2 | ADN CULTURA | Viernes 26 de septiembre de 2014
Final abierto
Mad Men entre diosas, vestales y esclavas Verónica Chiaravalli
H
ay dos tipos: Jackie Kennedy y Marilyn Monroe. Y todas las mujeres que uno conoce encajan en ese sistema binario, descubre, exaltado, uno de los ejecutivos de cuentas de la ficticia agencia publicitaria Sterling & Cooper, escenario principal de la exitosa serie televisiva Mad Men. Estamos en los años 60, y Jackie y Marilyn no sólo encarnan dos estilos de belleza sino también dos arquetipos, a tal punto irreconciliables que los creativos de la agencia proponen como lema para su campaña de lencería: “Sea Jackie de día y Marilyn de noche”. El genio que concibió la idea abre entonces la puerta de su despacho y abarca con la mirada ese coto de caza para machos depredadores que es el espacio de la oficina, mientras va rotulando según el aspecto a cada una de las empleadas: ésta es Marilyn; aquélla, Jackie; a su lado trabaja otra Jackie y más allá se contonea otra Marilyn. Mad Men, acaso la más lúcida indagación dramática que haya hecho la TV sobre la soledad y la insatisfacción (el modo de estarse quietos de sus personajes, aun en las escenas de conjunto, evoca la luz y la paleta de las pinturas de Edward Hopper), terminará el año próximo cuando se emita el final de la séptima temporada. Y como la realidad suele imitar a la ficción, ya circula la noticia de que los anuncios publicitarios en el último capítulo costarán un millón de dólares. Entre el público femenino, la serie dividió aguas: de un lado, quienes quedaron prendadas de la apostura de su protagonista, Don Draper y la belleza de las imágenes; del otro, quienes la rechazan por su machismo recalcitrante. Pero esa exasperación es deliberada. Por los capítulos de Mad Men pasan con toda naturalidad hombres que llevan el vaso de whisky adherido a la palma de la mano, mujeres que fuman durante embarazo y niños que juegan con bolsas de plástico en la cabeza. También eso es Mad Men: un muestrario de conductas que hoy se han vuelto socialmente inaceptables. En ese cuadro, el machismo pone el marco. Las mujeres son diosas, vestales o esclavas. Y juegan su papel con resignación, disimulando su amargura, porque creen (y están en lo cierto) que es el único juego posible. Los varones también sufren, sobreexigidos por pares, jefes y esposas, aunque llevan la ventaja de ser ellos quienes hacen las reglas. Un solo personaje femenino rompe la jaula de cristal. Peggy Olson, la secretaria promovida a redactora, es una “esclava” que sin embargo no aspira a convertirse en vestal ni en diosa. Desea para ella algo que todavía no conoce, que no ha visto realizado en ninguna mujer. La construcción de una identidad femenina independiente de la autoridad masculina. En el vislumbre de ese mundo nuevo y en la melancólica mirada con que Mad Men despide su propio estilo de vida también radica su irresistible atracción. C
línea & letra
Poesía interpretada por Pablo Bernasconi
Pronóstico del tiempo Harold Pinter El día comenzará nublado. Será bastante fresco Pero a medida que transcurra el día Saldrá el sol Y la tarde será seca y cálida. A la noche brillará la luna Muy luminosa. Habrá, hay que advertirlo, Una ligera brisa Que amainará a medianoche. Nada más sucederá. Éste fue el último pronóstico.
De Guerra. Traducción: Andrew Graham-Yooll. Ediciones de la Flor.
Harold Pinter Londres, 1930 – Londres, 2008 Célebre como dramaturgo (La fiesta de cumpleaños) y guionista de cine (El sirviente, El mensajero del amor), Pinter también supo cultivar la poesía social y de denuncia. Guerra, de donde está extraído este poema, fue una virulenta diatriba contra la invasión de Irak a comienzos de siglo. En 2005, recibió el Premio Nobel de Literatura.
STAFF Director: Bartolomé Mitre. Subdirector: Fernán Saguier. Secretario general de redacción: Carlos Guyot. Directora de arte: Ana Gueller. Directora de adncultura: Verónica Chiaravalli. editor: Pedro B. Rey. editora de artes Visuales: Alicia de Arteaga. editora de arte: Silvana Segú. editoras fotográficas: Andrea Knight y María Aramburú. redacción: Pablo Gianera, Natalia Blanc, Celina Chatruc y Martín Lojo. Corresponsales: Luisa Corradini (Francia), Elisabetta Piqué (Italia), Silvia Pisani (EE.UU.). Diseño gráfico: María Paula Pilijos. Corrección: Susana G. Artal y Daniel Gigena. Gerente comercial: Gervasio Marques Peña. Propietario: S.A. La Nación, Zepita 3251, C.A.B.A. (C11285ABG) CABA. Derechos de la propiedad intelectual amparados por el Registro N° 5030332. Redacción: Av. del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA) Buenos Aires. impresión: taller propio de S. A. La Nación (Zepita 3251, C.A.B.A.) año 8 - número 372 - 26 de septiembre de 2014 - buenos aires, argentina