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ESPECTACULOS

I

Martes 26 de junio de 2012

OPINION CINE

TEATRO s PERSONAJE

Un cómico que se anima a la actuación

Otra vuelta de tuerca

“Chiqui” Abecasis encabeza El reportero Su abuela lo llamaba “Chiqui” cuando era pequeño y, desde entonces, a punto de cumplir 50 años, usa el mismo apodo y se niega a confesar su nombre verdadero. Desde hace más de una década, este rosarino, clown, mago, cantante y humorista trabaja con compañías porteñas en teatro de revista, pero ahora se anima a regresar a una obra de texto, luego de 21 años, con El reportero, de Darío “Chino” Volpato (uno de los Midachi) y Diego Arandojo, con dirección de Reynaldo Alcaraz. Abecasis continúa con una nueva temporada de la obra (el año pasado fue protagonizada por Fabián Vena), en la que interpreta a un conductor popular y showman de la TV. “Esta es una versión renovada que tiene algo de la otra. La historia es la misma, pero el desarrollo es otro: se acentúa más el humor. Además, ésta es una apuesta multimedia: el teatro se ha convertido en un estudio de TV, y el espectador puede ver los cortes y aquello que sale al aire, puede seguir la acción desde los monitores o desde lo que ocurre en el escenario”, explica. El reportero narra el encuentro entre un periodista, el día del primer programa de la vigésima temporada de su famoso ciclo, con un hombre poderoso, político, empresario y dueño del canal, protagonizado por Omar Vitullo, donde transcurre la acción. Entre ellos ha habido un conflicto hace mucho tiempo. “Mi personaje sería una especie de Lanata-Peti-

FERNANDO

LOPEZ

Kenneth Branagh, todo un caballero ir Kenneth. De ahora en adelante será sir Kenneth, aunque es probable que también esta vez siga el ejemplo de Laurence Olivier y prefiera seguir siendo simplemente Ken para todos. (En 1947, Olivier, que tenía 40 años, se convirtió en el caballero más joven en merecer esa distinción, y veintitrés años más tarde, fue también el primer actor en ser reconocido como par del reino, con el título de barón Olivier of Brighton; sin embargo, insistía en que lo llamaran Larry, así como firmaba sus cartas; nada de sir ni de lord, aunque ocupara, como le correspondía, su escaño en la Cámara de los Lores). Pero aunque el legendario actor británico siempre fue una inspiración para Kenneth Branagh, que como se sabe acaba de encabezar la lista de nombramientos honoríficos anuales por el cumpleaños de la reina Isabel II, no lo tomó como modelo en todos los casos. Por ejemplo, en 1994, cuando todavía era un treintañero pero ya se había consagrado en la escena británica con sus recreaciones de Shakespeare y en el cine con aquel Enrique V (1989), declinó el mismo nombramiento. “La edad y la experiencia, según explicó, han tenido que ver con su cambio de postura frente a la realeza. Más o menos lo mismo que confesó, algunos años atrás, otra prestigiosa colega suya, Helen Mirren, que también declinó una distinción equivalente en 1996 (la misma que ahora le fue concedida a Kate Winslet) y terminó aceptándola en 2003, tres años antes de su inolvidable encarnación de Isabel II en La reina.

S

El trabajo de María Jaunarena en la puesta estuvo muy bien acompañado por el de Gonzalo Córdova en la escenografía e iluminación PATRICIO PIDAL/AFV

Continuación de la Pág. 1, Col. 2 gró aportar movimientos de luz y color. La iluminación (también de Córdova) se proyectó sobre un componente esencial: el humo, que invadió la escena desde el inicio. Otro apoyo fue el sugerente trabajo de sombras, subrayando en el resultado final, con muy pocos recursos sobre el escenario, el clima de irresolución y ambigüedad en que se desenvuelve la trama. María Jaunarena (a cargo de la régie y el vestuario) mostró un buen manejo de los tiempos y los cambios escénicos y determinó, con su diseño de trajes, la nota temporal que ubica a la narración en el siglo XIX.

El elenco fue homogéneo, seguro y convincente en cada una de las voces. Todos cumplieron las expectativas de sus respectivos personajes. En el papel de los niños: la soprano Mariana Mederos, como Flora, y la mezzosoprano Cecilia Pastawski, destacada como Miles particularmente en la escena de su perturbadora canción que actúa como punto de inflexión en el descubrimiento de la verdad. La soprano chilena Macarena Valenzuela (Institutriz) se lució como atormentada protagonista del psicodrama con momentos destacados y solvente actuación; la soprano Soledad de la Rosa como Mrs. Grose (en un rol destinado originalmente a una mezzosopra-

no) aportó lirismo, convicción y dulzura a su rol; Eugenia Fuente, como el fantasma femenino Miss Jessel (asociado al sonido del gong en cada una de sus apariciones), fue una soprano de potente presencia; Carlos Ullán combinó con ironía el celestial canto de Peter Quint (tenor acompañado de celesta), con la hipnótica perversidad del personaje. El tenor Mariano Spagnolo cantó el prólogo con bella voz. Los momentos musicalmente más intensos se produjeron en los ensembles, en la última escena del primer acto –el cuarteto de los dos niños con los dos fantasmas–, y en la escena de la iglesia, también con un canto a cuatro voces, de los hermanos con la gobernanta

y Mrs. Grose, así como el tenso e inesperado final de la ópera. La orquesta, por su parte, dirigida por el brasileño André Dos Santos, tuvo un buen desempeño, destacando con esmero las dinámicas y los contrastes tímbricos. Como conclusión: para aquellos que le temen a la ópera contemporánea, The turn of the screw es un excelente comienzo, una obra compleja y sutil basada en una genial historia de Henry James con la brillante música de Britten; una obra atrapante tanto dramática como musicalmente, que bien merece ser vista en esta interesante propuesta de Juventus Lyrica.

Cecilia Scalisi

TEATRO

((((( BUENA

DRAMA

Las brujas de Salem El clásico de Miller y sus ecos en la actualidad, en una puesta con ajustadas actuaciones AUTOR: ARTHUR MILLER L ELENCO: JUAN GIL NAVARRO, CARLOS BELLOSO, ROBERTO CARNAGHI, RITA CORTESE, LALI ESPOSITO, JULIA CALVO, ALEJANDRO FIORE, OSCAR ALEGRE, CARLOS KASPAR, GRACIELA TENEMBAUM, ROBERTO CATARINEU, GUILLERMO MARCOS, JAVIER SAQUIN, CARLOS NIETO, ADRIAN VENAGLI, JUSTINA BUSTOS, KEVIN CASS, SANDRA DRIOLANI, SOFIA GONZALEZ GIL, MAI LAWSON, INES PALOMBO, MARIANA RAVA Y BELEN SANTOS L DISEÑO DE SONIDO: TONY RODRIGUEZ L

De la revista al teatro AFV

natto, a lo Abecasis, que mezcla lo periodístico con el humor y los monólogos”, dice. En Rosario, desde muy joven, Abecasis participaba de todas las peñas que pudiera, primero con su canto, y después con su humor. Allí hizo teatro, primero con obras de texto, y luego con unipersonales, hasta comenzó a probar suerte en Buenos Aires en la TV. Mauro Viale lo convocó para Impacto 7. Luego vino Café fashion, por Canal 9, y más tarde se subió a cruceros para animar a los turistas con sus chistes. Su primera revista fue Más que diferente, con Florencia de la V, y luego siguió en carrera con otras, como El champagne las pone mimosas. Abecasis, conocido por su histrionismo y su humor, carga con su dolor. El año pasado, luego de una larga lucha contra el cáncer, murió su mujer, y el cómico quedó al frente de una familia con tres hijos. Con la más pequeña, Irina, de 18 años, logra muy buenas calificaciones del jurado de Cantando 2012, en el que compite junto con otros famosos. Aunque, en realidad, Abecasis no se siente famoso. “En lo profesional estoy feliz. No soy famoso. Son más las personas que me desconocen que quienes saben quién soy”, dice.

Laura Ventura

PARA AGENDAR El reportero: dirigida por Reynaldo Alcaraz. De miércoles a viernes, a las 21; sábados, a las 21 y a las 23; domingos, a las 21. En Los Angeles (Corrientes 1764).



Y BRIAN LIBERTI L DISEÑO DE VESTUARIO: CRISTIAN PINEDA L DISEÑO DE ESCENOGRAFIA: ALBERTO NEGRIN L DISEÑO DE LUCES: ROBERTO TRAFERRI L DIRECCION: MARCELO COSENTINO L DIRACION: 145 MINUTOS (SIN INTERVALO) L SALA: BROADWAY.

Los acontecimientos que afectaron al pueblo de Salem, Massachussets, en 1692, le sirvieron a Arthur Miller para escribir Las brujas de Salem como excusa para hablar sobre la realidad de su época. La caza de brujas de aquellos tiempos se transformó en la caza de comunistas que impulsó el senador Joseph McCarthy en la década de 1950. Igual que entonces se fomentaron las delaciones, las denuncias, los procesos irregulares y las listas negras de personas sospechosas de atentar contra el orden establecido. Si por un lado se trataba del enfrentamiento entre Dios y el Diablo, a través de un proceso de brujería, Miller vivió en carne propia el amargo y efectivo intento de demonizar al comunismo en plena Guerra Fría con la Unión Soviética, donde, como en Salem, cayeron justos y pecadores. No sería difícil encontrar el equivalente en esta segunda década el siglo XXI, lo que probablemente movilizó el interés de Marcelo Cosentino para llevar a escena Las brujas de Salem, época ésta donde la mediatización de algunas figu-

La puesta en escena de Marcelo Cosentino se ajusta al planteo original de la obra ras enfrentadas, y nefastas como las brujas, permite el uso con total impunidad de insultos, falsas denuncias, injurias, descalificaciones, todo al servicio de una histeria mediática que se desespera por tener sus 15 minutos de exposición frente a una audiencia que oscila entre creer o no, sin poder distinguir la verdad y el honor. No fueron muchas las puestas que se realizaron sobre esta obra de Miller de 1953, aunque sí puede destacarse la versión que realizó en 1973 Agustín Alezzo, con Alfredo Alcón, Milagros de la Vega, Alicia Bruzzo y Leonor Manso. La puesta de Marcelo Cosentino se ajusta al planteo original, con un diseño escenográfico que le facilita

los cambios de ambiente. Alberto Negrín pergeñó una gran estructura vertical que, con la apertura y el cierre de los bloques, permite recrear los diferentes ámbitos que requiere la obra, aunque en algunas escenas se pierde, por la amplitud arquitectónica, el clima de intimidad. El vestuario se ajusta a la época de las acciones y la iluminación es un valioso ingrediente para la creación de sugerentes atmósferas. Por la calidad y extensión del texto, la actuación es un componente primordial y, en este sentido recurrir a profesionales de probada y eficiente experiencia escénica permite crear un sólido sostén para los jóvenes actores que encaran el gran desafío de interpretar un

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clásico de la dramaturgia universal. Es así que el peso del drama está sostenido por la sólida presencia de Rita Cortese, Roberto Carnaghi, Carlos Belloso, Julia Calvo, Carlos Kaspar y Roberto Catarineu, al que se suma la convincente actuación de Juan Gil Navarro, como John Proctor. El resto del elenco probablemente vaya creciendo con el correr de las funciones, donde el texto se podrá incorporar de tal manera que flexibilice la composición corporal y fluya con mayor naturalidad, y en esto tiene mucho que ver la dirección de actores de Marcelo Cosentino.

Susana Freire

SINTESIS CLASICO

Las de Barranco Cumplió su cuarto mes en cartelera este clásico de Gregorio de Laferrère que sube a escena todos los viernes, a las 21, en el Taller del Angel, Mario Bravo 1239. La puesta cuenta con la dirección de Zaida Mazzitelli y el elenco está integrado por estudiantes y egresados de la escuela de actuación de Agustín Alezzo. Reservas por el 4963-1571. NISCO Y SAN HONORIO

Sobre los templarios Apareció la primera novela del director

de cine y televisión Jorge Nisco (Epitafios, Mujeres asesinas, Violetta) y del guionista Ramiro San Honorio (El Paraíso, No te enamores de mí). Se trata de El séptimo bastón de Dios, un thriller de acción y suspenso basado en hechos reales, a tal punto que con la información que aparece en el libro History Channel hizo un documental sobre “Templarios en la Argentina”. PAULO PECORA

Cortos, en el Palais de Glace Una selección de siete de los cortometrajes creados por el periodista y cineasta

Paulo Pécora podrán verse pasado mañana, desde las 19, en el Kino Palais, espacio de artes audiovisuales del Palais de Glace, Posadas 1725. La lista incluye Planetario (2009), Les Lunettes (2003), Una forma estúpida de decir adiós (2003), Oscuro (2004), 8cho (2006), Champaquí (2011) y La nube (2011). DESPEDIDA

Sola otra vez El domingo, a las 19, se despide esta obra de Mercedes Quinteros y Julieta Petruchi. En el teatro Payró, San Martín 766.

Quizá también suceda que en estos tiempos han cambiado bastante las relaciones entre los miembros de la casa real y la monarquía. “Siento que hoy sería bastante grosero rechazar uno de los mayores honores a que pueda aspirarse en la sociedad británica –comentó Branagh–. Además, si en cualquier momento hubiera sido emocionante, que me haya sucedido en este año del jubileo es, para mí, muy especial.¿Qué más podía pedir que ser parte de esta celebración?” Branagh no ha dejado de exponer su admiración por la reina, de quien destaca su capacidad de escuchar, su concentración, su conocimiento y su comprensión de lo que las personas como él tratan de hacer en la industria del cine y en el teatro. En cuanto al título, ha dicho que lo toma “como un homenaje a toda la gente con la que trabajé y de la que aprendí al cabo de más de treinta años de hacer películas y de estar comprometido con la escena y la televisión británicas”. Seguramente no olvidará tampoco que la distinción lo suma a una lista en la que están muchos de los actores que con su arte despertaron en él la pasión por el teatro. Hijo de un plomero de Belfast y educado allí y en Inglaterra, mostró en la infancia igual interés por los libros y el deporte. A los 15, vio a Derek Jacobi en Hamlet y se decidió: sería actor. Shakespeare se volvería para él una compañía inseparable desde que, a los 18, ingresó en la Royal Academy of Dramatic Arts londinense. Tras la graduación y revelados ya su talento y su energía expresiva, la Royal Shakespeare Company fue el paso siguiente, y los triunfos, la consecuencia natural. También en el cine, donde Shakespeare le ha dado algunos de sus mayores triunfos (Enrique V, Hamlet, Mucho ruido y pocas nueces, Otelo). Se entiende que esté ahora en el reducido grupo al que pertenecieron o pertenecen aquellos caballeros que admira y que le señalaron el camino: Olivier, Gielgud, Richardson, Guinness, Jacobi…