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19 feb. 2012 - MONTEVIDEO (Especial).– En un subsuelo de ... “Cantan en inglés, pero son de Montevideo, se llaman The ... gratis de su sitio Web”. Y así es: ...
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ULTIMA PAGINA

I

BARRIO CHINO

Domingo 19 de febrero de 2012

POR SILVANA MORENO

UN BAZAR DE LO QUE NO ABUNDA

Tan cerca, tan lejos

SILVANA MORENO

Para aprovechar MONTEVIDEO (Especial).– En un subsuelo de 18 de Julio 1333, debajo del Palacio Díaz, el retropop asoma como una enagua indiscreta bajo la mole art decó. Se trata del Bowling Center, y no se entiende porqué generalmente está tan vacío, con esa estética de dinner estadounidense circa 1958 que incluye el lateral de un Impala rojo incrustado en la pared, una Vespa celeste, una balanza que funciona sin pedir nada a cambio, cantidad de mesas de billar, de pool, pistas de bowling con anotador digital y videojuegos como el Dance Dance Revolution, esa alfombra mágica sobre la que hay que saltar según indican las flechas. Es muy útil para que cualquier advenedizo vaya a practicar todas las disciplinas, dada la tranquilidad del lugar.

El fotógrafo uruguayo Federico Estol tuvo una sorpresa mientras buscaba información climática en Internet: no existía una sola Montevideo, sino al menos dos. La uruguaya y otra, en Estados Unidos. En la First Street, la calle principal, tienen la Artigas Plaza; su fiesta tradicional es el 19 de junio, el día del cumpleaños del prócer uruguayo. Para festejarlo, los montevideanos estadounidenses cantan el himno uruguayo. Estol no lo sabía, pero se trata de ciudades hermanas desde principios del siglo XX. Se entusiasmó con el descubrimiento y viajó para allá. El resultado es el libro de fotos Hello Montevideo, editado por Mar Dulce. “La verdad es que sorprende la conexión de lo oriental con el Montevideo de Minnesota. La estatua de Artigas desencadenó todo: a partir de que llegó, cuando fue donada al pueblo, en 1949, se creó la Montevideo Fiesta Days, fiesta en la que se decoran las calles con banderas uruguayas y de Estados Unidos, y las reinas se visten con trajes de damas uruguayas del siglo XIX, peineta incluida. La gente del pueblo aprende datos históricos y geográficos del Montevideo uruguayo y conoce a José Artigas como el padre de la independencia uruguaya. Artigas también está en el logo de la policía local y todas las patrullas tienen su rostro al costado, como amenazando a los que pretenden violar la ley”, dice uno de los fragmentos más asombrosos.

MAURO MARTELLA

Sin novedades en la vidriera Uno entra a la librería La Lupa y quiere todo: las ediciones independientes de narradores y de ilustradores jóvenes; los saldos de Taschen llegados directamente de Europa con defectos mínimos pero con rebajas de hasta mitad de precio en temas como arquitectura, fotografía, moda y diseño; hacer talleres de guión de historietas; los recitales en la peatonal por donde ya pasaron el cantautor folk Diego Rebella (en la foto), Paula Maslíah y los Moluscos del Amor (la hija de Leo, sí), y la argentina Paula Maffia; libros para chicos como el cuento El vestido de mamá, del escritor-artista plástico-músico Dani Umpi; tomar un café hojeando algo de Clarice Lispector, Mario Levrero o Charles Bukowski mientras suenan Einsturzende Neubaten o Patti Smith; las guías de ciudades de la revista británica Wallpaper*; ver la muestra del primer piso… La librería de Bacacay 1318 bis es especial. “Nunca hay novedades en la vidriera”, advierte Julia Ortiz, detrás del mostrador. Es que las vidrieras son temáticas. Por estos días todos los libros ahí expuestos tienen la palabra jardín. Cuando llegó el verano fue turno de la palabra sol. Ya los agruparon, también, en función de la palabra pez, y hasta los seleccionaron por color. Más datos en www.lalupalibros.com.uy.

Cuna shaker Suena algo extraño para un parador de Chihuahua, la playa nudista de Punta del Este: no es chill out ni música brasileña; es en inglés, acelerado y con cantidad de guitarras. “Es como punk”, dice un chico que paró de hablar para escuchar. “Sí, pero de ahora. Y tiene algo mod”, completa su amiga. Y ahí interviene la moza: “Cantan en inglés, pero son de Montevideo, se llaman The Blueberries y el disco se puede bajar gratis de su sitio Web”. Y así es: basta con meterse a www.losblueberries.com o theblueberries. bandcamp.com y ahí está el disco, sin fotos pero con dibujos hechos por Levedad, uno de los ilustradores jóvenes uruguayos más mentados. Atención: la mitad de las visitas y descargas a su bandcamp fueron hechas desde Gran Breta-

ña. “Me parece mal dividir la música por idiomas. Así como hay distintos instrumentos, el idioma es una herramienta para la música, que permite lograr distintas métricas, cadencias”, medita Ernesto Pasarisa, cantante, guitarrista y compositor de la banda, con integrantes de entre 19 y 25 años. El chico tiene 23 y agrega: “En Montevideo no hay muchos jóvenes. El 65% de la población de Uruguay es mayor de 50, es un país muy avejentado”. Será por eso que lo suyo mezcla el mod sesentista con el punk de fines de los años 60 y tiene reminiscencias de los Shakers (“los Beatles uruguayos”) y los Mockers (“los Rolling Stones uruguayos”). Y es la banda de sonido ideal para viajar en colectivo por la avenida 18 de Julio.

Gaturro Por Nik

Humor petiso Por Diego Parés

Bien hecho Las chapitas para destapar latas de gaseosa pueden llegar muy lejos si alguien las intercepta en su camino hacia la basura. El bricollage es una buen desvío y, si se hace bien y con hilo de seda, puede transformarse en carteras carteras baguette y cintos anchos de 100 dólares como los de Brilac (www. brilac.es), la marca ecosocial dirigida por la española Crista Balari, con base de operaciones en Recife, Brasil, que capacita y da trabajo a mujeres en apuros económicos. En Montevideo, Brilac se consigue en Mezcla, el multimarca de Bacacay 1318, entre 48 firmas uruguayas.

Batu Por Tute

Jim, Jam y el otro Por Max Aguirre

Macanudo Por Liniers

La foto que habla Por Nik