¿qué estás dispuesto a hacer? - Cantook

dispuesto a cambiar aspectos críticos de tu vida para obtener lo que dices que ... veces me com- parte su propio deseo de escribir una novela o la historia de su ...
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Si lo valoras, encontrarás tiempo para ello. Si te importa, harás que suceda.

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ué estás dispuesto a hacer para vivir la vida que amas? ¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguir lo que en verdad quieres? Parecen preguntas sencillas, ¿verdad? Las respuestas pueden parecer sencillas también, y puedes estar pensando: “Haré lo que se necesite para conseguir lo que quiero”, o “haré absolutamente lo que sea para resolver mi problema”. Bueno, estos son pensamientos bonitos, pero no son la verdad. Me consta que no harás “lo que sea”. Yo no lo haría. Si mi meta es tener más dinero, no estoy dispuesta a robar un banco para conseguirlo. ¿Tú sí? Es un ejemplo extremo, pero ilustra el hecho de que las cosas no son tan claras como crees. Probemos de nuevo, con un ligero cambio. ¿Estás dispuesto a cambiarte a ti mismo para conseguir lo que quieres y una vida que ames? ¡Esto sí que es empezar con lo difícil! En serio, piénsalo. ¿Estás dispuesto a soltar algunos de tus pensamientos, creencias y comportamientos? ¿Estás dispuesto a considerar que algo que creíste que “era así” pudiera no serlo? ¿Estás dispuesto a cambiar aspectos críticos de tu vida para obtener lo que dices que quieres? ¿Qué tanto de las cosas actuales, y de tu manera actual de ser, estarías realmente dispuesto a cambiar? 23

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Ya te puedo escuchar: “Por supuesto que estoy dispuesto a cambiar. Sé que necesito cambiar algunas cosas. ¡Si no fuera así no estaría leyendo esto!” No tan rápido. ¿Qué tal el lugar donde vives? ¿Estás dispuesto a mudarte? ¿A dejar tu trabajo? ¿A volver a la escuela? ¿A terminar una relación? Todos creemos que estamos dispuestos a lo que sea –lo que sea– con tal de que las cosas sean diferentes en nuestras vidas y así alcanzar una meta que deseamos, o deshacernos de un dolor que nos pone de rodillas. ¿Pero de veras es cierto? Probemos una pregunta distinta: ¿Qué cosas de tu vida no estás dispuesto a cambiar? ¿Tu trabajo? ¿El lugar donde vives? ¿La frecuencia con la que le hablas por teléfono a tu mamá? ¿Lo que comes? ¿Las personas con las que te juntas? ¿Si tienes mascotas o no? ¿Lo que haces en tu tiempo libre? ¿La gente con la que vives? Antes de que de manera realista puedas esperar que tus sueños se cumplan, debes descubrir por qué no lo has hecho todavía. Reconocer lo que no estás dispuesto a hacer es un gran primer paso. Por ejemplo, si tienes un trabajo de tiempo completo, ves cuatro horas de televisión en la noche, y no estás dispuesto a dejar de trabajar ni a dejar de ver televisión, va a ser muy difícil que alcances varias de tus metas. No puedes volver a la escuela a menos que tomes clases en fin de semana. No puedes hacer ejercicio un día sí y un día no, a menos que instales un aparato para ejercitarte frente al televisor. Quiero hacer eso

Cuando la gente se entera de que soy autora y de que he escrito varios libros de ficción y de no ficción, muchas veces me comparte su propio deseo de escribir una novela o la historia de su 24

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vida. Siempre la animo a hacerlo, pero a la vez estoy consciente de que pocas personas de verdad lo harán. ¿Por qué? Porque realmente no lo desean. Les gusta la idea de escribir un libro, y hay una parte de ellas que sí lo quiere, pero la realidad de hacerlo es por completo diferente. Escribir exige mucho trabajo y simplemente hay otras cosas que son más importantes, al menos en un determinado momento. Esto es un hecho, porque si de veras quisieran escribir un libro, ya lo estarían haciendo. Estarían escribiendo en su computadora en vez de mirar la tele, hacer compras, jugar golf, realizar trabajo voluntario o hacer lo que sea que actualmente ocupe su tiempo libre. A fin de cuentas, todo depende de prioridades y elecciones, y es verdad en todas las situaciones. Sólo hay una razón por la que dejamos de hacer cosas: realmente no queremos hacerlas –hay otras cosas que nos son más importantes. Si lo valoras, encontrarás tiempo para ello. Si te importa, harás que suceda. Si de verdad quieres, lo harás. Así está el asunto: si dices que quieres hacer un cambio en tu carrera, pero para ello necesitas más estudios o un diploma específico, deja de hablar de eso y dedica tiempo y energía a averiguar cómo obtenerlo. Si te la pasas quejándote de lo infeliz que estás con tu relación, averigua qué necesitas para sentirte feliz y manos a la obra. El punto es que si lo que haces actualmente no te ha llevado a lo que quieres, algo tienes que cambiar. Si quieres algo distinto a lo que ahora tienes, absoluta y definitivamente debes hacer algo distinto. Decirlo sin hacerlo puede mantenerlo como una posibilidad en tu mente, y sólo está reforzando la idea de que el “yo” consciente no es confiable –es pura habladuría. Así que cuando salgan de tu boca palabras como “quiero hacer eso”, aclara en tu mente lo que en realidad quieres decir. Quizá de verdad lo 25

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quieres hacer pero todavía no lo has hecho. O tal vez admires la habilidad, el talento y el esfuerzo que se necesitan, y te admirarías si consiguieras ese objetivo. Sea cual sea el caso, sé sincero contigo. Puede parecer una cosa irrelevante, pero cada vez que eres honrado contigo y te dices la verdad en cuanto a un asunto, estás un poco más cerca de aceptar todas tus verdades. Ahora, aquí va tu primera oportunidad de hacer una Reflexión para transformarte, diseñada para ayudar a que encuentres los parámetros dentro de los que debes trabajar. Una vez que sepas lo que no estás dispuesto a hacer, es más sencillo ver qué elecciones sí estás dispuesto a hacer y cómo éstas pueden acercarte a tus metas. Recuerda, es básico que hagas estos ejercicios por escrito. Usa tu libro de trabajo, diario, cuaderno, papel o documento electrónico y escribe lo que te venga a la mente. REFLEXIÓN PARA TRANSFORMARTE 1

Escribe cinco cosas que no estás dispuesto a cambiar o dejar. 1.

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No temas. Sólo escribe lo que te haya venido a la mente cuando leíste la frase. Sé sincero, aunque se trate de algo que prefirieras no confesar. Nadie te está calificando y no tienes que hacer nada con esta lista. Sólo son notas de lo que piensas en un momento determinado, nada más. Algunas opciones son: el lugar donde vives, donde trabajas, metas de carrera o escolaridad, el hecho de vivir solo, la persona con la que estás casado, lo que haces en fin de semana o durante las noches, decisiones relacionadas con familia e hijos, independencia personal, identidad, asuntos financieros... lo que sea que te resulte importante.

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