SÁBADO | 9

| Sábado 26 de julio de 2014

mesa para dos

Top 5

El exitoso productor de TV creador de Graduados, entre otras ficciones, habla sobre sus deseos y, también, de algunos enojos

Inspiradores de la semana

Pablo Cullel. “Tengo ganas de dedicarme al periodismo ”

1

E

ja. Ir al cine, soy muy cinéfilo. Y al teatro. Tengo todavía esos rituales. Los fines de semana, eso sí, hay un día que seguro lo dedico a mis sobrinos, que son tres, y los llevo al teatro, al cine. Cuando puedo, viajo. Voy tres veces al año a Brasil o a Nueva York. –¿Disfrutás de consumir ficciones? ¿Lo hacés por gusto o por trabajo? –Soy de mirar un poco de todo para saber qué es lo que hay y qué es lo que pasa. Pero también me engancho como espectador. Soy fanático de House of cards. De meterme en la web a leer qué se dice, sigo las nominaciones al Emmy… Acá, al conocer la cocina, no te emocionás tanto. Pero la televisión norteamericana sí me permite romper esa barrera y dejarme llevar por todas las ilusiones que te genera una ficción. La que más me llegó en toda mi vida fue Six feet under. También Mad Men y, ahora, House of cards. La televisión brasileña me gusta mucho. –¿Cuáles son las limitaciones de nuestra televisión en comparación con las que nombrás? –Limitaciones económicas. Sólo económicas. Acá hay una gran creatividad y un talento increíbles. La televisión argentina es muy audaz. Porque la sociedad argentina es muy audaz. En otros lugares de América latina son en general muy pacatos. –¿Qué espectáculo, artista o película te marcó? –E.T. me marcó. Fue la primera película que me hizo llorar y dije quiero hacer esto. En teatro, Eva, el gran musical argentino. Empecé a amar el personaje de Eva Perón. Y a Nacha [Guevara, protagonista y creadora del musical]. –Si no hicieras televisión, ¿qué te gustaría hacer? –En algún momento quizá dejo la tele y tengo ganas de dedicarme al periodismo. A mí me gusta mucho escribir y analizar el medio. Quizá de más grande. A veces me dan ganas de estudiar. Me gustaría estudiar historia. Y también me gusta mucho la política. –¿En qué sentido? –Me gusta la política bien entendida. Trabajar en eso pensando realmente en el bien común. No sé si me gustan los políticos. Nosotros desde la ficción tenemos posicio-

Músico

^ “Moz” vuelve al ruedo a los 55 años con un disco nuevo. El video del corte de difusión (“Earth is the Loneliest Planet”) sorprendió con una infartante Pamela Anderson.

Texto Silvina Ajmat | Foto Patricio Pidal /AFV

ntre Pergamino y Buenos Aires parece haber mucho más que 223 kilómetros cuando uno repasa la historia de Pablo Culell. Nació allá, en el campo, y hoy, instalado en un departamento de Las Cañitas, observa cómo sus creaciones se reproducen allende los mares. Como número dos de Underground, productora fundada en 2006 por Sebastián Ortega, su jefe y amigo, pudo ver a Los Roldán, Lalola y Los Pells, telenovelas que cosecharon premios y elogios por doquier, convertirse en éxitos también en el exterior. En alianza con la academia que entrega los premios Emmy, Ortega y Culell serán los anfitriones de las nominaciones en la categoría drama para la versión internacional de los galardones, votación que se realizará en Buenos Aires. Y atentos a las tendencias en las nuevas formas de ver ficciones, inauguradas por Internet y el revolucionario Netflix, acaban de fundar Undertransmedia, segmento dedicado a la producción multiplataforma. No sorprende. Su sello se caracteriza por seguir las vanguardias. Sin embargo, Pablo Culell, menos cosmopolita que su inseparable coequiper, se reconoce “más cercano a lo popular” y se define como “un tipo simple”, que no disfruta de ir a eventos, de las cámaras y los flashes tanto como de ir al cine, que adora a sus sobrinos, ama su trabajo y no teme demostrar lo que siente. ”Soy un tipo muy emotivo, nunca me puse una coraza sentimental en nada”, admite. –¿Estás todo el tiempo pensando historias? –Con Sebastián, además de que trabajamos juntos, somos muy amigos. Tenemos un diálogo cotidiano, pero también nos pasamos ideas, al mismo tiempo. No puedo dividirlo. No soy un loco ni un esquizofrénico. Pero todo el tiempo estoy pensando historias. Me gusta mucho esto. Cuando están al aire los programas analizo los números del rating, me encanta eso, ver qué le pasó a la gente, por qué... No hay un horario en el que deje de trabajar. –¿Y el ocio? –Me gusta mucho reunirme con amigos, ir a tomar algo, a comer con ellos. Darle tiempo a mi pare-

Morrissey

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BatMan superhéroe

^ Se cumplieron 75 años de la aparición del primer comic del hombre murciélago. Los fans organizaron múltiples actividades culturales y se declaró el 23 de julio Día de Batman.

3 Compartir con un Malbec ^b^b^ Cuando no está trabajando, Pablo busca aliados para disfrutar del tiempo libre y compartir un buen vino. “En una salida con mi pareja o con mis amigos, siempre tiene que haber un Malbec”, dice y sin dudarlo confiesa que su vino de cabecera es el de las bodegas Rutini. Pero, de todos modos, sostiene que lo importante es este tipo de cepa que en la Argentina es única.

nes tomadas. Creo que en Graduados aportamos un montón al tema del bullying, por ejemplo. Fue un tema de debate a partir del personaje de Isabel Macedo. O poner en el tapete el tema del travestismo en Los Roldán y demostrar que no tiene por qué ser marginal. En una ficción se puede hacer mucha más docencia. Yo creo que en la vida hay que sentar posición en todo. Uno no puede quedarse con el intento de querer cambiar las cosas y no hacer nada. A veces querer cambiar está en el apoyo a personalidades que nosotros creemos que pueden hacer algo y… ¿por qué no los vas a apoyar? –¿Cuáles son los límites a la hora de tomar posición? –Tiene que ser orgánico. La televisión tiene que entretener ante todo. Uno no se compra un televisor para educar a los hijos, pero la televisión propone modelos de conducta. Se mete en tu casa de manera gratuita y genera debates. El límite está en el sentido común. Hubo una investigación de Jorge Lanata sobre los subsidios a la producción audiovisual que cuestionaba a Underground –entre otras productoras– por el subsidio para hacer el unitario Historias clínicas.

alex angulo actor

^ A los 61 años murió este actor español conocido en la Argentina por sus papeles en las películas de Alex de la Iglesia (Muertos de risa, El día de la bestia) y en la multipremiada “El laberinto del Fauno”

–¿Cómo viviste esa denuncia? –Me molestó muchísimo. Primero, porque lo conocemos a Lanata y sabe cómo trabajamos. Ninguno de nosotros tiene ni un acercamiento político de manera directa y concreta, más allá de nuestra simpatía, no somos tipos que estemos pegados a este gobierno ni a ninguno. Lo que se dijo ahí fue mentira. Ganamos un concurso, de manera absolutamente transparente, con un programa excepcional que no tiene ninguna bajada de línea, que contaba la historia clínica de próceres, un programa que ganó un montón de premios y lo piden en las escuelas. No puedo hablar por el resto de los que se mencionaban en ese informe. No pongo las manos en el fuego por nadie. A nosotros nos expuso de manera gratuita sin ningún tipo de cuidado. –¿Qué sueño personal te queda por cumplir? –En una época pensaba que tendría que tener un hijo. Pero no sé si tengo ese sentimiento de paternidad… Lo tengo expresado en otro tipo de relaciones, soy como muy papá de mucha gente. La verdad, estoy bastante realizado. No quiero decir que ya está, pero estoy tranquilo. Soy de disfrutar del día a día.ß

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JaMes rodríguez Futbolista

^ De niño abandonado a figura del último Mundial, el colombiano de 23 años (que jugó alguna vez en Banfield) cumplió su sueño: vestirá la 10 del Real Madrid.

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e. l. JaMes escritora

^ La obra de la autora de la saga erótica, 50 sombras de Grey, ya tiene un trailer de lo que será la película protagonizada por Dakota Johnson y el modelo irlandés Jamie Dornan.

Psicología

Un oasis donde está prohibido hablar del cuerpo En los Estados Unidos, crecen los campamentos que proponen abstenerse de hacer cualquier mención del físico Alyson Krueger

THE NEW YORK TIMES

NUEVA YORK.– Un día del último verano, cuando Tom y Maura Gould llevaban a su hija de 12 años desde el campamento de agricultura orgánica Eden Village de vuelta al hogar familiar en Cambridge, se pusieron a hablar en el auto de quiénes eran los integrantes de la familia más peludos. “¿A quién se le ocurre hablar de eso? –preguntó desde el asiento trasero la hija, Aviva–. Hay cosas mucho mejores sobre las que hablar que la fisonomía de las personas.” Para muchas personas, incluidos niños, hablar del aspecto físico de alguien es la cosa más natural del mundo. Pero para Aviva, ese tema de conversación fue como una suerte de alarma, sobre todo, porque en el campamento no se hablaba en absoluto de esas cosas. En Eden Village, tanto el personal como los acampantes siguen la regla de “no hablar del cuerpo”. Vivian Stadlin, fundadora del campamento, lo explica de esta manera: “La regla es que mientras acampamos nos tomamos un recreo de hacer menciones del aspecto físico, incluida la ropa. Y rige tanto respecto de uno mismo como de los demás, ya sean comentarios negativos, neutros o incluso positivos”. En los espejos de los baños, hay carteles que dicen: “No con-

troles tu aspecto, controla tu alma”. Heley Binn, dueña, junto con su marido, Jason, de revistas de lujo sobre moda y cuyo hijo Jason, de 9 años, asistió a Eden Village el año pasado, dijo que a diferencia de la vida que llevan en familia en Nueva York, donde priman la ropa y la apariencia, la regla de este particular campamento lo convierte “en una especie de lugar utópico y maravilloso donde nadie es juzgado por ninguna otra cosa que no sea su espíritu”. Eden Village, tal vez, sea una de las más recientes instituciones que adoptan la regla de no hablar del cuerpo propio ni ajeno, pero no es la única. Farm & Wilderness, una red de siete campamentos de verano en Vermont, aplica esa regla desde 1970 para enseñarles a los acampantes a apreciar a sus amigos por su carácter y no por su apariencia. En Rosie’s Girls, una cadena de campamentos diurnos en todo Estados Unidos, que inicia a las chicas en habilidades tradicionalmente masculinas, como la carpintería y la lucha contra incendios, la misma regla es llevada aun más allá, ya que tapan los espejos para que los asistentes no puedan escudriñar ni sus propios cuerpos ni los de los demás. Mina Samuels, autora de Run Like a Girl, un libro y blog que ayudan a las mujeres a lidiar con sus problemas de imagen corporal y autoestima a

Eden Village es un campamento de agricultura orgánica donde nadie menciona el aspecto través de los deportes, alienta a sus lectoras a no caer en conversaciones sobre el cuerpo. “Empecé a notar que las mujeres se expresan todo el tiempo diciendo cosas, como: «Estás divina, ¿bajaste de peso?» Ese lenguaje no sólo es dañino, sino una pérdida de tiempo. Hay tantas cosas más interesantes y más estimulantes, por no decir importantes, de las que pueden hablar.”

Aunque suprimir la conversación sobre el cuerpo puede parecer extremista, es parte de un movimiento entre varias organizaciones tendientes a restarle importancia y atención al aspecto físico. El año pasado, la ciudad de Nueva York realizó una campaña publicitaria para mejorar la autoestima de las niñas, con carteles en los colectivos y subtes que decían: “Soy una chica.

nyt

Soy una líder, aventurera, salidora, deportiva, única, inteligente y fuerte. Soy bella como soy”. Algunas escuelas independientes de los alrededores de Nueva York han contratado a psicólogos y consejeros escolares para que trabajen con los alumnos en cuestiones de imagen corporal, incluidos los desórdenes alimentarios. Y hasta la Semana de la Moda de Nueva York se unió a esta

tendencia en septiembre pasado, al presentar en sus pasarelas el primer desfile de modas de talles amplios, una colección de Eden Miller. Tal vez debido a su severidad, la regla de “no hablar del cuerpo” genera apasionadas respuestas tanto entre sus más fervientes seguidores como entre sus detractores. Stadlin dice que para Eden Village adoptar esa regla fue casi una opción obligada y recuerda haber pensado que era algo bueno, “poderoso, mágico”. Al parecer, los acampantes, sabiendo que nadie hablaría de esos temas, se mostraban más dispuestos a experimentar con su imagen, usando capas, disfraces de ninja y raros peinados. Rachel Steinig, estudiante secundaria de 14 años de Mount Airy, Pensilvania, quien asistió a Eden Village tres años y volverá este verano, cree que como sus compañeros de campamento no pueden hablar de su atuendo, se concentran en lo que ella es como persona. “Les gusto por lo que soy y no por cómo me veo. La ropa no te define.” Stadlin también recibe mails de padres, incluida la señora Gould, que dicen que, a pedido de sus hijos, han empezado a implementar la misma regla en sus hogares. Algunos psicólogos, sin embargo, no ven con buenos ojos la proliferación de esa regla, preocupados por la posibilidad de que los niños terminen tapando ciertos problemas que necesitarían manifestar. “Justamente por el hecho de que el tema del aspecto físico es tan invasivo debería hablarse de eso”, argumentó Lisa Morse, psicóloga clínica de la ciudad de Nueva York.ß