Polémica por la suspensión de vuelos a ciudades de

A causa de las cenizas volcánicas. Polémica por la suspensión de vuelos a ciudades de Chubut. Las cancelaciones totales de vue- los comerciales que desde ...
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Información general

Página 22/LA NACION

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Viernes 6 de junio de 2008

Pasajeros de Aerolíneas Argentinas

A causa de las cenizas volcánicas

Quedaron varados en Roma y destrozaron la sala de embarque Debió intervenir la policía aeroportuaria

MAXI JONAS

El aeropuerto de Puerto Madryn lleva más de 20 días sin poder operar a causa de las cenizas

Polémica por la suspensión de vuelos a ciudades de Chubut El gobierno presiona a las aerolíneas, que atribuyen la medida a la seguridad Las cancelaciones totales de vuelos comerciales que desde el lunes último registran los aeropuertos de Trelew, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia y Esquel, este último sin actividad desde la erupción del volcán Chaitén, pusieron a Chubut al borde del colapso. Esta situación provocó la reacción de pasajeros y abrió la polémica entre el gobierno provincial y las empresas aerocomerciales, que fueron intimadas el miércoles último a brindar en un plazo de 48 horas “información detallada acerca de las reiteradas cancelaciones de vuelos programados”, justificadas por la presencia de cenizas volcánicas en la región. En Comodoro se suspendió el vuelo que llega desde la Capital los lunes, también los dos del martes y los tres del miércoles. Sólo ayer llegó el primer avión de la semana, pero no retornó a Buenos Aires. Puerto Madryn, en tanto, mantiene suspendidos los tres vuelos semanales que realiza la empresa Andes. Y Trelew tampoco registró arribos ni partidas de los cuatro vuelos diarios que promedia por día. “Las cenizas volcánicas afectan seriamente el funcionamiento de las turbinas de las aeronaves, por lo que operar en zonas con estas partículas volcánicas en suspensión o superficie reviste una situación de riesgo, por lo que hay que adoptar medidas extremas para mantener las operaciones con márgenes de seguridad aceptables”, informó Aerolíneas Argentinas en un comunicado.

“Los vuelos están suspendidos por cuestiones de seguridad. Todas las recomendaciones en el nivel internacional indican que no se debe volar en condiciones en las que se presenten cenizas volcánicas en alguno de los tramos del vuelo o en las zonas de aterrizaje y despegue, ya que se trata de uno de los fenómenos más peligrosos que podría dañar el motor de la aeronave en pleno vuelo”, dijo Pablo Querol, de LAN Argentina. La demanda de un “informe detallado, claro, veraz y suficiente, con respaldo documental” fue realizada a través de cartas documento que llevan las firmas del gobernador Mario Das Neves y del fiscal de Estado, Jorge Miquelarena.

Los pedidos de informes están dirigidos a la Administración Nacional de Aviación Civil; a los jefes de aeropuertos; a la Oficina Meteorológica de Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Trelew; a la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, y a las empresas Andes Líneas Aéreas, LAN, Austral Líneas Aéreas Cielos del Sur y Aerolíneas Argentinas.

Pedido desde Río Negro También el intendente de Bariloche, Marcelo Cascón, y el ministro de Turismo de Río Negro, Omar Contreras, pidieron la intervención de la ministra de Defensa, Nilda Garré, ante el comienzo de la temporada invernal.

En Chile volvió la calma SANTIAGO, Chile.– A un mes de la erupción del volcán Chaitén, funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), responsable de la operación de los aeropuertos en Chile, dijeron a LA NACION que la restricción para los vuelos nocturnos fue levantada hasta nuevo aviso. Sin embargo, la DGAC afirmó que continúa monitoreando permanentemente los cambios atmosféricos de la zona y que en los últimos días ha detectado una mejora en las condiciones y también un desplazamiento de la ceniza volcánica en suspen-

sión que se hallaba sobre los valles centrales de Chile, entre Chillán y Puerto Montt. Según explicó el vulcanólogo del Servicio Nacional de Geología y Minería, Luis Lara, “la columna eruptiva ya no está tan alta como en la primera semana y es menos continua”. Respecto de cualquier potencial nueva actividad del volcán, Lara no quiso ser taxativo. “No se pueden descartar los sismos, pero la tendencia indica que el ciclo eruptivo irá disminuyendo. La tendencia ahora es a disminuir su intensidad y peligrosidad”, aclaró.

“Estamos trabajando muy duro junto con las empresas por el inicio de la temporada el 29 próximo. Estamos convencidos de que será una gran temporada. Esperamos que se regularice el tema de los vuelos, y desdramatizar la situación”, dijo, por su parte, Adrián Contreras, subsecretario de Turismo de Chubut. En las cartas documento, el gobierno chubutense desliza la decisión de las empresas de suspender los vuelos con argumentos falaces y pese a que las condiciones meteorológicas permitían el arribo de aviones. “El 3 de junio en la zona del Valle Inferior del río Chubut, más precisamente en Trelew y Puerto Madryn, las condiciones meteorológicas eran aptas para el normal desarrollo de los vuelos, dentro de los parámetros estándar de seguridad de operación especificada por los fabricantes de aeronaves y plantas de poder. Esto fue corroborado por la Dirección de Aeronáutica de la provincia, que ejecuta vuelo desde el aeropuerto de Trelew y hacia el aeropuerto Jorge Newbery a las 14 horas, sobre la base de un análisis consciente e integral de la información meteorológica disponible”, expresa el escrito. En ese sentido, se sostiene que “en idéntica fecha las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral cancelan sus vuelos programados hacia Trelew”. Las líneas aerocomerciales y los organismos de control deberán responder a la solicitud en un plazo de 48 horas esta semana.

ROMA (De un enviado especial).– En los planes de todos los pasajeros estaba llegar a Ezeiza alrededor de las 6 de hoy. Sin embargo, ayer, pasadas las 20 de aquí, cuando estaban a punto de abordar el vuelo 1141 de Aerolíneas Argentinas, en el aeropuerto de Fiumicino de esta ciudad, los empleados de la empresa les informaron que el vuelo estaba cancelado. Debían aguardar tres horas más para subirse a un avión que hoy los llevaría a Madrid. Con suerte, llegarían a destino a las 18, es decir, con medio día de retraso. Entonces, los pasajeros enardecidos arremetieron contra los empleados de Aerolíneas Argentinas, destrozaron las computadoras del mostrador de la sala de embarque y estrellaron diversos objetos contra los ventanales vidriados desde los que se ve la pista. El embarque de Aerolíneas quedó destrozado. Los pasajeros no solo insultaron y se enfrentaron con los empleados de la aerolínea, sino que incluso tomaron el micrófono desde el que se anuncia el comienzo del embarque y entonaron cánticos e insultos. La situación se tornó tan tensa que debió intervenir la policía aeroportuaria romana, que tiene a cargo la seguridad del lugar, aunque no se informó si hubo detenidos. A medida que corrían las horas, las diferentes versiones acerca de las razones de la cancelación del vuelo alimentaron la bronca de los pasajeros.

Versiones Uno de los rumores, que luego fue desmentido, fue que el vuelo se había cancelado porque se habría utilizado para transportar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ya que la aeronave que debía llevarla de regreso al país, tras participar de la cumbre de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas, habría sufrido una avería y debió ser reemplazada por otra. Esta versión fue desmentida por los voceros de Aerolíneas Argentinas, que indicaron que la Presidenta regresó al país en el avión originalmente destinado para ese propósito.

Asimismo, los voceros indicaron que la suspensión del vuelo 1141 se debió a problemas técnicos. Sin embargo, el rumor, que rodaba como pan caliente en la sala de embarque, alimentó el enojo de los pasajeros varados. Todo esto, sumado al hecho de que los empleados de la empresa brindaban informaciones contradictorias.

Sin comida Pasadas las 22, hora local, los puestos de comida cerraron y los pasajeros quedaron atrapados en el embarque, sin siquiera tener la posibilidad de comprar alimentos ni de calentar una mamadera, ya que había varias madres con hijos pequeños. El vuelo que debía partir a las 20 de Roma estaba casi completo, a juzgar por la cantidad de pasajeros listos para embarcar. La propuesta de la empresa fue trasladarlos pasadas las 23 a Madrid, pasar la noche en el aeropuerto y aguardar a sumarse en el primer vuelo de la mañana. Sin embargo, muchos de los pasajeros manifestaron sus dudas acerca de que sólo debieran esperar unas horas para abordar... “¿Y si el vuelo está sobrevendido?”, se preguntaba uno. “¿Hasta cuándo vamos a tener que esperar?”, interrogaba otro. Finalmente, pasadas las 23, la gente abordó un avión con destino a Madrid, que, al cierre de esta edición, estaba por llegar a destino. Desde la empresa no supieron informar qué ocurriría con los pasajeros. Esto es, si serían trasladados a hoteles hasta que fueran reubicados en nuevos vuelos o si deberían pasar la noche en el aeropuerto de Barajas. Según se supo, el temor de muchos de los pasajeros, entre quienes figuraban periodistas que viajaron hacia Italia para cubrir la reunión de la que participó la Presidenta aquí, era tener que retirar las valijas y quedar en el aeropuerto madrileño con todo el equipaje a cuestas y sin una respuesta certera por parte de la empresa. Algunas versiones indicaban que los responsables de seguridad de Barajas reforzaron su operativo.

ANTECEDENTES ■ El 10 de febrero de 2007, más de 200 pasajeros argentinos quedaron varados en Miami por desperfectos técnicos en el avión de Aerolíneas Argentinas que debía traerlos de regreso al país. El vuelo debía partir el sábado a la noche y lo hizo el lunes por la mañana. La aerolínea informó que los pasajeros varados iban a ser recompensados con el 50% del valor del pasaje.

■ En vísperas de la Nochebuena de 2006, cientos de argentinos pasaron la Navidad en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, debido al sorpresivo cierre de la aerolínea Air Madrid. Sin respuestas por parte de la empresa ni del gobierno español, los viajeros durmieron en el aeropuerto por tres días, hasta que finalmente fueron reubicados en vuelos de otras compañías.

El testimonio de una ciudad distinta

Los viejos mercados, entre la decadencia y el auge gourmet Concurren chefs y fieles clientes a buscar productos frescos Por Franco Varise De la Redacción de LA NACION Entre la decadencia y un reverdecer algo gourmet, los mercados de barrio siguen ahí, congelados en el tiempo como un testimonio de otra Buenos Aires. De una ciudad donde no existían los centros comerciales, los vecinos eran amigables (es lo que dice un puestero rápido de reflejos) y en la que podía conseguirse buena calidad de carnes y verduras (asegura la clienta para devolver la cortesía). El mercado popular de San Cristóbal, en Independencia y Entre Ríos, fundado en 1882, ocupa media manzana con entrada por ambas avenidas. Hay de todo. En sus entrañas alberga más de 100 puestos, bien cuadrados, austeros, con un número y algún nombre del tipo “Cambalache siglo XX”, “La Gitana” o “Bar Chipi”. “Esto no es ni en su mejor día lo que alguna vez llegó a ser, pibe; no sabés lo que se vivía acá adentro”, confiesa el carnicero, José Luis Nappe, de 81 años y 61 adentro del mercado. “Antes era una fiesta: ahora, estoy acá parado y todavía no me estreno (vender algo). Se vino abajo desde que vinieron los que venden trapos”, agregó Nappe. De las paredes de un puesto vecino cuelgan unos cuadros barrosos en un cortejo bizarro de chucherías, ropa usada, muñequitos cursis, libros y cubiertos (también usados). El mercado que era la delicia de los vecinos transmutó desde su origen netamente

alimenticio a mercado “de lo que venga”. Puede encontrarse un ochentoso cassette de Duran Duran o discos de vinilo de Palito Ortega. Juguetitos en miniatura ocupan una vieja heladera donde antes se exhibían los cortes y de la ganchera cuelga un uniforme policial también usado (se supone) en lugar de la media res. “Yo sigo viniendo porque conozco de toda la vida al pescadero y al carnicero y sé que no me van a meter la mula”, confiesa Ana González. Allá por la década del 30 existían en Buenos Aires cerca de 40 mercados cerrados. Hoy apenas subsisten cinco: tres municipales y el resto funciona como sociedades anónimas. Aunque muchos vecinos no se percaten, en Córdoba y Callao (la zona del centro) está el San Nicolás; en Ciudad de la Paz y Juramento (Belgrano), la Feria Modelo Belgrano; en Primera Junta (Caballito), el Mercado del Progreso, y, en Bolívar y Carlos Calvo (San Telmo), el de San Telmo, el más vistoso y turístico. Claudio Izzi es el “pescador” Del Progreso, el mercado de Caballito fundado en 1889. Su abuelo llegó de Sorrento, Italia, y fundó el puesto La Marina. Su padre también trabajó allí y, ahora, con 34 años, le toca a él. “Acá se mataban los pollos a la vista y la gente se los llevaba medio vivos”, comenta Izzi, que no vivió esa época. Sucede que vive en ésta: “Yo quiero transformar el mercado en un paseo gastronómico con comidas preparadas y productos a la vista”, proyecta, convencido de que este tipo de comercio va a resurgir. Un dato: a su

pescadería concurren chefs de importantes restaurantes “porque es todo fresco” e, incluso, logró “pescar” algunos clientes extraños. “Hay personas que viven en un country y le mandamos el pescado en un remise”, comenta sorprendido. Otra curiosidad es que, en el mercado de Caballito, los verduleros no venden papas, pues existe un puesto dedicado exclusivamente a comercializar ese tubérculo y todos respetan a rajatablas los códigos. “Vengo porque todos los días encuentro pescado fresco y eso es difícil en los supermercados. Tengo muchos amigos que ya convertí en clientes”, dijo Romina López, de 25 años, detrás de sus modernos lentes de marco. No sería extraño imaginar que por alguno de estos pasillos caminó Jorge Luis Borges, cuando, en 1946, fue destituido de su puesto en la Biblioteca Municipal para ser promovido a “inspector de aves y conejos en los mercados municipales”. Uno de los que aún es municipal se llama San Nicolás. El recinto cuenta con una entrada por la avenida Córdoba y otra por Viamonte al 1400, que permanece clausurada por una obra de un centro de salud que nunca terminó el gobierno porteño. Ahí, como hace años, hay un Paladino. La historia se repite: su abuelo le heredó el puesto al padre y él, ahora, ocupa el lugar detrás del pequeño mostrador. “Vendemos mucho a restaurantes porque saben que hay calidad”, explica Antonio Paladino. Sin embargo, la estructura de este mercado no podría definirse co-

FERNANDA CORBANI

El Mercado del Progreso, fundado en 1889, intenta preservar parte de la identidad de Caballito

mo “pintoresca”. Más bien, todo lo contrario. “No recibimos ayuda de nadie y siempre nos quieren echar, porque estamos en una zona muy requerida”, sostiene Paladino. Pero la historia del legado familiar en los comercios de estos mercados no siempre se repite. Los jóvenes sucesores, muchas veces, huyen de un posible destino en el “puestito del viejo”. Nappe, el carnicero del mercado San Cristóbal, lo cuenta así: “Mis amigos y colegas se murieron todos y, ahora, me toca a mí. Esto no sirve más, y el día que me muera mi señora vende el puesto y chau”. ¿Y sus hijos?, le consulta LA NACION. “Mis hijos vienen de vez en cuando, pero nada más que a mangar algo de carne”.

Nappe, el carnicero que hace 61 años atiende en el San Cristóbal