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inconscientes, por los que escogemos argumentar lo que argumentamos o el modo en que argumentamos? Esta pregunta nos invita a mirar los fundamentos de nuestros deseos, propósitos o voluntad desde dónde escogemos lo que escogemos. ¿Qué resultados deseamos conservar con las elecciones que hacemos ...
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Visiones de Telefónica.

Paper Nº II, año 2011.

Organizaciones socio-ético sustentables: Un camino hacia un futuro distinto.

Peter Senge

Humberto Maturana Romesín

Ximena Dávila Y.

Organizaciones socio-ético sustentables: Un camino hacia un futuro distinto. Peter Senge - Humberto Maturana - Ximena Dávila Introducción Mirando nuestro presente Vivimos un presente histórico en una encrucijada éticoecológica. Estamos generando un espacio de habitar humano –eso es, una antropósfera– llena de dolores éticos y ecológicos en una creciente desarmonía con la biosfera. No podemos dejar de mirar estos dolores y sufrimientos, humanos y ecológicos, que nosotros generamos con nuestra exuberante creatividad. Vivimos en un momento de nuestra historia como humanidad en que podemos hacer casi cualquier cosa que pensemos hacer, desde lo más bello a lo más horrible, porque tenemos el conocimiento y los medios para hacerlo, y si no los tenemos, sabemos como podemos obtenerlos. Sin embargo, ¿tenemos que hacer lo que sea que pensemos hacer sin importar las consecuencias para las comunidades humanas que sostienen y conservan nuestra creatividad, sólo porque podemos hacerlo? ¿Acaso somos ciegos? No, el hecho de que este escrito sea posible y tú lo estés leyendo revela que no somos ciegos. Empresas de hoy El crecimiento de efectos secundarios inesperados e importantes preguntas Cuando miramos al interior de las empresas, podemos ver que en ellas ha pasado a ser esencial la búsqueda de resultados vistos principalmente desde una perspectiva financiera. Esto, generalmente, resulta en procesos de toma de decisiones gerenciales que estrechan la mirada, limitando la visión del resto de los aspectos constitutivos de la organización. En particular, pese a que nos guste o no, muchas veces no vemos a las personas que constituyen, generan, realizan y conservan a la organización a través de su trabajo, inteligencia, imaginación, sensibilidad, compromiso y dedicación. Es difícil para nosotros ver por completo el ancho de las consecuencias negativas que esto ha traído, tanto en la limitación de la innovación y la creatividad dentro de las organizaciones, así como en el incremento de la desarmonía con los mundos sociales y biológicos, a mayor escala. Mirando seriamente la historia de nuestras organizaciones y empresas, nos damos cuenta de que muchas han seguido un

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camino de consecuencias negativas para el bien-estar de la humanidad en general, como es evidente en las disrupciones o alteraciones de la armonía en la antropósfera-biosfera de la que dependemos. Tomado en conjunto el efecto neto de la expansión de los negocios y los materiales, ha dejado una enorme huella negativa provocada por la sociedad moderna, que excede la capacidad de volumen de la tierra para proveer recursos y procesar subproductos desechos: nosotros ahora consumimos 1¼ - 1½ de los recursos de la tierra por año, de acuerdo a las estimaciones de científicos. La no disponibilidad de alimento, agua y energía es una fuente creciente de disrupción alrededor del mundo, como a su vez lo son los efectos secundarios crecientes de desechos sólidos y gaseosos, como el gas de efecto invernadero. Los ecosistemas están bajo amenaza. El 70% de la industria pesquera mundial está en declive, como también un porcentaje similar de los sistemas primarios de ríos en el mundo. Estas disrupciones biológicas son inseparables de las disrupciones sociales; incluso países relativamente avanzados tienen crecientes clases marginadas que sufren desproporcionadamente tanto de stress económico como ecológico, y son incapaces de ser buenos administradores de los sistemas naturales a pesar de su preocupación por serlo. Todos estos son ejemplos de efectos secundarios no planeados de las empresas que, cuando los vemos ocurrir, puede ser que los escondamos con teorías políticas, económicas y filosóficas como: “estas son las consecuencias ineludibles del desarrollo económico”. Cuando esto ocurre, no estamos observando por completo el creciente incremento de la pobreza material, intelectual y espiritual que surge de nuestra búsqueda de lo que respetamos como las condiciones materiales para el bien-estar social. Las consecuencias sociales y medioambientales negativas surgen cuando operamos enfocados en obtener el máximo beneficio de recursos a un corto plazo y a un bajo costo, en una actitud que ignora el costo de las consecuencias imprevistas de cómo operamos. Como hemos dicho, lo hacemos dándonos cuenta de los daños en nuestras aguas y suelos, pero nos justificamos con teorías económicas que ignoran las condiciones operacionales y relacionales que contribuyen a proteger el bienestar de las personas y a sostener la armonía entre las personas –y sus creaciones– (antropósfera) y la mayor escala biológico medioambiental (biosfera) en que habitamos. El

Organizaciones socio-ético sustentables: Un camino hacia un futuro distinto. Peter Senge - Humberto Maturana - Ximena Dávila hacerse conscientes de las negativas consecuencias para la armonía entre la antropósfera y la biosfera ha llevado a muchas personas y organizaciones alrededor del mundo a preguntarse: ¿Qué clase de mundo estamos generando y qué clase de mundo estamos entregándole a nuestros hijos y nietos? Dudando de si tales problemas pueden ser resueltos, dadas las concentraciones económicas y de poder político orientadas a sostener el status quo deja a muchas personas sintiéndose profundamente fatalistas con respecto a nuestro futuro. Este fatalismo domina en la sociedad moderna y se manifiesta en actos violentos periódicos de frustración y resentimiento, por ejemplo, en el incremento de las protestas violentas de jóvenes alrededor del mundo. No podemos resolver este malestar cultural a través de terapias individuales o a través de intentos particulares para controlar segmentos de la sociedad. Es necesario que nos encontremos con innovaciones fundamentales en instituciones clave que sostienen nuestro vivir social, como las empresas. Viendo esto, queremos hacernos algunas preguntas básicas respecto al modo en que las organizaciones y las empresas operan hoy en día: • ¿Cómo debiésemos hacer lo que hacemos de modo tal que conservemos la armonía entre la antropósfera y la biosfera al centro de nuestro pensar y hacer al diseñar e implementar prácticas empresariales? • ¿Cuáles son las condiciones y capacidades necesarias para que una organización se conduzca de modo responsable y ético en todas las dimensiones de sus actividades? • ¿Estamos dispuestos a comprometernos en una gerencia co-inspiradora como el soporte de la toma de decisiones y acciones éticas? • ¿Qué orientación debiese tomar el liderazgo para orientar nuestra reflexión y acción en todas las dimensiones de las operaciones de las empresas, de modo que guíe e ilumine a las personas en su entendimiento y deseo de actuar, generando y conservando continuamente la armonía entre la antropósfera y la biosfera? Emociones y razón en la gerencia Cada elección o decisión tiene un fundamento emocional, cualquiera sea el ámbito en el que ocurra, incluso cuando intentamos explicar nuestras acciones con una teoría que diga que somos sólo racionales. Esto es así porque cada teoría y todo argumento racional se fundamenta en premisas básicas aceptadas a priori por quien sea que la proponga, eso es, desde sus deseos y preferencias. En estas circunstancias, la racionalidad de todo argumento racional ocurre sólo dentro de la lógica de su propio desarrollo. Las premisas básicas pueden venir de observaciones

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experienciales o pueden ser acordadas en conversaciones, sin embargo, cuando las escogemos lo hacemos desde nuestras preferencias, deseos o teorías que también hemos aceptado desde nuestra voluntad o preferencias. A causa de esto, la pregunta fundamental para todo argumento es: ¿Cuáles son los propósitos, implícitos o explícitos, conscientes o inconscientes, por los que escogemos argumentar lo que argumentamos o el modo en que argumentamos? Esta pregunta nos invita a mirar los fundamentos de nuestros deseos, propósitos o voluntad desde dónde escogemos lo que escogemos. ¿Qué resultados deseamos conservar con las elecciones que hacemos mientras escogemos los argumentos que proponemos? Hay dos clases fundamentales de gerencia para todas las esferas de coexistencia y coordinación de haceres. Por un lado, podemos querer coordinar las acciones de un grupo de personas en un modo jerárquico no-ético, intrínsecamente autoritario, definido por el deseo de control de los managers en un fluir de sentires y emociones caracterizado por faltas al auto-respeto, que son inherentes a las relaciones de poder y sometimiento (o autoridad y obediencia) cuando realizamos un proyecto impuesto. Por otro lado, podemos querer coordinar las acciones de un grupo de personas en un modo no-jerárquico, intrínsecamente ético, definido por propósitos co-inspirados y responsabilidades compartidas en la realización de un proyecto común, dentro de una visión compartida, que se mueve y sostiene en los sentires y emociones de respeto y relaciones de colaboración.

Organizaciones socio-ético sustentables: Un camino hacia un futuro distinto. Peter Senge - Humberto Maturana - Ximena Dávila Dentro del primer escenario la persona desaparece, reduciéndose su inteligencia (plasticidad conductual), creatividad y el sentido de responsabilidad en la realización del proyecto que es ajeno a ella. En el segundo escenario la persona tiene presencia y su inteligencia, creatividad y sentido de responsabilidad se ven expandidos en la realización de un proyecto común que surge espontáneamente por sí mismo en el proceso colaborativo. En el primer escenario, el convivir se constituye principalmente como una red no-ética de conversaciones, de quejas y resistencias a acciones que no son respetadas porque no involucran a los actores como personas. En el segundo escenario, el convivir se constituye como una red ética de conversaciones de co-inspiración y colaboración en un proyecto seductor e interesante que involucra a los actores como personas. Nosotros llamamos a esta segunda clase de gerencia, gerencia ético-social, y a las organizaciones y empresas que lo generan organizaciones o empresas socio-éticas. Esta segunda clase de gerencia surge como un modo de convivir que también expande el entendimiento y comprensión de la naturaleza de lo que está siendo realizado en el dominio humano y ecológico en el que los haceres ocurren. Nos permite ver cuán fundamental es para la realización de nuestro vivir, en toda su riqueza creativa, el estar conscientes y ser participantes activos en la continua gestación y conservación “sistémica-sistémica”1 de la armonía entre la antropósfera y la biosfera. Dicha armonía que contribuiremos a crear y conservar sólo si podemos ver a la organización como un todo, así como también a nuestra participación en darle forma a su modo de operar. Esto nos lleva a una pregunta más práctica: ¿cómo podemos realizar esta gerencia ético-social? Nuestra propuesta Elección y responsabilidad La actividad productiva de las empresas es fundamental para conservar el vivir humano en el presente cultural que vivimos. Por fortuna para nosotros, la mayoría de los seres

humanos es cada vez más consciente, incluso cuando deseemos negarlo, de que nuestra manera de dirigir y concebir los distintos tipos de asuntos organizacionales importa. La orientación hacia la ganancia, el poder y el éxito, desde una actitud fundamentalmente no-ética, lleva a consecuencias negativas imprevistas de destrucción de la armonía entre la antropósfera y la biosfera, que hace posible nuestra existencia, sin importar los dominios sociales, productivos y tecnológicos en los que operamos. Debido a esta creciente toma de conciencia se están buscando modos sustentables de management, incluso a pesar de que muchos de nosotros caigamos en la desesperación y desesperanza debido a que no sabemos qué hacer. El primer paso para salir de esta desesperación requiere cambiar nuestra actitud psíquica fundamental y acceder a un poderoso recurso íntimo, que es nuestra capacidad para reflexionar sobre lo que hacemos o no hacemos: reflexionar nos permite escoger qué queremos conservar y encontrar qué hacer para ello. Nosotros pensamos que la mayoría de los seres humanos añoran un vivir ético reflexivo que pueda ofrecer las posibilidades para que cada uno contribuya con creatividad en lo que hace en la localidad de su vivir. La mayoría de las personas quiere generar y conservar una apertura reflexiva, comprensiva y activa que pueda contribuir continuamente a un convivir como generadores de una armonía sistémica-sistémica de la relación antropósfera-biosfera. Sin embargo, muchas organizaciones no crean las condiciones que permitan a las personas darse cuenta del simple hecho de que ellas fundamentalmente quieren conservar estas cualidades en su trabajo y convivencia juntos. Esto requiere transformaciones en los dominios del liderazgo y management. El desarrollo de la investigación y trabajo de Peter Senge nos ha permitido ver y distinguir claramente tres capacidades fundamentales para construir empresas-organizaciones ético-social sustentables: crear más allá que sólo reaccionar a problemas sintomáticos, colaborar más allá de las fronteras y ver los amplios sistemas dentro de los que operamos. Cuando las personas aprenden cómo conectarse con el ADN generativo de la empresa-organización, los problemas

(1) Lo sistémico es dinámico y esa dinámica en su ocurrir es continuamente recursiva. Ocurre con frecuencia, que al describir los procesos sistémicos, éstos resultan aplanados porque la imagen de la descripción no muestra su multidimensionalidad recursiva, producto de una visión lineal. Cuando Ximena Dávila Y. describe la dinámica de los procesos históricos humanos como “sistémicos-sistémicos” o “sistémico recursivos”, quiere evitar esta linealización de los procesos sistémicos.

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Organizaciones socio-ético sustentables: Un camino hacia un futuro distinto. Peter Senge - Humberto Maturana - Ximena Dávila pasan a ser oportunidades para nuevas creaciones. Cuando se enfocan en lo que realmente quieren crear en vez de sólo en lo que no les gusta, conflictos fundamentales pueden disolverse en el tiempo mientras aprenden a modificar en un modo sistémico-sistémico las condiciones que dieron origen a tales problemas. Para colaborar a través de las fronteras de la individualidad, los departamentos de la organización, e incluso las organizaciones en sí mismas, deben alcanzar condiciones y acceder a recursos para la solución de problemas que residen fuera de la localidad en que los problemas parecen ocurrir. Las personas también encuentran colaboración con otros que contribuyen a expandir su visión de mundo. La tercera capacidad, el ver la naturaleza sistémica-sistémica de todos los esfuerzos humanos, lleva a gastar menos tiempo en intentos de soluciones sintomáticas que conservan la fuente de los problemas en vez de mirar el origen sistémico-sistémico de éstos. Las reflexiones sistémicas-sistémicas conducen a ver cómo nosotros también debemos cambiar de modo tal que los sistemas generales cambien, reforzando así el corazón humano de todos los sistemas sociales. Estas capacidades pueden ser llamadas “capacidades esenciales de liderazgo” pero sólo usando este término para apuntar más allá de distinciones formales que se refieren a posiciones de autoridad jerárquica. El “liderar” (de la raíz indo-europea Leith, que literalmente significa “atravesar el umbral”) requiere involucrar a las personas en todos los niveles, quienes asumen la responsabilidad de construir las capacidades de la organización para operar como una empresa ético-social sustentable. De hecho, es nuestra experiencia que sólo cuando el coraje, el atreverse y el confiar es evocado en muchos niveles, para comprometerse con este viaje colectivo, el cambio real comienza a desenvolverse, debido a que sólo en ese momento uno puede conectarse con el ser ético-social fundamental de las personas. La mayoría de las personas, como padres o amigos, saben lo que significa generar acciones conscientes, éticas y socialmente responsables, sin embargo frecuentemente no llevan este conocimiento a su trabajo, y el ambiente laboral no sabe como invitar a cultivar esto, hasta que la suficiente cantidad de personas asume responsabilidades para que esto ocurra. Esto también transforma al management ya que es fundamental prestar atención al proceso y no al resultado por venir, debido al hecho de que los resultados deben surgir espontáneamente durante los procesos que los generan en el dominio humano, y no existe una manera ética de forzarlos para que ocurran por diseño. Esta situación puede crear un dilema a los gerentes que son pagados para asumir responsabilidades por los resultados obtenidos por aquellos a quienes dirigen. Sin embargo, este dilema puede ser superado mientras más personas compartan las responsabilidades por los

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resultados y trabajen continuamente para desarrollar sus propias capacidades, que contribuyen a alcanzar esos resultados. Esto, posteriormente, transforma el trabajo del management orientándolo a la creación de infraestructuras de información, evaluación y coordinación de los deseos, y de las adecuadas acciones en relación a orientaciones compartidas. Este trabajo de gerencia es el complemento esencial para el trabajo de liderazgo co-inspirativo que energiza a las comunidades humanas a perseguir sus propósitos.

Complementando estas capacidades de construcción de organizaciones, está el trabajo de Ximena Dávila Y. y Humberto Maturana R. en ”los tres pilares de la conducta socio-ética espontánea”: conocimiento, entendimiento y acciones adecuadas a la mano. El conocimiento del que hablamos se refiere al saber del que trata la naturaleza del problema (fenómeno) y cómo es que éste surge de patrones de acciones e interdependencias, tal y como cuando la empresa comienza a conocer que las consecuencias negativas no deseadas de sus acciones están causando sufrimiento social y medioambiental. El entendimiento hace referencia a comprender las coherencias sistémicassistémicas del dominio relacional-operacional en que el problema se origina y conserva, de modo tal que nos permite ver la naturaleza de la matriz relacional y operacional en donde el problema está alojado. Las acciones adecuadas a la mano tienen que ver con, ya sabiendo lo que se sabe, buscar y encontrar el acceso directo a los medios a través de los cuales podemos generar conductas adecuadas que puedan disolver los problemas, tal y como cuando una empresa ve formas de organizar una red sistémica-sistémica coherente de acciones que pueda disolver el problema y está dispuesta a tomarlas. Estas acciones adecuadas a la mano no siempre son perfectas o la solución completa. De hecho, en el complejo mundo de los sistemas sociales, ninguna solución es perfecta en sí misma. Lo que importa es tener acciones a la mano que puedan comprometer a las personas en una legítima actividad inspiradora, donde el nuevo conocimiento y

Organizaciones socio-ético sustentables: Un camino hacia un futuro distinto. Peter Senge - Humberto Maturana - Ximena Dávila entendimiento orientan hacia la generación de conductas cada vez más adecuadas. Compromiso, honestidad y apertura son fundamentales.

creación y realización de haceres, y en la generación y realización de proyectos comunes, pero estas tecnologías no actúan por sí mismas: es necesario el management.

Si estas tres condiciones surgen en conjunto, las personas espontáneamente se comportarán de forma responsable con conciencia social y ética. Cada vez que un problema surge, es decir cuando hay un conflicto emocional o deseos contradictorios en el dominio de las relaciones humanas, las personas que tienen acceso a estos tres pilares no pueden sino actuar con conciencia ético-social y responsabilidad.

Nosotros pensamos que si deseamos una gerencia éticosocial debemos actuar en el entendimiento de lo que hemos expuesto más arriba: debemos escoger actuar conscientemente, poniendo nuestra atención en “crear más allá que sólo reaccionar a problemas sintomáticos, colaborar más allá de las fronteras y ver los amplios sistemas dentro de los que operamos”, y debemos hacer eso siendo conscientes de los “tres pilares de la conducta socio-ética espontánea” de forma tal que podamos, responsablemente, orientar nuestras elecciones hacia la generación consciente de la clase de mundo que deseamos entregar a nuestros hijos y nietos.

Lo único que puede impedir lo anterior, es la aceptación de una teoría que niegue el amar. Los seres humanos efectivamente se preocupan por el bien-estar de los otros y del mundo que ellos generan en su convivir. Si una empresa se organiza genuinamente a sí misma como una empresa ético-social sustentable para realizar alguna actividad productiva particular, las personas que la integren surgirán naturalmente como co-participantes de su diseño y propósito. Esto constituirá el proyecto común en el cual convivan en la realización de la visión compartida. Su inteligencia, imaginación y creatividad se orientará espontáneamente hacia la conservación y expansión de la creación conjunta de valor y bien-estar, mientras conservan la armonía entre la antropósfera y biosfera, como un aspecto natural de su convivir y trabajar juntos.

¿Qué hacer? Propósito y entendimiento en lo que hacemos A partir de lo que hemos dicho debe ser aparente que las dificultades que surgen en el proceso de realizar las tareas para las cuales una organización ha sido diseñada no serán en general de naturaleza tecnológica, sino que pertenecerán al dominio de la coordinación e integración de los haceres de las personas que realizan dichas tareas. Las tecnologías de la comunicación son herramientas que han sido diseñadas para facilitar nuestras coordinaciones en la

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¿Cómo hacer esto? Podremos hacerlo únicamente si no olvidamos que, como nosotros, todos los seres humanos son inteligentes, todos desean hacer bien lo que hacen, todos desean cumplir sus compromisos, a todos les gusta colaborar, todos respetan a los otros cuando se sienten respetados y les gusta ser honestos con los otros cuando los otros son honestos con ellos, y todos prefieren actuar de forma ética que actuar de forma no-ética en lo que hacen si se sienten honestamente tratados como participantes creativos en un proyecto común. La única ruta para cumplir este propósito es la continua creación de una red de conversaciones en la confianza y el respeto mutuo, que abran espacio para propósitos, deseos, objetivos y compromisos coherentes que espontáneamente nos liberan para ser creativos en la realización del proyecto común. ¿Es todo esto difícil? No, si nosotros así lo deseamos. A medida que las complejidades de nuestro convivir social se multiplican, existe una creciente necesidad de involucrar a personas en conversaciones recursivas que armonicen sus sentires íntimos, deseos y propósitos en lo que hacen. En este proceso, las tecnologías de la comunicación son un instrumento fundamental que podemos usar en la facilitación de la co-inspiración y colaboración, en la generación y conservación de la creación conjunta de valor y bien-estar, y en la realización de empresasorganizaciones ético-social sustentables orientadas hacia la armonización entre la antropósfera y la biosfera como nuestra responsabilidad social fundamental. [Este artículo surge de la colaboración entre Humberto Maturana R., Ximena Dávila Y., Peter Senge, Sebastián Gaggero D. (EMdS) y Cristóbal Gaggero D. (EMdS) como una co-creación en respuesta a la invitación de Visión Movistar].

Organizaciones socio-ético sustentables: Un camino hacia un futuro distinto. Peter Senge - Humberto Maturana - Ximena Dávila Referencias • SENGE, P. La revolución necesaria: cómo individuos y organizaciones trabajan por un mundo sostenible. Grupo Editorial Norma, 2009. • SENGE, P. La danza del cambio: cómo crear organizaciones abiertas al aprendizaje (más allá de La Quinta Disciplina). Gestión, 2000. • DÁVILA, X. - MATURANA, H. Habitar humano en seis ensayos de Biología-Cultural. J. C. Sáez Editores, 2008. • DÁVILA, X. - MATURANA, H. La gran oportunidad: fin de la psiquis del liderazgo en el surgimiento de la psiquis de la gerencia co-inspirativa. Revista Chilena de Administración Pública (páginas 101-124). Diciembre 2007. Glosario Antropósfera: Ámbito de coherencias ecológicas donde se realiza y conserva lo humano, que surge con el vivir humano como un modo humano de estar inserto en la biosfera y ser parte de ella. Todo lo que constituye nuestro vivir humano (desde nuestro operar biológico natural hasta las más grandes fantasías de nuestros artificios creativos) es parte de la antropósfera y como tal es parte de la biosfera. Y todo lo que hacemos y hagamos seguirá siendo parte de la biosfera, del mismo modo como lo es el vivir y la forma de vivir de cualquier ser vivo. Biosfera: Es el ámbito relacional en donde se entrelazan los distintos modos de vivir, esto es, es la red operacionalrelacional de todas los modos de vivir que existen en el planeta y que configuran como resultado la diversidad vegetal y animal que vemos hoy. Colaboración: Hablamos de colaboración cuando vemos a varias personas coordinando sus haceres y emociones en alguna tarea particular en el placer de hacerlo, sin esperar otro beneficio que ese placer. Co-inspiración: Hablamos de co-inspiración cuando vemos a varias personas participando en las conversaciones de generación y realización de un proyecto colaborativo que les hace sentido como parte de su vivir en el placer del coinspirar y colaborar. Creatividad: Decimos que una persona ha sido creativa cuando la vemos haciendo algo que nos sorprende positivamente, en un ámbito que nos parecía estéril.

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Innovación: La innovación no es en sí, aparece cuando un observador ve que alguien hace algo que le sorprende positivamente y que resuelve dificultades operacionales en su vivir de una manera adecuada antes no vistas por él o ella. La innovación puede ser accidental (como cuando alguien adopta o usa una configuración relacional u operacional que es relativamente intrascendente en un dominio y la aplica en otro donde genera un cambio relacionaloperacional que abre un espacio de satisfacción de deseos nuevos o antiguos y que resulta novedoso) o puede ser el resultado de una búsqueda intencional (un modo diferente de hacer lo mismo que se hacía antes, pero satisfaciendo algunas otras condiciones adicionales). En cualquier caso, la innovación surge como una red de conversaciones que entrelaza relaciones y operaciones que ocurren en dominios disjuntos dando origen a un nuevo dominio relacional y operacional que resulta sorprendente y deseable a la vez. En otras palabras, la innovación humana surge en el espacio relacional en que hay una multiplicidad de miradas en un ámbito de curiosidad y reflexión amplio.