Lección XI:
Nuestro mensaje profético “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel” que venía de Dios, “Tenía el evangelio eterno para que a los moradores fuera predicado; “A toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz”… “Temed a Dios y dadle honra, porque la hora de su juicio ha llegado”. El mensaje de Daniel 7 y 8 se vincula, con el de la Gran Controversia, De lo que habla Apocalipsis 12 al 14, sobre otros temas, como la creación; Es el mensaje urgente de Dios a prepararse, quitando toda inercia, El evangelio es el tema central, al cual debemos prestarle atención. El ángel de Apocalipsis 10 es algo extraordinario por su fuerza, Es similar a la descripción de Jesús en Apocalipsis uno, son iguales; Juró que dio la profecía de los tres tiempos, no hay quien esto tuerza, Es una repetición de la profecía de Daniel 7:25, está en los anales. Muestra que el pueblo de Dios, tendría una terrible persecución, Verdad que se repite en Daniel 12:7, pero éste libro sería sellado; En el tiempo del fin sería abierto, y entonces habría erudición, Muchos obtendrían conocimiento, y el pueblo estaría preparado. Cuando el periodo profético de los mil doscientos sesenta días terminó, Llegó el tiempo de abrir el libro, para tener conocimiento adicional; El libro abierto en las manos del ángel, este periodo de estudio inició, Pero también revela que la experiencia sería poco agradable, inusual. Juan comió el libro como se le ordenó, pero nada, el amargo evita, En su boca fue dulce, pero en su estómago, le amargó sobremanera; Juan representa al pueblo que asimila el libro, el grupo millerita, Representó el llamado chasco, cuando pensaron Cristo, venía en su era. Hubo gran interés en las profecías del tiempo del fin, de Daniel, Predicaron que los 2,300 años, en el otoño del 1844 eran cumplidos; Se prepararon fervientemente para recibir a Cristo, el Señor de Israel… Pero el chasco que tuvieron fue amargo, en duda fueron sumidos. Se equivocaron en el evento, no en las fechas proféticas estudiadas, Se cumplía lo que decía Daniel 7, en el inicio del juicio investigador; “Que profetices otra vez” es el mandato de Dios, y fueron asimiladas, Los adventistas predicaron al mundo, del Santuario y del Salvador.
Se interpretó mal, el significado de los eventos y hubo desilusión, Como cuando los apóstoles, vieron que Jesús fue crucificado; Los milleritas se frustraron, cuando no se cumplió su predicción, Pero Dios no dejó que el pueblo que estudiaba, quedara chasqueado. No podemos quedar vencidos y perder la fe, ante los chascos, La promesa de que tendremos luz de Dios, no puede ser olvidada; El Espíritu Santo dirigirá las mentes, de sus queridos santos, Para que la Luz resplandezca y sea al mundo, entonces predicada. El mensaje el primer ángel de Apocalipsis, es claro y contundente, “Temed a Dios y dadle honra, porque su juicio ha llegado… Pero el temor que reclama, no es el miedo negativo o excluyente, Es el temor reverencial; respeto que se tiene al Juez en su estrado. Los que temen a Dios, son los que son verdaderos creyentes, Glorifican su Nombre, y lo reconocen como Juez y Creador; Por eso lo reverencian, lo alaban, lo honran y le son obedientes, Por eso lo adoran, pues también lo aceptan, cono Señor y Salvador. Como Dios juzgará este mundo, hay también en muchos, el temor, Para los infieles el juicio, les causa miedo, es un asunto terrible; Los tres ángeles traen la última advertencia, y eso les causa terror, Al saber lo que tienen que enfrentar, temerán pues no es nada risible. Pero la puerta de misericordia está abierta, hay oportunidad, Dios siempre llama, desea animar al pecador, al arrepentimiento; El temor podría ser un incentivo para buscarlo, no habrá impunidad, Una dosis de miedo puede llevarlos, a la esperanza del advenimiento. La relación salvífica debe estar cimentada, no en miedo, sino en amor, Las advertencias divinas sirven al propósito, de que abran los ojos; “Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo”, por eso hay temor, Por eso comprender el amor de Dios nos debe hacer, caer de hinojos. El juicio de Apocalipsis 14: 7 es antes de que venga Cristo de manera gloriosa, Los ángeles llaman a la gente a adorar a Dios, y serle fiel cada día; Apartarse de la bestia y de su imagen, que surge para obra religiosa, Pues al pueblo remanente que obedecía a Dios, lo perseguía y le resistía. Revela Dios su poder y justicia, ante la ira frenética de las naciones, Ira que Satanás ha incitado, para el pueblo de Dios destruir; Su pueblo solicita en oración, clamor y ruego, en muchas ocasiones, Solicitando de rodillas que Dios los rescate, ya que no pueden más huir.
El Juicio comienza en el tiempo de Dios, en el momento profetizado, De acuerdo al Plan de Dios, el Día de Expiación tiene su continuidad; Comienza en el Cielo y es traído a la Tierra, no está retrasado, Dios destruye a los poderes malvados, que corrompieron la humanidad. La ira de Dios se origina en el tiempo del fin, en el Santuario Celestial, Y son derramadas las siete últimas plagas postreras sobre los impíos; En la segunda vendida de Cristo, Dios recompensará con vida eternal, Da el galardón a los fieles, erradica el mal y los cielos quedan limpios. El carácter de Dios queda ante todo el universo, vindicado, Verán todos que Dios fue ecuánime y Justo, en todos sus caminos; Más el reto en este momento es aferrarnos a Cristo, el Cordero inmolado, Con todo el corazón, y alma y mente, confiando en los santos destinos. El centro del libro de Apocalipsis es la doración, y solo la adoración, Y nos cuenta que el dragón, la bestia y el falso profeta quieren lo mismo; Una falsa trinidad que busca, ser el centro de tu corazón, Y el que haga tal elección, caerá muy bajo, en hondo abismo. Los que no adoren la imagen de la bestia, pierden sus vidas temporales, Puede ser que les quiten la vida, y vayan al descanso de la muerte; Pero los que adoren la imagen de la bestia, no podrán ser inmortales, Pierden la vida eterna por una elección, echaron con Satanás su suerte. La adoración está conectada con la obediencia, con los mandamientos, La contienda final será entre la voluntad de Dios, y la de los hombres; Dios hizo en seis días todas las cosas y descansó, esos son fundamentos, Negar la creación es negarlo todo, con tus labios no lo nombres. Dios hizo “los cielos y la tierra, el mar” e hizo el sábado semanal, Y es el eje de la controversia, en el conflicto contra los mandamientos; Será una prueba de fidelidad, y de la autoridad divina su señal, No se puede deducir por razonamiento lógico o humanos señalamientos. No hay un astro que señale su curso, no hay lógica enseñanza, Lo guardamos porque Dios lo ordenó, y en esto es él Soberano; Las “fuentes de las aguas” él creó, y las derrama para labranza, El Juez del mundo pero con misericordia, nos da su mano. Para el que no atienda el mensaje del primer ángel, hay advertencias, Si la gente sigue en sus caminos equivocados, vendrán las siete plagas; Son “el vino de la ira de Dios”, para el mundo que vive en apariencias, Contra una Babilonia, que se encuentra en rebelión… ¿con eso le pagas?
Babilonia la Grande toma el lugar de Dios, con suprema jactancia Se constituye en la gran enemiga de Dios, es rebelde, y destructiva; La palabra en clave para Babilonia, es Roma, la que tiene arrogancia, Es un poder religioso-político que se opone a Dios, de manera abusiva. Intenta controlar el mundo, y se une con otros contra el remanente, Es un símbolo de las iglesias apóstatas, que se unen a la corrupción; El remante fiel que esté en Babilonia, oirá el mensaje contundente, Y saldrá de Babilonia a tiempo, al oír el mensaje de reconciliación. Los creyentes tienen la “paciencia de los santos”, son perseverantes, Han puesto sus ojos en Cristo, y anhelan que venga en las nubes; Gracias a los méritos de Cristo y su lealtad, son triunfantes, La justificación por la fe es el mensaje del tercer ángel, ¡No lo dudes! Levantemos a Cristo, prediquemos de la cruz al mundo entero, Proclamemos que viene pronto, que las profecías se han cumplido; Presentemos la verdad del sábado, que es parte del mensaje certero, Y vivamos el amor de Dios, por el cual he sido salvado, y redimido. En la cruz es donde se encuentran, la verdad y la misericordia, Es donde la paz y la justicia divina, se dan un amoroso beso; Miremos al Calvario, con la fe de un niño, vivamos en concordia, Confiemos en los méritos del Salvador, y aceptemos su justo proceso. Las advertencias que traen los tres ángeles, son para el bien… El que acepta dichos mensajes, será bendecido y sostenido; Las temibles advertencias, traerán esperanza al creyente también, Pues llaman a adorar a Aquel, por el cual, soy hoy redimido.
Hiram Rivera Méndez 11 de diciembre de 2013 Toa Alta, Puerto Rico