Espectáculos
Página 4/Sección 4/LA NACION
2
3
Sábado 27 de enero de 2007
Grabaciones La página de los discos
Postales de Londres Un seleccionado de músicos para un disco que sorprende Por un lado, está Londres, la ciudad que fue centro del imperio y que puede ser sinónimo o metáfora del mundo, de la historia universal y del futuro que acecha. Por otro, una extraña combinación de músicos que no quieren ser grupo, que no quieren ampararse bajo un nombre-sombrilla que los cobije, pero que conforman casi un supergrupo como los que poblaron los años setenta. Todo, reunido en un álbum que podría ser conceptual (y otra vez los setenta): The Good, The Bad & The Queen, realizado por Damon Albarn en voz y teclados (Blur, Gorillaz y varias cosas más) Paul Simonon en bajo (The Clash), Tony Allen, en batería (Fela Kuti), Simon Tong en guitarra (The Verve) y Brian Burton, más conocido como Danger Mouse en producción y aditamentos (el de The Grey Album, de Gnarls Barkley y otras interesantes producciones) y que saldrá a la venta el martes. El canto a la ciudad se intuye desde la portada (detalle de una imagen de Londres del siglo XIX) y el disco conecta con un linaje rockero que incluye a Ray Davies (con su nostalgia de lo que estaba ya por quedar atrás) y sobre todo el “London Calling” de The Clash. Porque si bien en las primeras líneas de aquel tema se mencionaba la guerra y las batallas, este disco insiste y repite, en la mayoría de sus temas, la palabra war. Una guerra real, claro, sin que haga falta nombrar a Irak. Pero, a diferencia de aquel combativo tema que incitaba a la rebelión y miraba junto al río cómo Londres se incendiaba, el clima de The Good, The Bad & The Queen es oscuro, lleno de presagios, con un tono crepuscular. Disco que parece banda sonora, que admite una escucha fluida en la que los temas se deslizan de uno hacia el otro, plenos de arreglos y sutilezas, pero sin estridencias (hasta los caóticos últimos minutos de la placa). Un disco que parece ser anticipo de lo que vendrá, de lo que veremos: el fatal mañana de Londres. La reunión de estos personajes musicales no podía dar mejor resultados. Damon Albarn parece combinar aquí su habilidad para las melodías pop que brilló en Blur con el descubrimiento a través de Gorillaz del hipnotismo musical, esa puerta que abren los loops, las repeticiones, que dejan todo igual para que sea la visión, la mirada, el oído, el que cam-
LA COMPACTERA
Choral Beatles The Kennedy Choir Across The Universe, Something, All My Loving, A Hard Day’s Night, Yesterday, With a Little Help From My Friends, Michelle, Ticket to Ride, Eleanor Rigby, Let It Be, Penny Lane, Hey Jude. (Music Brokers)
Las presentaciones del grupo son dinámicas y en continuado Aunque a primera vista la linda cubierta de Choral Beatles, con sus textos en inglés, y la falta de datos sobre el origen de la grabación no ofrezcan demasiados indicios, es fácil inferir que la agrupación presentada como The Kennedy Choir no es otra que el muy local y popular Coro Kennedy. Ni siquiera hace falta reparar en la frase de agradecimiento que firma su fundador y director, Raúl Fritzsche; basta que el CD empiece a sonar para reconocer el estilo: arreglos sencillos, sin demasiada ornamentación, para que las bellas melodías de los Beatles lleguen claras al oyente, con todo su perdurable encanto y el valor agregado de los sentimientos que una música tan familiar aviva en la memoria de cada uno.
Fernando López Vania Vania Amiga mía, Quisera ser, Tu no tienes alma, Cuando nadie me ve, Corazón partío, El alma al aire, Los dos cogidos de la mano, La fuerza del corazón, Eso, ¿Lo ves?, Y sólo se me ocurre amarte. (RP Music/Random Records)
Tony Allen, Damon Albarn, Simon Tong y Paul Simonon bie. El bajo de Paul Simonon no es el de la urgencia pop, sino el del encantador dub. Las guitarras de Tong están trabajadas más como texturas que como notas (seguramente un trabajo de posproducción de Danger Mouse) y finalmente la batería más jazzística que africana del nigeriano Tony Allen, de quien Brian Eno dijo que era el músico más importante de los últimos 50 años. Ya en el primer tema se puede apreciar, en pequeñas dosis, mucho de lo que vendrá. “History Song” comienza con una guitarra española a la que se suma la voz como en constante fade out de Albarn, el bajo tan dub de Simonon y los tambores que poco a poco van imponiéndose. Pero nada se queda quieto, porque las intensi-
dades van variando de intensidad a lo largo del tema. Un disco que es tan rock que no tiene la obligación de serlo. Nadie tiene nada que demostrar, ni el hastiado y hasta ahora casi sólo pintor Simonon; ni el inquieto y prolífico Burton, creador de engendros como el de Beatles-Jay-Z ni, menos que menos, Damon Albarn quien, con Blur, Gorillaz y sus incursiones en las músicas del mundo (el CD Mali Music, su cruce con los Buena Vista Social Club y su interesante e independiente sello discográfico) demostró que nunca hubo, nunca podía haber una verdadera rivalidad con Noel Gallagher.
Adriana Franco
La música es capaz de disipar diferencias. De otro modo, sería difícil que una cantante cubana pudiera grabar en el estudio Abdala de La Habana (cuya creación fue propiciada por Silvio Rodríguez y otros) un repertorio de temas de Alejandro Sanz, cantautor español radicado en Miami que suele ser muy crítico de Fidel Castro. La música puede muchas cosas y el ingenio de algunos artistas –la intérprete Vania Borges, el director musical y arreglador Emilio Vega y el productor Miquel Sancho– hace que estas versiones suenen como bellos boleros, bien vestidos en la voz de Vania. En contra, hay que mencionar un par de momentos monótonos y el hecho de no haber cambiado algunos versos de género.
Mauro Apicella
Electrónica mestiza Visita y show de 2020 Soundsystem No es una ecuación numérica, pero el caso es que el 50 por ciento de 2020 Sounsystem está hace ya unos cuantos días de vuelta en su Mar del Plata natal y la otra mitad de la banda con asiento en Leeds, Inglaterra, llega hoy a la playa para que todos juntos presenten su show de música house interpretada en vivo. La historia de cómo el exilio de Julián Sanza y Fernando Pulichino en Londres se transformó en un tour sin cesar se resume así: en enero de 2001, el tecladista y el bajista de la disuelta Ciudad Feliz se tomaron un vuelo a Europa para probar suerte. Y les fue bien: grabaron unos cuantos tracks bailables que lograron publicar en sellos especializados. No obstante, el éxito llegó en la segunda etapa migratoria. “Volvimos a Buenos Aires por un tiempo, regresamos a Gran Bretaña y, a mediados de 2002, mandamos un demo al sello 2020 Vision, y conseguimos un contrato por tres singles y un álbum”, cuentan la génesis de Silver City, el formato de dúo que apadrinó Ralph Lawson, famoso DJ y propietario del sello. Lo mejor es que dos meses después, el británico subió la apuesta y le propuso al par argentino mudarse a la ciudad de Leeds para darle forma a un proyecto en vivo, con el nombre de 2020 Soundsystem. Mudanza, montaje de un estudio para empezar de cero con el DJ y el baterista Danny Ward y, de yapa, los papeles que le faltaban a uno de los bonaerenses para estar dentro del marco de la ley. Inmejorable. Tal fue el surgimiento de 2020 Soundsystem: un cuarteto que sacudió discotecas y festivales en el viejo continente con sus shows de e-funk, rótulo que mejor les cae para llamar a su cruza entre electrónica y funk. PARA AGENDAR
■ 2020 Soundsystem. En el festival Music Fun. Gap Constitución 5780 Mar del Plata. Hoy, a medianoche. Entradas desde 50 pesos.
Después de su participación en el Sónar barcelonés de 2005 su agenda enloqueció. “Preparamos mucho ese show, porque es un festival muy importante y lo registramos profesionalmente para editarlo junto con el material de estudio del disco doble No order –recuerda el bajista–. Esa noche cerramos el festival al aire libre y se hizo de día mientras tocábamos. Cuando aclaró, vimos que había más de diez mil personas bailando allí a las seis de la mañana. Nos generó un montón de trabajo.” Más allá de tratarse de música electrónica creada en estudio para ser tocada en vivo, otra particularidad del cuarteto es que sus presentaciones no tienen cortes; dinámicas y en continuado, bailables y originales, hasta permiten descubrir –aseguran– el mix cultural del grupo con doble nacionalidad. “Lo que hacemos parte básicamente de una zapada sobre las bases de Ralph –sigue Pulichino, que además canta en varios tracks–. Con Julián manejamos las melodías, lo tonal de los temas de 2020, y ahí volcamos muchas de nuestras influencias, cosas de rock nacional, Charly García, Sumo... Y también está presente el input de los chicos, algo bien de allá, muy New Order”. Hasta marzo, los Silver City –el álbum homónimo de los marplatenses acaba de editarse por Secsy Music y, en los tiempos libres del Soundsystem, ya preparan el sucesor– estarán en casa. Y en casa saldrán a escena hoy, en el festival Music Fun, vidriera para propuestas de electrónica en directo. “Es una fecha especial para nosotros. Que Ralph y Danny vengan acá es importante para que entiendan nuestras formas, conozcan más de nuestras cosas.” –¿De volver, ni hablar? –Lo ideal sería saltar de verano en verano. Cuando nos fuimos, no había tantas posibilidades acá, pero creció mucho la escena y ahora sería un lugar interesantísimo para desarrollar cosas nuevas.
Constanza Bertolini
El cantante debutará hoy en el país, pero no actuará en Buenos Aires ARCHIVO/AP
Creer y cantar es la fórmula Seal se presenta esta noche en Pinamar, en un show gratuito “Mis shows son una celebración, un encuentro y tengo mucha expectativa por esta presentación en la Argentina. Es increíble que no haya venido antes.” Aunque parezcan formales, en boca de Seal estas palabras suenan sinceras y sentidas. El cantante nacido en Inglaterra y hacedor de hits como “Crazy”, “Kiss from a Rose” y “Fly Like an Eagle”, entre otras canciones que ni el paso del tiempo alejó de la rotación habitual de las FM, atiende el teléfono desde su habitación en el esteño hotel Conrad, donde la noche anterior realizó la primera de dos paradas previstas en la región. La segunda lo tendrá hoy, desde las 20, como protagonista del ciclo de conciertos gratuitos DirecTV Summer Loft, en el Club Hípico de Pinamar. Sólo un llamado de su esposa interrumpirá la charla. Antes y después el cantante y compositor, quien supo filtrar un puñado de hits irresistibles en exitosas bandas de sonido, accederá a conversar de su música, de sus orígenes y de algunas particularidades de su trayectoria, como esa gran versión de “Manic Depression”, de Jimi Hendrix, que grabó con Jeff Beck a comienzos de los 90 –“fue una experiencia fantástica grabar con Beck y cantar ese tema”–. Hombre de fe, el cantante asegura que su mayor creencia reside en el amor. “No me considero una persona religiosa –co-
menta Seal–, pero sí tengo mucha fe en mi fuerza interior. Cuando escribo, las canciones salen del corazón y no es sólo una manera metafórica de decirlo. El mensaje es simple, directo y siempre trato de que mis temas se refieran al amor. Y me expreso desde un lugar sincero, sin una religión en particular y sin intentar imponer una creencia. Mi Dios es mi familia: mis hijos y mi mujer. Ese es el mensaje que porta mi música y, definitivamente, esto es lo que soy.” Con sólo cuatro discos de estudio en quince años de carrera, en la actualidad el cantante prepara el sucesor de Seal IV, de 2003, y tiene una respuesta lista sobre el tema. “En junio va a salir un álbum nuevo, pero nunca pensé la música desde el lugar de los discos y la cantidad de material editado. Hice mi trabajo por más de quince años y he llegado hasta aquí. Siempre grabé y edité álbumes cuando lo creí conveniente”, concluye el músico que en 2005 registró un disco en directo, Live in Paris. Casado con la famosa modelo Heidi Klum y ganador de tres premios Grammy, Seal es una figura que exPARA AGENDAR
■ Seal, el cantante inglés de soul y pop repasará sus clásicos. Hoy, a las 20, en el Club Hípico, Avenida Intermédanos y Bunge, Pinamar. Gratis.
cede el mundo de la música. Recientemente fue considerado uno de los descendientes nigerianos más influyentes y está en permanente contacto con la cultura y la actualidad del país africano (“Nigeria padeció una gran corrupción y hoy en día hay una nueva generación que tiene interés en que las cosas cambien”). También corre sangre brasileña por sus venas. “Amo la cultura de Brasil –sostiene– y una de mis músicas favoritas es la brasileña.” Soulman clásico, el cantante que, con sus temas, integró las bandas de sonido de films como Batman Forever y Space Jam –recientemente estuvo nominado a los Globo de Oro por la canción “A Father’s Way”, incluida en la película En busca de la felicidad– , pasó buena parte de su adolescencia escuchando a Marvin Gaye y a los grandes exponentes de la Motown. Hoy se mantiene firme junto a las voces clásicas de la música afroamericana. ¿Y el nuevo soul? “Hoy se escucha muy poco soul, no hay nuevas propuestas de relevancia. El medio está dominado por el rhythm and blues y ésa no es la música que a mí más me gusta. Sinceramente, prefiero escuchar a las nuevas bandas de rock y de electrónica y, por supuesto, seguir repasando la obra de los artistas clásicos, los que despertaron en mí la pasión por la música.”
Sebastián Espósito