P E R E G R I N A C I Ó N

P. E. R. E. G. R. I. N. A. C. I. Ó. N. AÑO JUBILA. Mis. AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIA. Misericordiosos como el padre. ERICORDIA el padre ...
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P E R E G R I N A C I Ó N

AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIA Mis Misericordiosos ricordiosos como el padre

La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. También para llegar a la Puerta Santa, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. Esto será un signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros.

Para reflexionar **¿Qué significará para nosotros, los cristianos, “alcanzar la meta”? ¿Qué es lo importante en la vida? ¿Qué cosas no son tan necesarias?

Evangelio de Lucas 6, 27-38

“Pero yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por lo que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por lo demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos. Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes...”

Oración: Señor de los peregrinos, que nos enviaste a Jesús para

darnos vida plena y mostrarnos el rostro de la misericordia, te pedimos que tu Hijo nos guíe y conduzca en nuestro peregrinar en este mundo hacia tu presencia. Ayúdanos a ser pacientes y

**En este Año Santo, ¿en qué situaciones de nuestra vida, personal y familiar, necesitamos convertirnos y dejarnos abrazar por la misericordia de Dios?

misericordiosos con quienes peregrinan a nuestro lado en la vida. Enséñanos a amar con un sentimiento profundo, pleno de ternura, compasión, indulgencia y perdón. ¡Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos! ¡Amén!