Para salir bailando y contentos

14 mar. 2009 - El actor Jorge Prado, a poco de iniciada la experiencia, logra introdu- cir al público en ese mundo sombrío del que proviene su personaje y ...
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Espectáculos

Página 6/Sección 4/LA NACION

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Sábado 14 de marzo de 2009

TEATRO/TELEVISION Opinión

(Platea infantil)

Por Ernesto Schoo

Erotismo japonés en Londres

(Piedra libre)

Por Ruth Mehl

Para salir bailando y contentos

N Vuelven los paraguas. El Teatro del Pasillo, Colombres 35, reanuda la temporada para niños con De paraguas, de Silvia Copello, con música de Rony Kesselman, los sábados a las 17. Informes: 4981-5167. $ 16.

La excelencia del grupo La Galera Encantada, en una nueva propuesta musical

N Habitantes de la noche. Los do-

Siempre es grato recibir noticias de los amigos lejanos. De vez en cuando sabemos de las andanzas del Théâtre de Complicité, el conjunto internacional dirigido por el escocés Simon McBurney, que deslumbró a los porteños en la temporada 1996 del San Martín con una puesta inolvidable de The Three Lives of Lucie Chabrol, adaptación teatral de un relato del gran John Berger. Se trata, ahora, de la versión escénica de Un retrato de Shunkin, del japonés Junichiro Tanizaki, el autor de ese libro, pequeño y magnífico, que es Elogio de la sombra. Es la historia de la ciega Shunkin, ejecutante eximia de samisen, una suerte de laúd japonés, y su criado Sasuke, con quien mantiene una relación sadomasoquista; en un arranque de ira, Sasuke arroja agua hirviendo a la cara de Shunkin, y la desfiguró. Incapaz de soportar la visión de esa belleza destruida, se arranca sus propios ojos. La crítica inglesa destaca que, contrariamente a su habitual despliegue de invención visual y acción veloz, McBurney ha preferido esta vez los medios tonos y las transformaciones sutiles. Shunkin niña es una marioneta que da imperiosas órdenes, a griEs Un retrato tos, a sus criados. “Casi imperceptiblemente –escribe de Shunkin, María Margaronis en el Times Literary Supplement del dirigida por pasado 13 de febrero–, la marioneta cobra vida. Las maSimon nos se vuelven carne; el rostro deja de ser una máscara; McBurney las capas de tela del quimono se van desenroscando hasta revelar la espalda desnuda de una bella mujer viviente, cuyas extremidades y la cabeza todavía son manipuladas por los titiriteros. Por fin, los manipuladores arrojan a la mujer a un costado y Shunkin emerge, íntegra”. * * * La puesta abunda, al parecer, en hallazgos visuales notables. Quimonos rojos y anaranjados flotan en lo alto del escenario; la fragmentación del rostro de la artista es representada por trozos de papel donde se han impreso partes de su cara, arrojados al voleo a la sala. McBurney no dirige esta vez a su acostumbrado elenco internacional, sino a actores japoneses del teatro Setagaya, de Tokio, quienes hablan en su idioma. Durante casi toda la obra, un actor que interpreta a Sasuke en su ancianidad permanece arrodillado en una estera, poco perturbado por la tragedia en su juventud. La ceguera, dice, ha sido para él una bendición: “Fue como si este mundo se hubiera convertido en un paraíso donde mi ama y yo vivíamos en éxtasis”. La banda sonora reproduce el andar de los trenes que surcan Tokio, y una luz muy blanca, “como desnuda”, irrumpe de tanto en tanto.

mingos, a las 16, en el Teatro de la Ribera, Pedro de Mendoza 1821, la Compañía de Títeres Catalinas Sur presenta La niña de la noche, versión libre de un cuento de Ray Bradbury, con dirección de Ximena Bianchi. $ 15.

Muy buena

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Bolsillitos, lugares donde guardar secretos. De Héctor Presa, por el grupo La Galera Encantada. Intérpretes: Erica D’Alessandro, Maite Mosquera, Catalina Fiaschi y Guillermina Callichio. Música: Diego Lozano. Vestuario: Lali Lastra. Coreografía: Mecha Fernández. Escenografía y objetos: Héctor Presa y Leila Bamondi. Realización de escenografía: Claudio Provenzano. Realización de vestuario: Gladys David. Asistente de dirección: Leticia Gian. Puesta en escena y dirección: Héctor Presa. En La Galera Galpón de Arte, Humboldt 1591, los sábados y domingos, a las 17.30.

Se trata de una historia simple, ingenua, que protagonizan cuatro hermanas que juegan en un desván. Mediante un diálogo chispeante y una actuación de excelente ritmo, se reproducen situaciones que son frecuentes entre los niños de una familia. En este grupo están la hermana mayor, las mellizas del medio y la menor. La mayor está pensando dejar ese juego para poder salir con amiguitos de su edad y no sabe cómo comunicarles a sus hermanas la noticia. Ella es quien las contiene y ayuda a volver al equilibrio, cada vez que los sentimientos y las emociones se desatan. Las mellizas viven su mundo especial de semejanzas y diferencias, de rivalidades y lealtades. Y la menor protesta, se siente discriminada, manipula, invade, como estirándose para alcanzar ese lugar al que sus hermanas han llegado primero. Este personaje juega la función de disparador de momentos de humor, muy bien interpretados por Guillermina Calicchio. Los conflictos se vuelcan en la actuación, mientras las chicas comienzan su juego (de rituales, códigos y normas, muy rigurosos, como suelen ser en la realidad), y llevan la acción a situaciones de disputa, pequeñas, íntimas y a la vez divertidas, como también son frecuentes en el mundo infantil. Las canciones funcionan, a veces, como monólogos que refuerzan sentimientos y pensamientos de un personaje, y otras veces resumen el problema del personaje. El clima de intimidad en el juego infantil y los vuelos de la fantasía cuando una de

N Títeres de papel. Los sábados, a las

19.30, en el sala Biblioteca del Centro Cultural Rojas, Corrientes 2038, se presenta Sobre la mesa, Galileo, con títeres de papel, dirigido por Horacio Tignanelli. Capacidad: 30 localidades. Informes y reservas: 4954-8352 y 4953-3556. $ 15.

Vuelve De paraguas N Absurdo té. Los sábados y domingos, a las 17, se presentan en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, Gustavo Monje, Giselle Pessacq y el músico Esteban Rozenszain, en Tres para el té, con textos de Lewis Carroll. $ 15.

las chicas se potencia con los desafíos de la otra en ese fabuloso “hagamos de cuenta”, está muy bien recreado por el vestuario y los objetos, y el impecable movimiento de los personajes en la escena. El espectador se siente como asomado a algo muy secreto y personal, como si lo estuviera viendo en la pantalla o por una ventana. Las sonrisas y las risas en el público son frecuentes, especialmente en los adultos, mientras los niños siguen las escenas con fascinada atención, plenamen-

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El corazón delator. Autor: Edgard Allan Poe. Versión escénica y dirección: Guillermo Ghio. Intérprete: Jorge Prado. Colaboración de Miguel Ligero y Alfredo Alcón (en off). Música: King Crimson. En Belisario (Corrientes 1624). Sábados, a las 21. Duración: 50 minutos.

El teatro y la literatura se dan la mano en esta experiencia. Un breve texto de Edgard Allan Poe, El corazón delator, toma cuerpo en la persona de un actor, y la intriga que desarrolla el autor se profundiza de una manera inusitada. El material tiene la oscuridad y la desesperación de muchos de los textos de Poe, y eso provoca al espectador, lo mantiene atento, lo obliga a querer saber más y más acer-

N Retablo autoportante. En La Nube,

Jorge Newbery 3537 (altura Córdoba al 6300), hoy, a las 18, Guillermo Bernasconi presenta su singular espectáculo con el retablo montado sobre el títiritero, 3 obras 3 que incluye “La gran pelea de Canguros”, “Cachito y el Lobo” y “El dueño de la laguna”. Reservas: 4552-4080. $ 15.

que vale la pena Sólo en un ámbito despojado, el actor Jorge Prado

Jorge Prado lleva al espectador por un mundo sombrío ca del protagonista y lo obliga, casi, a dejarse llevar por unas palabras y unas imágenes siempre intrigantes y potentes. El eje de esta historia está en el mundo personal de un hombre que se ve afectado por una particularidad física de otro y esto lo obliga a adoptar una posición que, día tras día, irá fortaleciendo hasta cometer un acto impensado, pero que él llegará a concretar porque su ser está enfermo o quizá porque la enfermedad del otro lo torna de una vulnerabilidad hasta imposible de aceptar. El protagonista de El corazón delator se enfrenta a sus fantasmas y deja que ellos se impongan en su derrotero de vida. Lo obligan a establecer una relación casi demoníaca con otro y actúa en consecuencia. ¿Qué le atrae al espectador? Esa ferviente necesidad

te identificados, y también se ríen con las circunstancias cómicas, pero sin dejar de tomarlas en serio. El espectáculo es muy grato. Todo parece estar a su justa medida. Una breve escena observada en la vereda a la salida podría resumir la experiencia. El papá le decía a la nena, entusiasmado: “¡Me encantó! ¡Me encantó!”, mientras la nena se concentraba en los pasos de la coreografía que estaba imitando, sumergida en su mundo.

TV

Un inquietante texto de Edgar Allan Poe Buena

N Para los más chicos. En el Museo del Títere, Piedras 905, hoy y mañana, a las 16 y 17.30, se puede ver la obra de títeres de la Compañía Fantoche Violeta, Pérez y Compañía. $ 13 (los menores de 4 años no pagan).

Buenas actrices que cantan y bailan, en una obra que invita a jugar

de muerte que asoma, ese final que inquieta porque la locura se cuela, y ahí habrá que tener mucho cuidado a la hora del análisis posterior. El director Guillermo Ghio propone, en un ámbito muy despojado, que el intérprete esté muy próximo a los espectadores. De esa forma, consigue imponer una relación íntima en la que, por momentos, cada persona del público parece transformarse en el relator que minuciosamente va contando los pasos que sigue hasta llegar a su objetivo. El actor Jorge Prado, a poco de iniciada la experiencia, logra introducir al público en ese mundo sombrío

del que proviene su personaje y conducirá esta sesión dramática imponiéndose con su voz, con sus actitudes corporales, hasta un final conmovedor e inesperado. No siempre el mismo Prado logra que los espectadores mantengan su atención intacta. Hay algo de su proceso interno que, en algunos tramos, irá debilitándose; pero aun así, la propuesta tiene su riqueza y ese material de Poe conmociona y desestabiliza porque dramáticamente presenta unas resoluciones bien guiadas y bien expuestas.

Carlos Pacheco

Vuelve Científicos industria argentina Que un programa dedicado a divulgar la producción de conocimientos en nuestro país esté a punto de iniciar en la TV abierta su séptima temporada consecutiva puede calificarse casi de milagro. Sin embargo, esto es lo que ocurre con Científicos industria argentina, que regresa esta noche a Canal 7. El nuevo año del ciclo que conduce Adrián Paenza podrá verse a partir de hoy, todos los sábados, a las 20. En 2009, Científicos industria argentina se apoyará en dos grandes ejes temáticos: el primero estará dedicado al Año Internacional de la Astronomía, por lo cual la sección “Mirando al cielo”, a cargo de Mariano Rivas, contará con más espacio.

El segundo, en coincidencia con los 200 años de su nacimiento, gira alrededor de la figura de Charles Darwin, cuya obra tendrá un lugar destacado esta temporada. El programa se completa con informes desde distintos puntos del país, el testimonio de los investigadores argentinos aquí y en el exterior, y los enigmas y cuentos matemáticos propuestos por Paenza. PARA AGENDAR

Científicos industria argentina. Ciclo de divulgación científica. Por Canal 7. Desde hoy, todos los sábados, a las 20

Guido Gorgati

La trayectoria de un actor con carisma Elsie Yankelevich publicó un libro que recorre su historia por La tuerca, La revista dislocada y Resistiré Guido Gorgati se acostó ayer a las 3 de la mañana, aturdido de la emoción de una noche que lo tuvo como protagonista y estrella (“nunca fui primer ni primerísimo actor; soy actor a secas”). En la velada anterior, se presentó Guido Gorgati, Amanece con el espectáculo un libro que recorre la vida del creador de personajes inmortales junto con Tita Merello en Mademoiselle Elise; o el jubilado, en La tuerca; o el mozo de Un cortado, o el sastre de Resistiré. Hace más de un año, Elsie Yankelevich (hermana de Gustavo e hija de Jaime) invitó a Gorgati a tomar un café. No se conocían, y ella necesitaba recopilar información para un libro. Pero el actor la sorprendió. Dueño de una memoria intacta, la entretuvo con sus anécdotas. Tiempo después, ella le propuso escribir la historia de su vida y él, al principio, se negó. “¿Yo? Si nunca fui galán ni protagonista. Que alguien imagine mi sorpresa.” Pero Yankelevich insitió y justificó su decisión con un sólido argumento: “Gorgati, usted tiene un carisma único”. Aunque durante el transcurso de su carrera interpretó a innumerables personajes de españoles, Gorgati nació hace 89 años, en el pueblito vene-

ciano de Crispino (“donde todos eran rubios y de ojos celestes, menos yo”). Pero con la llegada de Mussolini, su padre, dueño de un almacén de bebidas y antifascista, abandonó el país con sus seis hijos en el primer barco que zarpaba. Así, Guido, de 10 años, cambiaba su paisaje del Mediterráneo por el de los conventillos de Constitución. “Siempre amé la Argentina. Y aunque hubo épocas de miedo, nunca

cuando nos pedía permiso para decir malas palabras, necesitaba sacarlas porque, si no, no podía continuar con las clases”. El pequeño mintió. Le dijo a la directora del taller que quería ser actor cómico, aunque su verdadero interés era otro: todos los días, después de clases, ofrecían un vaso de leche y un sandwich a sus alumnos. A veces, las mentiras no tienen patas cortas, sino tentáculos. Gorgati se convirtió en actor cómico y entretuvo con ¿Será virgen mi marido?, junto con Paulina Singerman. Más tarde llegaron los 40 avisos de TV, las 25 películas, El relámpago y La revista dislocada, y un papel junto con Vittorio Gassman en Un italiano en la Argentina, dirigida por Dino Risi. “Hoy, en la TV, parece que todos nacieran de incubadora. No hay viejos en la televisión”, se lamenta Gorgati, que vive con el productor Armando Barbeito. “La gente piensa que soy homosexual. No me importa. Somos amigos entrañables, hermanos. Yo tuve muchas novias y no me casé porque me gusta la vida del pájaro libre”, dice, y se despide. Es hora de la siesta y ayer trasnochó.

“Hoy, en la TV, parece que todos nacieran de incubadora. No hay viejos y la edad da culpa” me quise ir. Me la aguanté piola, piola, como Gardel en el avión”, cuenta. En vez de jugar en la calle, el pequeño Guido buscó una vacante en el taller de actuación del Labardén. Allí había una maestra de declamación llamada Alfonsina Storni. “De vez en

Gorgati, italiano, encarnó a muchos españoles

Laura Ventura