Espectáculos
Página 8/Sección 4/LA NACION
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Domingo 28 de junio de 2009
MUSICA POPULAR (Grabaciones)
(La compactera)
La página de los discos
Orquesta multicultural para la hora del coctel Los norteamericanos Pink Martini combinan swing, bossa nova, son, canción francesa, distintos idiomas y elementos cinematográficos Una orquesta multicultural y rítmica encontró una forma de reflotar el sonido lounge con una pizca de delirio, ensoñación y cierto glamour. Pink Martini, agrupación originaria de Oregón, desarrolló una fórmula ideal para este cóctel musical, con elementos cinematográficos y transitando relajadamente entre el desenfado kitsch de sus intérpretes y el sonido vintage. Composiciones en diferentes idiomas les permiten circular sin prejuicio por el son, el swing, el soul, la bossa nova, el lounge, la chanson francesa y otros ritmos latinos. Esa es la fórmula para este buen aperitivo musical que genera un estado efervescente. La orquesta Pink Martini destila un aire de banda de hotel cinco estrellas con repertorio internacional. El chiste es que todo está bien tocado y condimentado en su justa medida: toques de musicalidad agridulce, melodías a mid tempo, refinamiento en los arreglos, ironía en la selección de los ritmos y una buena dosis de alegría. Con su primer disco el grupo generó un fenómeno inesperado de ventas (vendió un millón y medio de unidades) y sus canciones se terminaron ubicando como graciosas viñetas en películas como Sr. & Sra. Jones o series como Los Sopranos. En nuestro país, el sello Random editó el primer trabajo, Sympathique (1997), inicio del suceso, que continuó con Hang on Little Tomato (2004), y su última producción Hey Eugene! (2007), que muestra la evolución de esta orquesta de salón que tuvo su debut en el Festival de Cannes. Sympathique es un disco, donde coquetean con la música latina y la chanson francesa, que recuerda a producciones como Chavez Ravine de Ry Cooder y los elegantes discos de Henri Salvador. La sonoridad bilingüe de la orquesta (con un guiño a los latinos en Estados Unidos) tiene su cuota de exotismo, sobre todo, en la cadenciosa voz de China Forbes (multi-instrumentista). El otro puntal del grupo es el delicado pianista y director Thomas M. Lauderdale. El disco celebra su estética naif y vintage a lo largo de los once tracks, que componen este trabajo, entre los que destacan “No hay problema”, el hit instrumental del disco, un homenaje encubierto a Carlos Santana y “Sympathique”, que recuerda la inocencia de canciones francesas añejas. Las canciones pueden sonar con el glamour de películas de Hollywood
Händel Rolando Villazón Arias de Tamerlano, Rodelinda, Serse, Ariodante y La Resurrección (Deutsche Grammophon/Universal).
Nadie habría dicho que el tenor mexicano Rolando Villazón, experto en las lides de la ópera decimonónica, fuera una elección apropiada para la escritura de Händel. Se trata de una voz demasiado refinada para el barroco tardío, o en todo caso con un refinamiento que podría resultar fuera de estilo para semejante repertorio. Pero los fastos por los 250 años de la muerte del compositor se impusieron. Y aun así, esa voz que, se intuye, resultaría fatal en Bach o Monteverdi, se ajusta imprevistamente a la ligereza de Händel, y le confiere incluso cierta espesura dramática, como en las hermosas “Pastorello d’un povero armento”, aria de la ópera Rodelinda, o en “Scherza, infida…” de Ariodante, escrita originalmente para voz femenina. La sensata compañía de Paul McCreesh, director de los Gabrielli Players, agrega una oportuna verosimilitud historicista.
Pablo Gianera Propulsión a tango Ofidio Dellasoppa y Las Cuerdas Flojas El grupo orginario de Oregon, Estados Unidos, y su delirio y desenfado
como Casablanca y reírse del estereotipo latino y caliente de films como los Reyes del Mambo. En Hey Eugene!, se subordinan a sus canciones y abandonan cierta sencillez instrumental para abordar arreglos y composiciones mucho más elaboradas y con cuerdas, sin abandonar ese costado cóctel y desenfadado. Alcanza con poner Tiempo perdido, para transportarse a un ambiente de bucólica alegría; viajar por paisajes exóticos en perlas como Taya tan y Bukra Wba’do; o quedar atrapado por la atmósfera de un musical italoamericano protagonizado por gitanos en la festiva Dosvedanya mio bambino. Pink Martini, logra el efecto de un aperitivo que predispone a un momento de dulce melancolía o puede recrear el burbujeante cosquilleo que provoca el romance. Un soundtrack ideal para una noche desvelada. Como dijo la reseña de la L.A. Weekly: “Si los líderes del mundo se sentaran juntos a escuchar Pink Martini se terminarían las guerras”. Quizá no sea tan mala idea.
Gabriel Plaza
(Tracks) Barbra y Diana. El 20 de septiembre es la fecha anunciada por el sello Columbia para el lanzamiento del nuevo álbum de Barbra Streisand, Love is the Answer, en el que trabajó con la pianista y cantante Diana Krall y su cuarteto. El nuevo trabajo muestra a la Streisand en plan de cantante de jazz y de cabaret. Los eternos playeros. Un nuevo compilado de los Beach Boys llegó en estos días a las disquerías, con temas de amor y verano, con nuevas mezclas en estereo. Summer Love Songs trae veinte temas, que van de los conocidísimos “Surfer Girl”, “God Only Knows” o “California Girls”, hasta algunos menos remanidos, como “Keep an Eye on Summer” y “Girls on the Beach”; además, se incluye un tema inédito, “Fallin’ in Love (aka Lady)”, un tema de 1970, de Dennis Wilson, el beach boy que murió ahogado en 1983.
León Gieco multiplicado escribió con Gieco, cuyo título hace referencia al accidente de 2006, en el que murieron varios chicos del colegio Ecos. Luego están, claro, los temas que todos recordamos: “Cinco siglos igual”, en dos versiones; la de Tonolec y su particular combinación de sonidos tobas y electrónica, y la de Horacio Fumero y el propio Gieco; “Cachito, campeón de Corrientes” en la mirada jazzera de Javier Malosetti; “Pensar en nada”, recuperada del primer disco de Pez, y “Todos los caballos blancos”, muy beatlescos por Fernando Blanco y Nube 9. Hay muchas más canciones y artistas y un texto sobre León, por un especilista, Claudio Kleiman.
El CD no comienza con “Vieja viola” ni “Viejo smoking” sino con “Viejo Valiant”, tema que cuenta la peripecias de un hombre que sufrió el robo de su auto. Con ese arranque el oyente puede ir haciéndose una idea de por dónde va este disco. Un rato después habrá una declaración de principios que se burla del tango electrónico con citas a temas como el clásico de la música disco “Good Times”, con “Owner of a Lonely Heart”, de Yes, y con motivos de éxitos de los Bee Gees. Silvio Cattaneo (en el personaje Ofidio Dellassopa) vuelve a apostar al humor y a la caricatura de una pintura costumbrista del tango de guitarra y de pelo engominado de épocas pasadas. Y vuelve a ganar con un material donde brilla su sagacidad, siempre bien acompañada por Las Cuerdas Flojas (los guitarristas Claudio Ceccoli y Felipe Traine).
Adriana Franco
Mauro Apicella
Un álbum doble con versiones de sus canciones Así como hace unos pocos años fue Luis Alberto Spinetta, ahora es León Gieco el objetivo de un programa radial marplatense (d-rock!) que con pasión musical pone manos a la obra para armar compilados casi artesanales (en éste, en sintonía con el homenajeado, el libro interno está dentro de mini morral) y con fines loables (y un objetivo claro, el Comedor Infantil Fueguitos, de Mar del Plata). Las 36 canciones (más un bonus track) recorren la ya larguísima carrera de León Gieco y su escucha es como un viaje por geografías diversas y desparejas, con momentos muy altos y mesetas u honduras. Spinetta presenta aquí 8 de octubre, una composición nueva, que
(POPurrí)
Viejo Valiant, La revancha de Cipriano, Tango Electrónico, Nubes, Reloj, Tribus, Lluvia de rosas, Lijas, Vals Nro. 9, Tangos infantiles, y otros (Pai Records).
Michael Jackson: la figura clave de los años 80
La herencia musical: un enorme paso para el pop
El recital solidario de Los Pericos cambia de fecha El show solidario que la banda Los Pericos tenía previsto realizar el pasado sábado 20 y que se canceló por mal tiempo tiene una nueva fecha: se concretará el sábado 11 de julio. El objetivo del grupo es el de colaborar con la Fundación Todo x los Chicos, cuyos pilares fundamentales son los de asistir a los niños en situación de pobreza. De esa manera, la banda liderada por Juanchi Baleirón se presentará, desde las 15, con un recital en el que sonarán las canciones de su álbum más reciente, Pura vida. Para asistir al recital se solicita colaborar con útiles escolares.
Continuación de la Pág. 1, Col. 4 entradas en el sitio serán reembolsados totalmente”.
Un legado espeluznante Cuánto debe haber influido Michael Jackson para haber sido declarado leyenda por los Grammy cuando recién tenía 34 años. ¿Que empezó de muy chico? Es cierto, pero eso no alcanza para tamaño reconocimiento. Jacko o Maicol, como lo llamábamos por
ARCHIVO/MAXIE AMENA
Lagos, en su casa, entre teclados y discos, días antes del homenaje que le realizaron en 2006
Adiós al pianista Eduardo Lagos Falleció el padre de la proyección folklórica; el compositor tenía 80 años
Los Pericos ARCHIVO
Rubén Blades se decidió por la música y deja la política El intérprete y compositor panameño Rubén Blades, actual titular de la Autoridad de Turismo de Panamá, prepara el retorno a los escenarios una vez que concluya su gestión con el cambio de gobierno el 1° de julio próximo, según informó Prensa Latina. La intención del músico es realizar 38 conciertos en varias ciudades de Estados Unidos y América latina, aunque el plato fuerte en el regreso de Blades será la gira Todos vuelven, en compañía de Seis del Solar.
El pianista y compositor Eduardo Lagos falleció anteayer por una enfermedad degenerativa que había padecido durante más de un lustro. El músico tenía 80 años. Sus amigos lo van a extrañar y todos los que lo conocieron o escucharon su obra también porque, sin duda, fue un faro para la música folklórica argentina. El living de la casa de don Eduardo terminaba en una especie de escritorio donde él tenía su piano, un montón de discos, papeles y reproductores de música de varios formatos. Un día andaba buscando un MiniDisc donde tenía guardadas versiones inéditas que varios años después terminarían publicadas en CD. En plena búsqueda, como si hablara sin prestar atención a sus palabras largó: “Las melodías son más bien rurales, las armonías son más de ciudad. Pero ése es otro tema”. Conocido su buen humor –supo presentarse en vivo como Lagos, pero también con los seudónimos Arroyo y Fuentes– esa parecía otra de sus bromas musicales que pensaba dejar inconclusa. Pero no lo era. Aunque no terminó con su explicación ese mismo día, hay muchas formas de completarla. Sirven las obras de este músico genial; este músico que era
de ciudad, que era armonía, pero que había tenido el gran gusto de visitar, como pocos lo han hecho, los paisajes de folklore. Ayer por la tarde, cuando se supo de la muerte del artista, un redactor de esta sección le explicaba a otro quién era este tipo: “¿Sabés quién era Eduardo Lagos? El padre de la proyección folklórica”, dijo. Buen resumen. No nos olvidamos del aporte de Waldo de los Ríos ni, muchos años después, de todo lo que ofrecieron y siguen ofreciendo músicos de la talla de Manolo Juárez. Pero fue Eduardo Lagos el que compuso obras como “La bacha”, en 1949, o “La oncena”, en 1956, cuando el folklore argentino era sólo criollismo, tradición y danza; o el que tiempo después había incluido una hexatonal en una pieza criolla. Encima, tuvo tiempo para dedicarse a la oftalmología, su profesión. A Lagos le gustaba decir que la medicina era su esposa y la música su amante. Siempre el humor atravesó sus momentos creativos y la actitud lúdica se escuchó, reflejada en su música. Su biografía dice que había nacido en Buenos Aires, en 1929, que se formó con una eminencia de la música académica, Juan Carlos Paz; que, además de ejercer la medicina,
se dedicó al periodismo; que hay varios hitos en su catálogo discográfico. Lagos grabó álbumes como Así nos gusta, donde encabeza un seleccionado de músicos (Piazzolla, Hugo Díaz, Domingo Cura, Oscar Cardozo Ocampo y Jaime Torres, entre otros). Varios de ellos solían compartir largas jornadas musicales en la casa de Lagos denominadas “folkloreishons”. “Sabemos que no estamos haciendo folklore porque ya está hecho”, escribió para aquel disco de 1969. “Pero podremos hurgar en su esencia y en sus raíces para proyectarlo”. Otros LP que no hay que dejar de mencionar son Tono y dominante, con un gran conjunto, y Pianísssimo, de piano a cuatro manos con Oscar Alem. Lagos no grabó muchos discos, pero afortunadamente durante los últimos años se relanzaron algunos de sus trabajos y se publicaron un par de volúmenes de registros inéditos, con sus desopilantes comentarios, como era su costumbre cada vez que publicaba un material. ¿Aceptaría el lector de estas líneas una recomendación del cronista? Vaya a la disquería a buscar esos discos. No se arrepentirá.
Mauro Apicella
aquí en días de Thriller, revolucionó el pop, revitalizó la industria discográfica al demostrarle lo poderosa que era una herramienta que tenía frente a sus ojos, pero no sabía explotar, el video clip, y renovó la escena dance. Porque si en Off the Wall le dio a la música disco sus últimos brillos, en Thriller (se editó a fines de 1982, pero explotó en ventas y repercusión, en 1983) inauguró el reinado del breakdance. Su paso de baile hacia atrás, bautizado caminata lunar, significó un disparador determinante para una de las patas de la nueva cultura negra que se estaba gestando, el hiphop. Porque si gente como Grandmaster Flash y Run DMC estaban escribiendo las primeras líneas musicales, Michael las estaba bailando. Sin Jackson, los 80 hubieran sido años dominados por los blancos. ¿Acaso músicas negras como el soul no estuvieron representadas en esos días por blancos como Hall & Oates y Simply Red? Primero, en los 70, Michael se encargó sólo y con sus hermanos de revitalizar los ritmos populares afroamericanos –y de resucitar al sello Motown– y, una década más tarde, de fusionarlos con el pop y con el rock. Sus detractores dicen que Thriller es lo único que hizo, pero miles de músicos estarían dispuestos a quemar todos sus discos a cambio de crear uno solo como el que firmaron la dupla Michael Jackson-Quincy Jones. Esas nueve canciones son la escuela del pop perfecto y el vientre de los cientos de hijos que tuvo el músico, desde Britney y Justin Timberlake hasta Outkast y Gnarls Barkley. El pop tal como lo concebíamos en los 80 murió el jueves. En las imágenes que llegan por tevé se ve a chicos y veteranos acongojados; a blancos, negros y asiáticos; a ricos, famosos y pobres. Quien despierta estas enormes muestras de pesar ya dejó una marca indeleble.