personas difíciles

20 ene. 2007 - Planetario Galileo Galilei, a partir de las siete de la tarde, para observar el cometa con mayor detalle. El espectáculo, organizado por el.
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Psicología/Salud

Página 16/LA NACION

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Científicos chilenos

Auge editorial en los Estados Unidos

Hallan un bosque fosilizado

Cómo aprender a convivir con las “personas difíciles” Continuación de la Pág. 1, Col. 5

(criticones), para nombrar sólo tres. Pero en una época en la que a ningún problema deja de prestársele atención, surgió una industria de libros y seminarios, no para ayudar a los difíciles a cambiar sus formas de ser, sino para ayudarnos al resto a soportarlos. Hace dos décadas sólo existía un puñado de libros que ofrecían consejos acerca de cómo neutralizar a este tipo de gente. Hoy hay seminarios con puntuación, libros de ejercicios y herramientas multimédica para ayudar a la gente a coexistir con aquellos que desearían que no existieran. El Centro de Desarrollo Profesional y de la Carrera en la Facultad de Derecho de la Universidad Duke ofrece, por primera vez, un taller llamado Resolviendo conflictos y tratando con personas difíciles. El programa de negociación de la Facultad de Derecho de Harvard presentará un seminario llamado Tratando con gente y situaciones difíciles. Y la Facultad del Departamento de Agricultura estadounidense este año programó más de media docena de seminarios intitulados Aproximaciones positivas hacia gente difícil. Nan Harrison, vicepresidente de recursos de entrenamiento de CareerTrack, que mensualmente presenta más de 50 seminarios públicos que tienen que ver con la “gente difícil”, atribuye la creciente popularidad de estos talleres al deseo de mejorar las propias habilidades en el espacio de trabajo en una época de reducciones corporativas de personal y de un mercado laboral más competitivo.

Necesidades desatendidas Pero los psicólogos aseguran que la gente exhibe comportamientos difíci-

les porque tiene necesidades insatisfechas. El entender esas necesidades —un colega puede ser poco efusivo, por ejemplo, porque su vida personal atraviesa un período de gran confusión— ayuda a desactivar lo que vemos de agresivo en sus acciones. “Algunas personas realmente son malas personas –comenta Mark I. Rosen, un científico social de Brandeis y el autor de Gracias por ser tan molesto: guía espiritual para tratar con gente difícil–, pero no creo que su porcentaje sea tan alto como en general se cree que es.” En realidad, dice, “la mayoría de las personas entra en las categorías de incompetente o ignorante”. Numerosos autores piensan que es útil clasificar a la gente exasperante, separarla en distintos tipos y prescribir maneras de tratar con ellas, como hizo Robert M. Bramson en 1981 en Soportando a gente difícil. Su consejo básico es que hay que tratar de comunicarse con estas personas porque no van a desaparecer. El doctor Bramson hace una lista de siete tipos de comportamientos difíciles: hostiles-agresivos, quejosos, silenciosos y carentes de respuesta, superagradables, expertos sabelotodo, negativos e indecisos. Estos autores aseguran que luego de categorizar el comportamiento difícil se pueden tomar medidas para manejarlo. Por ejemplo, el doctor Rick Brinkman, autor de Tratando con gente insoportable: cómo obtener lo mejor de personas de lo peor, propone una categoría llamada “llorones”. Esta gente se enreda en un interminable circuito de quejas y debe ser persuadida para que resuelva sus problemas. Sugiere que se los escuche y se los deje desahogar. Lo más probable, asegura, es que sus quejas sean vagas y exageradas. Cuando comiencen a repetir sus refunfuños, resuma para

Sábado 20 de enero de 2007

En el archipiélago Shetland del Sur

ellos lo que han dicho. Luego, comience a hacer preguntas específicas. “Hay que preguntarles continuamente qué piensan ellos que deberían hacer”, asegura el doctor Brinkman, para empujarlos a tomar una resolución. Al final, puede que usted termine diciendo algo escandaloso, como “¿Qué pasaría si matáramos a todos en el departamento de al lado?” La literatura que se ocupa de gente

difícil muchas veces se concentra en los lugares de trabajo, pero los académicos de economía sostienen que ni el propio departamento ni el “departamento de al lado” tienen el monopolio del mercado de personas difíciles. Más bien, dice Richard Freedman, profesor de gerencia de la Universidad de Nueva York, “la gente difícil se encuentra distribuida de manera pareja todo a lo largo de la sociedad”.

“No es que haya más gente difícil en los lugares de trabajo, sino que lo que a menudo sucede es que allí lo que está en juego es más importante para el común de la gente. La carrera está en el centro de la vida de cualquiera.” Al final, aseguran los especialistas, no podemos controlar a la otra gente, sino sólo nuestra respuesta a ella.

SANTIAGO, Chile (DPA).– Científicos chilenos descubrieron un bosque fosilizado en la isla Rey Jorge, la mayor de las islas Shetland del Sur y donde Chile tiene la base Presidente Eduardo Frei, informan hoy los medios locales. El hallazgo revela que la Antártida tuvo un pasado verde y estuvo unida a Sudamérica. La expedición del proyecto Conexiones Geológicas entre Antártida Occidental y la Patagonia concluyó que el continente blanco estuvo cubierto en parte de su península por especies nativas como araucarias, mañíos y coihues, hace 200 millones de años. La investigadora de la Universidad de Chile y miembro del equipo excursionista, Teresa Torres, declaró que ya en el año 2000 realizó un hallazgo similar y destacó que los nuevos bosques quedaron al descubierto por el retroceso que registra un glacial, debido al cambio climático global. “Esto permitió que ahora tengamos más evidencia, con troncos más grandes y nuevas especies”, declaró. La experta agregó que además encontraron muchos tipos de helechos y tepas, plantas que crecen en los bosques del sur chileno. También aparecieron plantas que son propias de países como Australia y Nueva Zelanda, lo que se explica “porque alguna vez estuvimos unidos a esas regiones”. Gracias a estos estudios se espera además comprender mejor episodios como las variaciones del clima que enfrenta actualmente la Tierra. “Estos fenómenos existieron en el pasado una y otra vez. Lo que pasa es que el hombre ahora está acelerando los cambios. La evidencia fósil dice que el planeta va cambiando: hubo bosques en la Antártida y es posible, incluso, que vuelvan a existir en dichas latitudes”, concluyó la investigadora.

AFP

En Chile, el Mc Naught pudo ser observado en todo su esplendor

Gran convocatoria para un cometa que no se vio En Santiago de Chile, el buen tiempo permitió que ayer los chilenos pudieran disfrutar a simple vista del cometa Mc Naught. En Buenos Aires, sin embargo, las nubes frustraron el deseo de las más de 1500 personas que se acercaron al Planetario Galileo Galilei, a partir de las siete de la tarde, para observar el cometa con mayor detalle. El espectáculo, organizado por el planetario de la ciudad de Buenos Aires, consistía en una explicación didáctica sobre el cometa, descubierto por el australiano Robert Mc Naught, y la posibilidad de verlo a través de cinco de los siete telescopios que hay en el lugar. Si bien el cielo cubierto impidió la función, se tuvieron que agregar dos charlas más por la inesperada cantidad de espectadores que asistieron. “Si no pueden venir hasta acá, lo mejor para ver el cometa es con pris-

máticos”, observó Esteban Tablón, coordinador general del Planetario. Y agregó que el cometa puede verse desde cualquier lugar despejado, mirando hacia el Sudoeste. “Hay que mirar hacia donde se pone el Sol, a partir de las 20”, precisó. Tablón señaló que, hasta el 12 de enero, el cometa sólo pudo verse en el hemisferio norte. A partir del 13 de enero, el cometa puede observarse desde el hemisferio sur. Un cometa es la materia restante de la constitución del sistema solar. Compuesto por hielo, agua, polvo y otras sustancias, se sublima cuando se acerca al Sol -es decir, se evaporay aumenta su tamaño. “Este se evaporó más de lo normal. Por eso nos tomó de sorpresa a todos y todavía nadie, ni la NASA, sabe su tamaño exacto”, expresó Tablón.

Nathalie Kantt