los años noventa y que ahora estamos en una época de triste austeridad. Una etapa en la que programar una ficción para competir con otra termina dividiendo al cada vez más minoritario público que mira los canales de aire como quien sigue a un equipo de fútbol. con el estreno de Viuda e hijos del rock & roll, en Telefé, quedó claro que no hay suficiente público interesado en las ficciones de la TV abierta como para hacer crecer el encendido. puestos a elegir entre la novedad y la ya establecida tira de El Trece, Guapas, los televidentes sencillamente migraron de una señal a otra y la repartija de puntos se desequilibró. pero no sumó. ni atrajo a nuevos públicos, que están cada vez menos acostumbrados a los modos de la TV tradicional. Estas nuevas audiencias están poco habituadas a ver sus programas en horarios fijos (que de todos modos no se respetan en el aire) y de a capítulos diarios con extensión indefinida. Esas que, enfrentadas con la obligación de tener que elegir entre una ficción y otra, confirman que su lugar es el cable. o la red, donde no tienen que elegir entre las ficciones que les interesa ver, ni esperar a que empiece su programa según el pulso de la competencia entre emisoras y donde pueden elegir hasta la frecuencia en la que verán esa historia que lo atrapó. Si los programadores quieren evitar una migración que a esta altura parece inevitable, tal vez deberían considerar la posibilidad de poner el foco más en el espectador que en una pelea por conseguir un puñado de puntos de rating que cada vez son, y serán, menos.ß
La Boca al ritmo del 2 por cuatro Imágenes que deja esta nueva edición del festival tanguero ^b^b^ Siete postales que retratan conciertos, milongas y entreactos de paisajes callejeros. Todos tuvieron lugar en el festival y mundial de tango. Hasta una visita ilustre: Mikhail Baryshnikov. ^b^b^ No faltó ninguno. Artistas consagrados (Raúl Lavié, Adriana Varela y Raúl Garello), músicos de la generación que surgió en los noventa, jóvenes promesas que hace menos de un lustro ingresaron en el mundillo tanguero, bailarines que compitieron por el primer lugar del campeonato y milongueros aficionados.
teatro Carlos Pacheco para la nacion
T
he old woman, el espectáculo creado por el norteamericano Bob Wilson que interpretan Mikhail Baryshnikov y Willem Dafoe, se estrenó anteayer en el Ópera (ver aparte, entrevista y crítica). Una sala colmada aplaudió de pie la experiencia y no es un dato menor. las expectativas por participar del encuentro de estos tres destacados artistas generó una movilización singular entre el público porteño. no es común que, en los últimos años, una propuesta internacional se anuncie, en principio, con sólo dos funciones y termine realizando diez y con un valor de entrada que oscila entre los $ 350 y los $ 1400. En general las compañías hacen sólo tres presentaciones. Es cierto que en muy pocas oportunidades el trabajo de Wilson se ha visto en esta ciudad y eso, sin duda, despertó un interés inusual. Baryshnikov y Dafoe son un complemento superlativo. El público de la primera función fue muy diverso. En su mayoría adultos afectos a participar de manifestaciones artísticas de alto nivel. algunos creadores de la escena alternativa local siguieron el espectáculo desde el pullman o el superpullman. importantes referentes de la prensa no tuvieron su acreditación correspondiente, lo que provocó un notable malestar. Estas presentaciones de The old woman no sólo confirman que Buenos aires es una de las capitales culturales más importantes del mundo sino que su público posee una predisposición especial a la hora de integrarse a fenómenos espectaculares que, sin duda, movilizan por la capacidad incuestionable de sus creadores. Sobre el escenario, la propuesta se desarrolló con un notable rigor. conformó a todos los asistentesß.